Buenos días. La evolución del proceso que estamos llevando adelante desde el 2003 a la fecha nos ha puesto en diversas circunstancias en definiciones límites, que van del marco de la responsabilidad, que van del marco de la racionalidad, y que fundamentalmente van del marco de preservar un proceso de crecimiento inédito para la Argentina.
Nosotros decimos que ya no se tiene que dar y que hay que desdramatizar absolutamente esta angustia que generaba en otros tiempos en los que decían o esto o el caos. Yo creo que en la Argentina que viene la gente va a elegir, no va a optar, no hay ningún riesgo de caos, todas las posibilidades están dadas para el crecimiento. Por los datos que estamos manejando con el ministro de Economía creo que va a haber índices de crecimiento muy importantes en la economía argentina en los próximos días, gracias a Dios hay viento a favor.
Siempre se colocan las contradicciones, esta discusión que nos plantean -con todo respeto por lo que puedan pensar- desde el sector de esa escuela de economistas rentados del exterior que tenemos, que siempre creen que administrar la Argentina es enfriar la economía, reducir el consumo, consolidar la exclusión, consolidar la desocupación, que se fundan los empresarios o comerciantes más chicos, que se concentre la economía y que seamos un país absolutamente dependiente de la economía global.
En lo personal tengo una visión absolutamente diferente en este tema. Nosotros vimos el resultado doloroso que fue para la Argentina cada vez que se quiso enfriar la economía, no sólo se la enfrío sino que se la congeló, y después nos congelaron a todos los argentinos. Hacen todo tipo de evaluación, que tenemos que crecer el dos, el tres, el cinco, como si fuera fácil darle una gradualidad al tema, como si fuera una regla matemática. La economía se mueve con expectativas, con otras realidades.
Después hablan de la inversión. Todos ustedes son empresarios, ninguno de ustedes si abre una sucursal sino tienen asegurada la demanda de la misma. Yo en esto coincido con Stiglitz, los economistas son responsables de las ideas que nos llevaron a sufrir tanto algunos años atrás. Dicen que falta inversión: ustedes saben que la inversión del 2002 era el 10.7 del Producto Bruto; la inversión del 2007 es el 22.6 de un Producto, por lo menos un 40 por ciento más importante del que teníamos en el 2002. Pero nadie invierte si no tiene asegurada la demanda. Entonces, primero viene la demanda y después la inversión, porque nadie tiene capital ocioso que le genera costos de rentabilidad y no sabe que esa inversión ya tiene un nicho asegurado, esa es una regla lógica de cualquier buen administrador.
Claro que necesitamos más inversión, me decía el ministro de Economía que la Argentina tendría que estar en 25.6, 27 por ciento de inversión por nivel de crecimiento que tiene. En el futuro necesitamos inversión energética, las demandas del crecimiento, lo que yo llamo –no sé si es el título correcto- la tensión del crecimiento.
Pero pongamos una mano en el corazón, todos preferimos la tensión del crecimiento, que, como cuanta Cristina permanentemente, que le dijo un empresario en Santa Fe “yo prefiero que haya demanda salarial pero que esté todo vivo, y no como me pasó en la década del `90 que tuve que pintar 7 veces la fábrica para no echar la gente, porque la producción no tenía a quién venderle”. Estamos en un proceso que, lógicamente, no es todo un lecho de rosas, hay que ir superando distintos temas y distintas acciones.
Nosotros no decimos que no hay inflación, decimos que la inflación del INDEC es la correcta, pero no decimos que no hay inflación. En el Presupuesto ustedes pueden leer que para el año que viene tenemos prevista una inflación del 7 al 11 por ciento, es natural con un país que va creciendo a este nivel.
Tampoco decimos que hay control de precios, bajo ningún aspecto. Hay seguimiento de precios, que lo estamos haciendo muy bien, con gran colaboración de todos ustedes. Pero también es cierto lo que dice la Asociación de Consumidores, que a veces estamos de acuerdo con ellos y a veces no, pero ellos han demostrado algo que es importante, con este denominado boicot respecto a ciertas exageraciones que hubo en este último tiempo, que funcionó bien. Yo me alegro que haya funcionado bien y les reconozco que por ahí tuvo más eficacia y más rapidez que el marco de seguimiento de precios. Pero también es cierto que hay que reconocerles a lo comerciantes, empresarios, a todos ustedes, el esfuerzo que están haciendo para tener precios acordes a un proceso de evolución y de crecimiento.
