Señor secretario general de la Presidencia de la Nación; señora presidenta del Banco de la Nación de la República Argentina; autoridades nacionales; señores representantes de organizaciones sociales; señores empresarios; señoras y señores: acabo de llegar de San Juan con la profunda satisfacción de haber puesto en marcha después de 28 años la conocida fábrica de galletitas Sasetru, 28 estuvo la Argentina para un proyecto que tiene gran capacidad de exportación, gran capacidad de producción interna, y que al cabo de un año y medio va a ocupar a 900 personas.
Ahora estamos aquí acompañando la puesta en marcha de 100 microemprendimientos, con mucho entusiasmo. Tenemos mucha esperanza en que en la relación con las organizaciones sociales, en los distintos proyectos que estas llevan, podamos dar respuestas para seguir activando y dinamizando la economía. Esto genera una forma heterodoxa muy fuerte de tener las respuestas que está necesitando nuestra sociedad para poder crecer, para poder generar fuertes políticas que permitan definitivamente la inclusión.
Lo tenemos al Banco Nación en esta tarea. Todos los argentinos hemos estado acostumbrados a ver que al sistema financiero en un permanente marco de especulación, siempre tratando de ver cuáles son los niveles de rentabilidad, cuáles son las posibilidades que puede generar el crédito. Creo que el Banco de la Nación de la República Argentina empieza a marcar un rumbo tremendamente importante para cambiar la mentalidad de como se debe prestar dinero en la Argentina y cuál es el rol- es uno de los temas que debemos discutir- que debe jugar el sistema financiero en los tiempos que vivimos y que vienen en la Argentina.
Estos microemprendimientos, más microemprendimientos sociales, más planes de manos a la obra, más la reactivación de muchísimas industrias, más muchas empresas recuperadas, más la imaginación y la creatividad tanto del Estado como de distintos sectores y organizaciones del pueblo, están permitiendo que en muy poco tiempo, dentro del marco histórico del país, podamos decir que ha bajado en forma importante la desocupación. La economía ha crecido muy fuertemente el año pasado. También comenzó a quebrarse el índice de pobreza, a bajar del 57por ciento de último mes de mayo, el 54 por ciento de junio, que esté hoy en 47,8; que el índice de indigencia haya bajado de 27 a 20,5, el 30 por ciento de baja. Claro que sigue siendo alto, claro que hay un índice de pobreza del 47,8 exacto, pero mucho más alto era el 54 por ciento. Quiere decir que hemos empezado a dar con firmeza la batalla de poder bajar índices que son dolorosos y vergonzantes para todos los argentinos. Falta muchísmo, pera alienta ver que entramos en una curva absolutamente diferente.
Los instamos a trabajar fuertemente, claro que la situación es siempre complicada, estamos tratando de salir del infierno en que hemos quedado, yo digo que en esta etapa estamos en el segundo escalón; claro que hay presiones de distintos grupos económicos, la economía argentina como pocas renunció al manejo de algo que era estratégico en cualquier economía, ninguna economía cercana en general en el mundo a renunciado al manejo de su ecuación energética, esto es central. Lo que hemos hecho es duro porque nos ha quitado posibilidades y nos ha dificultado mucho la tarea. Pero no estamos dispuestos a ceder a ninguna presión por fuerte que sea (Aplausos). La Argentina va a crecer y vamos a necesitar más gas y más energía. Con absoluto respeto les decimos a las empresas productoras de gas que no invierten desde 1996 en la Argentina -¿dónde estaban los entes de contralor? ¿Dónde estaba el Estado que permitieron que desde 1996 no inviertan?- que inviertan, que nos van a tener que dar el gas y la energía que necesitamos, que no vamos a aceptar presiones para obtener beneficios de otro tipo que seguramente algunos puedan estar buscando, y que si es necesario desde el Estado vamos a recurrir a todos los instrumentos que tenemos para que asuman la responsabilidad que tienen (Aplausos)
Como siempre lo digo, no hemos venido a durar de cualquier forma, el sector de hidrocarburos en la Argentina, de petróleo y gas ha ganado más de 5 mil millones de dólares esta año, tienen inversiones muy fuertes y es hora que estén a la altura de las necesidades que tiene la Argentina. Tratan siempre de jugar con fantasmas, que nos va a faltar esto o el otro para ir obteniendo los resultados que buscan. Nosotros estamos pagando el precio de haber renunciado absolutamente a nuestra participación en el control en la cuestión energética, porque obviamente puede ser discutible o no como podemos pensar algunos de cómo se tendría que haber hecho ese proceso de transformación, pero acá se renunció hasta acción de oro en 1999, lo cual dejó al Estado absolutamente indefenso.
Son cuestiones en las que los argentinos tenemos que tener muy buena memoria, tenemos que recordar, porque muchas cosas que nos suceden hoy son por medidas que se tomaron ayer. Tienen que tener en claro los televidentes que hoy nos miran que desde 1996 los que ganan tantos miles millones de dólares por año no invierten, y encima nos quieren condicionar.
