Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor intendente municipal de Ezeiza; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores intendentes; señores legisladores: seguro –escúchenme bien- que mañana mis amigos periodistas que están acá van a decir “Kirchner se metió de vuelta con todo en la campaña”. Porque ellos se acostumbraron a presidentes encerrados en su despacho y de espaldas al pueblo, entonces cuando uno sale a caminar a la calle dicen que está en campaña. Sí muchachos, estoy en la campaña por una patria mejor, por una patria que se levante, por una patria que se ponga de pie. (Aplausos) Estoy en campaña para que los dineros del pueblo vuelvan al pueblo; estoy en campaña por ir a ver dónde está la pobreza para ayudar a solucionarla; estoy en campaña para luchar contra la indigencia; estoy en campaña para luchar contra la pobreza, por generar empleo, por generar inversión. Y no me avergüenzo de ello porque creo que este país vivió muchas veces en la hipocresía, y muchas veces para algunos estar en campaña es salir dos meses antes a buscar los votos, no se acuerdan de ellos nunca. Yo empecé el 25 de mayo y el 26 de mayo me tomé de las manos del pueblo argentino y salí a caminar la patria de un lado a otro. (Aplausos) Ustedes saben que eso es cierto, por eso es fundamental hablar con la verdad, con absoluta claridad.
También quiero decirles que vengo feliz a Ezeiza hoy, porque sé que hay gente y un Intendente que trabaja, un Intendente que está comprometido con su pueblo, un Intendente que quiere ayudar a que la Argentina pueda crecer, y no me interesa si con ese Intendente pensamos diferente antes o vimos cuestiones diferentes antes, lo que veo es que ese Intendente trabaja con su pueblo y mi obligación como Presidente es ayudarlo. (Aplausos)
Está su compañera, está Dragone, está también otro militante popular que participó de los hechos lamentables del año 2001, que lo vi con traje y me sorprendió, el amigo “Toba”, que lo quiero mucho y lo saludo muy fuerte. Gente que viene de distintos sectores, de distinta historia, pero queridos hermanos, gente que quiere una patria para todos, gente que quiere que la bandera argentina vuelva a flamear, que nos volvamos a sentir argentinos en nuestra propia patria, que sepamos que las alamedas y las avenidas de esta patria se nos abren para todos, que la justicia puede volver a reinar. Este es el esfuerzo que tenemos que hacer.
Decían que soy un Presidente desprolijo porque ando con el saco abierto o porque me lustro más o menos los zapatos; seré desprolijo para vestirme pero soy prolijo para administrar los fondos del pueblo. Esto es lo importante y fundamental. (Aplausos)
Me dicen y nos dicen que acá hay que ver cómo se va haciendo la inversión pública y lógicamente que la estamos haciendo de acuerdo con los tópicos presupuestarios, pero el pueblo argentino no puede esperar y hay que acelerar. Por eso con orgullo le digo al señor Intendente y al pueblo de Ezeiza que se ponen en marcha ya prontamente 1.200 viviendas que van a ocupar a 4.000 personas, que tienen que ser de Ezeiza y que van a tener un trabajo digno. (Aplausos) Porque todos sabemos que los planes ayudaron y ayudan, pero el pueblo argentino necesita trabajo que permita volver a juntar a la familia en la mesa del hogar. (Aplausos)
Ustedes saben que durante mucho tiempo hemos visto llorar a los padres y a los abuelos porque sus hijos iban a estar peor que ellos, es lo peor que nos puede pasar. Quiero que en esta Argentina, cuando un padre o un abuelo miren a su hijo o a su nieto, vean que ese hijo y ese nieto van a estar mejor que ellos, porque esa es la ley de la vida y es la ley que nos impulsa. (Aplausos)
Veo los gorritos amarillos, espero que Ezeiza se llene de trabajadores de la construcción.
Y también les quiero decir a los queridos jubilados, que durante más de 14 años prácticamente no recibieron aumento y durante este Gobierno
les aumentamos 6 veces el salario, que se queden tranquilos porque permanentemente estoy pensando en ellos, son una prioridad que el Gobierno quiere llevar adelante.
