Señor gobernador de la provincia de La Pampa; señor intendente de General Pico; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; señor vicegobernador de la Provincia; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores intendentes de localidades vecinas; señor gobernador electo; amigos y amigas de esta querida provincia de La Pampa: realmente siento una profunda satisfacción en estar hoy trabajando codo a codo con quienes hoy gobiernan La Pampa y hablando con el pueblo pampeano, con plena pluralidad, porque la Argentina está necesitando que todos los argentinos nos reencontremos fuertemente.
No podemos priorizar nuestras acciones agudizando las viejas luchas sino, por el contrario, creo que lo que tenemos que hacer es agudizar acciones para que los argentinos vayan encontrando soluciones a los graves problemas y asignaturas pendientes que tienen. En esa tarea, ése es el ejemplo, ésa es la mecánica y la metodología del querido compañero y amigo Rubén Marín que, durante tanto tiempo, acordando y disintiendo pero siempre peleando cada uno con las responsabilidades que teníamos en nuestras provincias, pensamos y llevamos adelante durante muchísimos años de gobierno que a usted le tocó gobernar la provincia de La Pampa y a mí Santa Cruz.
Hoy que me toca ser Presidente de la Nación no voy a venir a cambiar mi discurso; no voy a venir a dejar de lado el sentimiento claro y concreto por la construcción de un país federal; no voy a venir a guardar en un cajón la injusticia que uno muchas veces sentía por aquellas provincias más chicas, con menos poder político, con menos capacidad de lobby, en el concierto nacional que muchas veces quedábamos postergados.
Por el contrario, creo que en la Argentina debe llegarse a construir un país federal, con características de igualdad, con plenos marcos de convivencia que nos permitan desarrollarnos a todos los argentinos.
Con este sentido, estamos compartiendo hoy este día de trabajo en esta querida ciudad de La Pampa, en General Pico, en compañía del señor Intendente y de todos quienes nos acompañan.
También quiero decirles que somos claramente conscientes de la Argentina que nos toca gobernar; somos claramente conscientes de las asignaturas pendientes y de las carencias que hay; somos conscientes de las insatisfacciones que vive nuestro pueblo. Sabemos también que no se puede salir de un día para otro, que no hay un punto de inflexión inmediato y que muchas veces el inmediatismo nos llevó a situaciones aún más difíciles.
No nos enamoramos de los números; vemos con alegría que la Argentina crezca, que esté creciendo al 6, al 7 o al 5 por ciento con mucha potencialidad; vemos con alegría que crezcan las exportaciones, las importaciones, el consumo, la recaudación, en general todas las áreas de la economía argentina. Pero también tenemos absolutamente claro que todavía estamos en el Infierno, que recién estamos tratando de salir del Infierno. Hay naciones que les ha llevado décadas recuperarse de un tremendo golpe como el que tuvo la Argentina.
Nosotros no vamos a recuperar de un día para otro lo perdido, pero sé que escalón tras escalón y con esta mecánica, vamos a poder volver a generar una Argentina con todos y para todos al ir venciendo las insatisfacciones, venciendo los dolores que tenemos, venciendo a la resignación porque muchas veces creemos que las cosas no se pueden cambiar, que no se pueden mejorar, que no podemos construir un país que realmente tenga a pleno todo su potencial.
Yo les puedo asegurar que esto es absolutamente posible, pero tenemos que mirar la Argentina con el corazón en la mano, saber que hay hermanos que están muy mal, sabemos que hubo un quiebre muy fuerte en toda nuestra economía, que hay que volver a reconstruir la clase trabajadora, que hay que volver a reconstruir el empresariado nacional, que hay que volver a reconstruir el sector de los productores, que hay que luchar fuertemente por tener un país que sea absolutamente cristalino, que hay que vencer la corrupción y que hay que volver a potenciar la Argentina en una nueva síntesis que realmente nos permita volver a ser.
Esta es la tarea de los hombres y mujeres que en este tiempo nos toca gobernar la Argentina. Espero que lo hagamos con la mayor probidad y con el mayor esfuerzo.
Sé, querido amigo Gobernador, lo que usted ha peleado por esta Provincia, lo hemos hecho muchas veces juntos y sé también lo que se siente cuando uno tiene que empezar nuevas tareas, porque cuando se ha construido con tantas ganas, con tanto amor y con tanto esfuerzo, uno deja parte de su vida en todos esos temas. Muchas veces, en la tarea de gobernar se van sacrificando cosas y cosas. Lo importante es ver los resultados finales.
Yo les puedo asegurar que con fe, con decisión, planificando, trabajando, encarando todos los problemas, la Argentina va a ir encontrando un nuevo horizonte pero no de un día para otro.
La sociedad argentina tiene que terminar con esa esquizofrenia que a veces tienen algunos de querer salir de un día para otro. Se sale cuando hay consecuencia, cuando hay políticas, cuando hay decisión, cuando decididamente se generan nuevos métodos de construcción y entendemos el mundo, el tiempo y la Argentina que necesitamos.
