Para mí es un tremendo placer recibirlos. Creo que hay muchas cosas que se pueden hacer. Tenemos que tomar clara conciencia de donde partimos y de la Argentina que todavía aún hoy tenemos. Se ha logrado un avance concreto, fuerte, empezamos a ver que las posibilidades de la industria, del trabajo, de la producción, la inclusión social empiezan a ser una realidad concreta. En muchos casos todavía una posibilidad porque realmente es difícil reconstruir esta Argentina, que fue minada, consciente y racionalmente en un plan que tenía destino, que tenía rumbo y que tenía un claro designio de cuál era el rol fundamental en que quedaba la Argentina en el mundo, donde se pretendía la eliminación por completo de la industria, de toda la producción. Esta era una Argentina claramente detenida en el tiempo, globalizada, entendiendo bien lo que es la globalización y demás, una globalización totalmente dependiente.
Actualmente, se han dado pasos enormes en la reconstrucción de la nueva Argentina, lo que pasa es que hay sectores de poder que quieren seguir viviendo en los preceptos de la vieja Argentina. Cuando hablo de sectores de poder hago referencias a determinados marcos de representatividad que van generando todas las acciones posibles para tratar de impedir, de retrasar, de quebrar. Bueno, es la gran lucha de conciencia que hay que dar.
Fíjense ustedes lo que cuando el pueblo argentino toma protagonismo. Creo que la gente nos ha dado una lección en estas horas, en estas horas que son fundamentales, porque la gente está empezando a usar ese tremendo poder que tiene con racionalidad. La baja de los precios de la Esso, en el gasoil, y la baja de los precios de la Shell, fue una victoria clara del pueblo argentino, porque nosotros desde el Gobierno podemos haber dicho eso, pero está la gente que después tomó la medida de decir: “yo no compro donde me cobran más caro”. La gente va tomando ese tipo de actitud, y se va a ganar la batalla, la batalla de la justicia, de una rentabilidad lógica, la batalla de defender el poder adquisitivo. Porque esto realmente es un sueño convertido en realidad, que estas empresas hayan tenido que razonar, que hayan tenido que dar ese paso – bienvenido que lo hayan dado – pero es muy importante la actitud que tuvo la gente de no comprar. Este tipo de cosas, este tipo de conducta es la actitud que debe tener la gente. Si la gente tiene este tipo de conducta cada paso que demos en esa dirección, en la recuperación del poder adquisitivo de la gente, van a ser pasos que se van a consolidar, porque se va a abrir el camino para acabar con este tipo de conducta perversa, que dice que cuando la gente recupera el poder adquisitivo corremos el riesgo de que la inflación suba, y eso sería la perversidad más grande.
Nosotros queremos que la gente mejore su poder adquisitivo y los empresarios tengan una rentabilidad razonable, grande, lógica, que les vaya bien. No queremos empresarios pobres, queremos que les vaya bien en el marco del crecimiento global y en el mejoramiento del poder adquisitivo de la sociedad. Hay que buscar un compromiso con el país, la responsabilidad, la seriedad, los empresarios comprometidos con el país.
Hay que entender también que no podemos recuperar lo perdido en años en poco tiempo, es muy importante que los trabajadores argentinos tengan muy claro eso, porque el compromiso de este Gobierno es total y absoluto, pero tampoco hay que caer, a veces, en esa teoría de querer avanzar más rápido de lo que se puede porque eso también es absolutamente negativo. Hay que ir avanzando en la lógica de la economía, de que la economía se vaya consolidando y se pueda mejorar el poder adquisitivo, que pueda crecer la economía, que podamos avanzar con la inclusión social y no tengamos que temer bajo ningún aspecto de quienes inventen fantasmas que impidan el crecimiento.
Por eso en este tema vemos como razonable la decisión de la empresa, pero también vemos muy bien la decisión que tomó el pueblo argentino, que no compró donde cobraban más caro. Si hacemos eso en todos lados la batalla está ganada, vamos a lograr que la gente cada día pueda comprar mejor y que se vaya mejorando realmente el poder adquisitivo de la gente, que desde luego fue cercenado en nombre de los ajustes, de la estabilidad, de evitar el caos, y el caos igual llegó.
Tenemos que ir analizando detalladamente que lo que tenemos que lograr es el equilibrio perdido y saber que esta Argentina va a necesitar varios gobiernos hasta que se vaya consolidando, que no hay salvadores fundamentalistas. Somos todos hombres que podemos ir cumpliendo etapas, interesantes, importantes, pero que si logramos construir en esta etapa los escalones bien sólidos, va a servir para que el que venga pueda consolidar definitivamente el paso paulatino del crecimiento del país.