Decían por allí que este Presidente se pelea con mucha gente a la vez. ¿Pero para qué votaron ustedes a un presidente? ¿Para que ande de rodillas discutiendo los intereses de la Argentina o para que se actúe como un verdadero argentino y ponga lo que hay que poner para defender los intereses de la Patria? (Aplausos)
Nos decían que no íbamos a poder negociar la deuda externa privada, que el Gobierno, que el ministro de Economía, que el Presidente, que sus colaboradores estaban locos cuando querían hacer una quita del 75 por ciento de la deuda, que nunca había pasado en el mundo. Nos pusimos firmes, no dimos ni un paso atrás y logramos un ahorro de 67 mil millones de los bolsillos argentinos en la renegociación de la deuda. (Aplausos)
No ha habido acuerdo como este en el mundo, pero tuve que soportar que me dijeran que así no se negocia, que es mejor dar un poquito más, que era un imprudente. Después se olvidan que escriben todas estas cosas, y está bien que se olviden porque hay que tener un claro sentido de la autocrítica, pero les digo que alguna vez crean que está naciendo una nueva Argentina y que paulatinamente se va a ir construyendo una nueva dirigencia.
Nos dicen que el Fondo Monetario Internacional se enoja por esto, esto y esto. ¿Ustedes creen que cuando me levanto a la mañana estoy preocupado por lo que se enoja el Fondo o por lo que le falta al pueblo argentino? Estoy preocupado por lo que le falta al pueblo argentino. (Aplausos)
Yo no les voy a venir a pedir ni que me sigan, ni les voy a venir a pedir cosas imposibles. Les vengo a pedir humildemente, como dijo alguien recién por ahí, y lo recibo con mucho cariño aunque algunos lo quieren decir despectivamente, pero a mí me llena de orgullo y de honor, ¡este pingüino sureño!, como me dicen ustedes, que realmente es así, soy un pingüino. (Aplausos) Les vengo a pedir, querido Gobernador, querido Intendente -ustedes lo saben bien- que me ayuden, que me den fuerza. Cada vez que me junto con la gente, que me abrazo con ella, lo hago de corazón. Cuando toco sus manos me transmiten energía, me dicen “aguantá hermano, aguantá que tenemos que construir un nuevo país”, y yo voy al frente porque sé que esas manos me sostienen, esos corazones me dan la fuerza que necesito. (Aplausos)
Honestamente les digo que estoy haciendo todo lo que puedo. Nadie es perfecto, todos los seres humanos cometemos errores. Pero sé que no hay lealtad más fuerte que la del pueblo argentino, ese pueblo al que tantas veces le dijeron tantas cosas, porque lo necesitaban para llegar al poder y después se hizo una carga.
Les puedo asegurar que desde el primer día que me tocó asumir la responsabilidad de conducir este país me abracé fuertemente a ustedes, porque sé que junto a ustedes podemos reconstruir la Patria que todos queremos y la Argentina que necesitamos. Ustedes saben lo que es sentirse argentinos, como lo siento yo, y saben lo que se hizo con este país. Sé que ustedes como yo saben que cuando lucho contra la impunidad no lo hago para dividir a los argentinos sino para unir. ¿Cómo va a haber justicia si los que violaron los derechos humanos están sueltos? ¿Cómo va a haber justicia si aquellos que vaciaron el Banco Nación, con el caso IBM, los que permanentemente fueron entregando los intereses de la Nación o los que tuvieron que ver con el contrabando de armas, están libres? Evidentemente no se hizo justicia y eso fue a espaldas del pueblo argentino. (Aplausos)
Es fundamental que recuperemos esos valores, por eso renovamos la Corte Suprema de Justicia, por eso fuimos paulatinamente haciendo todos los esfuerzos para darle claridad y cristalinidad al Estado. Claro que todavía donde uno va tocando muchas veces se encuentra con sorpresas, pero no tengan ninguna duda de mi inflexibilidad y mi intolerancia contra la corrupción. Hay que ayudar a combatirla en cada lugar y en cada rincón para hacer un nuevo país.
