Señor Gobernador; señor intendente Municipal; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales y provinciales; amigos intendentes de las distintas localidades, es un placer volver a compartir nuevamente con ustedes un día de trabajo; señoras y señores: me parece que San Fernando es un hermoso lugar para seguir haciendo algunas reflexiones que son muy importantes para los argentinos en la época y el tiempo que vivimos.
En primer lugar, les quiero decir que vengo a cumplir con la palabra empeñada: más de 100 millones de inversión para fortalecer la tarea del Gobernador, del intendente de San Fernando y de la provincia de Buenos Aires. (Aplausos)
En segundo lugar, aquel día, que nos recordaba un día triste pero que nosotros tratamos de transformarlo en fuerza y memoria, que fue el 24 de marzo de 2003, que nos recordaba el triste 24 de marzo de 1976, yo hice con ustedes un compromiso de honor que lo reafirmé cuando me tocó asumir la conducción del país: que no iba a dejar los principios ni las convicciones en la puerta de la Casa Rosada. El pueblo me votó para cambiar la Argentina; el pueblo me votó para ir al frente, para jugarme por los que menos tienen, para jugarme por los argentinos que están necesitando. (Aplausos)
Así que, hoy algunos que fueron responsables del desastre todavía hablan, todavía opinan y está bien que lo hagan en democracia, pero creen que el pueblo no tiene memoria.
Yo me pregunto: una Argentina que baja la indigencia; una Argentina que baja la pobreza; una Argentina que baja el desempleo, una Argentina que crece al 9 por ciento anual, prácticamente un récord, una Argentina que crece en su recaudación, una Argentina que en el canje de la deuda ahorró miles y miles de millones de dólares, 67 mil millones de dólares, es la primera vez en la historia que el pueblo argentino logra hacer una negociación con éxito (aplausos); una Argentina que se para con dignidad y con responsabilidad ante los organismos internacionales, una Argentina que empieza a recuperar su identidad y su propia fe, ¿qué más quieren? Yo estoy haciendo todo lo que está a mi alcance.
Por eso les pido hermanos y hermanas, no que me sigan, porque ya vimos lo que pasó seguir y seguir, sino que les vengo a pedir que me ayuden, les vengo a pedir que me acompañen, les vengo a pedir que me den fuerza, les vengo a pedir que no me dejen solo en esta dura lucha contra los intereses de quienes quieren que la Argentina vuelva para atrás. Y si ustedes se ponen de pie, y si ustedes toman la bandera argentina, si toman el sentido de patria, si vuelven a decir que los argentinos queremos recuperar la dignidad de esta Nación, esta Nación no va retroceder, sino que va a seguir yendo hacia delante. (Aplausos)
Queridos hermanos y hermanas, intendentes, gobernadores: me dicen que tengo que ser mesurado, que tengo que ser prolijo, que me tengo que vestir ordenadamente, que tengo que caminar derecho, que tengo que hacer tantas cosas, ellos me quieren hacer al molde de ellos y yo quiero ser al molde del pueblo, quiero ser como el pueblo porque me siento como uno de ustedes. (Aplausos)
Cuando días pasados -y quiero felicitar al pueblo argentino- dije que había una empresa petrolera y otra más que les estaban metiendo la mano en el bolsillo a los argentinos, que las empresas Shell y Esso les estaban metiendo la mano en el bolsillo a los argentinos, me dijeron: “Con ese discurso que hace el Presidente, está espantando las inversiones”.
Ahora me pregunto: ¿qué argentino quiere inversiones a costa del pueblo argentino? ¿Quieren repetir la década del ’90, quieren que vuelvan a saquear la Argentina, quieren que nos vuelvan a poner de rodillas a todos los argentinos?