Para que no digan que quedan dudas algunos amigos periodistas invité acá al Presidente de la Cámara de Mayoristas. El día martes se le va a hacer el descuento a todos los productos, calculo que lo publicarán en los medios y todo lo demás, estarán todos los productos que tendrán este descuento.
Vamos a seguir apostando al crecimiento, a la inversión, decirles a los bancos que están sobrencajados, están muy líquidos. Yo entiendo después de lo que les pasó en el 2001, la situación del “corralito”, la ida del capital, todo lo que les tocó vivir. Pero hoy pueden prestar a una tasa mucho más baja y tienen que prestarle a la producción.
Quiero decirles a los argentinos que este proyecto ya no es más una contradicción industria o campo, exportación o consumo. Las empresas que exportan tienen que darse cuenta, tienen que entender que por muy buenos que sean los precios internacionales, tienen que tener un precio interno acorde al bolsillo de los argentinos. Después que les vaya muy bien internacionalmente, que tengan rentabilidad interna, pero tiene que haber un principio de solidaridad, nadie se salva sólo.
Esta Argentina va a crecer por muchísimo tiempo. Nosotros queremos un país que consuma. Fíjense que la clase media argentina se había caído al 25 por ciento de la estructura social, otra vez está en el 47 por ciento. Todos nosotros queremos la movilidad social, queremos una clase trabajadora que pueda consumir, que tenga dignidad, queremos comerciantes que tengan rentabilidad ¿De qué nos sirve crecer si sólo lo hace un pequeño grupo de argentinos y el resto aplauden desde la tribuna, sufren, quiebran, se quedan sin trabajo, pierden toda su dignidad? La dignidad de pierde cuando se pierde el trabajo, cuando se quiebra la empresa, cuando se funde el comercio que viene de años, de familias, como ha pasado en mi propia familia.
La idea es que el consumo interno siga creciendo. Es mentira que el consumo es inflacionario, ese es un concepto que juega a favor de la exclusión social. Pensar que el consumo es inflacionario es pensar que en la Argentina van a poder consumir muy poco, porque los que consuman más serán responsables de la inflación. Es un acto de simplismo, me cuesta creer que lo diga gente con tantos títulos en economía. El consumo bajo ningún aspecto es inflacionario, el consumo promueve el crecimiento, combina con la exportación sin ningún problema. En la Argentina hay 3.500.000 más de trabajadores, 1.600.000 que tenían planes y un 1.900.000 que se incorporó nuevamente. Toda esa gente consume, gracias a Dios, y gana mucho más que antes. Los jubilados han mejorado su situación, había un millón de jubilados que estaban excluidos por las privatizaciones de los `90 que se incorporaron al consumo.
Lo que hay que tener es equilibrio. Nosotros confiamos mucho en la racionalidad de ustedes, como confiamos en las asociaciones de consumidores. Están apareciendo responsabilidades en el pueblo argentino que a mí me entusiasman, porque el Estado tiene que impulsar, promover, pero que actúen las asociaciones de consumidores es bueno, piensen como piensen. El hecho positivo de su acción es que están participando organizaciones sociales, esto es fundamental. Ustedes como organizaciones empresariales, comerciales, que participan también de la determinación, sin imposición por parte del Estado sino en un diálogo de ida y vuelta, están demostrando una madurez de la sociedad argentina espectacular, muy buena, que es lo que le va a dar continuidad a este tiempo.
Hay que instalar esta cultura de la convivencia, de entender que la Argentina tiene que crecer. Obviamente en otro tiempo crecerá a otras tasas, pero nosotros tenemos que recuperar el espacio que tenía la economía argentina hace muchísimos años. No basta con cinco años de crecimiento, tenemos que crecer toda la vida, 30, 40 años, lo podemos hacer si todos somos responsables, racionales. Lógicamente, cada vez crecemos con un Producto que es más grande, y se están manteniendo altas tasas de crecimiento, lo cual también nos pone contentos.
