PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACION, NESTOR KIRCHNER, EN LA CAMARA DE COMERCIO ARGENTINA – MEXICANA, EN EL DISTRITO FEDERAL DE MEXICO

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACION, NESTOR KIRCHNER, EN LA CAMARA DE COMERCIO ARGENTINA – MEXICANA, EN EL DISTRITO FEDERAL DE MEXICO

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Señor Presidente del Comité Argentino – Mexicano; señores miembros de la Cámara de Comercio Argentina – Mexicana; señores empresarios; distinguida comitiva que me acompaña; señoras y señores: queridos amigos empresarios quiero agradecer la oportunidad que nos brindan de compartir este momento y en forma conjunta generar algunas reflexiones. Resulta realmente propicio que este encuentro con empresarios mayoritariamente mexicanos, al que también han concurrido varios compatriotas.

Hace unos meses, en abril pasado, Cristina tuvo oportunidad de relatarles en este mismo foro el estado de la evolución de la economía argentina y la potencialidad que tendría el fortalecimiento de la relación bilateral entre la República Argentina y los Estados Unidos de México. En aquel viaje se avanzó en los últimos detalles del proyecto de asociación estratégica, que felizmente acabamos de firmar con el señor Presidente de México, nuestro querido amigo Felipe Calderón.

Hemos dicho, y ustedes lo saben, que este tipo de acuerdos que involucran las instancias oficiales, requiere cada vez del protagonismo de los distintos sectores de las comunidades nacionales, para el logro de las metas que los gobiernos proponen. Este nuevo Acuerdo de Asociación Estratégica entre Argentina y México profundiza, sistematiza y organiza la siempre positiva y dinámica relación entre nuestros países; prevé la institucionalización de los canales de diálogo y concertación política, entre los gobiernos de las perspectivas bilaterales, regional e internacional; promueve una más ágil vinculación para la cooperación científica, tecnológica, educativa y cultural, convocando para esto tanto a las agencias estatales como a las organizaciones sociales. Por supuesto, el acuerdo también hace un énfasis especial en la cooperación conjunta para el desarrollo económico sostenible con justicia social.

Desearía desarrollar ante ustedes un poco más este tópico, que sé que es de su interés y que constituye una de las mayores preocupaciones de mi Gobierno. Es importante preocuparse respecto de cómo sostener el crecimiento económico, trasformándolo en un desarrollo sustentable, en el que estén incluidos todos los habitantes de nuestros países. Sin embargo, la cuestión no se reduce a obtener la sustentabilidad macroeconómica de un proceso de desarrollo, sino pasa también centralmente por la sustentabilidad social de este proceso.

En la creación de puestos de trabajo decente, en la mejora de la distribución del ingreso, de modo que ceda la desigualdad, está la clave para el fortalecimiento de los mercados internos y la sustentabilidad social de la que hablábamos. No se trata de la simple sustentabilidad política de un proceso económico; es mucho más amplio que eso, la sustentabilidad social protege la inversión y convivencia al interior de cada país. Por eso pensamos que no es tema, que atañe solamente a uno de nuestros países.

El empresariado inteligente tiene que aportar responsabilidad social para que esa ecuación cierre, no por beneficencia sino para defender mejor aún su propio interés. En otro orden es sabido por ustedes, que hoy la relación de Argentina y México en el campo económico y comercial, atraviesa un excelente momento, los que nos permite anticipar un futuro provechoso para ambos países. Esta relación se basa en tres ejes bien definidos: el comercio bilateral, las corrientes de inversiones y las posibles asociaciones empresariales tendientes a impulsar actividades recíprocas en nuestros respectivos mercados nacionales y, eventualmente, de manera conjunta también porque no en terceros mercados.

La importancia de la situación actual y potencial de México en el ámbito internacional, las dimensiones de su mercado, su economía y su comercio y finalmente su rol clave en el ámbito continental, hace que reúna para la Argentina todas las condiciones de un socio de características estratégicas. Si a ello le agregamos las óptimas relaciones que nos han unido históricamente creemos que podemos afirmar que estamos ante la posibilidad cierta de recorrer juntos un camino largo y exitoso en los años venideros.

