Querido hermano, amigo y presidente de la amada República de Ecuador, Don Rafael Correa, una alegría que estés con nosotros, que estés en la Argentina, que estés en tu casa. (APLAUSOS). Querido Intendente de Merlo, Raúl Othacehé, querido amigo y compañero nuevamente juntos ante hechos importantes; querido vicepresidente o ya me parece que Gobernador; querido vicepresidente primero de la Cámara de Diputados de la Nación, querido Alberto; vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, viejo compañero de tantas luchas, de tantos sueños; querida amiga y compañera y señora del Intendente Raúl Othacehé; amigos; funcionarios; cancilleres; pueblo de Merlo; hermanos y hermanas que están afuera de este gimnasio; nos han hecho emocionar cuando veníamos hacia aquí en una forma difícil de explicar.
Yo le puedo asegurar que cuando una toca las manos y se besa con sus hermanos argentinos, hermanos latinoamericanos, que estaban allí afuera y acá dentro ofreciendo la fortaleza espiritual para dar las batallas que hay que dar, las batallas cotidianas. Hoy decía Raúl: “yo los puedo mirar de frente porque hemos vuelto a cumplir con Raúl la palabra” - y está la planta de líquidos cloacales terminada - hemos un ídolo que dijimos, se convirtió en realidad. (APLAUSOS).
Pero también me vienen a la memoria aquellos días en que la Patria explotaba, aquellos días en que los dueños de la verdad y del neoliberalismo, a costa de las espaldas de los argentinos, nos querían decir qué Patria teníamos que tener subordinada a otros intereses.
Me vuelve a la memoria cómo renegociamos la deuda externa privada y ahorramos $ 70 mil millones con dignidad, diciendo que había una quita y había una quita y si no, no había acuerdo. Me vuelve a la memoria cuando le dijimos. “Chao” al Fondo Monetario Internacional y en menos de dos años le pagamos la deuda que tenemos con ellos y terminamos el estado de subordinación en que vivía el pueblo argentino. Me vuelve a la memoria cuando dijimos. “basta de impunidad, basta de indultos, basta a la ley de Punto Final y Obediencia Debida, queremos que en la Argentina haya justicia, derecho humanos, que haya igualdad y que definitivamente se termine esa impunidad, que tanto agravió la moral y la memoria de todos los argentinos. (APLAUSOS). Me vuelve a la memoria cuando teníamos 60% de pobres, y dentro algunas horas se va anunciar, que el último semestre llegamos al 23, treinta y siete puntos menos; casi un 6% de indigencia contra el 27; casi 8,5 por ciento de desocupación contra el 20; casi 44 mil millones, 43.500.millones de reserva contra 5; 6.000 ó 7.000 millones de reserva, que teníamos en su momento.
Entonces empezamos a recuperar la dignidad los argentinos, empezamos a sentirnos argentinos y latinoamericanos, terminamos de mirar con esa admiración equivocada hacia aquellos que nos explotaban permanentemente y empezamos a buscar a los hermanos solidarios para construir una Patria que nos contenga todos, una Patria de América del Sur, a repotenciar el MERCOSUR, a repotenciar las alianzas y la convivencia entre la pueblos de la región para construir una voz con fuerza, empezamos a volver a sentir nuestra autoestima, dejamos de sentirnos los peores del mundo, empezamos a sentir dignidad nacional, empezamos a ver esa bandera argentina y abrazarnos con la fuerza de que la Patria merece esa bandera, merece ese signo y merece a los argentinos que tenemos. (APLAUSOS).