A mí me decía un supermercadista el otro día “yo en José C Paz he puesto en marcha nuevamente un supermercado en un lugar que durante la crisis se alquilaba para bailanta”. A mí me puso bien lo que él definió porque eso significa que en lugares como José C Paz que fueron tan castigados por el proceso económico anterior han vuelto a consumir, que los sectores más desprotegidos de la sociedad han vuelto a consumir.
Lógicamente que un proceso de devaluación asimétrica como el que vivimos, tan fuerte, un desacomodamiento de los precios relativos y demás también genera una situación difícil de costos, que hay que manejar con mucha responsabilidad y racionalidad.
Yo creo que lo que están haciendo ustedes hoy es un acto de gran responsabilidad, que si coordinan con la tarea del Estado, si coordinan con la Asociación de Consumidores será bueno. Todos tenemos que tener el marco de la racionalidad.
Lo que nos pasa a los argentinos a veces es que queremos salvarnos de un día para otro, culturalmente somos así. Uno lo entiende porque hemos tenido tantas crisis cíclicas, dos o tres años buenos, dos o tres años malos. Algunos empresarios te venden rápidamente porque es el momento de vender. Además hay algunos que tratan de generar a través de su acción mediática situaciones de “se viene la noche”. Todos sabemos que en la Argentina la noche no se va a venir, va a venir un tiempo mejor, hay un superávit fiscal primario consolidado, un superávit comercial que funciona muy bien, que ha bajado un poco porque han ingresado muchos bienes de capital, hay mucha inversión en el país. Estamos muy consolidados en el tema de reservas, seguimos avanzando en un proceso de desendeudamiento con los organismos internacionales. La relación deuda producto ha bajado fuertemente.
El otro día veía un artículo en un diario que decía “ha crecido la deuda 12.000 millones nominalmente”. Obviamente, porque algunos de los bonos están con la relación del crecimiento del producto y otros están con la relación del crecimiento de la inflación. Pero si esa deuda ustedes la miran con el producto ha bajado sustancialmente. Quien escribió esa nota tendría que haberlo hecho así para que sea una nota intelectualmente apta. Siempre hay que pedir la relación deuda-producto, creo que estamos en 59, 58 después de haber estado arriba de 140, 150 relación deuda producto.
Es decir que las cosas para la Argentina paulatinamente van mejor. Y van mejor porque cada día hay una sociedad más responsable, porque nos sentamos a conversar, porque todos sabemos que tenemos que ir cuidando este proceso.
Nosotros estamos en un proceso electoral. Sería muy fácil salir a decir vótennos a nosotros porque sino se viene el caos, yo estaría faltando a la verdad. Los argentinos pueden elegir tranquilos, elijan y voten tranquilos porque acá no hay ninguna posibilidad de caos.
Este proceso puede tener un perfil más acá, más allá, con características propias de quién lo pueda llevar, pero la Argentina va a entrar en un proceso de estabilidad, de previsibilidad y de crecimiento que con responsabilidad se lo puede llevar absolutamente adelante. Esto lo digo con absoluta tranquilidad, porque si de algo nos preocupamos fue de darle solvencia, solidez a la situación financiera de la Argentina, que no nos acose el Fondo, al contrario. Inclusive hoy el presidente del Fondo que va a ser electo es alguien que dijo que el Fondo fue el mismo diablo para la Argentina. Con los bancos, tanto con el Banco Mundial como con el BID estamos bajando la deuda, les estamos pagando. Es decir que pagamos más de lo que estamos recibiendo en crédito en un proceso de desendeudamiento. El proceso de la deuda privada se está cumpliendo absolutamente a pesar de una situación internacional complicada. Ustedes saben que el problema inmobiliario, el problema de las hipotecas de baja calidad ha afectado a bancos muy importantes y ha generado situaciones, tanto en Europa como en Estados Unidos. difíciles.
Pero fíjense como proceden: acá si nosotros hacemos intervenir ante una crisis al Banco Central no dicen que es una locura. El Banco Nacional de Europa puso euros, miles y miles, no sé cuantos pero puso muchos, lo mismo hizo la Reserva Federal; nadie dijo que eran heterodoxos, ni ortodoxos, tomaron una decisión clara y concreta, no van a permitir que se caiga el sistema.
