Majestades; autoridades presentes; señor vicepresidente de la Nación; señor ex presidente de la Nación, doctor Raúl Alfonsín; invitados especiales; señoras y señores: vuestra visita, por los estrechos vínculos que ligan al Reino de España con la República Argentina. y por el cariño que nuestros pueblos se prodigan desde siempre, ha tenido una significación muy especial, muy grata a nuestros sentimientos. Su presencia sirve para que nuestros pueblos estrechen los lazos que tradicionalmente nos han unido, y resulta propicia esta oportunidad para expresarles el cariño del pueblo argentino, que siente la compañía de vuestras Majestades como una manifestación de apoyo y solidaridad; ha servido para que por lo menos en parte tuviéramos ocasión sincera de agradecer el trato que vuestras Majestades y el pueblo español nos prodigaron en nuestra reciente visita a España. Hemos compartido muy gratos momentos en vuestra compañía.
Sabemos reconocer las pruebas de profunda solidaridad demostrada por todo vuestro país en ocasión de nuestras horas difíciles, las entendemos suficientemente demostrativas de que no han olvidado la asistencia de nuestra Patria en las horas aciagas de la historia española.
También en nombre de los emigrantes argentinos a España, en su mayoría compatriotas profesionalmente calificados, con ansias de integrarse al tejido social y económico de vuestro país, agradecemos la compresión y colaboración evidenciada por las autoridades españolas en su tratamiento. Aunque sabemos que las similitudes culturales y sociales de nuestros pueblos facilitarán una rápida asimilación, no perdemos las esperanzas de que la reconstrucción de la Argentina en la que estamos empeñados les haga pensar en su regreso a nuestra Patria.
Como sus Majestades conocen, la República Argentina pugna por superar la más grave crisis moral, cultural, social, política, económica de que tengamos memoria. Recuperar el respeto por los derechos humanos y la dignidad del hombre, retomar la senda de la calidad institucional; combatir la inseguridad y la corrupción; poner fin al modelo de exclusión y en consecuencia iniciar un camino de crecimiento con sustentabilidad y equidad, son tareas que no pueden concretarse de un día para el otro ni en un corto período de gobierno. En este marco, la recíproca comprensión, la ausencia de presiones y el respeto de reglas claras, asegurarán la remoción de obstáculos que puedan generarse para la buena marcha de las inversiones que importantes grupos económicos españoles han concretado y anuncian concretar en nuestro país.
Bien sabemos que nuestros vínculos no se reducen a las cuestiones económicas, la cooperación en los foros internacionales en pro de la paz y la seguridad internacional, y en defensa de la vigencia de los derechos humanos, son sobrada prueba de ello. En el campo cultural existen también terrenos fértiles para nuestra cooperación; el Foro Permanente del Diálogo Argentino Español que sesionara ayer; la pronta realización del Tercer Congreso de la Lengua, en el que seremos anfitriones; la Sexta Reunión de la Comisión Mixta Hispano-Argentina de Cooperación a llevarse a cabo durante este mes, nos encuentran unidos en pos de fomentar la integración, fortalecer el vínculo bilateral, coordinar la acción en organismos multilaterales, y para luchar contra la pobreza, la promoción de la igualdad de varones y mujeres, y la preservación de medio ambiente.
El avance de la cooperación entre el Mercosur que nosotros integramos y la Unión Europea de la que España es parte, nos encuentra en una situación inmejorable para interpretar las aspiraciones y legítimas posiciones de ambas regiones sobre bases realistas y equitativas en un acuerdo de mutua conveniencia.
La XIII Cumbre Iberoamericana a realizare a realizarse en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia posibilitará, en temas especiales de interés y cooperación, seguir ampliando espacios de diálogo y concertación sobre posiciones políticas que defiendan la democracia y el bienestar de nuestro pueblo.
Necesariamente debemos recordar que vuestro Reino y nuestra Patria comparten además el hecho de resultar ambos víctimas de anacrónicas situaciones coloniales que quebrantan la integridad de nuestros territorios. Por eso, al tiempo de agradecer el apoyo español a nuestros derechos de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwichs del Sur, y los espacios marítimos circundantes, respaldamos firmemente los derechos de soberanía de España sobre Gibraltar. Es preciso que por nuestra parte reafirmemos la voluntad gubernamental de continuar trabajando para alcanzar soluciones pacíficas en esos temas, de conformidad a las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
Vivimos y compartimos tiempos de crisis y de grandes cambios, nos interesa estar a la altura de estos tiempos. Tenemos convicciones e ideas y buscamos los medios prácticos de ponerlas al servicio de nuestros representados, asumiendo ello como una obligación de servicio.
Las crisis nos han hecho sufrir, crecer y madurar en un corto lapso, más de lo que marca el simple paso del tiempo, en los últimos años. Habrán sabido Sus Majestades del lamentable sufrimiento de los millones de seres humanos que componen los sectores menos favorecidos de nuestra sociedad, y de nuestro férreo compromiso de defender sin descanso los intereses de nuestra Nación.
