Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales; señores empresarios; señoras y señores: se están concretando con absoluta claridad y pleno cumplimiento de todos los plazos, las inversiones en obras públicas a las cuales quedó comprometido el Estado Nacional a partir del esquema nuevo que se hizo respecto a la licitación de los corredores viales. Son 551 millones en 4 años, se empieza con una inversión de 250 millones de pesos. Esto realmente marca un cuadro de previsibilidad total y absoluto; están descriptas con toda claridad las fechas en que se publican las licitaciones, las de aperturas, las de firma de contratos para que no haya ninguna duda y sea todo llevado adelante con absoluta claridad, y además, para que el ciudadano común pueda tener un total contralor si se están haciendo las obras o no. Se terminó con esta teoría de los subsidios, con todo este mecanismo complicado y perverso que durante años tuvieron los corredores viales. Ahora, cualquier ciudadano se puede acercar al Estado Nacional, al ministerio de Planeamiento Federal para saber cuándo y cómo se tienen que hacer las obras y también observar si se están haciendo correctamente y como corresponde. Esto marca un vínculo directo entre el Estado, los concesionarios y la ciudadanía que, evidentemente va a mejorar la calidad institucional que es una tarea central y fundamental para llevar adelante.





También con esto estamos prácticamente anunciando las inversiones previstas para los próximos 2 ó 3 años por parte del Estado Nacional que llegan a 3.800 millones de pesos que, con mucho esfuerzo -en esta tarea paulatina de recuperación nacional desde la situación en que nos ha tocado partir después de la explosión de esta Argentina- hoy podemos anunciar. Es una inversión que Dios quiera la podamos mejorar durante el año, que mejore nuestra capacidad de recaudación, que podamos seguir invirtiendo en infraestructura. Un país que quiere crecer debe tener rutas, infraestructura de calidad, tanto para el marco de la integración nacional como para el funcionamiento interno. Es central para nosotros priorizar todo este tipo de inversiones. Esto acompañado de las inversiones que tienen iniciativa privada como la que anunciamos ayer respecto del Gasoducto del Noreste, una inversión de 1.000 millones de pesos que se va a llevar adelante, más las de telefónicas anunciadas días pasados aquí y las distintas inversiones que se fueron anunciando durante todo este tiempo, van marcando miles de millones de pesos, de inversiones, que se ponen en marcha en la Argentina y esperemos que, con una combinación, como siempre decimos, de una fuerte reconversión productiva, crecimiento de la producción, consolidación de las exportaciones y por supuesto también el crecimiento de las importaciones, el crecimiento del consumo interno que es fundamental, y la inversión pública, podamos recrear la reconstrucción de la Argentina.





Esto va a llevar indudablemente a que paulatinamente se logre también una distribución del ingreso diferente, porque la distribución del ingreso diferente no se logra con imputaciones de partidas presupuestarias ni con teorías que se elaboran por allí, sino por el funcionamiento concreto de la economía. Evidentemente cuando una economía crece, allí tiene que estar fuertemente la incidencia de un Estado presencial, para que ese crecimiento sea equitativo y no esperar que el vaso se derrame, como nos dijeron durante tanto tiempo. Nosotros aspiramos a la movilidad social, al crecimiento económico y a otra distribución del ingreso; esto hay que lograrlo en la realidad. La distribución del ingreso no se logra con la simple consigna que a veces es muy fácil, sino con esto, con inversiones, acciones, crecimiento económico y por supuesto, con el Estado presencial y promotor como tiene que ser el Estado, para lograr el crecimiento de una sociedad con equilibrio y movilidad social. Muchísimas gracias y gracias por acompañarnos. (Aplausos)