Todos ustedes que están acá, que hoy tienen la bondad de estar con nosotros, sé que tienen todos estos asuntos totalmente claros, igual que los que nos están mirando por televisión, desde Ushuaia a Jujuy. ¿Qué les puedo decir yo -para ir terminando- sobre lo que está sintiendo mi alma y mi espíritu, mi fe en Dios? Les pido que desde Jujuy a Tierra del Fuego y a Ezeiza, los argentinos nos levantemos, nos tomemos de la mano y volvamos a refundar una gloriosa Nación; que empecemos a levantar la bandera de la Patria, a levantar la escarapela, a levantar la identidad de argentinos, a sentirnos orgullosos de ser argentinos, a levantar nuestra autoestima por serlo. (Aplausos)
Muchas gracias, tienen en mí un vecino más, voy a trabajar a la par de ustedes. Muchas gracias Ezeiza. Realmente me siento profundamente contento de estar junto a ustedes. Por la Patria, por los pobres, por nuestros hijos, por nuestros abuelos, por los empresarios nacionales, por la nueva Argentina. Muchísimas gracias.
También quiero decirles que vengo feliz a Ezeiza hoy, porque sé que hay gente y un Intendente que trabaja, un Intendente que está comprometido con su pueblo, un Intendente que quiere ayudar a que la Argentina pueda crecer, y no me interesa si con ese Intendente pensamos diferente antes o vimos cuestiones diferentes antes, lo que veo es que ese Intendente trabaja con su pueblo y mi obligación como Presidente es ayudarlo. (Aplausos)
Está su compañera, está Dragone, está también otro militante popular que participó de los hechos lamentables del año 2001, que lo vi con traje y me sorprendió, el amigo “Toba”, que lo quiero mucho y lo saludo muy fuerte. Gente que viene de distintos sectores, de distinta historia, pero queridos hermanos, gente que quiere una patria para todos, gente que quiere que la bandera argentina vuelva a flamear, que nos volvamos a sentir argentinos en nuestra propia patria, que sepamos que las alamedas y las avenidas de esta patria se nos abren para todos, que la justicia puede volver a reinar. Este es el esfuerzo que tenemos que hacer.
Decían que soy un Presidente desprolijo porque ando con el saco abierto o porque me lustro más o menos los zapatos; seré desprolijo para vestirme pero soy prolijo para administrar los fondos del pueblo. Esto es lo importante y fundamental. (Aplausos)
Me dicen y nos dicen que acá hay que ver cómo se va haciendo la inversión pública y lógicamente que la estamos haciendo de acuerdo con los tópicos presupuestarios, pero el pueblo argentino no puede esperar y hay que acelerar. Por eso con orgullo le digo al señor Intendente y al pueblo de Ezeiza que se ponen en marcha ya prontamente 1.200 viviendas que van a ocupar a 4.000 personas, que tienen que ser de Ezeiza y que van a tener un trabajo digno. (Aplausos) Porque todos sabemos que los planes ayudaron y ayudan, pero el pueblo argentino necesita trabajo que permita volver a juntar a la familia en la mesa del hogar. (Aplausos)
Ustedes saben que durante mucho tiempo hemos visto llorar a los padres y a los abuelos porque sus hijos iban a estar peor que ellos, es lo peor que nos puede pasar. Quiero que en esta Argentina, cuando un padre o un abuelo miren a su hijo o a su nieto, vean que ese hijo y ese nieto van a estar mejor que ellos, porque esa es la ley de la vida y es la ley que nos impulsa. (Aplausos)
Veo los gorritos amarillos, espero que Ezeiza se llene de trabajadores de la construcción.
Y también les quiero decir a los queridos jubilados, que durante más de 14 años prácticamente no recibieron aumento y durante este Gobierno
les aumentamos 6 veces el salario, que se queden tranquilos porque permanentemente estoy pensando en ellos, son una prioridad que el Gobierno quiere llevar adelante.
Decían por allí que este Presidente se pelea con mucha gente a la vez. ¿Pero para qué votaron ustedes a un presidente? ¿Para que ande de rodillas discutiendo los intereses de la Argentina o para que se actúe como un verdadero argentino y ponga lo que hay que poner para defender los intereses de la Patria? (Aplausos)
Nos decían que no íbamos a poder negociar la deuda externa privada, que el Gobierno, que el ministro de Economía, que el Presidente, que sus colaboradores estaban locos cuando querían hacer una quita del 75 por ciento de la deuda, que nunca había pasado en el mundo. Nos pusimos firmes, no dimos ni un paso atrás y logramos un ahorro de 67 mil millones de los bolsillos argentinos en la renegociación de la deuda. (Aplausos)
No ha habido acuerdo como este en el mundo, pero tuve que soportar que me dijeran que así no se negocia, que es mejor dar un poquito más, que era un imprudente. Después se olvidan que escriben todas estas cosas, y está bien que se olviden porque hay que tener un claro sentido de la autocrítica, pero les digo que alguna vez crean que está naciendo una nueva Argentina y que paulatinamente se va a ir construyendo una nueva dirigencia.
