Creo que Daniel ha sido lo suficientemente explícito en el tema. Un tema que nos preocupa y mucho, porque si algo es evidente es el deterioro de la calidad educativa en la Argentina, que tiene varios emergentes. Uno es la inversión del Estado, otro la situación de olvido y deterioro por el propio Estado en muchas circunstancias más allá de la situación de inversión, y otro la necesidad de estructurar y profundizar esto.

Hay planes de profundizar la capacitación del docente en la Argentina. Sé que la situación que viven es por demás complicada pero también es cierto que hay numerosísimos casos, en distintos lugares que a uno le ha tocado recorrer y ver, de una calidad insuficiente. Cuando uno conversa con docentes se encuentra con una estructura formativa que en algunos casos realmente tiene poco que ver con la que tenía el docente 10, 20 ó 30 años atrás. Más allá de la conformación, del criterio, de la filosofía, de la formación enciclopedista o no que podía tener, pero que evidentemente hoy está mostrando un deterioro concreto.

Creo que esto es partir de una base, primero incentivar que los chicos vuelvan a tomar como un instrumento de vida la carrera docente, pero esto tendrá que estar unido a todo lo que acabo de decir. Si nosotros no mejoramos la inversión, no mejoramos la calidad educativa, la tarea formativa, la actualización permanente como planes conjuntos a éste que vamos a llevar adelante, no vamos a lograr los resultados que explicaba Daniel aquí. Entonces es fundamental una actitud estratégica en toda esta acción; es decir, estamos tratando de conformar las bases para tener una nueva docencia pero es evidente que tiene que ir acompañada por todos estos actos, estas actitudes y hechos porque si no el esfuerzo va a quedar en vano. Nosotros estamos dispuestos a hacerlo, creemos que si actuamos todos en forma conjunta lo vamos a lograr, pero lo cierto es que estamos en una instancia, en un punto de inflexión y esperamos poder dar las respuestas que la educación necesita, que la formación de los docentes necesita, que la cualificación necesita y también por supuesto poder dar las respuestas que en el orden político, social e institucional se deben dar para que se haga el cuadro global de dar una lucha a fondo por una calidad educativa distinta.

Creo que lo nuestro, en este caso desde el Ministerio, como gesto es muy importante, esperemos que sea tomado y que podamos cumplimentar –como lo estábamos viendo con Daniel- todos los puntos subsiguientes para que esto pueda cerrar. Porque lo cierto es que no sólo se da la pérdida de la calidad formativa por tener que optar los chicos que más estudian, que más se preparan, por alguna carrera que no sea la docente, sino que estructuralmente, por más que se den estas circunstancias, en una educación funcionando bien y en un país con políticas inclusivas esto no tendría que ser un problema. Vale decir que se da el problema por el marco que nos toca vivir. Esto lo tenemos que asumir con total realidad, tenemos que terminar con nuestra hipocresía interna, porque si no nunca enfrentamos el problema, siempre lo vivimos esquivando.

Esto a mí me parece muy bien, lo tomo realmente con muchísimas ganas, como un desafío claro y concreto y se irán cumplimentando políticas que hagan de esto una globalidad que nos permita dar la respuesta integral, que ustedes son absolutamente conscientes que tenemos que dar y nosotros estamos decididos a hacerlo.

Les agradezco profundamente y por supuesto vamos a apoyar incondicionalmente toda esta tarea que es la recuperación de la calidad educativa, de la inclusión educativa, de la cualificación educativa, y de entender que si no hay un instrumento de formación educativa y un proyecto educativo es muy difícil tener un proyecto de país.