Señor presidente de la República de Corea y señora; señores miembros de la comitiva que lo acompañan; señor vicepresidente de la Nación; señor ex presidente Raúl Alfonsín; señores embajadores; señores empresarios; señoras, señores: es un honor, señor Presidente, para todos los argentinos haber compartido con usted todo un día de trabajo, haber compartido con usted la idea de integración de nuestros países, la idea de integración cultural, social y comercial, haber tenido la suerte de encontrar en su persona a un ferviente defensor de los derechos humanos de su país y del mundo, y también ver el proceso que usted está llevando con gran éxito en la República de Corea.
Vemos con absoluta alegría la recuperación muy fuerte que ha tenido su país después de la crisis que le tocó soportar y hoy compartíamos también la experiencia que vive nuestro país, que se va paulatinamente recuperando asimismo de una crisis muy profunda, lo cual, como conversábamos esta mañana, nos está habilitando a iniciar un camino entre nuestros dos países que no tengo ninguna duda que va a ser muy productivo. Es cuestión de sembrarlo con actitudes como las que se han tenido hoy durante la conversación, que la República Argentina la considera muy fructífera y, como le dije, espero que esta llegada suya haya sido fundacional en la relación entre la República de Corea y la Argentina.
También quiero decirle que esperamos, debido a su gentil invitación, poder retribuir el año que viene esta visita y concretar ya allí un paso superior al que hemos dado hoy.
Sé por otra parte de lo exitosas de sus reuniones en el Congreso de la Nación y lo productivo de la reunión con los empresarios de ambos países. Esperamos que usted y su señora esposa puedan disfrutar cálidamente de esta Argentina que los recibe con muchísimo afecto y cariño y de este hermoso Buenos Aires, que lo cobija con todas sus calidades.
Así que, señor presidente de la República de Corea, sé que estamos construyendo una amistad que va a ser fructífera para nuestros pueblos y le agradezco, en nombre del pueblo argentino, del Gobierno nacional, mío y de mi señora esposa, su presencia, su voluntad y decisión de avanzar en todos los ámbitos, como bien lo dije anteriormente.
Estoy seguro de que esta visita suya este 15 de noviembre de 2004 va a ser el punto de inflexión que nuestros países necesitaban para profundizar los avances ya logrados desde que establecimos relaciones diplomáticas.
Estamos realmente esperanzados y deseamos que las horas que le quedan en la Argentina las disfrute plenamente, que realmente pueda seguir enamorándose de esta tierra y cuando nos encontremos el año que viene, estaremos recordando el día que entramos a profundizar las relaciones institucionales, culturales, sociales, políticas y comerciales entre la República de Corea y la República Argentina.
Muchas gracias, señor Presidente; muchas gracias, señora. Muchísimas gracias por vuestra presencia acá. (Aplausos)
Vemos con absoluta alegría la recuperación muy fuerte que ha tenido su país después de la crisis que le tocó soportar y hoy compartíamos también la experiencia que vive nuestro país, que se va paulatinamente recuperando asimismo de una crisis muy profunda, lo cual, como conversábamos esta mañana, nos está habilitando a iniciar un camino entre nuestros dos países que no tengo ninguna duda que va a ser muy productivo. Es cuestión de sembrarlo con actitudes como las que se han tenido hoy durante la conversación, que la República Argentina la considera muy fructífera y, como le dije, espero que esta llegada suya haya sido fundacional en la relación entre la República de Corea y la Argentina.
También quiero decirle que esperamos, debido a su gentil invitación, poder retribuir el año que viene esta visita y concretar ya allí un paso superior al que hemos dado hoy.
Sé por otra parte de lo exitosas de sus reuniones en el Congreso de la Nación y lo productivo de la reunión con los empresarios de ambos países. Esperamos que usted y su señora esposa puedan disfrutar cálidamente de esta Argentina que los recibe con muchísimo afecto y cariño y de este hermoso Buenos Aires, que lo cobija con todas sus calidades.
Así que, señor presidente de la República de Corea, sé que estamos construyendo una amistad que va a ser fructífera para nuestros pueblos y le agradezco, en nombre del pueblo argentino, del Gobierno nacional, mío y de mi señora esposa, su presencia, su voluntad y decisión de avanzar en todos los ámbitos, como bien lo dije anteriormente.
Estoy seguro de que esta visita suya este 15 de noviembre de 2004 va a ser el punto de inflexión que nuestros países necesitaban para profundizar los avances ya logrados desde que establecimos relaciones diplomáticas.
Estamos realmente esperanzados y deseamos que las horas que le quedan en la Argentina las disfrute plenamente, que realmente pueda seguir enamorándose de esta tierra y cuando nos encontremos el año que viene, estaremos recordando el día que entramos a profundizar las relaciones institucionales, culturales, sociales, políticas y comerciales entre la República de Corea y la República Argentina.
Muchas gracias, señor Presidente; muchas gracias, señora. Muchísimas gracias por vuestra presencia acá. (Aplausos)