Señor vicepresidente de la Nación; señor gobernador de la provincia de Tucumán; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; autoridades nacionales, provinciales, municipales; representantes de organismos no gubernamentales; organizaciones sociales; señoras y señores: realmente creo que la presentación de este Banco Social de Tierras es una muy buena oportunidad para hacer algunas reflexiones importantes de esta querida Argentina que hoy nos toca gobernar. Esta Argentina donde ciertos sectores de la dirigencia, con extremada hipocresía, creen que nosotros perdimos la memoria de que el país que nos han dejado, empobrecido, con exclusión social, con muchísimos problemas, es un país que ahora -creyendo que se han olvidado de sus rostros y de sus acciones- lo tratan de endosar en nuestra espalda. No necesitan hacer eso. No suelo tener cobardía en los desafíos y asumo lo que está pasando en la Argentina con todas mis fuerzas para tratar de seguir avanzando hacia adelante, pero tampoco estoy dispuesto a creer o a aceptar que algunos expresen cosas con la banalidad que las expresan. Van desde la dirigencia hasta a algunos pastores de la iglesia también. Dicen que algún pastor de la iglesia está preocupado por la pobreza; fiador de algún interesante financista de esta Argentina que estuvo preso y que seguramente los pobres lo vieron por televisión. Porque hay tantos y buenos sacerdotes en los distintos puntos de la Iglesia Católica a la que yo pertenezco, que hay que terminar con esto de las declaraciones sobre que les duelen los pobres. Los pobres nos duelen a todos, pero hay pobres hace años en la Argentina.
En la Argentina hace 30 años que se empezó a construir un proyecto de pobreza y hambre que muchos avalaron de distintas formas, entonces no se puede mirar la historia en pedacitos. Los sectores de la sociedad argentina y muchos de los que hablan hoy tienen que asumir la responsabilidad en la creación de esa pobreza y de esa exclusión en la Argentina. Algunos pastores de mi propia iglesia, a la cual pertenezco, que miren la historia y cuál fue su compromiso durante todo este tiempo; hay otros que son espectaculares. Lo digo desde mi fe cristiana, de hablar con lo que siento en mi corazón, en mi alma y en mi espíritu.
No trabajo para enfrentarnos unos con otros. Por el contrario, quiero que todos juntos salgamos a combatir la pobreza y la indigencia. Les vengo diciendo a las organizaciones sociales que generemos trabajo, que hay tantas cooperativas de vivienda para hacer como las organizaciones sociales las quieran hacer consiguiendo las tierras en los municipios que corresponden; es cuestión de ponerse a trabajar. Podemos generar mucho trabajo con mucho esfuerzo, lo podemos hacer y lo estamos haciendo. Hay organizaciones sociales que ya están construyendo con los distintos municipios y provincias cooperativas de trabajo que están dando muchísimos resultados.
Estoy absolutamente dispuesto, si algunas ideas a uno no se le ocurren, a que me las traigan, a que me digan cómo terminamos más rápido con la indigencia y con la pobreza, si este es el gran desafío de todos los argentinos y la mayor preocupación de nuestro gobierno. Pero hemos avanzado, la Argentina está creciendo, está bajando el desempleo, a pesar de los tremendos índices de pobreza e indigencia están bajando.
Yo me pregunto si no puede haber un mea culpa en muchos, porque uno los escucha hablar y fueron parte de ese proyecto económico que destruyó la Argentina, en el que votaron leyes dolorosas para todos los argentinos. ¿Creen que los argentinos no tenemos memoria? ¿Les interesa nada más que llegar al poder por llegar al poder y lo que hicieron ayer creen que lo pueden borrar así no más? No sé, pero sepan con mucha certeza que el pueblo argentino no necesita la compasión de nadie sino la acción directa de gente compenetrada y abrazada a su pueblo, y yo en mi carácter de Presidente tampoco necesito la compasión de una dirigencia que entregó la Argentina. (Aplausos)
Dicen “los vamos a ayudar”, bárbaro cómo ayudan, no, así no....Yo voy a trabajar estos cuatro años y medio con las mismas ganas, con las mismas fuerzas y estoy feliz de trabajar con el pueblo argentino. Me levanto cada mañana con más fuerza y con más ganas. Bueno, tuve que estar estos días en China y es para el bien del pueblo argentino, para generar trabajo, nos fue bárbaro. Ayer tuve que salir urgente a ver a los hermanos que están sufriendo esta catástrofe en Esquel, Bariloche; hoy me voy a Rosario, el país es todo y hay que andar por todos lados.
Nosotros, todos los argentinos sin distinción de credos, ideas y demás, trabajemos por construir una Argentina solidaria, recuperemos nuestros trabajadores, recuperemos nuestra clase media, recuperemos nuestra fe en las cosas, nuestra fe en Dios y construyamos un país distinto. No hay que caer en las provocaciones, en las acciones de violencia. No se resuelve nada con la violencia de ningún lado, ya lo hemos visto, hay que construir las alternativas y las respuestas. Hay algunos sectores que son los que conformaron este país concentrado económicamente y con tanta injusticia que quieren que precisamente los que sufren la marginación se pongan violentos para justificar su acción, porque les molesta por allí tener que escuchar a los que sufren. No hay que darles la coartada.
