Señor gobernador de la provincia de Santa Fe; señor jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires; quienes nos honran con su presencia, los señores docentes y los chicos que engalanan hoy la Casa de Gobierno, que nos hacen sentir muy bien estando aquí; señoras y señores: pocas palabras, realidades de este tipo evitan largos y tediosos discursos y marcan el rumbo por donde debe marchar la Argentina, por donde deben marchar las políticas sociales y evidentemente también por donde se debe consolidar un apoyo muy fuerte para impartir la educación en la Argentina.
Es muy difícil poder construir la Argentina que la mayoría de los argentinos y argentinas soñamos si no tenemos un fuerte proyecto de inclusión social y un proyecto educativo que haga punta en la transformación de la Argentina.
Lo charlamos permanentemente con el ministro de Educación y otros ministros y es central: un país podrá mejorar más o menos su economía, que es muy importante, podrá mejorar otras áreas que son fundamentales para el funcionamiento estructural de la sociedad, pero si nosotros no calificamos un verdadero proyecto educativo, si no actualizamos, si no reorientamos hacia dónde debe ir el proyecto educativo con la realidad concreta de país y si ese proyecto no está acompañado de un proyecto de inclusión social que definitivamente destierre a las escuelas como un lugar de albergue o comedores para poder asistir a miles de chiquitos, hermanos nuestros que están en una situación límite, mal vamos a poder cambiar y recuperar el verdadero rol que el docente debe tener.
En toda esta crisis tremenda que le ha tocado vivir a la Argentina -estamos todavía en el segundo piso del infierno- el docente muchas veces tuvo que hacer de maestro, de asistente social, de madre y padre. Y aún lo tiene que hacer. Evidentemente tenemos que trabajar para revertir esta situación y esta es la tarea que nosotros estamos absolutamente decididos a llevar adelante, sabiendo que hoy tenemos que juntar monedas para hacerlo, sabiendo que tenemos que hacer muchísimos esfuerzos, pero el objetivo es claro, concreto. Sabemos cuál es la situación y estamos absolutamente decididos a trabajar junto con la comunidad educativa para volver a valorizar el rol que debe tener esa comunidad educativa, fundamentalmente quien educa y el educando, para poder construir la sociedad que nosotros deseamos.
A ustedes chicos, muchas gracias por estar acá, están en su casa. (Aplausos) Dios quiera que vuestro espíritu, vuestra inocencia y la necesidad de creer en un país distinto sirva para aventar los malos espíritus que puedan quedar en estos salones de las cosas que se han hecho en esta Argentina. Honestamente se los digo, porque son un verdadero sinónimo de pureza y esperanza para todos los argentinos.
Muchísimas gracias por estar aquí. (Aplausos)
Es muy difícil poder construir la Argentina que la mayoría de los argentinos y argentinas soñamos si no tenemos un fuerte proyecto de inclusión social y un proyecto educativo que haga punta en la transformación de la Argentina.
Lo charlamos permanentemente con el ministro de Educación y otros ministros y es central: un país podrá mejorar más o menos su economía, que es muy importante, podrá mejorar otras áreas que son fundamentales para el funcionamiento estructural de la sociedad, pero si nosotros no calificamos un verdadero proyecto educativo, si no actualizamos, si no reorientamos hacia dónde debe ir el proyecto educativo con la realidad concreta de país y si ese proyecto no está acompañado de un proyecto de inclusión social que definitivamente destierre a las escuelas como un lugar de albergue o comedores para poder asistir a miles de chiquitos, hermanos nuestros que están en una situación límite, mal vamos a poder cambiar y recuperar el verdadero rol que el docente debe tener.
En toda esta crisis tremenda que le ha tocado vivir a la Argentina -estamos todavía en el segundo piso del infierno- el docente muchas veces tuvo que hacer de maestro, de asistente social, de madre y padre. Y aún lo tiene que hacer. Evidentemente tenemos que trabajar para revertir esta situación y esta es la tarea que nosotros estamos absolutamente decididos a llevar adelante, sabiendo que hoy tenemos que juntar monedas para hacerlo, sabiendo que tenemos que hacer muchísimos esfuerzos, pero el objetivo es claro, concreto. Sabemos cuál es la situación y estamos absolutamente decididos a trabajar junto con la comunidad educativa para volver a valorizar el rol que debe tener esa comunidad educativa, fundamentalmente quien educa y el educando, para poder construir la sociedad que nosotros deseamos.
A ustedes chicos, muchas gracias por estar acá, están en su casa. (Aplausos) Dios quiera que vuestro espíritu, vuestra inocencia y la necesidad de creer en un país distinto sirva para aventar los malos espíritus que puedan quedar en estos salones de las cosas que se han hecho en esta Argentina. Honestamente se los digo, porque son un verdadero sinónimo de pureza y esperanza para todos los argentinos.
Muchísimas gracias por estar aquí. (Aplausos)