Yo les pregunto: ¿quieren un Presidente que mira para el costado y que se haga el distraído? Cuando le tocan el bolsillo al pueblo argentinos, es deber del Presidente estar al frente de ese pueblo defendiendo los intereses como corresponde de todos los argentinos. (Aplausos)
Honestamente les digo que no quiero estar un solo día como presidente declinando la defensa de los intereses nacionales. Vine a tratar de trabajar con mis aciertos y errores junto a ustedes; vine a tratar de que todos juntos podamos recuperar el sentido de Nación, el sentido de patria, de justicia, de equidad. A aquellos que se quejan porque les pido por favor –y lo reitero hoy, porque esta batalla la estamos ganando, la está ganando el pueblo argentino y esto es lo importante- que no le compren más al que aumenta, les digo que si le compran y aumenta, se van a creer que al pueblo argentino es cuestión de aumentarle y listo. Demostrémosle que aumentan y que no les compramos, no les compramos nada. (Aplausos) Porque no hay mayor defensa de ustedes mismos que esta acción que podemos llevar adelante.
También fíjense ustedes lo que hemos avanzado, aunque todavía tenemos un 12 por ciento de desocupación, un 40 por ciento de pobres y un 15 por ciento de indigentes. A la Argentina la golpearon muy fuerte y entonces tenemos que mantenernos firmes en el proceso de recuperación para que paulatinamente vayamos venciendo estas cifras y la sonrisa, la felicidad, la esperanza y el tener un nuevo mañana vuelva a reinar en el corazón de los argentinos. (Aplausos)
Pero yo no le esquivo a ningún desafío y se los quiero decir acá, en San Fernando. Algunos opinan que no lo tendría que decir, pero lo voy a decir de una punta a la otra de la Argentina: en octubre de este año no van a elecciones partidos o ideologías diferentes, van los que aman y quieren a la Argentina y los que quieren volver atrás. Y este Presidente se pone al frente para que el pueblo le diga si quiere que siga avanzando o no.
Si el pueblo plebiscita y me da fuerza en octubre de este año, vamos a seguir profundizando con todas nuestras fuerzas los cambios. (Aplausos)
Algunos se enojan porque digo esto, pero en la Argentina se tiene que terminar la maldita hipocresía. Acá hay que hablar con la verdad, ante cada acción donde el pueblo se va a expresar, el pueblo dice si quiere acompañar este cambio o no. Eso es lo que va a estar en juego y yo, como corresponde, voy a estar allí levantando los ideales que hemos levantado junto a ustedes.
Les estoy profundamente agradecido, la verdad que cada vez que cierro los ojos y sueño y encuentro los brazos extendidos de todos ustedes con ese amor y ese cariño, se me caen las lágrimas, me vibra el corazón, pero me da una fuerza y un coraje que ustedes no saben cómo me siento alimentado mañana tras mañana. (Aplausos)
Miro los ojos de ustedes aquí hoy, de los hermanos jubilados que se encuentran presentes, y les digo que no vine a buscar ni a consolidar una nueva derrota, pero tampoco vine a buscar un empate, quiero que gane el pueblo, que el pueblo de una vez por todas triunfe, que el pueblo pueda levantar las banderas que va recuperando, la justicia y la dignidad que hubo hace cincuenta años en esta Argentina.
Cierro los ojos y sueño con ver a todos los argentinos marchando por las calles de la patria con la alegría de haber recuperado la Nación, con las banderas, con la escarapela y el sentido nacional, tomados de la mano y diciéndole al mundo entero que esta Argentina que se levanta se prepara para ser una gran nación, solidaria y hermana de los pueblos de Latinoamérica, hermana de los pueblos libres del mundo, en una sociedad donde haya justicia, equidad y dignidad.
Queridos amigos y amigas de San Fernando; queridos amigos intendentes; señor Gobernador, querido amigo, que hoy nos acompañan: gracias por compartir esta tarde; muchas gracias por estar con ustedes. Estoy profundamente agradecido. (Aplausos)
Les reitero: con vuestra ayuda y decisión, Argentina va a ser otra.
Les dejo mi corazón y ustedes se dan cuenta que ni siquiera miento cuando les digo que soy un pingüino, vine abrazado de calor, pero soy un pingüino que me abrazo con todos y con toda la fuerza.
