Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores legisladores; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señor representante de cooperativas y mutuales; señores empresarios; señoras y señores: creo que en el marco del proceso de devolución de confianza entre los propios argentinos y en el de las posibilidades de reconstruir idas y vueltas que nos permitan generar un proceso económico en el país que tenga características inclusivas, que nos permita combatir la exclusión social e institucional, es fundamental volver a recuperar una cultura perdida en gran parte en la Argentina, a pesar de sus esfuerzos, que es la cultura del cooperativismo y el mutualismo.
Nosotros sabemos que durante la década pasada se le fue dando un marco concreto a toda la tarea cooperativista o mutualista, en el ámbito del crédito y de la promoción de la economía de base en la Argentina, en el que normalmente eran caras y deficientes o en muchos casos se las trataba de emparentar con el delito. Ustedes recordarán las distintas circunstancias, las políticas de tasas, de crédito, las distintas políticas que se implementaban inclusive desde los medios oficiales para tratar de destruir uno de los sistemas que más garantizaba la inclusión social y una distribución diferente del crédito en la Argentina.
Sabemos que es un inicio modesto, pero queremos dar señales claras como las que dimos con los microemprendimientos, como las que damos con las cooperativas de trabajo o como las que estamos dando con las distintas organizaciones sociales para generar distintos esquemas de construcción, de opciones económicas diferentes para tratar de movilizar la economía en el marco de la estructura social. Ahora queremos hacer lo mismo recuperando nuestra cultura respecto del cooperativismo, que las cooperativas y las mutuales vuelvan a ser un instrumento de crédito muy fuerte para fortalecer la estructura media-media y media-baja que mueve la economía de nuestro país y para, realmente, volver a enlazar a las organizaciones libres del pueblo que actúan en los distintos ámbitos con un apoyo crediticio que esté cerca, que sea el vecino, que esté al lado y que las pueda acompañar fuertemente.
Sé que hacer esto era una utopía y ustedes también lo sabían. Pero también saben que lo podemos reconstruir y más rápido de lo que mucha gente piensa, porque el crédito en la Argentina tiene que volver fuertemente, tiene que llegar a todos los sectores y, fundamentalmente, tiene que dejar de ser un monopolio de algunos sectores, como sucedió en la Argentina en los últimos años.
Este es el esfuerzo que queremos implementar y llevar adelante. Y más ahora que entramos a visualizar una Argentina que, si bien está varios kilómetros bajo tierra, como digo permanentemente, nos muestra algunos datos muy importantes en la economía, como el crecimiento del Producto Bruto Interno. Estamos viendo recuperaciones importantes en la industria textil, que se está recuperando en un 57 por ciento, y la metalmecánica en un 95 por ciento; que hay un crecimiento de la inversión muy fuerte, del 31 por ciento; que las entidades financieras están en el mayor nivel de liquidez desde el proceso de devaluación en la Argentina, con un 22,8 -un número realmente importante-; que la recaudación, si bien es insuficiente porque la Argentina necesita para poder financiar un proceso de recuperación ingresos 60, 70 u 80 por ciento superiores a los que tenemos hoy, pero de un promedio de 4.100 millones de recaudación que teníamos durante el año 2002 estamos en 6.000 millones en el 2003.
Son todos elementos alentadores, pero no debemos cometer el error que se cometía en otros momentos de enamorarse de estos números y no entender que nosotros tenemos que recuperar una estructura social absolutamente diferente y que debemos terminar con esa famosa teoría que decía, cuando la Argentina crecía, que había que esperar para que el vaso derrame. Por el contrario tenemos que generar los instrumentos para que cuando la Argentina crezca lo haga para todos los argentinos.
Yo creo que las cooperativas y las mutuales tienen un rol fundamental, central y esencial para jugar en el sistema. Por eso vamos a apostar por ellas, este es un claro signo que estamos dando. Confiamos plenamente en todo el sector, sabemos lo que le ha tocado pasar, lo que le ha tocado sufrir, pero sabemos que trabajando conjuntamente vamos a volver a recuperar un instrumento, los lazos de confianza perdidos, y vamos a hacer un aporte muy importante a una recuperación correcta de la Argentina.
Una Argentina que tiene una brecha en la distribución del ingreso entre ricos y pobres de 1 a 37,5. En el año 1947 tuvimos la menor brecha entre ricos y pobres que era de 1 a 7. ¡Fíjense adónde hemos llegado! Es decir que acá no solamente sirve crecer, no solamente sirve recuperar la capacidad de financiamiento, la capacidad de inversión en la salud, en políticas sociales, sino que debemos tener políticas activas, políticas impositivas paulatinas que nos permitan, en la medida que podamos avanzar en la dura situación que tenemos, construir un Argentina muchísimo más equilibrada.
Estos son los pasos que vamos dando, con absoluta humildad, pero con absoluta voluntad de desafiar los tiempos sin ningún tipo de temor, para ir construyendo los elementos, los canales que nos permitan dar la respuesta que la Argentina merece.