Por eso, a pocos días de que voy terminando mi mandato, les quiero agradecer al pueblo argentino, que me dio el coraje para dar todas las batallas que fuimos dando y seguiremos dando. Yo no me voy a ir a la casa, para luchar por la Patria no se necesita un cargo, para luchar por la Patria hay que tener conciencia, dignidad, amor a la bandera y estar en el lugar donde cada etapa histórica indica que uno tiene que estar. (APLAUSOS). Pero nunca en la vida me voy a olvidar de los ojos de ustedes, de esa esperanza, de ese: “Néstor coraje”, “Néstor no falles”, “Néstor júgate”, “Néstor luchemos que la Argentina puede”. Ustedes no saben la fuerza que me dieron y fuimos hacia delante. Pero estemos bien despiertos porque aquellos que fundieron y quebraron la Patria aún existen, aún están hablando, aún se quieren disfrazar de lo nuevo y nosotros sabemos que no son ni lo nuevo ni lo viejo, son la entrega del país, son el quebrar la posibilidad de un país para todos, un país con Justicia, un país con equidad. (APLAUSOS)
Estén presentes siempre y atentos, porque muchas veces a través de lobbies, a través de ese fuerte dinero que manejan, de los medios y demás, tratan de generar y tratan de confundirnos. Nosotros sabemos contra quiénes estamos dando la batalla, nosotros sabemos cuando damos la batalla contra los precios contra quién la damos. Sabemos cuando damos la batalla contra la exclusión social contra quién la damos, sabemos cuando damos la batalla por la construcción de un país con una educación liberadora, que nos permita llegar a todos los sectores de la sociedad también y sabemos con quién la damos. Queremos una universidad que esté abierta a todos los argentinos, una universidad que puedan llegar todos sin distinción de clase, que todos puedan acceder a la educación para formar a la dirigencia, que nosotros necesitamos. (APLAUSOS)
Cuando hablamos de la recuperación de la clase trabajadora, la clase media y los empresarios nacionales, estamos hablando de la construcción del proyecto nacional. Cuando hablamos de San Martín, de Mariano Moreno, del General Belgrano, de Hipólito Irigoyen, de Perón y la inmortal Evita también sabemos de quiénes hablamos. (APLAUSOS)
Yo por eso estoy emocionado, porque me han hecho llorar desde que llegué hasta acá, pero soy así como ustedes me conocieron, llegué a la Casa de Gobierno en el medio del pueblo y la gente con mis convicciones. (APLAUSOS).
Y voy a salir esa Casa de Gobierno honrándolos a ustedes, que creyeron en mí también, voy a salir caminando en medio de la gente y con mis convicciones. (APLAUSOS). No como ellos, que siempre tuvieron que salir por la puerta de atrás o en un helicóptero. Yo voy a salir con este traje cruzado, que me critican tanto, y con estos mocasines, que no les gustan. Pero voy a salir como entré, como fui siempre. (APLAUSOS).
Yo sé que si hay algo y alguna asignatura pendiente es que nunca pude aprender del protocolo, del protocolo de ellos pero sí del protocolo del pueblo, que es el beso, el abrazo, el cariño y el amor permanente. La verdad, que como el protocolo del pueblo es el que vale y yo sé que el protocolo del pueblo, hoy, la quiere escuchar a Cristina, es Cristina la que viene a profundizar la transformación y el cambio en la Patria. Yo en la nueva tarea que me espera de ser “primera dama” (risas), le quiero agradecer a Rafael con todo mi corazón su presencia en Argentina.
¡Viva Ecuador, viva el presidente de Ecuador! ¡Viva la Patria Grande! Y pedirle Cristina que se acerque al micrófono y que hable con ustedes, que hablé con el pueblo argentino.
Muchísimas gracias Merlo, un amigo, un vecino, los abrazo fuertemente y las dejó con Cristina. (APLAUSOS)
Yo le puedo asegurar que cuando una toca las manos y se besa con sus hermanos argentinos, hermanos latinoamericanos, que estaban allí afuera y acá dentro ofreciendo la fortaleza espiritual para dar las batallas que hay que dar, las batallas cotidianas. Hoy decía Raúl: “yo los puedo mirar de frente porque hemos vuelto a cumplir con Raúl la palabra” - y está la planta de líquidos cloacales terminada - hemos un ídolo que dijimos, se convirtió en realidad. (APLAUSOS).
Pero también me vienen a la memoria aquellos días en que la Patria explotaba, aquellos días en que los dueños de la verdad y del neoliberalismo, a costa de las espaldas de los argentinos, nos querían decir qué Patria teníamos que tener subordinada a otros intereses.
Me vuelve a la memoria cómo renegociamos la deuda externa privada y ahorramos $ 70 mil millones con dignidad, diciendo que había una quita y había una quita y si no, no había acuerdo. Me vuelve a la memoria cuando le dijimos. “Chao” al Fondo Monetario Internacional y en menos de dos años le pagamos la deuda que tenemos con ellos y terminamos el estado de subordinación en que vivía el pueblo argentino. Me vuelve a la memoria cuando dijimos. “basta de impunidad, basta de indultos, basta a la ley de Punto Final y Obediencia Debida, queremos que en la Argentina haya justicia, derecho humanos, que haya igualdad y que definitivamente se termine esa impunidad, que tanto agravió la moral y la memoria de todos los argentinos. (APLAUSOS). Me vuelve a la memoria cuando teníamos 60% de pobres, y dentro algunas horas se va anunciar, que el último semestre llegamos al 23, treinta y siete puntos menos; casi un 6% de indigencia contra el 27; casi 8,5 por ciento de desocupación contra el 20; casi 44 mil millones, 43.500.millones de reserva contra 5; 6.000 ó 7.000 millones de reserva, que teníamos en su momento.