Muchísimas gracias, muchas gracias, San Fernando, muchas gracias por todo, a vuestras órdenes. (Aplausos)
En primer lugar, les quiero decir que vengo a cumplir con la palabra empeñada: más de 100 millones de inversión para fortalecer la tarea del Gobernador, del intendente de San Fernando y de la provincia de Buenos Aires. (Aplausos)
En segundo lugar, aquel día, que nos recordaba un día triste pero que nosotros tratamos de transformarlo en fuerza y memoria, que fue el 24 de marzo de 2003, que nos recordaba el triste 24 de marzo de 1976, yo hice con ustedes un compromiso de honor que lo reafirmé cuando me tocó asumir la conducción del país: que no iba a dejar los principios ni las convicciones en la puerta de la Casa Rosada. El pueblo me votó para cambiar la Argentina; el pueblo me votó para ir al frente, para jugarme por los que menos tienen, para jugarme por los argentinos que están necesitando. (Aplausos)
Así que, hoy algunos que fueron responsables del desastre todavía hablan, todavía opinan y está bien que lo hagan en democracia, pero creen que el pueblo no tiene memoria.
Yo me pregunto: una Argentina que baja la indigencia; una Argentina que baja la pobreza; una Argentina que baja el desempleo, una Argentina que crece al 9 por ciento anual, prácticamente un récord, una Argentina que crece en su recaudación, una Argentina que en el canje de la deuda ahorró miles y miles de millones de dólares, 67 mil millones de dólares, es la primera vez en la historia que el pueblo argentino logra hacer una negociación con éxito (aplausos); una Argentina que se para con dignidad y con responsabilidad ante los organismos internacionales, una Argentina que empieza a recuperar su identidad y su propia fe, ¿qué más quieren? Yo estoy haciendo todo lo que está a mi alcance.
Por eso les pido hermanos y hermanas, no que me sigan, porque ya vimos lo que pasó seguir y seguir, sino que les vengo a pedir que me ayuden, les vengo a pedir que me acompañen, les vengo a pedir que me den fuerza, les vengo a pedir que no me dejen solo en esta dura lucha contra los intereses de quienes quieren que la Argentina vuelva para atrás. Y si ustedes se ponen de pie, y si ustedes toman la bandera argentina, si toman el sentido de patria, si vuelven a decir que los argentinos queremos recuperar la dignidad de esta Nación, esta Nación no va retroceder, sino que va a seguir yendo hacia delante. (Aplausos)
Queridos hermanos y hermanas, intendentes, gobernadores: me dicen que tengo que ser mesurado, que tengo que ser prolijo, que me tengo que vestir ordenadamente, que tengo que caminar derecho, que tengo que hacer tantas cosas, ellos me quieren hacer al molde de ellos y yo quiero ser al molde del pueblo, quiero ser como el pueblo porque me siento como uno de ustedes. (Aplausos)
Cuando días pasados -y quiero felicitar al pueblo argentino- dije que había una empresa petrolera y otra más que les estaban metiendo la mano en el bolsillo a los argentinos, que las empresas Shell y Esso les estaban metiendo la mano en el bolsillo a los argentinos, me dijeron: “Con ese discurso que hace el Presidente, está espantando las inversiones”.
Ahora me pregunto: ¿qué argentino quiere inversiones a costa del pueblo argentino? ¿Quieren repetir la década del ’90, quieren que vuelvan a saquear la Argentina, quieren que nos vuelvan a poner de rodillas a todos los argentinos?