Nos impresiona profundamente el desempeño reciente de la economía mexicana, cuyo PBI ha superado los 730.000 millones de dólares en el 2006, experimentando así un notable crecimiento de casi el 20 por ciento en el transcurso de los últimos 5 años.

Ustedes conocen mejor que nadie la situación económica mexicana, permítanme entonces mencionar algunos hechos y cifras que atestiguan el favorable momento en que se encuentra la economía de mi país. Actualmente, transitamos por el quinto año consecutivo de importante expansión del PBI, habiendo crecido estos 4 años a una tasa anual entre el 8 y el 9 por ciento y esperamos, en el 2007, que sea superior al 8 por ciento. Yo soy más optimista que el Ministro de Economía (RISAS). Lo que da un resultado en un período de expansión económica ininterrumpida, es el crecimiento más importante que ha tenido la Argentina en los últimos 100 años, eso marca la perspectiva y la proyección del proceso que estamos llevando adelante.

Pero saben ustedes que no buscamos sólo el crecimiento, sino también inclusión social, porque creemos que esa es la asignatura pendiente en nuestra América latina. Para esto resulta fundamental la creación de empleo genuino. Hemos podido bajar la tasa de desempleo, desde el 27 por ciento de la población económicamente activa, en el 2002, a menos del 9 por ciento, en la actualidad.

El robusto crecimiento en la economía argentina también ha tenido su proyección sobre el comercio exterior, nuestras ventas a todo destino han venido creciendo durante los últimos 4 años a un 16 por ciento anual, hasta sobrepasar, en el 2006, los 46.000 millones de dólares, esperando llegar, en el presente año, a la meta de los 50.000 millones de dólares, inclusive más, con lo que se habría duplicado el monto de nuestras exportaciones en el término de los últimos 4 años.

Por dar un último dato, nuestras exportaciones en el mes de junio crecieron el 17 por ciento, superando el 15 por ciento que venían creciendo y nuestras importaciones han crecido un nivel de un 25 por ciento. Pero la gran calidad que están mostrando nuestras importaciones es que el mayor crecimiento de importaciones eran los bienes de capital, que eso está marcando que hay un proceso de inversión muy sustentable en la Argentina.

Por el lado de las inversiones también se registraron sensibles progresos: la Inversión Bruta Interna fija 17 trimestres consecutivos de aumento, ahora se registra una relación entre la inversión y el PBI entre el 20 y el 23 por ciento, lo que implica un contraste notorio con el nivel del 2002, en que sólo se llego a poco más del 11 por ciento. Para que ustedes tengan una idea, el nivel de inversión más alto que había tenido la Argentina había sido en 1998, en este momento la Argentina, con los datos del mes de junio, está superando esa inversión en un 22,9 por ciento.

A nivel de desagregado se aprecia que la recuperación de la inversión bruta interna fija no sólo respondió a una mayor inversión en obra civil, sino que también fue impulsada por la incorporación de maquinarias, equipos de rubros, particularmente afectados durante la crisis.

La inversión extranjera directa, como decía nuestra representante, nuestra presidenta de la Agencia de Inversiones, la doctora Beatriz Nofal, observó un comportamiento dinámico, que en el último trienio llegando en el 2006 es de 5.491 millones de dólares, superando el promedio anual de la década del ’90, neto de privatizaciones que se ubicaba en el orden de los 5.300 millones de esa moneda. Además ostentaba otro signo distintivo: la inversión extranjera directa se destinó en un 96 por ciento a la ampliación de las capacidades productivas o el ingreso de nuevas firmas, ayudando a destruir el desempleo.

Sólo el 4 por ciento restante se dirigió a compras de firmas existentes; en los ’90 el 60 por ciento tenía ese destino y entre ellas dirigidas a privatizaciones triplicaban obviamente la disminución de puestos de trabajo. Por cierto, se observó en los últimos 2 años una normalización del sistema financiero, con una notoria baja de las tasas de interés y un persistente aumento de crédito al sector privado.

