Queridos formoseños y formoseñas; querido amigo Gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfrán; queridos amigos todos aquí presentes y querido pueblo de esta querida, hermosa y amada provincia de Formosa: cuando me encuentro ante la realización de una obra que enorgullece a todos los argentinos, una obra como este Hospital que marca calidad y justicia social y que realmente a uno lo repotencia en la esperanza de la construcción de un país distinto, se puede decir que esto es equidad, que esto es cuidar la salud del pueblo, que esto es pensar en el futuro, que esto es pensar en nuestros amados hermanos y hermanas formoseños que van a tener una salud digna como merecen y, nosotros, realmente, nos adherimos fuertemente a este gran logro. (APLAUSOS)
Es hora de que en esta patria las dirigencias políticas salgan de la discusión banal. Nuestro pueblo ha llevado sobre sus espaldas los análisis y los diagnósticos de dirigentes que están en cómodos sillones. Por eso yo quiero recorrer la Argentina, para que llegue la voz federal, para que el pueblo federal, para que los hombres y las mujeres de este interior olvidado, más allá de los análisis y de los diagnósticos, puedan recibir la mano reparadora de la Argentina que los vuelve a considerar parte de su patria. (APLAUSOS)
En todos los convenios que hoy hemos firmado y en la implementación del Acta de Reparación Histórica, se trasluce que tenemos que trabajar con nuestros hermanos y hermanas de carne y hueso, se tiene que sentir que en esta Argentina han entrado a cambiar las cosas. Todos nosotros tenemos que dar una gran batalla no solamente en el discurso, sino con la acción para hacer una Argentina para todos, para combatir la corrupción en serio y para que definitivamente nuestros pobres y nuestra clase media puedan recuperar lo perdido en la angustiosa década del 90. (APLAUSOS)
Yo les quiero decir, queridos formoseños que me han acompañado desde el principio con tanta fe y con tanto cariño, que yo confío en ustedes. Cada mañana cuando me levanto, sé que los hombres y las mujeres de la Argentina que trabajan, que luchan y que quieren un país distinto, que cada argentino y argentina cuando se levanta a la mañana para poder ir a trabajar, en la medida que se va generando trabajo y en la medida que lo pueden defender los que lo tienen o cuando mandan sus chicos a la escuela, están pensando en una nueva Argentina. Y para ello, yo les pido que me acompañen, les pido que me ayuden, les pido todas sus fuerzas, toda esa fuerza espiritual para construirla. (APLAUSOS)
Hay algunos que quieren hacer la Argentina como ellos desean, pero que se den cuenta que vamos a hacer la Argentina como el pueblo quiere porque llegó la hora de que nuestro pueblo sea el que motive el crecimiento y el cambio definitivo. (APLAUSOS)
Por eso hoy estoy aquí, por eso vine a compartir este acto más allá de cualquier campaña electoral. Vengo como Presidente a hacerle honor a este “Hospital Juan Domingo Perón” que con su nombre y lo que significa, marca todo un hito en nuestra historia. (APLAUSOS)
Por eso estoy acá junto a ustedes, por eso estoy acompañando al Gobernador. Esto lo tiene que ver el pueblo entero de nuestra patria, éste es el camino: hospital, fuente de trabajo, reconversión productiva, inversión nacional, capitalismo competitivo y serio, distribución de la riqueza como se merece. Esto es en lo que tenemos que trabajar en la Argentina.
Argentinos, argentinas: recuperemos el atrevimiento y los sueños porque es posible hacer un país diferente. Tenemos que tener coraje, tenemos que tener fuerza, no nos tienen que doblar, podemos; yo sé que podemos todos juntos tomados de la mano volver a enarbolar los sueños de un tiempo distinto; yo sé que podemos enarbolar los sueños de pensar que nuestros hijos van a estar mejor que nosotros; yo sé que podemos enarbolar los sueños y el amor de consolidar nuestra familia.
Por eso, Gildo, por eso amigos y amigas, con todo el corazón les digo a ustedes que están acá, a los que son de mi partido y a los que no lo son, a los que compiten por otras fuerzas políticas en la elección, que vengo a brindarles y a abrirles las puertas a todos los argentinos. Ya sufrimos demasiado por enfrentamientos estériles, ya sufrimos demasiado por mirarnos como enemigos los argentinos.