Nosotros tenemos que trabajar creando puentes de plata, de convivencia, de amor y de soluciones. Este es el camino. Se ama al prójimo cuando se construye un camino con la menor cantidad de espinas posibles, esto es lo que hay que hacer y a cada bofetada que se reciba pongamos la otra mejilla y vayamos construyendo una Argentina distinta. Ni con bronca ni con odio se va a poder construir lo que todos nosotros deseamos.
Y a multiplicar. Le digo a Alicia, a los ministros permanentemente y a ustedes que vamos a poner todo el esfuerzo, vamos a lanzar fuertes inversiones para generar trabajo juntamente con las intendencias, los municipios, las organizaciones sociales y vamos a seguir dando batalla para construir un mundo mejor, que no se construye de un día para otro. Es mentira cuando dicen que van a construir o que en forma mesiánica o fundamentalista va a aparecer un mundo mejor de un día para otro. Y también debemos entender que solamente con justicia, verdad y claridad podemos construir ese mundo distinto.
Les puedo asegurar que queremos poner cada vez más fuerza, más ganas y avanzar para solucionarles los problemas a nuestros hermanos que más necesitan, trabajar para integrar la sociedad argentina, trabajar para la verdad, trabajar para consolidar la fe, trabajar para poner la otra mejilla, trabajar para eliminar la corrupción, trabajar con esfuerzo y con humildad para ir construyendo día a día un país distinto. (Aplausos)
También no callarnos por callarnos la boca. La verdad es que cuando menciono estas cosas de cierta dirigencia -me referí a ciertos pastores de mi iglesia y demás- les digo que las puertas de esta Casa de Gobierno, que es la casa del pueblo, están abiertas, que me traigan todas las ideas, todas las visiones que tienen para solucionarles los problemas a los que más sufren. Qué más quiero que desde la propia iglesia a la que pertenezco o de las otras iglesias me traigan todas las ideas; estoy dispuesto a tomarlas todas; estoy dispuesto a poner la mochila sobre mi espalda sin ningún tipo de problema para construir una Argentina mejor, una Argentina donde cada uno tenga la voluntad de asumir su rol y tener la memoria del compromiso que tuvo en la historia de construir este proyecto político y económico perverso que azotó a la Argentina. Porque hay algunos que hace mucho tiempo están en la vida pública y hoy parecen paracaidistas húngaros, como si hubieran llegado ayer, así que tengamos en claro todos estos temas.
Yo creo mucho en el Banco Social de Tierras; vamos a construir mucho con las tierras del Estado. Estuve hablando también con el ministro de Defensa para aportar todas las extensiones importantes de tierra que se puedan utilizar, de instituciones armadas y demás, para colaborar en esta falta de tierra que hay para poder construir las viviendas. Tengan la certeza: banco social de tierras, mejoramiento de viviendas y viviendas nuevas, es el triángulo fundamental para colocar un piso social que nos permita contener a millones de hermanos.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
En la Argentina hace 30 años que se empezó a construir un proyecto de pobreza y hambre que muchos avalaron de distintas formas, entonces no se puede mirar la historia en pedacitos. Los sectores de la sociedad argentina y muchos de los que hablan hoy tienen que asumir la responsabilidad en la creación de esa pobreza y de esa exclusión en la Argentina. Algunos pastores de mi propia iglesia, a la cual pertenezco, que miren la historia y cuál fue su compromiso durante todo este tiempo; hay otros que son espectaculares. Lo digo desde mi fe cristiana, de hablar con lo que siento en mi corazón, en mi alma y en mi espíritu.
No trabajo para enfrentarnos unos con otros. Por el contrario, quiero que todos juntos salgamos a combatir la pobreza y la indigencia. Les vengo diciendo a las organizaciones sociales que generemos trabajo, que hay tantas cooperativas de vivienda para hacer como las organizaciones sociales las quieran hacer consiguiendo las tierras en los municipios que corresponden; es cuestión de ponerse a trabajar. Podemos generar mucho trabajo con mucho esfuerzo, lo podemos hacer y lo estamos haciendo. Hay organizaciones sociales que ya están construyendo con los distintos municipios y provincias cooperativas de trabajo que están dando muchísimos resultados.
Estoy absolutamente dispuesto, si algunas ideas a uno no se le ocurren, a que me las traigan, a que me digan cómo terminamos más rápido con la indigencia y con la pobreza, si este es el gran desafío de todos los argentinos y la mayor preocupación de nuestro gobierno. Pero hemos avanzado, la Argentina está creciendo, está bajando el desempleo, a pesar de los tremendos índices de pobreza e indigencia están bajando.