No olvidamos que la Argentina actual se conformó con la inmigración de fines del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, en gran parte proveniente de la que consideramos nuestra Madre Patria, más allá de la definición que permanentemente hace Su Majestad, atraídos todos por un verdadero sueño de igualdad de oportunidades, democracia y progreso social. Trabajamos para que este Siglo XXI encuentre a la República Argentina como la tierra de oportunidades que atrajo a estas costas a nuestros abuelos de todas partes del mundo y sabemos que contamos con el apoyo de naciones como España.
Las inversiones productivas, la apertura del acceso a los mercados de nuestras exportaciones, amenazadas por la persistencia de subsidios y barreras arancelarias y para-arancelarias, son ayudas necesarias para nuestro crecimiento.
Argentina pugna por lograr la sustentabilidad interna que le permita una digna integración con el mundo. En esta tarea queremos contarlos como aliados y damos por descontada vuestra colaboración.
Querido Rey de España, querida Reina de España: los argentinos los recibimos con nuestros brazos abiertos, con nuestro sentimiento permanente de cariño. Agradecemos profundamente vuestra presencia aquí.
Estamos en una etapa, en un punto de inflexión de nuestra historia, donde vamos definiendo el destino de nuestra Patria minuto a minuto. Sabemos que ustedes, por la propia historia que les ha tocado atravesar y por la sobrada capacidad que tuvieron para construir la calidad institucional que hoy tiene nuestra querida España, comprenden perfectamente en qué tarea estamos los argentinos. Por eso les agradecemos el cariño y quiero agradecer públicamente el apoyo incondicional de Su Majestad a la República Argentina. Dijo que viene a apoyar y a ayudar a la Argentina, que viene a decirles a todos aquellos que han invertido en la Argentina, que se han quedado en la Argentina y que nosotros valoramos que se hayan quedado, que juntos todos tienen que ayudarnos a compartir el esfuerzo de reconstruir nuestra querida Nación. Su calidad espiritual, su solidaridad no en cualquier momento sino en este momento de la historia, las esperanzas y la fuerza moral que nos dio cuando lo visitamos en un momento aún más difícil que el que estamos hoy, serán valorados eternamente por el pueblo argentino y por este presidente temporal de la historia de nuestra Patria. Por eso les estamos profundamente agradecidos.
Están en su casa, afectiva, espiritualmente y también absolutamente integrados a lo que son los sueños de los argentinos de volver a recuperar la esperanza y de poder volver a recuperar nuestra Argentina. No hay nada peor para una Nación, para un pueblo, que perder la propia capacidad de estima, y ustedes lo saben muy bien. Creo que en la solidaridad, la democracia, el consenso y la pluralidad la vamos a recuperar. Muchísimas gracias por compartir junto a nosotros este momento de la historia.
Sabemos reconocer las pruebas de profunda solidaridad demostrada por todo vuestro país en ocasión de nuestras horas difíciles, las entendemos suficientemente demostrativas de que no han olvidado la asistencia de nuestra Patria en las horas aciagas de la historia española.
También en nombre de los emigrantes argentinos a España, en su mayoría compatriotas profesionalmente calificados, con ansias de integrarse al tejido social y económico de vuestro país, agradecemos la compresión y colaboración evidenciada por las autoridades españolas en su tratamiento. Aunque sabemos que las similitudes culturales y sociales de nuestros pueblos facilitarán una rápida asimilación, no perdemos las esperanzas de que la reconstrucción de la Argentina en la que estamos empeñados les haga pensar en su regreso a nuestra Patria.
Como sus Majestades conocen, la República Argentina pugna por superar la más grave crisis moral, cultural, social, política, económica de que tengamos memoria. Recuperar el respeto por los derechos humanos y la dignidad del hombre, retomar la senda de la calidad institucional; combatir la inseguridad y la corrupción; poner fin al modelo de exclusión y en consecuencia iniciar un camino de crecimiento con sustentabilidad y equidad, son tareas que no pueden concretarse de un día para el otro ni en un corto período de gobierno. En este marco, la recíproca comprensión, la ausencia de presiones y el respeto de reglas claras, asegurarán la remoción de obstáculos que puedan generarse para la buena marcha de las inversiones que importantes grupos económicos españoles han concretado y anuncian concretar en nuestro país.
Bien sabemos que nuestros vínculos no se reducen a las cuestiones económicas, la cooperación en los foros internacionales en pro de la paz y la seguridad internacional, y en defensa de la vigencia de los derechos humanos, son sobrada prueba de ello. En el campo cultural existen también terrenos fértiles para nuestra cooperación; el Foro Permanente del Diálogo Argentino Español que sesionara ayer; la pronta realización del Tercer Congreso de la Lengua, en el que seremos anfitriones; la Sexta Reunión de la Comisión Mixta Hispano-Argentina de Cooperación a llevarse a cabo durante este mes, nos encuentran unidos en pos de fomentar la integración, fortalecer el vínculo bilateral, coordinar la acción en organismos multilaterales, y para luchar contra la pobreza, la promoción de la igualdad de varones y mujeres, y la preservación de medio ambiente.
