PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACION, NESTOR KIRCHNER DURANTE EL ACTO DE ENTREGA DE 622 NUEVAS VIVIENDAS, EN MORENO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACION, NESTOR KIRCHNER DURANTE EL ACTO DE ENTREGA DE 622 NUEVAS VIVIENDAS, EN MORENO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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Queridos hermanos y hermanas de esta querida localidad de Moreno; quiero saludar al amigo Gobernador de la provincia; al amigo Vicepresidente de la Nación y seguramente el futuro Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; al señor Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, yo no le voy a decir veterano, al gran amigo Alberto Balestrini, que regio honor acompañar a Daniel en la fórmula; al intendente municipal, mi querido amigo Andrés Arregui; al señor Obispo de la Diócesis de Merlo-Moreno, Monseñor Fernández Bargallò, realmente gracias por la bendición, gracias por acompañarnos, es un placer compartir con usted esta instancia tan importante en la vida de tantas familias; autoridades nacionales, provinciales y municipales: yo les quiero decir con toda mi fuerte fe en Dios, que para un ser humano no hay nada mejor que poder mirarle a los ojos a otros seres humanos, y cuando vengo a Moreno, lo hago con esa tranquilidad de conciencia de haber cumplido con ustedes, de haber dicho que íbamos a trabajar intensamente, de que íbamos a hacer obras, de que íbamos a hacer viviendas, de que íbamos a hacer obras de infraestructuras, de que íbamos a hacer escuelas, de que íbamos a cambiar lo que tanto le costó llevar adelante a Mariano, en su momento, y después a nuestro querido Intendente, junto luchando con otros compañeros prácticamente desde la soledad. (APLAUSOS).

Ustedes saben que este presidente pingüino, aunque a algunos no les gustan, pero yo soy un pingüino y no tengo problemas y este presidente pingüino les dice de corazón que he hecho todo para cumplir, todo para generar trabajo, todo para combatir la pobreza, todo para vencer la indigencia y creo que hoy voy a dormir más tranquilo porque sé que hay casi 700 familias que creyeron, 700 familias que se van a juntar alrededor de la mesa y van a decir: “vieja, viejo, chicos tenemos la casa propia, la justicia y la dignidad”. (APLAUSOS).

Gracias por creer, en la vida la fe es fundamental, yo les cuento que a mí me tocó gobernar un período de la historia tremendamente difícil, un país que se derrumbaba, un país donde todo estaba permitido. Por eso hoy les digo a los argentinos, cuando algunos quiere decir ciertas cosas, e insinuar ciertas cosas, que yo las acepto con caridad cristiana, que por primera vez en esta Argentina se combate en serio la corrupción, que por primera vez en esta Argentina hacemos los controles en todas las áreas que tenemos que hacer. Hace muchísimos años que en la Argentina no pasaba esto, y toque a quien toque y caiga quien caiga porque yo no pongo las manos en el fuego por nadie, voy en la búsqueda de la verdad permanente. (APLAUSOS).

Y cuando digo que no pongo las manos en el fuego por nadie, no es por desconfianza, sino que los ciudadanos depositaron en mí confianza y yo voy a responder a esa confianza. Y los controles, las seguridades, la cristalinidad siempre van a estar siendo impulsadas por mí con todas las fuerzas que no hicieron aquellos que a veces hablan, que tapaba todo. Yo no tapo nada, cuando el pueblo se entere, como corresponde y tomamos las medidas como corresponde porque así debe ser, esa es la verdadera lucha por la verdad, esa es la verdadera lucha por la claridad y cuando uno tiene la posibilidad de no tapar nada, es porque no está comprometido con nada, si tiene las manos absolutamente limpias para que nadie los condicione para nada. Argentinos: tienen un Presidente que no está condicionado y puede avanzar en todos los temas, con todas las fuerzas en la búsqueda de la verdad. (APLAUSOS).