La recuperación de la inversión ha desempeñado un rol clave en la sustentabilidad del crecimiento, en el mediano y largo plazo. En este sentido, viene al caso combinar algunos datos que refrendan la influencia del proceso del desarrollo económico argentino. Pero las inversiones cuya arquitectura descansan sobre firmes bases, otorgamos trato de nacional a los inversores extranjeros, libertad de acceso a todos los sectores económicos y acceso a los programas de incentivo locales.

Todo esto basado en la concepción de que no aceptamos un crecimiento a cualquier costo, puesto que queremos un crecimiento sostenible, que respete las futuras generaciones de ciudadanos. Suscribimos el compromiso de hacer todos los esfuerzos posibles, por entregar a la generación que nos suceda un planeta que esté igual, incluso mejor, de lo que encontramos y no deteriorado por el abuso irresponsable.

El excelente estado de nuestras relaciones bilaterales, signado siempre por el buen entendimiento, está cimentado por numerosos e importantes contactos a todo nivel, que ocurren continuamente y particularmente por la visita de delegaciones y misiones, tanto oficiales, privadas, mixtas de gran relevancia.

Como he dicho al principio la intensificación de las relaciones económicas y comerciales bilaterales no es tarea solamente de los Gobiernos, sino también de los sectores privados quienes han contenido a las estructuras institucionales que establecemos de las respectivas administraciones públicas. Es precisamente, la interrelación entre el sector público y privado la que permite aprovechar al máximo las oportunidades de negocios, proporcionando a los Gobiernos un marco propicio y estable desde el punto de vista jurídico y macroeconómico. Por otro lado, un sector privado, socialmente responsable, que asume el lógico riesgo empresarial y aporta su visión de negocio.

Caracterizando un poco más nuestro comercio bilateral, este ha observado un crecimiento constante, a través del último quinquenio, pasando de 880 millones de dólares, en el 2002, a 2.600 millones de dólares, en el 2006. Es decir que hemos tenido un incremento del 194 por ciento y sigue la proyección geométrica de ese crecimiento, que nosotros creemos que se va a consolidar y profundizar.

Las exportaciones argentinas a México crecieron en un 104 por ciento, pasando de un valor de más de 700 millones de dólares, en el 2002, a casi 1.500 millones de esa misma moneda, en el 2006. En tanto, las importaciones argentinas desde México dieron un salto espectacular, incrementándose en más del 600 por ciento, en el período considerado, pasando de más de 150 millones de dólares, en el 2002, a más de 1.100 millones en el 2006. De esta forma México se ha convertido en el sexto destino para las exportaciones argentinas y en el quinto proveedor de nuestro país.

Las cifras mencionadas abonan el hecho de que la relación comercial entre Argentina y México es muy relevante, ya que ambos países muestran un considerable potencial para convertirse en importantes proveedores y clientes el uno del otro. Naturalmente con tendencia siempre creciente. A ello se agrega el hecho de que la mayor parte del comercio en ambos sentidos está constituido por manufactura de origen industrial, de un gran dinamismo y efecto multiplicador sobre nuestras respectivas economías.

Con relación a las perspectivas de crecimiento nuestro intercambio bilateral, creo que se verán indudablemente favorecidas por el protocolo adicional del Acuerdo de Complementación Económica entre ambos países, suscripto en el marco del ALADI. La ampliación de este acuerdo otorga preferencia a casi 1.500 posiciones arancelarias, que cubren productos, que van de los bienes agropecuarios y los químicos a los aparatos mecánicos, máquinas, herramientas, pasando por las manufacturas de plástico, caucho, metales y productos eléctricos.

Por otra parte, estamos en condiciones de afirmar que el otro aspecto significativo de nuestras relaciones económicas, es decir las inversiones, también se han desarrollado muy significativamente los últimos años. En efecto, las inversiones mexicanas en Argentina han alcanzado importantes volúmenes en sectores claves de nuestra economía. Como por ejemplo: alimentos, telefonía, materiales para la construcción, productos farmacéuticos, industria, editorial, minería, comercio, hotelería y entretenimiento. Se estima que las inversiones ascienden, en la actualidad, a más de 2.000 millones de dólares, lo que convierte a México en un importante inversor en mi país.