Por eso siempre digo: absoluta amplitud, pleno consenso, plena actualidad es lo que a la Argentina le va a dar las respuestas que está necesitando.
Muchísimas gracias y gracias por compartir conjuntamente este acto.
No podemos priorizar nuestras acciones agudizando las viejas luchas sino, por el contrario, creo que lo que tenemos que hacer es agudizar acciones para que los argentinos vayan encontrando soluciones a los graves problemas y asignaturas pendientes que tienen. En esa tarea, ése es el ejemplo, ésa es la mecánica y la metodología del querido compañero y amigo Rubén Marín que, durante tanto tiempo, acordando y disintiendo pero siempre peleando cada uno con las responsabilidades que teníamos en nuestras provincias, pensamos y llevamos adelante durante muchísimos años de gobierno que a usted le tocó gobernar la provincia de La Pampa y a mí Santa Cruz.
Hoy que me toca ser Presidente de la Nación no voy a venir a cambiar mi discurso; no voy a venir a dejar de lado el sentimiento claro y concreto por la construcción de un país federal; no voy a venir a guardar en un cajón la injusticia que uno muchas veces sentía por aquellas provincias más chicas, con menos poder político, con menos capacidad de lobby, en el concierto nacional que muchas veces quedábamos postergados.
Por el contrario, creo que en la Argentina debe llegarse a construir un país federal, con características de igualdad, con plenos marcos de convivencia que nos permitan desarrollarnos a todos los argentinos.
Con este sentido, estamos compartiendo hoy este día de trabajo en esta querida ciudad de La Pampa, en General Pico, en compañía del señor Intendente y de todos quienes nos acompañan.
También quiero decirles que somos claramente conscientes de la Argentina que nos toca gobernar; somos claramente conscientes de las asignaturas pendientes y de las carencias que hay; somos conscientes de las insatisfacciones que vive nuestro pueblo. Sabemos también que no se puede salir de un día para otro, que no hay un punto de inflexión inmediato y que muchas veces el inmediatismo nos llevó a situaciones aún más difíciles.
No nos enamoramos de los números; vemos con alegría que la Argentina crezca, que esté creciendo al 6, al 7 o al 5 por ciento con mucha potencialidad; vemos con alegría que crezcan las exportaciones, las importaciones, el consumo, la recaudación, en general todas las áreas de la economía argentina. Pero también tenemos absolutamente claro que todavía estamos en el Infierno, que recién estamos tratando de salir del Infierno. Hay naciones que les ha llevado décadas recuperarse de un tremendo golpe como el que tuvo la Argentina.
Nosotros no vamos a recuperar de un día para otro lo perdido, pero sé que escalón tras escalón y con esta mecánica, vamos a poder volver a generar una Argentina con todos y para todos al ir venciendo las insatisfacciones, venciendo los dolores que tenemos, venciendo a la resignación porque muchas veces creemos que las cosas no se pueden cambiar, que no se pueden mejorar, que no podemos construir un país que realmente tenga a pleno todo su potencial.
Yo les puedo asegurar que esto es absolutamente posible, pero tenemos que mirar la Argentina con el corazón en la mano, saber que hay hermanos que están muy mal, sabemos que hubo un quiebre muy fuerte en toda nuestra economía, que hay que volver a reconstruir la clase trabajadora, que hay que volver a reconstruir el empresariado nacional, que hay que volver a reconstruir el sector de los productores, que hay que luchar fuertemente por tener un país que sea absolutamente cristalino, que hay que vencer la corrupción y que hay que volver a potenciar la Argentina en una nueva síntesis que realmente nos permita volver a ser.
Esta es la tarea de los hombres y mujeres que en este tiempo nos toca gobernar la Argentina. Espero que lo hagamos con la mayor probidad y con el mayor esfuerzo.
Sé, querido amigo Gobernador, lo que usted ha peleado por esta Provincia, lo hemos hecho muchas veces juntos y sé también lo que se siente cuando uno tiene que empezar nuevas tareas, porque cuando se ha construido con tantas ganas, con tanto amor y con tanto esfuerzo, uno deja parte de su vida en todos esos temas. Muchas veces, en la tarea de gobernar se van sacrificando cosas y cosas. Lo importante es ver los resultados finales.
Yo les puedo asegurar que con fe, con decisión, planificando, trabajando, encarando todos los problemas, la Argentina va a ir encontrando un nuevo horizonte pero no de un día para otro.
La sociedad argentina tiene que terminar con esa esquizofrenia que a veces tienen algunos de querer salir de un día para otro. Se sale cuando hay consecuencia, cuando hay políticas, cuando hay decisión, cuando decididamente se generan nuevos métodos de construcción y entendemos el mundo, el tiempo y la Argentina que necesitamos.
Por eso siempre digo: absoluta amplitud, pleno consenso, plena actualidad es lo que a la Argentina le va a dar las respuestas que está necesitando.
Muchísimas gracias y gracias por compartir conjuntamente este acto.