Les agradezco profundamente, espero que podamos iniciar un camino realmente muy importante con todo el sector y Dios quiera que los argentinos dentro de algún tiempo podamos ver otra vez el motor que son para la economía cooperativas y mutuales funcionando a fondo, acompañando el desarrollo argentino. Muchísimas gracias.
Nosotros sabemos que durante la década pasada se le fue dando un marco concreto a toda la tarea cooperativista o mutualista, en el ámbito del crédito y de la promoción de la economía de base en la Argentina, en el que normalmente eran caras y deficientes o en muchos casos se las trataba de emparentar con el delito. Ustedes recordarán las distintas circunstancias, las políticas de tasas, de crédito, las distintas políticas que se implementaban inclusive desde los medios oficiales para tratar de destruir uno de los sistemas que más garantizaba la inclusión social y una distribución diferente del crédito en la Argentina.
Sabemos que es un inicio modesto, pero queremos dar señales claras como las que dimos con los microemprendimientos, como las que damos con las cooperativas de trabajo o como las que estamos dando con las distintas organizaciones sociales para generar distintos esquemas de construcción, de opciones económicas diferentes para tratar de movilizar la economía en el marco de la estructura social. Ahora queremos hacer lo mismo recuperando nuestra cultura respecto del cooperativismo, que las cooperativas y las mutuales vuelvan a ser un instrumento de crédito muy fuerte para fortalecer la estructura media-media y media-baja que mueve la economía de nuestro país y para, realmente, volver a enlazar a las organizaciones libres del pueblo que actúan en los distintos ámbitos con un apoyo crediticio que esté cerca, que sea el vecino, que esté al lado y que las pueda acompañar fuertemente.
Sé que hacer esto era una utopía y ustedes también lo sabían. Pero también saben que lo podemos reconstruir y más rápido de lo que mucha gente piensa, porque el crédito en la Argentina tiene que volver fuertemente, tiene que llegar a todos los sectores y, fundamentalmente, tiene que dejar de ser un monopolio de algunos sectores, como sucedió en la Argentina en los últimos años.
Este es el esfuerzo que queremos implementar y llevar adelante. Y más ahora que entramos a visualizar una Argentina que, si bien está varios kilómetros bajo tierra, como digo permanentemente, nos muestra algunos datos muy importantes en la economía, como el crecimiento del Producto Bruto Interno. Estamos viendo recuperaciones importantes en la industria textil, que se está recuperando en un 57 por ciento, y la metalmecánica en un 95 por ciento; que hay un crecimiento de la inversión muy fuerte, del 31 por ciento; que las entidades financieras están en el mayor nivel de liquidez desde el proceso de devaluación en la Argentina, con un 22,8 -un número realmente importante-; que la recaudación, si bien es insuficiente porque la Argentina necesita para poder financiar un proceso de recuperación ingresos 60, 70 u 80 por ciento superiores a los que tenemos hoy, pero de un promedio de 4.100 millones de recaudación que teníamos durante el año 2002 estamos en 6.000 millones en el 2003.
Son todos elementos alentadores, pero no debemos cometer el error que se cometía en otros momentos de enamorarse de estos números y no entender que nosotros tenemos que recuperar una estructura social absolutamente diferente y que debemos terminar con esa famosa teoría que decía, cuando la Argentina crecía, que había que esperar para que el vaso derrame. Por el contrario tenemos que generar los instrumentos para que cuando la Argentina crezca lo haga para todos los argentinos.
Yo creo que las cooperativas y las mutuales tienen un rol fundamental, central y esencial para jugar en el sistema. Por eso vamos a apostar por ellas, este es un claro signo que estamos dando. Confiamos plenamente en todo el sector, sabemos lo que le ha tocado pasar, lo que le ha tocado sufrir, pero sabemos que trabajando conjuntamente vamos a volver a recuperar un instrumento, los lazos de confianza perdidos, y vamos a hacer un aporte muy importante a una recuperación correcta de la Argentina.
Una Argentina que tiene una brecha en la distribución del ingreso entre ricos y pobres de 1 a 37,5. En el año 1947 tuvimos la menor brecha entre ricos y pobres que era de 1 a 7. ¡Fíjense adónde hemos llegado! Es decir que acá no solamente sirve crecer, no solamente sirve recuperar la capacidad de financiamiento, la capacidad de inversión en la salud, en políticas sociales, sino que debemos tener políticas activas, políticas impositivas paulatinas que nos permitan, en la medida que podamos avanzar en la dura situación que tenemos, construir un Argentina muchísimo más equilibrada.
Estos son los pasos que vamos dando, con absoluta humildad, pero con absoluta voluntad de desafiar los tiempos sin ningún tipo de temor, para ir construyendo los elementos, los canales que nos permitan dar la respuesta que la Argentina merece.
Les agradezco profundamente, espero que podamos iniciar un camino realmente muy importante con todo el sector y Dios quiera que los argentinos dentro de algún tiempo podamos ver otra vez el motor que son para la economía cooperativas y mutuales funcionando a fondo, acompañando el desarrollo argentino. Muchísimas gracias.