Yo dije en una charla que tuve en la Fundación Clinton, en esto quiero ser absolutamente claro. Más allá de la situación social y económica, las diferencias que tenía absoluta con el manejo del Gobierno de la Alianza, que durmió, la economía estaba por salir, estaba mejorando y sacó ese impuestazo Si Estados Unidos hubiera procedido de la misma forma que procedió con México, acá en la Argentina seguramente no hubiera habido corralito. Cuando hizo el aporte de fondos a México de 40.000 millones de dólares, cambió el gobierno demócrata por el republicano; y a la Argentina, se acuerdoan cuando se hablaba del “carpintero”, gobierno de Bush no aportó un solo peso y eso derivó en esa situación financiera. Yo hablé este tema con Clinton y evidentemente él dijo que hubiera procedido distinto. Le creo porque ante crisis financieras de este tipo no hay otra forma que intervenir con fondos.
Ahora, nosotros vemos la crisis internacional que hay y vemos que la han resuelto con plata, no la han resuelto con ajustes. Tienen que hacer reordenamiento pero lo primero que hicieron fue poner la plata después tomar todas las medidas necesarias, pero lo primero fue actuar rápidamente ante la crisis que tenían en sus manos.
Ante esta situación dije curémonos en sal, tengamos nuestras reservas, tengamos nuestros ahorros, todas las cuentas del Estado están absolutamente líquidas les puedo asegurar, la recaudación crece a muy buen ritmo. Seguramente el próximo gobierno que venga, calculo que consolidará lo bueno que hemos hecho para salir del infierno, corregirá lo malo que hemos hecho y generará las medidas necesarias para consolidar este proceso en la construcción de la nueva institucionalidad.
Es muy difícil, lo decía Cristina el otro día, hablar de reforma política con un 30 por ciento de desocupados, con 27 por ciento de indigentes y 60 por ciento de pobres. Es muy difícil consolidar la institucionalidad de un país estando en el infierno, primero hay que salir del infierno y después se construye la nueva institucionalidad, el acuerdo social. Se está trabajando fuertemente para darle fuerza a las organizaciones sociales y empresariales como ustedes, que es muy importante que tengan una activa participación en la construcción del funcionamiento de un país moderno.
Nosotros, la verdad que tenemos muchas ganas y mucho entusiasmo, somos racionalmente optimistas y gestos como el de ustedes nos da muchísimo más optimismo.
Les estoy profundamente agradecido, les agradezco este gesto de estar en Casa de Gobierno, les agradezco el gesto de responsabilidad. Administrar saben ustedes que no es una tarea fácil, ustedes lo hacen todos los días, pero cuando se coordina administración con racionalidad y solidaridad se van encontrando respuestas que a veces parecen imposibles. Es bueno que los argentinos vean que los empresarios argentinos están contribuyendo con su responsabilidad la construcción y la consolidación de estos nuevos tiempos. Como lo hace la Asociación de Consumidores, está muy bien lo que hace y le ha ido bien. Le digo a Moreno, ellos anduvieron más rápido que nosotros, hay que felicitarlos, porque han logrado tener éxito en el precio del famoso tomate, realmente en ese tema han sido exitosos y hay que reconocérselo. Cuando estas acciones tienen éxito les sirven a todos los argentinos. Dios quiera que lo que estamos firmando hoy también sea exitoso. Es muy importante que ustedes también estén en contacto con la asociaciones de consumidores para que trabajando juntos podamos evitar el abuso que a veces generan 4 ó 5 vivos o pícaros, que quieren llevar rentabilidades indebidas de las espaldas de todos los argentinos.
También, para terminar, hago un nuevo llamado a los bancos, están muy líquidos, tienen buena platita guardada, me alegra que estén solventes, pero presten a tasas bajas porque sino voy a tener que tomar como Presidente medidas –la estamos preparando- para que no digan después “uy salió el Gobierno y tomó estas medidas”. Les volvemos a pedir por favor, muy educadamente, que tengan el gesto de que se junten las reservas bancarias y de bajar las tasas, generar créditos para la producción, para el consumo. Háganlo que la sociedad lo va a ver muy bien. Sino firmo la resolución.