El avance de la cooperación entre el Mercosur que nosotros integramos y la Unión Europea de la que España es parte, nos encuentra en una situación inmejorable para interpretar las aspiraciones y legítimas posiciones de ambas regiones sobre bases realistas y equitativas en un acuerdo de mutua conveniencia.
La XIII Cumbre Iberoamericana a realizare a realizarse en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia posibilitará, en temas especiales de interés y cooperación, seguir ampliando espacios de diálogo y concertación sobre posiciones políticas que defiendan la democracia y el bienestar de nuestro pueblo.
Necesariamente debemos recordar que vuestro Reino y nuestra Patria comparten además el hecho de resultar ambos víctimas de anacrónicas situaciones coloniales que quebrantan la integridad de nuestros territorios. Por eso, al tiempo de agradecer el apoyo español a nuestros derechos de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwichs del Sur, y los espacios marítimos circundantes, respaldamos firmemente los derechos de soberanía de España sobre Gibraltar. Es preciso que por nuestra parte reafirmemos la voluntad gubernamental de continuar trabajando para alcanzar soluciones pacíficas en esos temas, de conformidad a las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
Vivimos y compartimos tiempos de crisis y de grandes cambios, nos interesa estar a la altura de estos tiempos. Tenemos convicciones e ideas y buscamos los medios prácticos de ponerlas al servicio de nuestros representados, asumiendo ello como una obligación de servicio.
Las crisis nos han hecho sufrir, crecer y madurar en un corto lapso, más de lo que marca el simple paso del tiempo, en los últimos años. Habrán sabido Sus Majestades del lamentable sufrimiento de los millones de seres humanos que componen los sectores menos favorecidos de nuestra sociedad, y de nuestro férreo compromiso de defender sin descanso los intereses de nuestra Nación.
No olvidamos que la Argentina actual se conformó con la inmigración de fines del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, en gran parte proveniente de la que consideramos nuestra Madre Patria, más allá de la definición que permanentemente hace Su Majestad, atraídos todos por un verdadero sueño de igualdad de oportunidades, democracia y progreso social. Trabajamos para que este Siglo XXI encuentre a la República Argentina como la tierra de oportunidades que atrajo a estas costas a nuestros abuelos de todas partes del mundo y sabemos que contamos con el apoyo de naciones como España.
Las inversiones productivas, la apertura del acceso a los mercados de nuestras exportaciones, amenazadas por la persistencia de subsidios y barreras arancelarias y para-arancelarias, son ayudas necesarias para nuestro crecimiento.
Argentina pugna por lograr la sustentabilidad interna que le permita una digna integración con el mundo. En esta tarea queremos contarlos como aliados y damos por descontada vuestra colaboración.
Querido Rey de España, querida Reina de España: los argentinos los recibimos con nuestros brazos abiertos, con nuestro sentimiento permanente de cariño. Agradecemos profundamente vuestra presencia aquí.
Estamos en una etapa, en un punto de inflexión de nuestra historia, donde vamos definiendo el destino de nuestra Patria minuto a minuto. Sabemos que ustedes, por la propia historia que les ha tocado atravesar y por la sobrada capacidad que tuvieron para construir la calidad institucional que hoy tiene nuestra querida España, comprenden perfectamente en qué tarea estamos los argentinos. Por eso les agradecemos el cariño y quiero agradecer públicamente el apoyo incondicional de Su Majestad a la República Argentina. Dijo que viene a apoyar y a ayudar a la Argentina, que viene a decirles a todos aquellos que han invertido en la Argentina, que se han quedado en la Argentina y que nosotros valoramos que se hayan quedado, que juntos todos tienen que ayudarnos a compartir el esfuerzo de reconstruir nuestra querida Nación. Su calidad espiritual, su solidaridad no en cualquier momento sino en este momento de la historia, las esperanzas y la fuerza moral que nos dio cuando lo visitamos en un momento aún más difícil que el que estamos hoy, serán valorados eternamente por el pueblo argentino y por este presidente temporal de la historia de nuestra Patria. Por eso les estamos profundamente agradecidos.
Están en su casa, afectiva, espiritualmente y también absolutamente integrados a lo que son los sueños de los argentinos de volver a recuperar la esperanza y de poder volver a recuperar nuestra Argentina. No hay nada peor para una Nación, para un pueblo, que perder la propia capacidad de estima, y ustedes lo saben muy bien. Creo que en la solidaridad, la democracia, el consenso y la pluralidad la vamos a recuperar. Muchísimas gracias por compartir junto a nosotros este momento de la historia.