Por eso, nosotros, respetando nuestra dignidad, respetando nuestros derechos humanos, respetando la voluntad y la dignidad de un futuro mejor, tenemos que trabajar juntos y en forma solidaria.
Voy a seguir viniendo a Formosa, voy a seguir trabando con ustedes, voy a recorrer la Provincia de punta a punta porque sé que ustedes y yo sentimos igual. (APLAUSOS)
Yo vengo de una provincia mucho más chica, inclusive, que la de ustedes y al mismo tiempo alejada y por eso sé que cuando alguno –como siempre lo digo y molesta-, le dice por allí al hombre que pertenece al interior de la patria y al que le ha tocado gobernar esta Argentina, “ahí está el pingüino”, ¡qué problema hay! Me alegro de serlo, me alegro de corazón, porque es parte activa de la Argentina y de la patria federal. (RISAS Y APLAUSOS)
Por eso, con memoria, recordando lo que nos pasó, recordando lo que sufrieron los argentinos, recordando lo que cuesta levantar esta patria -miren como está sufriendo hoy el pueblo boliviano-, recordando todas estas cosas en la búsqueda de la justicia, yo los llamo a hermanarnos, hermanas y hermanos, por esta nueva Argentina a construirla entre todos. Seguramente y es cierto, yo solo no podré, pero también sé que con la ayuda de todos ustedes vamos a iniciar ese nuevo amanecer que la patria necesita.
Por eso les vengo a decir que en este día de la inauguración de este Hospital me siento un formoseño más y me siento tan contento y feliz como ustedes. Es una conquista de los formoseños, una conquista que llevó adelante su Gobernador.
Por eso, para ir terminando: justicia, buena memoria, combate a la corrupción, desafío a los nuevos tiempos y tratar de entender que los argentinos necesitamos recuperar el protagonismo perdido y que nunca más nos vengan a vender modelos fundamentalistas. Acá no puede haber una nación grande si no hay un pueblo grande; acá no puede haber un país grande si no hay una nación justa y acá no hay una nación justa si no hay un pueblo que pueda vivir con la dignidad que merece. (APLAUSOS)
Muchísimas gracias, formoseños. Un hermano de ustedes los saluda con todas sus fuerzas, un abrazo a todas las madres, que el 19 se puedan abrazar con sus hijos bajo ese signo del amor grande. Gracias Formosa, muchísima suerte y un Presidente a vuestras órdenes, un argentino. Gracias.
Es hora de que en esta patria las dirigencias políticas salgan de la discusión banal. Nuestro pueblo ha llevado sobre sus espaldas los análisis y los diagnósticos de dirigentes que están en cómodos sillones. Por eso yo quiero recorrer la Argentina, para que llegue la voz federal, para que el pueblo federal, para que los hombres y las mujeres de este interior olvidado, más allá de los análisis y de los diagnósticos, puedan recibir la mano reparadora de la Argentina que los vuelve a considerar parte de su patria. (APLAUSOS)
En todos los convenios que hoy hemos firmado y en la implementación del Acta de Reparación Histórica, se trasluce que tenemos que trabajar con nuestros hermanos y hermanas de carne y hueso, se tiene que sentir que en esta Argentina han entrado a cambiar las cosas. Todos nosotros tenemos que dar una gran batalla no solamente en el discurso, sino con la acción para hacer una Argentina para todos, para combatir la corrupción en serio y para que definitivamente nuestros pobres y nuestra clase media puedan recuperar lo perdido en la angustiosa década del 90. (APLAUSOS)
Yo les quiero decir, queridos formoseños que me han acompañado desde el principio con tanta fe y con tanto cariño, que yo confío en ustedes. Cada mañana cuando me levanto, sé que los hombres y las mujeres de la Argentina que trabajan, que luchan y que quieren un país distinto, que cada argentino y argentina cuando se levanta a la mañana para poder ir a trabajar, en la medida que se va generando trabajo y en la medida que lo pueden defender los que lo tienen o cuando mandan sus chicos a la escuela, están pensando en una nueva Argentina. Y para ello, yo les pido que me acompañen, les pido que me ayuden, les pido todas sus fuerzas, toda esa fuerza espiritual para construirla. (APLAUSOS)
Hay algunos que quieren hacer la Argentina como ellos desean, pero que se den cuenta que vamos a hacer la Argentina como el pueblo quiere porque llegó la hora de que nuestro pueblo sea el que motive el crecimiento y el cambio definitivo. (APLAUSOS)
Por eso hoy estoy aquí, por eso vine a compartir este acto más allá de cualquier campaña electoral. Vengo como Presidente a hacerle honor a este “Hospital Juan Domingo Perón” que con su nombre y lo que significa, marca todo un hito en nuestra historia. (APLAUSOS)
Por eso estoy acá junto a ustedes, por eso estoy acompañando al Gobernador. Esto lo tiene que ver el pueblo entero de nuestra patria, éste es el camino: hospital, fuente de trabajo, reconversión productiva, inversión nacional, capitalismo competitivo y serio, distribución de la riqueza como se merece. Esto es en lo que tenemos que trabajar en la Argentina.
