Señor presidente de la República de Bolivia; señoras, señores; pueblo hermano de Bolivia; pueblo hermano de Tarija: realmente nos sentimos profundamente agradecidos por este día de trabajo que estamos compartiendo con el hermano pueblo boliviano y con los hermanos y hermanas de esta querida localidad de Tarija, de este hermosa localidad de Tarija, del sur boliviano. (Aplausos).
También quiero felicitar al pueblo boliviano por el tremendo ejemplo democrático, por el gran ejemplo democrático que le dio a todo el continente americano y al mundo el domingo pasado, donde demostraron la calidad cívica y la calidad institucional. (Aplausos).
También en nombre del pueblo argentino quiero agradecer profundamente a vuestro Presidente y a ustedes, pueblo de Bolivia, por la colaboración de exportar gas a la Argentina hace dos meses atrás, en un momento muy difícil. Nosotros agradecemos ese gesto de hermandad y de solidaridad americana, de América del Sur, de nuestro querido pueblo boliviano y del señor presidente Carlos Mesa. (Aplausos).
Con el corazón en la mano y soñando que la reconstrucción de América del Sur es posible, que es posible reconstruir una voz con fuerza latinoamericanista, que nos permita a los hombres y las mujeres de esta región del mundo recuperar un protagonismo perdido; con el Presidente y con otros presidentes hermanos y nuestros pueblos, soñamos con recuperar los ideales libertarios y la construcción con justicia, con equidad, con inclusión social en nuestras regiones. Es hora de que empecemos a confiar en nosotros mismos, es hora de que empecemos a confiar en nuestros pueblos y en nuestras naciones, es hora de que nos demos cuenta de que si somos capaces de construir un espacio en Latinoamérica unidos y solidarios, pensando en la construcción de un mundo inclusivo y no exclusivo, que termine definitivamente con la injusticia y la concentración económica, vamos a poder construir un marco de absoluta felicidad, distinto, que nos permita a nosotros construir los sueños que en determinado momento tuvieron los hombres y mujeres de nuestra historia. (Aplausos).
Yo creo que es el momento de tener mucha decisión, de tener firmeza en la discusión de la defensa de los intereses de nuestros pueblos, que las grandes naciones del mundo, que los grandes bloques del mundo entiendan que nosotros queremos integrarnos, que nosotros queremos ser, pero queremos ser una parte que nos permita ser, no queremos ser más el patio trasero del mundo, queremos integrar la realización de este propio mundo que nos contenga definitivamente (Aplausos).
Vamos a avanzar decididamente en la integración con Bolivia, vamos a profundizar el acuerdo del gas, vamos a llegar a comprar en esta etapa cerca de 6 millones y medio de metros cúbicos día y si Dios quiere, cuando tengamos construido el gasoducto del Noreste y lo estemos inaugurando en el año 2006, seguramente vamos a poder comprar más de 25 millones de metros cúbicos al querido pueblo de Bolivia. (Aplausos).
Esto va a ayudar a las dos regiones a desarrollarnos económicamente, va a generar ingresos económicos muy fuertes que van a ayudar a crecer y a potenciarse a la hermana República de Bolivia y va a permitir tener la energía necesaria y la potencialidad necesaria para que nuestro país, la Argentina, también pueda crecer.
Por eso estos gestos de sinceridad mutuos los vamos a llevar a otras áreas de la economía, los vamos a llevar al marco cultural, al marco institucional, al marco del desarrollo integrado al que tenemos que llegar porque tenemos la necesidad y la visión clara de que la integración es el rumbo que nos va a permitir realizarnos claramente.
Querido amigo presidente Carlos Mesa, cuente con la colaboración permanente de la Nación Argentina. Nosotros el domingo seguimos con mucho entusiasmo la expresión del pueblo boliviano. (Aplausos) Bolivia es una gran nación, Bolivia tiene un gran pueblo y yo sé que Bolivia, de la mano de los bolivianos y en esta etapa de la historia de su gestión, va a encontrar el rumbo definitivo que este gran pueblo se merece.
Hermanos bolivianos, hermanas bolivianas: cuenten permanentemente con la solidaridad de la República Argentina. Estamos acá no en una mera visita protocolar, venimos a compartir la idea y los sueños de un mundo distinto. Queremos y sabemos que ustedes y nosotros vamos a trabajar para eso y Dios quiera que todos los pueblos de América del Sur lo hagan para lograr los objetivos que deseamos. Les agradecemos profundamente esta tarde, este día de trabajo, el afecto compartido, la solidaridad, el cariño, los ojos de gente que quiere y que quiere bien y que es buena gente, gran gente como hemos sentido hoy aquí en Tarija. Nos llevamos un recuerdo hermoso, les dejamos nuestros corazón y nuestro sentimiento.(Aplausos). Con toda la delegación que nos acompaña y mi señora esposa les agradecemos profundamente. La verdad, es como si estuviéramos en casa. Muchísimas gracias.