Por nuestra parte la inversión argentina en México también está adquiriendo un carácter cada vez más relevante, ya que se dirige también a sectores muy dinámicos y variados de la economía mexicana, como los son por ejemplo el sector siderúrgico, la fabricación de maquinarias, equipos y accesorios eléctricos, prestación de servicios profesionales, comercio, hotelería, imprenta, productos farmacéuticos, industria de la construcción, textiles, indumentaria, transporte, comunicaciones, calzado y química básica.

Señores y señoras empresarios: a partir de la firma del Acuerdo de Asociación Estratégica, los gobiernos de Argentina y México han expresado su voluntad política de agilizar las relaciones bilaterales. Por otra parte, estoy seguro que la visión de los sectores del empresariado nacional se nutre con instancias de reflexión y análisis como este Seminario.

Creo que tenemos que tener un claro sentido de construcción, no coyuntural sino estratégico de las relaciones bilaterales entre Argentina y México, creo que Argentina y México, México y Argentina, tienen que caminar en la profundización de las relaciones bilaterales y también tienen un trabajo conjunto de complementación a llevar adelante en la región, en nuestra América Latina, donde creo que esa tarea de complementación entre Argentina y México puede llegar a constituir un mercado en la pluralidad y en la diversidad, tanto en lo político, en lo institucional como en lo comercial, que puede permitir a la región constituir una voz, un espacio de inversión, de realización respecto a otros bloques en el mundo y constituir un marco inédito, que hasta ahora no lo hemos podido hacer, muchas veces por discusiones casi primitivas de liderazgos que no tendrían porque existir en el espacio de América latina, otras veces por el exceso a la individualidad y otras porque no nos animamos a hacer lo que tenemos que hacer. Esto no significa tener que romper otros contactos y otras calidades institucionales y otras relaciones institucionales que se puedan tener, sino por el contrario darle a la región y a América latina el lugar que América latina se merece. Una relación entre la América latina del norte, México, profunda con la Argentina y profundizada con el resto de los países de la región, no tengan ninguna duda que va a tener un resultado espectacular.

A su vez, en el marco de la relación bilateral, creemos que esto recién comienza. La consolidación institucional mexicana, la consolidación de su situación económica, la consolidación y el mejoramiento de su situación social, acompañado este proceso también en la Argentina, donde nosotros esperamos profundizarlo con mucha fuerza. Nosotros en esta etapa que nos ha tocado vivir desde el 25 de mayo de 2003 a la que va a terminar el 10 de diciembre de 2007, hemos expresado permanentemente que en la Argentina estaba tratando de salir del infierno. Creemos que el 10 de diciembre de 2007 la Argentina habrá salido de ese infierno y entrará a caminar los rumbos del purgatorio.

Ustedes que han vivido algunas crisis también, que tienen una profunda experiencia, saben que no sólo es mucho más fácil a veces derrumbar lo construido que volver a construir y generar alternativas, sino que cuando un país que no atiende a un comportamiento normativo que esté acorde al ida y vuelta necesario que hay en las relaciones internacionales, esa pérdida de credibilidad también es muy difícil después restablecerla porque quedan los daños de esas crisis profundas que nos tocan vivir.

Por eso nosotros hemos asumido con absoluta humildad cual era nuestra situación. ¿Y qué decimos ahora? Que en esta etapa hicimos las políticas fundacionales de la reconstrucción argentina. Como bien se expresaba aquí, consolidamos conceptos como superávit fiscal primario, superávit comercial, crecimiento permanente de la recaudación acorde con una política de ingresos y gastos, reconversión en infraestructura, consolidación en la política de exportaciones, consolidación en el mercado interno, políticas de inclusión social, es decir políticas centrales.

Nosotros creemos que la Argentina, en la etapa que viene y que le va a tocar conducir a la que va a ser presidenta de los argentinos, (APLAUSOS Y RISAS), es una expresión individual mía, no tenemos ninguna duda que pasa por la construcción de la nueva institucionalidad que tiene que construir la Argentina. Creemos que para ello nos estamos preparando con muchísima fuerza y estamos tomando todos los recaudos, los estudios, la consolidación, de ese tiempo que le toca vivir a nuestro país.