Muchísimas gracias y a vuestras ordenes. (APLAUSOS)
Nosotros decimos que ya no se tiene que dar y que hay que desdramatizar absolutamente esta angustia que generaba en otros tiempos en los que decían o esto o el caos. Yo creo que en la Argentina que viene la gente va a elegir, no va a optar, no hay ningún riesgo de caos, todas las posibilidades están dadas para el crecimiento. Por los datos que estamos manejando con el ministro de Economía creo que va a haber índices de crecimiento muy importantes en la economía argentina en los próximos días, gracias a Dios hay viento a favor.
Siempre se colocan las contradicciones, esta discusión que nos plantean -con todo respeto por lo que puedan pensar- desde el sector de esa escuela de economistas rentados del exterior que tenemos, que siempre creen que administrar la Argentina es enfriar la economía, reducir el consumo, consolidar la exclusión, consolidar la desocupación, que se fundan los empresarios o comerciantes más chicos, que se concentre la economía y que seamos un país absolutamente dependiente de la economía global.
En lo personal tengo una visión absolutamente diferente en este tema. Nosotros vimos el resultado doloroso que fue para la Argentina cada vez que se quiso enfriar la economía, no sólo se la enfrío sino que se la congeló, y después nos congelaron a todos los argentinos. Hacen todo tipo de evaluación, que tenemos que crecer el dos, el tres, el cinco, como si fuera fácil darle una gradualidad al tema, como si fuera una regla matemática. La economía se mueve con expectativas, con otras realidades.
Después hablan de la inversión. Todos ustedes son empresarios, ninguno de ustedes si abre una sucursal sino tienen asegurada la demanda de la misma. Yo en esto coincido con Stiglitz, los economistas son responsables de las ideas que nos llevaron a sufrir tanto algunos años atrás. Dicen que falta inversión: ustedes saben que la inversión del 2002 era el 10.7 del Producto Bruto; la inversión del 2007 es el 22.6 de un Producto, por lo menos un 40 por ciento más importante del que teníamos en el 2002. Pero nadie invierte si no tiene asegurada la demanda. Entonces, primero viene la demanda y después la inversión, porque nadie tiene capital ocioso que le genera costos de rentabilidad y no sabe que esa inversión ya tiene un nicho asegurado, esa es una regla lógica de cualquier buen administrador.
Claro que necesitamos más inversión, me decía el ministro de Economía que la Argentina tendría que estar en 25.6, 27 por ciento de inversión por nivel de crecimiento que tiene. En el futuro necesitamos inversión energética, las demandas del crecimiento, lo que yo llamo –no sé si es el título correcto- la tensión del crecimiento.
Pero pongamos una mano en el corazón, todos preferimos la tensión del crecimiento, que, como cuanta Cristina permanentemente, que le dijo un empresario en Santa Fe “yo prefiero que haya demanda salarial pero que esté todo vivo, y no como me pasó en la década del `90 que tuve que pintar 7 veces la fábrica para no echar la gente, porque la producción no tenía a quién venderle”. Estamos en un proceso que, lógicamente, no es todo un lecho de rosas, hay que ir superando distintos temas y distintas acciones.
Nosotros no decimos que no hay inflación, decimos que la inflación del INDEC es la correcta, pero no decimos que no hay inflación. En el Presupuesto ustedes pueden leer que para el año que viene tenemos prevista una inflación del 7 al 11 por ciento, es natural con un país que va creciendo a este nivel.
Tampoco decimos que hay control de precios, bajo ningún aspecto. Hay seguimiento de precios, que lo estamos haciendo muy bien, con gran colaboración de todos ustedes. Pero también es cierto lo que dice la Asociación de Consumidores, que a veces estamos de acuerdo con ellos y a veces no, pero ellos han demostrado algo que es importante, con este denominado boicot respecto a ciertas exageraciones que hubo en este último tiempo, que funcionó bien. Yo me alegro que haya funcionado bien y les reconozco que por ahí tuvo más eficacia y más rapidez que el marco de seguimiento de precios. Pero también es cierto que hay que reconocerles a lo comerciantes, empresarios, a todos ustedes, el esfuerzo que están haciendo para tener precios acordes a un proceso de evolución y de crecimiento.