También quiero felicitar al pueblo boliviano por el tremendo ejemplo democrático, por el gran ejemplo democrático que le dio a todo el continente americano y al mundo el domingo pasado, donde demostraron la calidad cívica y la calidad institucional. (Aplausos).
También en nombre del pueblo argentino quiero agradecer profundamente a vuestro Presidente y a ustedes, pueblo de Bolivia, por la colaboración de exportar gas a la Argentina hace dos meses atrás, en un momento muy difícil. Nosotros agradecemos ese gesto de hermandad y de solidaridad americana, de América del Sur, de nuestro querido pueblo boliviano y del señor presidente Carlos Mesa. (Aplausos).
Con el corazón en la mano y soñando que la reconstrucción de América del Sur es posible, que es posible reconstruir una voz con fuerza latinoamericanista, que nos permita a los hombres y las mujeres de esta región del mundo recuperar un protagonismo perdido; con el Presidente y con otros presidentes hermanos y nuestros pueblos, soñamos con recuperar los ideales libertarios y la construcción con justicia, con equidad, con inclusión social en nuestras regiones. Es hora de que empecemos a confiar en nosotros mismos, es hora de que empecemos a confiar en nuestros pueblos y en nuestras naciones, es hora de que nos demos cuenta de que si somos capaces de construir un espacio en Latinoamérica unidos y solidarios, pensando en la construcción de un mundo inclusivo y no exclusivo, que termine definitivamente con la injusticia y la concentración económica, vamos a poder construir un marco de absoluta felicidad, distinto, que nos permita a nosotros construir los sueños que en determinado momento tuvieron los hombres y mujeres de nuestra historia. (Aplausos).
Yo creo que es el momento de tener mucha decisión, de tener firmeza en la discusión de la defensa de los intereses de nuestros pueblos, que las grandes naciones del mundo, que los grandes bloques del mundo entiendan que nosotros queremos integrarnos, que nosotros queremos ser, pero queremos ser una parte que nos permita ser, no queremos ser más el patio trasero del mundo, queremos integrar la realización de este propio mundo que nos contenga definitivamente (Aplausos).
Vamos a avanzar decididamente en la integración con Bolivia, vamos a profundizar el acuerdo del gas, vamos a llegar a comprar en esta etapa cerca de 6 millones y medio de metros cúbicos día y si Dios quiere, cuando tengamos construido el gasoducto del Noreste y lo estemos inaugurando en el año 2006, seguramente vamos a poder comprar más de 25 millones de metros cúbicos al querido pueblo de Bolivia. (Aplausos).
Esto va a ayudar a las dos regiones a desarrollarnos económicamente, va a generar ingresos económicos muy fuertes que van a ayudar a crecer y a potenciarse a la hermana República de Bolivia y va a permitir tener la energía necesaria y la potencialidad necesaria para que nuestro país, la Argentina, también pueda crecer.
Por eso estos gestos de sinceridad mutuos los vamos a llevar a otras áreas de la economía, los vamos a llevar al marco cultural, al marco institucional, al marco del desarrollo integrado al que tenemos que llegar porque tenemos la necesidad y la visión clara de que la integración es el rumbo que nos va a permitir realizarnos claramente.
Querido amigo presidente Carlos Mesa, cuente con la colaboración permanente de la Nación Argentina. Nosotros el domingo seguimos con mucho entusiasmo la expresión del pueblo boliviano. (Aplausos) Bolivia es una gran nación, Bolivia tiene un gran pueblo y yo sé que Bolivia, de la mano de los bolivianos y en esta etapa de la historia de su gestión, va a encontrar el rumbo definitivo que este gran pueblo se merece.
Hermanos bolivianos, hermanas bolivianas: cuenten permanentemente con la solidaridad de la República Argentina. Estamos acá no en una mera visita protocolar, venimos a compartir la idea y los sueños de un mundo distinto. Queremos y sabemos que ustedes y nosotros vamos a trabajar para eso y Dios quiera que todos los pueblos de América del Sur lo hagan para lograr los objetivos que deseamos. Les agradecemos profundamente esta tarde, este día de trabajo, el afecto compartido, la solidaridad, el cariño, los ojos de gente que quiere y que quiere bien y que es buena gente, gran gente como hemos sentido hoy aquí en Tarija. Nos llevamos un recuerdo hermoso, les dejamos nuestros corazón y nuestro sentimiento.(Aplausos). Con toda la delegación que nos acompaña y mi señora esposa les agradecemos profundamente. La verdad, es como si estuviéramos en casa. Muchísimas gracias.