Yo me pregunto si no puede haber un mea culpa en muchos, porque uno los escucha hablar y fueron parte de ese proyecto económico que destruyó la Argentina, en el que votaron leyes dolorosas para todos los argentinos. ¿Creen que los argentinos no tenemos memoria? ¿Les interesa nada más que llegar al poder por llegar al poder y lo que hicieron ayer creen que lo pueden borrar así no más? No sé, pero sepan con mucha certeza que el pueblo argentino no necesita la compasión de nadie sino la acción directa de gente compenetrada y abrazada a su pueblo, y yo en mi carácter de Presidente tampoco necesito la compasión de una dirigencia que entregó la Argentina. (Aplausos)
Dicen “los vamos a ayudar”, bárbaro cómo ayudan, no, así no....Yo voy a trabajar estos cuatro años y medio con las mismas ganas, con las mismas fuerzas y estoy feliz de trabajar con el pueblo argentino. Me levanto cada mañana con más fuerza y con más ganas. Bueno, tuve que estar estos días en China y es para el bien del pueblo argentino, para generar trabajo, nos fue bárbaro. Ayer tuve que salir urgente a ver a los hermanos que están sufriendo esta catástrofe en Esquel, Bariloche; hoy me voy a Rosario, el país es todo y hay que andar por todos lados.
Nosotros, todos los argentinos sin distinción de credos, ideas y demás, trabajemos por construir una Argentina solidaria, recuperemos nuestros trabajadores, recuperemos nuestra clase media, recuperemos nuestra fe en las cosas, nuestra fe en Dios y construyamos un país distinto. No hay que caer en las provocaciones, en las acciones de violencia. No se resuelve nada con la violencia de ningún lado, ya lo hemos visto, hay que construir las alternativas y las respuestas. Hay algunos sectores que son los que conformaron este país concentrado económicamente y con tanta injusticia que quieren que precisamente los que sufren la marginación se pongan violentos para justificar su acción, porque les molesta por allí tener que escuchar a los que sufren. No hay que darles la coartada.
Nosotros tenemos que trabajar creando puentes de plata, de convivencia, de amor y de soluciones. Este es el camino. Se ama al prójimo cuando se construye un camino con la menor cantidad de espinas posibles, esto es lo que hay que hacer y a cada bofetada que se reciba pongamos la otra mejilla y vayamos construyendo una Argentina distinta. Ni con bronca ni con odio se va a poder construir lo que todos nosotros deseamos.
Y a multiplicar. Le digo a Alicia, a los ministros permanentemente y a ustedes que vamos a poner todo el esfuerzo, vamos a lanzar fuertes inversiones para generar trabajo juntamente con las intendencias, los municipios, las organizaciones sociales y vamos a seguir dando batalla para construir un mundo mejor, que no se construye de un día para otro. Es mentira cuando dicen que van a construir o que en forma mesiánica o fundamentalista va a aparecer un mundo mejor de un día para otro. Y también debemos entender que solamente con justicia, verdad y claridad podemos construir ese mundo distinto.
Les puedo asegurar que queremos poner cada vez más fuerza, más ganas y avanzar para solucionarles los problemas a nuestros hermanos que más necesitan, trabajar para integrar la sociedad argentina, trabajar para la verdad, trabajar para consolidar la fe, trabajar para poner la otra mejilla, trabajar para eliminar la corrupción, trabajar con esfuerzo y con humildad para ir construyendo día a día un país distinto. (Aplausos)
También no callarnos por callarnos la boca. La verdad es que cuando menciono estas cosas de cierta dirigencia -me referí a ciertos pastores de mi iglesia y demás- les digo que las puertas de esta Casa de Gobierno, que es la casa del pueblo, están abiertas, que me traigan todas las ideas, todas las visiones que tienen para solucionarles los problemas a los que más sufren. Qué más quiero que desde la propia iglesia a la que pertenezco o de las otras iglesias me traigan todas las ideas; estoy dispuesto a tomarlas todas; estoy dispuesto a poner la mochila sobre mi espalda sin ningún tipo de problema para construir una Argentina mejor, una Argentina donde cada uno tenga la voluntad de asumir su rol y tener la memoria del compromiso que tuvo en la historia de construir este proyecto político y económico perverso que azotó a la Argentina. Porque hay algunos que hace mucho tiempo están en la vida pública y hoy parecen paracaidistas húngaros, como si hubieran llegado ayer, así que tengamos en claro todos estos temas.
Yo creo mucho en el Banco Social de Tierras; vamos a construir mucho con las tierras del Estado. Estuve hablando también con el ministro de Defensa para aportar todas las extensiones importantes de tierra que se puedan utilizar, de instituciones armadas y demás, para colaborar en esta falta de tierra que hay para poder construir las viviendas. Tengan la certeza: banco social de tierras, mejoramiento de viviendas y viviendas nuevas, es el triángulo fundamental para colocar un piso social que nos permita contener a millones de hermanos.
Muchísimas gracias. (Aplausos).