Para que no digan que quedan dudas algunos amigos periodistas invité acá al Presidente de la Cámara de Mayoristas. El día martes se le va a hacer el descuento a todos los productos, calculo que lo publicarán en los medios y todo lo demás, estarán todos los productos que tendrán este descuento.
Vamos a seguir apostando al crecimiento, a la inversión, decirles a los bancos que están sobrencajados, están muy líquidos. Yo entiendo después de lo que les pasó en el 2001, la situación del “corralito”, la ida del capital, todo lo que les tocó vivir. Pero hoy pueden prestar a una tasa mucho más baja y tienen que prestarle a la producción.
Quiero decirles a los argentinos que este proyecto ya no es más una contradicción industria o campo, exportación o consumo. Las empresas que exportan tienen que darse cuenta, tienen que entender que por muy buenos que sean los precios internacionales, tienen que tener un precio interno acorde al bolsillo de los argentinos. Después que les vaya muy bien internacionalmente, que tengan rentabilidad interna, pero tiene que haber un principio de solidaridad, nadie se salva sólo.
Esta Argentina va a crecer por muchísimo tiempo. Nosotros queremos un país que consuma. Fíjense que la clase media argentina se había caído al 25 por ciento de la estructura social, otra vez está en el 47 por ciento. Todos nosotros queremos la movilidad social, queremos una clase trabajadora que pueda consumir, que tenga dignidad, queremos comerciantes que tengan rentabilidad ¿De qué nos sirve crecer si sólo lo hace un pequeño grupo de argentinos y el resto aplauden desde la tribuna, sufren, quiebran, se quedan sin trabajo, pierden toda su dignidad? La dignidad de pierde cuando se pierde el trabajo, cuando se quiebra la empresa, cuando se funde el comercio que viene de años, de familias, como ha pasado en mi propia familia.
La idea es que el consumo interno siga creciendo. Es mentira que el consumo es inflacionario, ese es un concepto que juega a favor de la exclusión social. Pensar que el consumo es inflacionario es pensar que en la Argentina van a poder consumir muy poco, porque los que consuman más serán responsables de la inflación. Es un acto de simplismo, me cuesta creer que lo diga gente con tantos títulos en economía. El consumo bajo ningún aspecto es inflacionario, el consumo promueve el crecimiento, combina con la exportación sin ningún problema. En la Argentina hay 3.500.000 más de trabajadores, 1.600.000 que tenían planes y un 1.900.000 que se incorporó nuevamente. Toda esa gente consume, gracias a Dios, y gana mucho más que antes. Los jubilados han mejorado su situación, había un millón de jubilados que estaban excluidos por las privatizaciones de los `90 que se incorporaron al consumo.
Lo que hay que tener es equilibrio. Nosotros confiamos mucho en la racionalidad de ustedes, como confiamos en las asociaciones de consumidores. Están apareciendo responsabilidades en el pueblo argentino que a mí me entusiasman, porque el Estado tiene que impulsar, promover, pero que actúen las asociaciones de consumidores es bueno, piensen como piensen. El hecho positivo de su acción es que están participando organizaciones sociales, esto es fundamental. Ustedes como organizaciones empresariales, comerciales, que participan también de la determinación, sin imposición por parte del Estado sino en un diálogo de ida y vuelta, están demostrando una madurez de la sociedad argentina espectacular, muy buena, que es lo que le va a dar continuidad a este tiempo.
Hay que instalar esta cultura de la convivencia, de entender que la Argentina tiene que crecer. Obviamente en otro tiempo crecerá a otras tasas, pero nosotros tenemos que recuperar el espacio que tenía la economía argentina hace muchísimos años. No basta con cinco años de crecimiento, tenemos que crecer toda la vida, 30, 40 años, lo podemos hacer si todos somos responsables, racionales. Lógicamente, cada vez crecemos con un Producto que es más grande, y se están manteniendo altas tasas de crecimiento, lo cual también nos pone contentos.