Por eso siempre les pido que me ayuden, por eso siempre les pido que me acompañen. Y hoy también les voy a pedir algunas cosas, una fundamental para que la Argentina siga cambiando, tenemos – y yo creo que las mujeres, al revés de Felipe, mayormente hacen mejor las cosas que nosotros - una disidencia con él. Y no lo digo porque le tenga miedo a Cristina, sino porque lo pienso así, pero ahí tienen una compañera, una amiga, una hermana, una ciudadana, de todos ustedes, que viene con la fuerza y la decisión de profundizar el cambio en la Argentina. Les vengo a decir, con ella, aún ustedes van a estar mucho mejor, pero para que la Argentina siga cambiando y los intereses de siempre que quieren volver de cualquier manera, tratando de aparecer a veces más buenos o distintos, no tengan esa posibilidad, yo les pido que a esta, a mi compañera de todos los tiempos, a esta compañera que tienen ustedes, a este cuadro político que realmente ponemos a consideración de la ciudadanía, ustedes ayúdenla con la fuerza del corazón, con la fuerza de la pasión, para que profundice la transformación, el cambio y la verdad en nuestro país. (APLAUSOS)

También, quiero agradecer el acompañamiento de todos ustedes, de los intendentes, de tanta gente de distintos partidos, el acompañamiento de los pastores de mi iglesia, que siempre tuvieron la virtud de ayudar a construir el clima de convivencia, que esto es lo importante siempre colocando la otra mejilla para construir la Argentina que nos merecemos.

Yo les cuento, si ustedes me permiten, desde acá a todo el país, que estoy a punto de terminar mi mandato y me voy con amor, con alegría, sin una sola cuota de odio bajo ningún aspecto, me voy casi totalmente renovado y totalmente agradecido, agradecido a ustedes que confiaron en mí, que me ayudaron, que junto fuimos levantando los ladrillos del nuevo país, que juntos comenzamos a construir y a consolidar nuestra espiritualidad, que juntos empezamos a consolidar el amor, que nos empezamos a mirar mejor, que nos empezamos a dar cuenta que el pueblo tomado de la mano, juntos, solidarios de la diversidad y de la pluralidad puede construir los nuevos tiempos.

Yo sé que ya vendrá el tiempo que toda la clase política pueda entender que tiene que cambiar, que no sirve la lucha agresiva por el poder, que no sirve desesperarse por ser y no hacer nada porque ya vimos lo que pasó en la Argentina. Se darán cuenta que lo importante es llegar para cambiar, para hacer todo el esfuerzo con los aciertos y con los errores para que nuestro pueblo pueda estar mejor, para sentirse tranquilo, para poder dormir tranquilo, para sentir cuando uno mire la etapa de su historia hizo lo que tenía que hacer.

Me emociono porque veo todos los rostros de ustedes que tantas veces me acompañaron cuando era candidato, cuando nadie me conocía, cuando me tomaban de la mano y me decían. “avanzá Kirchner, júgate, júgate por nosotros”. Yo les puedo asegurar que me jugué por la Argentina, por ustedes, con toda miS fuerzaS, con los aciertos y los errores que tenemos todos los seres humanos. Sé que cada vez que toco a uno de ustedes estoy tocando fuente de energía positiva, de fe, de solidaridad, de fe en Dios, que creemos que hay una sociedad solidaria que se puede construir.

Estamos saliendo del infierno, el 10 de diciembre de 2007 cuando me esté yendo, espero decirle al pueblo que estamos entrando al purgatorio. Y sé que desde allí, de la mano de Cristina, de Daniel y de tantos otros, vamos a marchar hacia el lugar que todos nos merecemos, que es un lugar de esperanza, de construcción de nuevos amaneceres, de seguir logrando la posibilidad del trabajo para todos, de seguir mejorando la posibilidad de la distribución del ingreso, de seguir soñando que todos los días podemos vivir mejor. Hay que luchar todos los días por vivir mejor, no conformarnos, luchar todos los días por una Argentina más justa.

Muchísimas gracias, pero muchas gracias Moreno, un hermano los saluda y los abraza, muchas gracias por haberme dado tanta fuerza y tanta fe, muchas gracias a todos. Yo los llamo a convivir en el amor, en la solidaridad, los llamo a seguir soñando, es lindo soñar. Y a los que van a vivir a las nuevas casas, cuando estén en Navidad el 24 de diciembre levanten la copa y acuérdense que yo voy a estar brindando con ustedes porque voy a estar feliz que ustedes estén compartiendo su nuevo sueño.

Muchísimas gracias, muchas gracias querido intendente, Mariano, Felipe, muchas gracias a todos ustedes. Viva la Patria, viva Moreno, viva la provincia de Buenos Aires. Muchísimas gracias. (APLAUSOS)