Para todos los que nos están mirando también quiero decir que la Argentina está creciendo, y para seguir haciéndolo necesitamos tener energía, eso genera trabajo y posibilidades para todos los argentinos. Espero realmente en serio que estas empresas que están trabajando en la Argentina estén a la altura de lo que el país necesita hoy. Les agradezco profundamente, a seguir trabajando con muchísimo esfuerzo (Aplausos)
Ahora estamos aquí acompañando la puesta en marcha de 100 microemprendimientos, con mucho entusiasmo. Tenemos mucha esperanza en que en la relación con las organizaciones sociales, en los distintos proyectos que estas llevan, podamos dar respuestas para seguir activando y dinamizando la economía. Esto genera una forma heterodoxa muy fuerte de tener las respuestas que está necesitando nuestra sociedad para poder crecer, para poder generar fuertes políticas que permitan definitivamente la inclusión.
Lo tenemos al Banco Nación en esta tarea. Todos los argentinos hemos estado acostumbrados a ver que al sistema financiero en un permanente marco de especulación, siempre tratando de ver cuáles son los niveles de rentabilidad, cuáles son las posibilidades que puede generar el crédito. Creo que el Banco de la Nación de la República Argentina empieza a marcar un rumbo tremendamente importante para cambiar la mentalidad de como se debe prestar dinero en la Argentina y cuál es el rol- es uno de los temas que debemos discutir- que debe jugar el sistema financiero en los tiempos que vivimos y que vienen en la Argentina.
Estos microemprendimientos, más microemprendimientos sociales, más planes de manos a la obra, más la reactivación de muchísimas industrias, más muchas empresas recuperadas, más la imaginación y la creatividad tanto del Estado como de distintos sectores y organizaciones del pueblo, están permitiendo que en muy poco tiempo, dentro del marco histórico del país, podamos decir que ha bajado en forma importante la desocupación. La economía ha crecido muy fuertemente el año pasado. También comenzó a quebrarse el índice de pobreza, a bajar del 57por ciento de último mes de mayo, el 54 por ciento de junio, que esté hoy en 47,8; que el índice de indigencia haya bajado de 27 a 20,5, el 30 por ciento de baja. Claro que sigue siendo alto, claro que hay un índice de pobreza del 47,8 exacto, pero mucho más alto era el 54 por ciento. Quiere decir que hemos empezado a dar con firmeza la batalla de poder bajar índices que son dolorosos y vergonzantes para todos los argentinos. Falta muchísmo, pera alienta ver que entramos en una curva absolutamente diferente.
Los instamos a trabajar fuertemente, claro que la situación es siempre complicada, estamos tratando de salir del infierno en que hemos quedado, yo digo que en esta etapa estamos en el segundo escalón; claro que hay presiones de distintos grupos económicos, la economía argentina como pocas renunció al manejo de algo que era estratégico en cualquier economía, ninguna economía cercana en general en el mundo a renunciado al manejo de su ecuación energética, esto es central. Lo que hemos hecho es duro porque nos ha quitado posibilidades y nos ha dificultado mucho la tarea. Pero no estamos dispuestos a ceder a ninguna presión por fuerte que sea (Aplausos). La Argentina va a crecer y vamos a necesitar más gas y más energía. Con absoluto respeto les decimos a las empresas productoras de gas que no invierten desde 1996 en la Argentina -¿dónde estaban los entes de contralor? ¿Dónde estaba el Estado que permitieron que desde 1996 no inviertan?- que inviertan, que nos van a tener que dar el gas y la energía que necesitamos, que no vamos a aceptar presiones para obtener beneficios de otro tipo que seguramente algunos puedan estar buscando, y que si es necesario desde el Estado vamos a recurrir a todos los instrumentos que tenemos para que asuman la responsabilidad que tienen (Aplausos)
Como siempre lo digo, no hemos venido a durar de cualquier forma, el sector de hidrocarburos en la Argentina, de petróleo y gas ha ganado más de 5 mil millones de dólares esta año, tienen inversiones muy fuertes y es hora que estén a la altura de las necesidades que tiene la Argentina. Tratan siempre de jugar con fantasmas, que nos va a faltar esto o el otro para ir obteniendo los resultados que buscan. Nosotros estamos pagando el precio de haber renunciado absolutamente a nuestra participación en el control en la cuestión energética, porque obviamente puede ser discutible o no como podemos pensar algunos de cómo se tendría que haber hecho ese proceso de transformación, pero acá se renunció hasta acción de oro en 1999, lo cual dejó al Estado absolutamente indefenso.
Son cuestiones en las que los argentinos tenemos que tener muy buena memoria, tenemos que recordar, porque muchas cosas que nos suceden hoy son por medidas que se tomaron ayer. Tienen que tener en claro los televidentes que hoy nos miran que desde 1996 los que ganan tantos miles millones de dólares por año no invierten, y encima nos quieren condicionar.
Para todos los que nos están mirando también quiero decir que la Argentina está creciendo, y para seguir haciéndolo necesitamos tener energía, eso genera trabajo y posibilidades para todos los argentinos. Espero realmente en serio que estas empresas que están trabajando en la Argentina estén a la altura de lo que el país necesita hoy. Les agradezco profundamente, a seguir trabajando con muchísimo esfuerzo (Aplausos)