Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores legisladores; autoridades nacionales; señores presidentes de cooperativas agrícolas y agrícolo-ganaderas; señores empresarios; señoras, señores: ¡qué Argentina ésta!, después de muchos años nos juntamos y con alegría -les puedo asegurar que con mucha alegría-, por algo que nos empeñamos en hacer rápidamente, que es estructural para el desarrollo y las posibilidades de comercialización, de almacenamiento y de poder competir en otro ámbito contra los marcos concentrados que existen, y que en el rubro que están ustedes son muy fuertes.
A todas las cooperativas presentes muchas veces se les han cedido los espacios, los terrenos, y nunca se pudo llegar a la construcción dominial, como corresponde, para darles el instrumento y el elemento definitivo para poder hacer una política de inversiones, de créditos y demás que de una vez por todas les permitiera tener los elementos que les den un marco para competir, tener su propia capacidad de almacenamiento y poder visualizar y prever el futuro.
Hoy nos encontramos con alegría, y les reitero que realmente estoy contento porque sé que hay quienes se van a normalizar después de tanto tiempo. Y las cooperativas también están contentas. Porque ésta es la Argentina del absurdo: cuando algo tendría que haber funcionado normal y administrativamente bien porque hay una ley, que la burocracia haya podido durante tantos años contra los derechos legítimos de argentinos que apuestan a la producción, a la reconversión económica, a construir el país del trabajo y la producción, como decimos nosotros permanentemente, evidentemente marca por qué nos han pasado tantas cosas como las que nos han sucedido.
Esperemos que esto no vuelva a suceder más a través de todos: ustedes, ejerciendo y peticionando como corresponde para que los controles puedan funcionar, y nosotros, como recién me decía con absoluta corrección el señor presidente de una cooperativa, haciendo tareas de gestión. Son tareas que hay que gestionarlas y llevarlas adelante, es la obligación del Estado. Para eso está el Estado y por eso tiene que cumplir las tareas que lleva adelante. Así que hemos dado el primero de muchísimos pasos más que tenemos que dar en ésta y en otras áreas.
Señores: espero que esto les permita vertebrar definitivamente una política con una proyección ya no coyuntural, que les permita construir y utilizar toda la capacidad de almacenamiento –creo que son 133 mil toneladas- y que les permita poder luchar por el precio, por el mercado, que para ustedes es fundamental y central.
Si bien hace poco tiempo que nosotros estamos acá, creo que el Estado, que es la continuidad institucional y representa a los intereses de todos los argentinos, les tiene que pedir perdón a quienes durante tanto tiempo bregaron por vencer a la burocracia.
Hemos dado un paso, es importante y hay que dar muchísimos más.
Gracias por tanta tolerancia y a vuestras órdenes.
A todas las cooperativas presentes muchas veces se les han cedido los espacios, los terrenos, y nunca se pudo llegar a la construcción dominial, como corresponde, para darles el instrumento y el elemento definitivo para poder hacer una política de inversiones, de créditos y demás que de una vez por todas les permitiera tener los elementos que les den un marco para competir, tener su propia capacidad de almacenamiento y poder visualizar y prever el futuro.
Hoy nos encontramos con alegría, y les reitero que realmente estoy contento porque sé que hay quienes se van a normalizar después de tanto tiempo. Y las cooperativas también están contentas. Porque ésta es la Argentina del absurdo: cuando algo tendría que haber funcionado normal y administrativamente bien porque hay una ley, que la burocracia haya podido durante tantos años contra los derechos legítimos de argentinos que apuestan a la producción, a la reconversión económica, a construir el país del trabajo y la producción, como decimos nosotros permanentemente, evidentemente marca por qué nos han pasado tantas cosas como las que nos han sucedido.
Esperemos que esto no vuelva a suceder más a través de todos: ustedes, ejerciendo y peticionando como corresponde para que los controles puedan funcionar, y nosotros, como recién me decía con absoluta corrección el señor presidente de una cooperativa, haciendo tareas de gestión. Son tareas que hay que gestionarlas y llevarlas adelante, es la obligación del Estado. Para eso está el Estado y por eso tiene que cumplir las tareas que lleva adelante. Así que hemos dado el primero de muchísimos pasos más que tenemos que dar en ésta y en otras áreas.
Señores: espero que esto les permita vertebrar definitivamente una política con una proyección ya no coyuntural, que les permita construir y utilizar toda la capacidad de almacenamiento –creo que son 133 mil toneladas- y que les permita poder luchar por el precio, por el mercado, que para ustedes es fundamental y central.
Si bien hace poco tiempo que nosotros estamos acá, creo que el Estado, que es la continuidad institucional y representa a los intereses de todos los argentinos, les tiene que pedir perdón a quienes durante tanto tiempo bregaron por vencer a la burocracia.
Hemos dado un paso, es importante y hay que dar muchísimos más.
Gracias por tanta tolerancia y a vuestras órdenes.