A mí me decía un supermercadista el otro día “yo en José C Paz he puesto en marcha nuevamente un supermercado en un lugar que durante la crisis se alquilaba para bailanta”. A mí me puso bien lo que él definió porque eso significa que en lugares como José C Paz que fueron tan castigados por el proceso económico anterior han vuelto a consumir, que los sectores más desprotegidos de la sociedad han vuelto a consumir.
Lógicamente que un proceso de devaluación asimétrica como el que vivimos, tan fuerte, un desacomodamiento de los precios relativos y demás también genera una situación difícil de costos, que hay que manejar con mucha responsabilidad y racionalidad.
Yo creo que lo que están haciendo ustedes hoy es un acto de gran responsabilidad, que si coordinan con la tarea del Estado, si coordinan con la Asociación de Consumidores será bueno. Todos tenemos que tener el marco de la racionalidad.
Lo que nos pasa a los argentinos a veces es que queremos salvarnos de un día para otro, culturalmente somos así. Uno lo entiende porque hemos tenido tantas crisis cíclicas, dos o tres años buenos, dos o tres años malos. Algunos empresarios te venden rápidamente porque es el momento de vender. Además hay algunos que tratan de generar a través de su acción mediática situaciones de “se viene la noche”. Todos sabemos que en la Argentina la noche no se va a venir, va a venir un tiempo mejor, hay un superávit fiscal primario consolidado, un superávit comercial que funciona muy bien, que ha bajado un poco porque han ingresado muchos bienes de capital, hay mucha inversión en el país. Estamos muy consolidados en el tema de reservas, seguimos avanzando en un proceso de desendeudamiento con los organismos internacionales. La relación deuda producto ha bajado fuertemente.
El otro día veía un artículo en un diario que decía “ha crecido la deuda 12.000 millones nominalmente”. Obviamente, porque algunos de los bonos están con la relación del crecimiento del producto y otros están con la relación del crecimiento de la inflación. Pero si esa deuda ustedes la miran con el producto ha bajado sustancialmente. Quien escribió esa nota tendría que haberlo hecho así para que sea una nota intelectualmente apta. Siempre hay que pedir la relación deuda-producto, creo que estamos en 59, 58 después de haber estado arriba de 140, 150 relación deuda producto.
Es decir que las cosas para la Argentina paulatinamente van mejor. Y van mejor porque cada día hay una sociedad más responsable, porque nos sentamos a conversar, porque todos sabemos que tenemos que ir cuidando este proceso.
Nosotros estamos en un proceso electoral. Sería muy fácil salir a decir vótennos a nosotros porque sino se viene el caos, yo estaría faltando a la verdad. Los argentinos pueden elegir tranquilos, elijan y voten tranquilos porque acá no hay ninguna posibilidad de caos.
Este proceso puede tener un perfil más acá, más allá, con características propias de quién lo pueda llevar, pero la Argentina va a entrar en un proceso de estabilidad, de previsibilidad y de crecimiento que con responsabilidad se lo puede llevar absolutamente adelante. Esto lo digo con absoluta tranquilidad, porque si de algo nos preocupamos fue de darle solvencia, solidez a la situación financiera de la Argentina, que no nos acose el Fondo, al contrario. Inclusive hoy el presidente del Fondo que va a ser electo es alguien que dijo que el Fondo fue el mismo diablo para la Argentina. Con los bancos, tanto con el Banco Mundial como con el BID estamos bajando la deuda, les estamos pagando. Es decir que pagamos más de lo que estamos recibiendo en crédito en un proceso de desendeudamiento. El proceso de la deuda privada se está cumpliendo absolutamente a pesar de una situación internacional complicada. Ustedes saben que el problema inmobiliario, el problema de las hipotecas de baja calidad ha afectado a bancos muy importantes y ha generado situaciones, tanto en Europa como en Estados Unidos. difíciles.
Pero fíjense como proceden: acá si nosotros hacemos intervenir ante una crisis al Banco Central no dicen que es una locura. El Banco Nacional de Europa puso euros, miles y miles, no sé cuantos pero puso muchos, lo mismo hizo la Reserva Federal; nadie dijo que eran heterodoxos, ni ortodoxos, tomaron una decisión clara y concreta, no van a permitir que se caiga el sistema.