Yo les pregunto: ¿quieren un Presidente que mira para el costado y que se haga el distraído? Cuando le tocan el bolsillo al pueblo argentinos, es deber del Presidente estar al frente de ese pueblo defendiendo los intereses como corresponde de todos los argentinos. (Aplausos)
Honestamente les digo que no quiero estar un solo día como presidente declinando la defensa de los intereses nacionales. Vine a tratar de trabajar con mis aciertos y errores junto a ustedes; vine a tratar de que todos juntos podamos recuperar el sentido de Nación, el sentido de patria, de justicia, de equidad. A aquellos que se quejan porque les pido por favor –y lo reitero hoy, porque esta batalla la estamos ganando, la está ganando el pueblo argentino y esto es lo importante- que no le compren más al que aumenta, les digo que si le compran y aumenta, se van a creer que al pueblo argentino es cuestión de aumentarle y listo. Demostrémosle que aumentan y que no les compramos, no les compramos nada. (Aplausos) Porque no hay mayor defensa de ustedes mismos que esta acción que podemos llevar adelante.
También fíjense ustedes lo que hemos avanzado, aunque todavía tenemos un 12 por ciento de desocupación, un 40 por ciento de pobres y un 15 por ciento de indigentes. A la Argentina la golpearon muy fuerte y entonces tenemos que mantenernos firmes en el proceso de recuperación para que paulatinamente vayamos venciendo estas cifras y la sonrisa, la felicidad, la esperanza y el tener un nuevo mañana vuelva a reinar en el corazón de los argentinos. (Aplausos)
Pero yo no le esquivo a ningún desafío y se los quiero decir acá, en San Fernando. Algunos opinan que no lo tendría que decir, pero lo voy a decir de una punta a la otra de la Argentina: en octubre de este año no van a elecciones partidos o ideologías diferentes, van los que aman y quieren a la Argentina y los que quieren volver atrás. Y este Presidente se pone al frente para que el pueblo le diga si quiere que siga avanzando o no.
Si el pueblo plebiscita y me da fuerza en octubre de este año, vamos a seguir profundizando con todas nuestras fuerzas los cambios. (Aplausos)
Algunos se enojan porque digo esto, pero en la Argentina se tiene que terminar la maldita hipocresía. Acá hay que hablar con la verdad, ante cada acción donde el pueblo se va a expresar, el pueblo dice si quiere acompañar este cambio o no. Eso es lo que va a estar en juego y yo, como corresponde, voy a estar allí levantando los ideales que hemos levantado junto a ustedes.
Les estoy profundamente agradecido, la verdad que cada vez que cierro los ojos y sueño y encuentro los brazos extendidos de todos ustedes con ese amor y ese cariño, se me caen las lágrimas, me vibra el corazón, pero me da una fuerza y un coraje que ustedes no saben cómo me siento alimentado mañana tras mañana. (Aplausos)
Miro los ojos de ustedes aquí hoy, de los hermanos jubilados que se encuentran presentes, y les digo que no vine a buscar ni a consolidar una nueva derrota, pero tampoco vine a buscar un empate, quiero que gane el pueblo, que el pueblo de una vez por todas triunfe, que el pueblo pueda levantar las banderas que va recuperando, la justicia y la dignidad que hubo hace cincuenta años en esta Argentina.
Cierro los ojos y sueño con ver a todos los argentinos marchando por las calles de la patria con la alegría de haber recuperado la Nación, con las banderas, con la escarapela y el sentido nacional, tomados de la mano y diciéndole al mundo entero que esta Argentina que se levanta se prepara para ser una gran nación, solidaria y hermana de los pueblos de Latinoamérica, hermana de los pueblos libres del mundo, en una sociedad donde haya justicia, equidad y dignidad.
Queridos amigos y amigas de San Fernando; queridos amigos intendentes; señor Gobernador, querido amigo, que hoy nos acompañan: gracias por compartir esta tarde; muchas gracias por estar con ustedes. Estoy profundamente agradecido. (Aplausos)
Les reitero: con vuestra ayuda y decisión, Argentina va a ser otra.
Les dejo mi corazón y ustedes se dan cuenta que ni siquiera miento cuando les digo que soy un pingüino, vine abrazado de calor, pero soy un pingüino que me abrazo con todos y con toda la fuerza.
Muchísimas gracias, muchas gracias, San Fernando, muchas gracias por todo, a vuestras órdenes. (Aplausos)