Nos dicen que el Fondo Monetario Internacional se enoja por esto, esto y esto. ¿Ustedes creen que cuando me levanto a la mañana estoy preocupado por lo que se enoja el Fondo o por lo que le falta al pueblo argentino? Estoy preocupado por lo que le falta al pueblo argentino. (Aplausos)
Yo no les voy a venir a pedir ni que me sigan, ni les voy a venir a pedir cosas imposibles. Les vengo a pedir humildemente, como dijo alguien recién por ahí, y lo recibo con mucho cariño aunque algunos lo quieren decir despectivamente, pero a mí me llena de orgullo y de honor, ¡este pingüino sureño!, como me dicen ustedes, que realmente es así, soy un pingüino. (Aplausos) Les vengo a pedir, querido Gobernador, querido Intendente -ustedes lo saben bien- que me ayuden, que me den fuerza. Cada vez que me junto con la gente, que me abrazo con ella, lo hago de corazón. Cuando toco sus manos me transmiten energía, me dicen “aguantá hermano, aguantá que tenemos que construir un nuevo país”, y yo voy al frente porque sé que esas manos me sostienen, esos corazones me dan la fuerza que necesito. (Aplausos)
Honestamente les digo que estoy haciendo todo lo que puedo. Nadie es perfecto, todos los seres humanos cometemos errores. Pero sé que no hay lealtad más fuerte que la del pueblo argentino, ese pueblo al que tantas veces le dijeron tantas cosas, porque lo necesitaban para llegar al poder y después se hizo una carga.
Les puedo asegurar que desde el primer día que me tocó asumir la responsabilidad de conducir este país me abracé fuertemente a ustedes, porque sé que junto a ustedes podemos reconstruir la Patria que todos queremos y la Argentina que necesitamos. Ustedes saben lo que es sentirse argentinos, como lo siento yo, y saben lo que se hizo con este país. Sé que ustedes como yo saben que cuando lucho contra la impunidad no lo hago para dividir a los argentinos sino para unir. ¿Cómo va a haber justicia si los que violaron los derechos humanos están sueltos? ¿Cómo va a haber justicia si aquellos que vaciaron el Banco Nación, con el caso IBM, los que permanentemente fueron entregando los intereses de la Nación o los que tuvieron que ver con el contrabando de armas, están libres? Evidentemente no se hizo justicia y eso fue a espaldas del pueblo argentino. (Aplausos)
Es fundamental que recuperemos esos valores, por eso renovamos la Corte Suprema de Justicia, por eso fuimos paulatinamente haciendo todos los esfuerzos para darle claridad y cristalinidad al Estado. Claro que todavía donde uno va tocando muchas veces se encuentra con sorpresas, pero no tengan ninguna duda de mi inflexibilidad y mi intolerancia contra la corrupción. Hay que ayudar a combatirla en cada lugar y en cada rincón para hacer un nuevo país.
Todos ustedes que están acá, que hoy tienen la bondad de estar con nosotros, sé que tienen todos estos asuntos totalmente claros, igual que los que nos están mirando por televisión, desde Ushuaia a Jujuy. ¿Qué les puedo decir yo -para ir terminando- sobre lo que está sintiendo mi alma y mi espíritu, mi fe en Dios? Les pido que desde Jujuy a Tierra del Fuego y a Ezeiza, los argentinos nos levantemos, nos tomemos de la mano y volvamos a refundar una gloriosa Nación; que empecemos a levantar la bandera de la Patria, a levantar la escarapela, a levantar la identidad de argentinos, a sentirnos orgullosos de ser argentinos, a levantar nuestra autoestima por serlo. (Aplausos)
Muchas gracias, tienen en mí un vecino más, voy a trabajar a la par de ustedes. Muchas gracias Ezeiza. Realmente me siento profundamente contento de estar junto a ustedes. Por la Patria, por los pobres, por nuestros hijos, por nuestros abuelos, por los empresarios nacionales, por la nueva Argentina. Muchísimas gracias.