Les agradezco profundamente, estoy enteramente a sus órdenes, siempre están las puertas abiertas para cualquier problema, cualquier inconveniente y desde ya va a ser un verdadero placer visitarlos en el gremio.
Actualmente, se han dado pasos enormes en la reconstrucción de la nueva Argentina, lo que pasa es que hay sectores de poder que quieren seguir viviendo en los preceptos de la vieja Argentina. Cuando hablo de sectores de poder hago referencias a determinados marcos de representatividad que van generando todas las acciones posibles para tratar de impedir, de retrasar, de quebrar. Bueno, es la gran lucha de conciencia que hay que dar.
Fíjense ustedes lo que cuando el pueblo argentino toma protagonismo. Creo que la gente nos ha dado una lección en estas horas, en estas horas que son fundamentales, porque la gente está empezando a usar ese tremendo poder que tiene con racionalidad. La baja de los precios de la Esso, en el gasoil, y la baja de los precios de la Shell, fue una victoria clara del pueblo argentino, porque nosotros desde el Gobierno podemos haber dicho eso, pero está la gente que después tomó la medida de decir: “yo no compro donde me cobran más caro”. La gente va tomando ese tipo de actitud, y se va a ganar la batalla, la batalla de la justicia, de una rentabilidad lógica, la batalla de defender el poder adquisitivo. Porque esto realmente es un sueño convertido en realidad, que estas empresas hayan tenido que razonar, que hayan tenido que dar ese paso – bienvenido que lo hayan dado – pero es muy importante la actitud que tuvo la gente de no comprar. Este tipo de cosas, este tipo de conducta es la actitud que debe tener la gente. Si la gente tiene este tipo de conducta cada paso que demos en esa dirección, en la recuperación del poder adquisitivo de la gente, van a ser pasos que se van a consolidar, porque se va a abrir el camino para acabar con este tipo de conducta perversa, que dice que cuando la gente recupera el poder adquisitivo corremos el riesgo de que la inflación suba, y eso sería la perversidad más grande.
Nosotros queremos que la gente mejore su poder adquisitivo y los empresarios tengan una rentabilidad razonable, grande, lógica, que les vaya bien. No queremos empresarios pobres, queremos que les vaya bien en el marco del crecimiento global y en el mejoramiento del poder adquisitivo de la sociedad. Hay que buscar un compromiso con el país, la responsabilidad, la seriedad, los empresarios comprometidos con el país.
Hay que entender también que no podemos recuperar lo perdido en años en poco tiempo, es muy importante que los trabajadores argentinos tengan muy claro eso, porque el compromiso de este Gobierno es total y absoluto, pero tampoco hay que caer, a veces, en esa teoría de querer avanzar más rápido de lo que se puede porque eso también es absolutamente negativo. Hay que ir avanzando en la lógica de la economía, de que la economía se vaya consolidando y se pueda mejorar el poder adquisitivo, que pueda crecer la economía, que podamos avanzar con la inclusión social y no tengamos que temer bajo ningún aspecto de quienes inventen fantasmas que impidan el crecimiento.
Por eso en este tema vemos como razonable la decisión de la empresa, pero también vemos muy bien la decisión que tomó el pueblo argentino, que no compró donde cobraban más caro. Si hacemos eso en todos lados la batalla está ganada, vamos a lograr que la gente cada día pueda comprar mejor y que se vaya mejorando realmente el poder adquisitivo de la gente, que desde luego fue cercenado en nombre de los ajustes, de la estabilidad, de evitar el caos, y el caos igual llegó.
Tenemos que ir analizando detalladamente que lo que tenemos que lograr es el equilibrio perdido y saber que esta Argentina va a necesitar varios gobiernos hasta que se vaya consolidando, que no hay salvadores fundamentalistas. Somos todos hombres que podemos ir cumpliendo etapas, interesantes, importantes, pero que si logramos construir en esta etapa los escalones bien sólidos, va a servir para que el que venga pueda consolidar definitivamente el paso paulatino del crecimiento del país.
Les agradezco profundamente, estoy enteramente a sus órdenes, siempre están las puertas abiertas para cualquier problema, cualquier inconveniente y desde ya va a ser un verdadero placer visitarlos en el gremio.