Entonces empezamos a recuperar la dignidad los argentinos, empezamos a sentirnos argentinos y latinoamericanos, terminamos de mirar con esa admiración equivocada hacia aquellos que nos explotaban permanentemente y empezamos a buscar a los hermanos solidarios para construir una Patria que nos contenga todos, una Patria de América del Sur, a repotenciar el MERCOSUR, a repotenciar las alianzas y la convivencia entre la pueblos de la región para construir una voz con fuerza, empezamos a volver a sentir nuestra autoestima, dejamos de sentirnos los peores del mundo, empezamos a sentir dignidad nacional, empezamos a ver esa bandera argentina y abrazarnos con la fuerza de que la Patria merece esa bandera, merece ese signo y merece a los argentinos que tenemos. (APLAUSOS).
Por eso, a pocos días de que voy terminando mi mandato, les quiero agradecer al pueblo argentino, que me dio el coraje para dar todas las batallas que fuimos dando y seguiremos dando. Yo no me voy a ir a la casa, para luchar por la Patria no se necesita un cargo, para luchar por la Patria hay que tener conciencia, dignidad, amor a la bandera y estar en el lugar donde cada etapa histórica indica que uno tiene que estar. (APLAUSOS). Pero nunca en la vida me voy a olvidar de los ojos de ustedes, de esa esperanza, de ese: “Néstor coraje”, “Néstor no falles”, “Néstor júgate”, “Néstor luchemos que la Argentina puede”. Ustedes no saben la fuerza que me dieron y fuimos hacia delante. Pero estemos bien despiertos porque aquellos que fundieron y quebraron la Patria aún existen, aún están hablando, aún se quieren disfrazar de lo nuevo y nosotros sabemos que no son ni lo nuevo ni lo viejo, son la entrega del país, son el quebrar la posibilidad de un país para todos, un país con Justicia, un país con equidad. (APLAUSOS)
Estén presentes siempre y atentos, porque muchas veces a través de lobbies, a través de ese fuerte dinero que manejan, de los medios y demás, tratan de generar y tratan de confundirnos. Nosotros sabemos contra quiénes estamos dando la batalla, nosotros sabemos cuando damos la batalla contra los precios contra quién la damos. Sabemos cuando damos la batalla contra la exclusión social contra quién la damos, sabemos cuando damos la batalla por la construcción de un país con una educación liberadora, que nos permita llegar a todos los sectores de la sociedad también y sabemos con quién la damos. Queremos una universidad que esté abierta a todos los argentinos, una universidad que puedan llegar todos sin distinción de clase, que todos puedan acceder a la educación para formar a la dirigencia, que nosotros necesitamos. (APLAUSOS)
Cuando hablamos de la recuperación de la clase trabajadora, la clase media y los empresarios nacionales, estamos hablando de la construcción del proyecto nacional. Cuando hablamos de San Martín, de Mariano Moreno, del General Belgrano, de Hipólito Irigoyen, de Perón y la inmortal Evita también sabemos de quiénes hablamos. (APLAUSOS)
Yo por eso estoy emocionado, porque me han hecho llorar desde que llegué hasta acá, pero soy así como ustedes me conocieron, llegué a la Casa de Gobierno en el medio del pueblo y la gente con mis convicciones. (APLAUSOS).
Y voy a salir esa Casa de Gobierno honrándolos a ustedes, que creyeron en mí también, voy a salir caminando en medio de la gente y con mis convicciones. (APLAUSOS). No como ellos, que siempre tuvieron que salir por la puerta de atrás o en un helicóptero. Yo voy a salir con este traje cruzado, que me critican tanto, y con estos mocasines, que no les gustan. Pero voy a salir como entré, como fui siempre. (APLAUSOS).
Yo sé que si hay algo y alguna asignatura pendiente es que nunca pude aprender del protocolo, del protocolo de ellos pero sí del protocolo del pueblo, que es el beso, el abrazo, el cariño y el amor permanente. La verdad, que como el protocolo del pueblo es el que vale y yo sé que el protocolo del pueblo, hoy, la quiere escuchar a Cristina, es Cristina la que viene a profundizar la transformación y el cambio en la Patria. Yo en la nueva tarea que me espera de ser “primera dama” (risas), le quiero agradecer a Rafael con todo mi corazón su presencia en Argentina.
¡Viva Ecuador, viva el presidente de Ecuador! ¡Viva la Patria Grande! Y pedirle Cristina que se acerque al micrófono y que hable con ustedes, que hablé con el pueblo argentino.
Muchísimas gracias Merlo, un amigo, un vecino, los abrazo fuertemente y las dejó con Cristina. (APLAUSOS)