PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DOCTOR NÉSTOR KIRCHNER, EN LA FIRMA DEL ACUERDO DE COOPERCIÓN ENTRE LAFSA Y SOUTHERN WINDS, EN LA CASA DE GOBIERNO

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DOCTOR NÉSTOR KIRCHNER, EN LA FIRMA DEL ACUERDO DE COOPERCIÓN ENTRE LAFSA Y SOUTHERN WINDS, EN LA CASA DE GOBIERNO

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Señores ministros; secretarios del Poder Ejecutivo Nacional; señores empresarios y miembros del sector aero-comercial; señores representantes gremiales; trabajadores; amigas y amigos: seguramente si nos retrotraemos en el tiempo, en esta discusión y en esta visión que se tiene en la Argentina, algunos la discuten en forma encubierta, oscurantista, de qué país queremos construir, en el marco de una situación como la que hoy o como la que vienen soportando hace largo tiempo trabajadores fundamentalmente y también empresarios del sector aero-comercial, esto del pragmatismo, de la cirugía sin anestesia, de los que dicen que tenían proyectos para la Argentina, -yo digo que tenían proyectos para ellos y para un grupo concentrado, muy chiquito, de la economía no para los argentinos- se hubiera resuelto muy fácil, quiebra de las empresas, cesantías de los trabajadores, pacto cuidado del gasto público, una operación desde el punto de vista de la visión que tienen absolutamente racional, responsable, clara, de acuerdo a como analizan y ven la realidad algunos sectores lamentablemente de la sociedad argentina.

Seguramente cuando estos mismos sectores, sectores ligados a grupos concentrados de la economía, algunos opinadores y periodistas también, que suelen hablar con racionalidad y responsabilidad cómo se resuelven las cuestiones económicas sin tener en cuenta a los actores y a los sujetos del trabajo, van a decir que acá hemos incrementado el gasto público del Estado, que es una mecánica empresaria heterodoxa que no sirve, que evidentemente instauramos un procedimiento o mecanismo que no da ni funciona en los mecanismos económicos y filosóficos sobre los que tiene que funcionar nuestro sistema en el día de hoy. Es verdad, tenemos que sincerarnos, en la Argentina estamos discutiendo dos países que va más allá de sectores empresarios, gremiales, políticos, partidos y demás. Algunos nos quieren llevar a esa discusión casi bizantina que es meramente electoral, para un día electoral, para el día de la elección, pero después de esto que es tan grande, están discutiendo permanentemente dos visiones de Argentina absolutamente diferentes.

Nosotros queremos trabajar para la Argentina de la producción, para la Argentina del trabajo, para la Argentina que vaya construyendo un campo productivo nacional, una industria nacional, entrar a valorar el trabajo nacional y a articular ante la crisis, situaciones que nos permitan abordar y superar problemas. Por eso con mucha fe vemos este acuerdo, este acuerdo de trabajo empresarial conjunto entre la empresa Southern Winds y LAFSA; apostamos fuertemente a los resultados. Sabemos que los escépticos van a estar esperando que fracase, pero nosotros estamos convencidos de la calidad empresaria y de la calidad de los trabajadores para que esto pueda funcionar como corresponda. Estoy seguro que estamos generando un nuevo mecanismo que va a permitir abordar la problemática de un tema que, más allá de las gestiones empresariales buenas o malas que puede haber habido en el área, ustedes saben que de última, el problema aero-comercial es un problema que trasciende los campos de la Argentina, tiene un marco internacional de respuesta y de crisis, también lo tiene aquí en la Argentina por otras circunstancias. Así que estamos abordando con absoluta creatividad un problema que si no hubiera derivado en la quiebra global, en la caída o en la convocatoria de algunas empresas más del sector y seguramente con miles de trabajadores, como pasó durante toda la década del ´90, abandonados a las manos de Dios.

Me siento también absolutamente tranquilo de conciencia, porque cuando estuve con los representantes gremiales y los trabajadores conversando, les dije que era preocupación clara y concreta del gobierno buscar alternativas que den la respuesta, que den la solución y que evidentemente se cumpla con la palabra empeñada, palabra que hoy en la Argentina es tan difícil creer por todas las cosas que nos pasaron.

También estamos cumplimentando con la palabra empeñada, no jugamos con la buena fe de nadie ni tratamos de sortear coyunturalmente ninguna situación, es lo peor que puede haber ante la situación de conflictos. En una Argentina que estamos sumergidos, en el subsuelo, donde estamos haciendo grandes esfuerzos para salir y tenemos grandes condicionamientos, donde no es tarea fácil soportar cotidianamente presiones permanentes de intereses sectoriales que lo único que les importa en función casi cerrada de la realidad, es la solución de su propio problema, hay que ir encontrando este marco de respuesta que los argentinos estamos necesitando. Por eso creo que hay tres cuestiones fundamentales que hoy quedan en claro. Queremos que a todas las líneas aéreas que funcionan en la Argentina les vaya bien, pero no queremos monopolios. No sirve el monopolio, queremos competencia, queremos riesgo, queremos realmente que el espacio y el sector tengan la capacidad de recrearse a sí mismo para poder crecer, ofrecer mejores servicios. Ustedes, trabajadores y empresarios, lo conocen perfectamente bien y seguramente mejor que yo.

Queda absolutamente claro que confiamos en los empresarios nacionales que están trabajando en el área, tienen un gran desafío para demostrar capacidad de gestión, administración, entender y tratar de mejorar la funcionalidad del negocio que no tengo ninguna duda que lo van a hacer. Y también, que en esta Argentina empieza a existir otra tarea, otro concepto, otra filosofía que es la tarea de la empresa, la tarea de la competencia; está el elemento central y la columna vertebral de ese trabajo que son los trabajadores que siempre tienen que ser tenidos en cuenta y que tienen que dejar de ser los chivos expiatorios de un proyecto y un país que nos fue sumergiendo en la situación que estamos hoy.

Les deseo la mejor suerte, el mayor de los éxitos, pero tengamos en claro, en la Argentina se discuten dos modelos de país, en la Argentina se discuten dos modelos de gestionar el Estado; en la Argentina se discute un Estado al servicio, al amparo o que genera amparo como generaba en el pasado a sectores que no debían generar, o un Estado presencial que vuelva a controlar los instrumentos macroeconómicos en el marco de una plena funcionalidad y libertad de inversión, pero un Estado que esté allí, protegiendo los interese de todos y por supuesto, de los que menos tienen en particular.

Por eso, bajo ese concepto y esa filosofía, es fundamental que nos vayamos convocando a la construcción entre todos de ese país que necesita de todos los argentinos, que necesita de una plena pluralidad y que necesita de que nos demos todos cuenta que si somos capaces de mancomunarnos en ese objetivo, no tengo ninguna duda que podemos escribir un paso importante del tiempo de la historia para construir los cimientos de un país distinto, que nos devuelva la esperanza, que nos devuelva la posibilidad de ser y que nos de el verdadero lugar que los argentinos merecemos dentro de la Argentina.

Muchísimas gracias y gracias por haber venido. (Aplausos)