Yo dije en una charla que tuve en la Fundación Clinton, en esto quiero ser absolutamente claro. Más allá de la situación social y económica, las diferencias que tenía absoluta con el manejo del Gobierno de la Alianza, que durmió, la economía estaba por salir, estaba mejorando y sacó ese impuestazo Si Estados Unidos hubiera procedido de la misma forma que procedió con México, acá en la Argentina seguramente no hubiera habido corralito. Cuando hizo el aporte de fondos a México de 40.000 millones de dólares, cambió el gobierno demócrata por el republicano; y a la Argentina, se acuerdoan cuando se hablaba del “carpintero”, gobierno de Bush no aportó un solo peso y eso derivó en esa situación financiera. Yo hablé este tema con Clinton y evidentemente él dijo que hubiera procedido distinto. Le creo porque ante crisis financieras de este tipo no hay otra forma que intervenir con fondos.
Ahora, nosotros vemos la crisis internacional que hay y vemos que la han resuelto con plata, no la han resuelto con ajustes. Tienen que hacer reordenamiento pero lo primero que hicieron fue poner la plata después tomar todas las medidas necesarias, pero lo primero fue actuar rápidamente ante la crisis que tenían en sus manos.
Ante esta situación dije curémonos en sal, tengamos nuestras reservas, tengamos nuestros ahorros, todas las cuentas del Estado están absolutamente líquidas les puedo asegurar, la recaudación crece a muy buen ritmo. Seguramente el próximo gobierno que venga, calculo que consolidará lo bueno que hemos hecho para salir del infierno, corregirá lo malo que hemos hecho y generará las medidas necesarias para consolidar este proceso en la construcción de la nueva institucionalidad.
Es muy difícil, lo decía Cristina el otro día, hablar de reforma política con un 30 por ciento de desocupados, con 27 por ciento de indigentes y 60 por ciento de pobres. Es muy difícil consolidar la institucionalidad de un país estando en el infierno, primero hay que salir del infierno y después se construye la nueva institucionalidad, el acuerdo social. Se está trabajando fuertemente para darle fuerza a las organizaciones sociales y empresariales como ustedes, que es muy importante que tengan una activa participación en la construcción del funcionamiento de un país moderno.
Nosotros, la verdad que tenemos muchas ganas y mucho entusiasmo, somos racionalmente optimistas y gestos como el de ustedes nos da muchísimo más optimismo.
Les estoy profundamente agradecido, les agradezco este gesto de estar en Casa de Gobierno, les agradezco el gesto de responsabilidad. Administrar saben ustedes que no es una tarea fácil, ustedes lo hacen todos los días, pero cuando se coordina administración con racionalidad y solidaridad se van encontrando respuestas que a veces parecen imposibles. Es bueno que los argentinos vean que los empresarios argentinos están contribuyendo con su responsabilidad la construcción y la consolidación de estos nuevos tiempos. Como lo hace la Asociación de Consumidores, está muy bien lo que hace y le ha ido bien. Le digo a Moreno, ellos anduvieron más rápido que nosotros, hay que felicitarlos, porque han logrado tener éxito en el precio del famoso tomate, realmente en ese tema han sido exitosos y hay que reconocérselo. Cuando estas acciones tienen éxito les sirven a todos los argentinos. Dios quiera que lo que estamos firmando hoy también sea exitoso. Es muy importante que ustedes también estén en contacto con la asociaciones de consumidores para que trabajando juntos podamos evitar el abuso que a veces generan 4 ó 5 vivos o pícaros, que quieren llevar rentabilidades indebidas de las espaldas de todos los argentinos.
También, para terminar, hago un nuevo llamado a los bancos, están muy líquidos, tienen buena platita guardada, me alegra que estén solventes, pero presten a tasas bajas porque sino voy a tener que tomar como Presidente medidas –la estamos preparando- para que no digan después “uy salió el Gobierno y tomó estas medidas”. Les volvemos a pedir por favor, muy educadamente, que tengan el gesto de que se junten las reservas bancarias y de bajar las tasas, generar créditos para la producción, para el consumo. Háganlo que la sociedad lo va a ver muy bien. Sino firmo la resolución.
Muchísimas gracias y a vuestras ordenes. (APLAUSOS)