PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, EN LA FIRMA DEL CONVENIO DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO LOCAL Y ECONOMÍA SOCIAL “MANOS A LA OBRA”

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, EN LA FIRMA DEL CONVENIO DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO LOCAL Y ECONOMÍA SOCIAL “MANOS A LA OBRA”

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Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores intendentes; representantes de organizaciones no gubernamentales; señores empresarios; representantes gremiales; señoras y señores: la verdad que reconforta ver que vamos logrando implementar medidas claras y concretas que tienden a la recuperación de la estructura social argentina.





Todos sabemos, y diagnósticos han existido por miles, de la durísima situación por la que atravesamos los argentinos, pero también sabemos que es posible dar el combate contra esa situación, que es posible generar este tipo de circunstancias, de acciones, de microemprendimientos, de cooperativas, de elaboración creativa de distintos esquemas y posibilidades que nos determinen la generación de producción y trabajo, que es fundamental y esencial para recuperar la sociedad argentina.





Pero también los argentinos hemos aprendido que no hay recuperaciones milagrosas, que el inmediatismo siempre es señal de una debacle mayor y que la Argentina va a tener sus años para recuperarse y recobrar el tiempo perdido y poder potenciarse para ser un país como el que deseamos todos los argentinos, con justicia, con equidad, con inclusión social, que es la lucha que todos nosotros tenemos que llevar adelante.





Por eso hay que ir dando todos los pasos necesarios. A mí me gustaría poder decirles a los argentinos por un acto voluntarista que acá se terminó la pobreza, la exclusión, la marginalidad, la corrupción. Pero no, eso se construye, lo tenemos que hacer todos nosotros, tenemos que construir toda una escala de valores estructurales que nos permita ir dando pasos claros y concretos. No vamos a salir del infierno al paraíso, tendremos infierno, purgatorio, tenemos pasos que dar en la recuperación argentina.





Todos los que tenemos responsabilidad de Gobierno debemos tener un claro sentido de responsabilidad y de racionalidad, pero no la racionalidad que nos dieron en la década del ’90 en el sentido de que racionalidad era ajuste, era cirugía sin anestesia, era corrupción, era concentración económica y distribución injusta del ingreso; para nosotros racionalidad debe ser cómo llegamos con los mecanismos más claros y precisos, con todos los fundamentos para encontrar las respuestas que nuestra sociedad necesita. Tenemos muchos flancos, a la vez que queremos generar trabajo, inversión y posibilidades claras y concretas para todos los argentinos tenemos que pelear todos los días contra la decisión de organismos internacionales que cuando ven que la Argentina se recupera rápidamente quieren ir por esa recuperación. Desde este Salón Blanco les digo a esos organismos internacionales y al Fondo, con absoluta y total claridad, que los argentinos queremos ser responsables en las obligaciones que tenemos, pero que la recuperación de la Argentina esta vez tiene que gotear, tiene que regar al pueblo argentino. (Aplausos)





No sirve una recuperación como la que tuvimos. La Argentina creció en la década del ’90, en 1997 creo que creció el 7,5 por ciento; bárbaro el crecimiento, uno de los más importantes, sin embargo la concentración económica se profundizó, muy pocos argentinos estuvieron mejor y la mayoría estuvo muy mal. Eso en la Argentina se terminó definitivamente. Nosotros debemos crecer con armonía, con responsabilidad y tenemos sectores de nuestra sociedad que están necesitando que generemos los mecanismos, los instrumentos para que puedan ser parte de esta recuperación argentina. Este es el trabajo que tenemos que hacer entre todos.





Por un lado eso, por otro la responsabilidad social de todas las organizaciones. Está bien la democracia, la participación, la diversidad, la pluralidad, pero hoy hay urgencias muy fuertes que son la generación de trabajo, de las coberturas de salud y coberturas sociales que son fundamentales. Convoco a todos los argentinos, pensemos como pensemos, a salir de los esquemas corporativos, a entender que las corporaciones y el clientelismo no solamente se dan por parte de algunos sectores del Estado Nacional, provincial o municipal sino que también puede haber corporativismo, puede haber clientelismo en organizaciones con características sociales que pierden la orientabilidad. Todos deben tener un claro sentido de autocrítica porque esto es fundamental para encontrar las nuevas síntesis que la Argentina necesita.





Por eso nosotros desde el Gobierno convocamos con absoluta amplitud a todos. El gran desafío es reconstruir la Argentina del trabajo y la producción; volver a reconstruir la autoestima, es fundamental que los argentinos nos volvamos a autoestimar, no somos los peores del mundo, los más malos, los más corruptos, los más ladrones y los más sinvergüenzas. Tenemos estructuras que garantizan eso, dirigencias que han garantizado eso y es muy difícil poner las manos en el fuego hoy y no quemarse en este proceso de recuperación porque seguramente hay sectores que todavía no han entendido, pero hay millones y millones de argentinos honestos, decentes, estudiantes, profesionales, intelectuales y trabajadores que quieren construir una Argentina diferente y somos capaces de referenciarnos ante el mundo como los más positivos, los más importantes y lo mejor que podemos brindar. Por eso, volvamos a recuperar esa autoestima que teníamos los argentinos, con ella vamos a superar muchísimos temas porque tenemos calidad de gente y una valiosa calidad de dignidad que debe ser absolutamente aprovechada.





Les quiero realmente agradecer, desearles una feliz Navidad, Nochebuena y Año Nuevo y decirles que en mi caso, en el de ustedes señores intendentes, organizaciones sociales y demás, Dios quiera que podamos entender -ustedes y nosotros- el tiempo histórico que estamos viviendo; es muy difícil, por este manejo de las instituciones, del poder, se nos hace difícil porque nosotros mismos tenemos que crecer espiritualmente muchísimo para saber en qué tiempo de la historia estamos.





Pero, un sueño: Dios quiera que cuando estos cuatro años pasen las futuras generaciones de argentinos recuerden que fuimos capaces de ser el punto de inflexión para la construcción de una nueva Argentina con inclusión, con justicia, con equidad, con esperanzas; esa Argentina que ustedes y nosotros soñamos, donde los hijos estén mejor que los padres, porque es cuando una sociedad empieza a evolucionar y va hacia delante; una sociedad que vuelva a premiar al que más investiga, al que más estudia, al más honesto. Dios quiera que podamos cumplir con ese tiempo, les puedo asegurar que voy a dejar todo por eso, sé que ustedes también, y sé que vamos a poder hacer la reconstrucción moral, espiritual, material y de inclusión que este país necesita.





Muchísimas gracias por todas las cosas que hacen. (Aplausos).