Argentinos, argentinas: recuperemos el atrevimiento y los sueños porque es posible hacer un país diferente. Tenemos que tener coraje, tenemos que tener fuerza, no nos tienen que doblar, podemos; yo sé que podemos todos juntos tomados de la mano volver a enarbolar los sueños de un tiempo distinto; yo sé que podemos enarbolar los sueños de pensar que nuestros hijos van a estar mejor que nosotros; yo sé que podemos enarbolar los sueños y el amor de consolidar nuestra familia.
Por eso, Gildo, por eso amigos y amigas, con todo el corazón les digo a ustedes que están acá, a los que son de mi partido y a los que no lo son, a los que compiten por otras fuerzas políticas en la elección, que vengo a brindarles y a abrirles las puertas a todos los argentinos. Ya sufrimos demasiado por enfrentamientos estériles, ya sufrimos demasiado por mirarnos como enemigos los argentinos.
Por eso, nosotros, respetando nuestra dignidad, respetando nuestros derechos humanos, respetando la voluntad y la dignidad de un futuro mejor, tenemos que trabajar juntos y en forma solidaria.
Voy a seguir viniendo a Formosa, voy a seguir trabando con ustedes, voy a recorrer la Provincia de punta a punta porque sé que ustedes y yo sentimos igual. (APLAUSOS)
Yo vengo de una provincia mucho más chica, inclusive, que la de ustedes y al mismo tiempo alejada y por eso sé que cuando alguno –como siempre lo digo y molesta-, le dice por allí al hombre que pertenece al interior de la patria y al que le ha tocado gobernar esta Argentina, “ahí está el pingüino”, ¡qué problema hay! Me alegro de serlo, me alegro de corazón, porque es parte activa de la Argentina y de la patria federal. (RISAS Y APLAUSOS)
Por eso, con memoria, recordando lo que nos pasó, recordando lo que sufrieron los argentinos, recordando lo que cuesta levantar esta patria -miren como está sufriendo hoy el pueblo boliviano-, recordando todas estas cosas en la búsqueda de la justicia, yo los llamo a hermanarnos, hermanas y hermanos, por esta nueva Argentina a construirla entre todos. Seguramente y es cierto, yo solo no podré, pero también sé que con la ayuda de todos ustedes vamos a iniciar ese nuevo amanecer que la patria necesita.
Por eso les vengo a decir que en este día de la inauguración de este Hospital me siento un formoseño más y me siento tan contento y feliz como ustedes. Es una conquista de los formoseños, una conquista que llevó adelante su Gobernador.
Por eso, para ir terminando: justicia, buena memoria, combate a la corrupción, desafío a los nuevos tiempos y tratar de entender que los argentinos necesitamos recuperar el protagonismo perdido y que nunca más nos vengan a vender modelos fundamentalistas. Acá no puede haber una nación grande si no hay un pueblo grande; acá no puede haber un país grande si no hay una nación justa y acá no hay una nación justa si no hay un pueblo que pueda vivir con la dignidad que merece. (APLAUSOS)
Muchísimas gracias, formoseños. Un hermano de ustedes los saluda con todas sus fuerzas, un abrazo a todas las madres, que el 19 se puedan abrazar con sus hijos bajo ese signo del amor grande. Gracias Formosa, muchísima suerte y un Presidente a vuestras órdenes, un argentino. Gracias.