Vamos construyendo conceptos que son fundamentales; la Argentina y los argentinos tenemos que entender que hay ciertos mecanismos que son fundamentales para hacer administraciones correctas. Fíjense ustedes que nosotros hemos hecho este tema, fundamentalmente yo, pero no desde el concepto fiscalista, sino de la concepción. Primero, el desendeudamiento permanente; segundo, hicimos una correcta renegociación de la deuda externa argentina, que nos permitió ahorrar 70.000 millones de dólares; tercero el desendeudamiento de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, que a nuestro juicio, responsable de muchísimas de las políticas equivocadas que se llevaron en la Argentina, propia de una clase dirigente, que a veces atienden más con el oído hacia lugares que no deben que a otros que debían escuchar con más fuerza.

A nosotros nos significaba una dependencia de decisiones permanentes, que no iba con las necesidades de la Argentina los conceptos y las filosofías de las políticas que aplicaba el Fondo en la región, que eran absolutamente recesivas y negativas. Por eso esperamos una fuerte autocrítica de este organismo que puede ser muy útil para el mundo, obviamente si cumple el rol que tiene que cumplir, pero sí tiene que tener una fuerte capacidad de autocrítica y darse cuenta que fue generador de crisis muy importantes en toda la región Latinoamericana.

Todo eso nos llevó a la construcción de políticas para poder movernos con autonomía en la globalización, cosa que estamos haciendo ahora con mucha fuerza, con mucha persistencia y con muchos conceptos claros y concretos para construir tanto lo interno como lo externo lo que lo estamos llevando adelante.

Por eso decimos que la Argentina está absolutamente estable, fíjense ustedes que el amigo decía 34.000 millones de reservas, hoy, en este momento, tenemos 44.300 millones de reserva, prácticamente cuando tomamos el Gobierno teníamos 6.000 millones de reserva y con vencimientos, default. No quiero ni acordarme lo que fueron esos días, uno iba segundo a segundo. Recuerdo que le decía a mis colaboradores, que hoy estamos gobernando segundo a segundo, espero que en el segundo semestre podamos gobernar minuto a minuto, esa era la profundidad de la crisis que había en la Argentina, la angustia que uno llevaba en si mismo y la responsabilidad que tenía ante la agudización de las contradicciones en todos los campos.

Hoy creemos profundamente en un proyecto industrial, ustedes miren que las exportaciones argentinas están constituidas en un 48 por ciento por manufacturas agro – industriales, esto es muy importante. Ya no tenemos una dependencia tal de las exportaciones primarias como teníamos antes, la conjunción de la exportación en el consumo interno para el crecimiento es fundamental. Y también un país que recauda con mucha seriedad, hoy estamos cerrando este mes, en estas horas, la recaudación de este mes y año a año, creo que el año pasado habíamos recaudado 12.698 millones de pesos, este año vamos a recaudar 17.500 millones de pesos, con un crecimiento del 36 por ciento de año a año, lo cual está marcando la responsabilidad que estamos teniendo nosotros para seguir aumentando nuestra recaudación, cuya recaudación y crecimiento se basa en el crecimiento del IVA, que es el crecimiento al consumo y en el crecimiento relevante de ganancias que es uno de los impuestos más distributivos que existen, lo cual está marcando con claridad que hay un crecimiento absolutamente genuino y esto es muy importante para nosotros. Pero, obviamente que seguimos muy de cerca los números porque es fundamental para hacer cualquier administración responsable y seria.

Decimos que es muy importante el concepto, la filosofía, la inclusión social, el rumbo, el destino, el crecimiento no concentrado, como pasó en la década del 90, sino con un claro sentido en el marco de la distribución del ingreso, pero si no hay administración seria, responsable, que se desendeude, que se recupere realmente la potencialidad de nuestros países también es muy difícil llevar esto adelante con permanentes endeudamientos, como pasó en el pasado, donde ustedes saben que fueron los derivadores de la crisis que nos ha tocado vivir.

Por eso venimos a México con un tremendo entusiasmo, con muchísimas ganas, pero un tremendo entusiasmo basado en la racionalidad de los hechos y nos encontramos, también, con un México, con una institucionalidad en todos sus aspectos en México; desde la conversación que hemos tenido con el Presidente, inclusive con el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, con los sectores empresarios, que nos alegran muchísimo porque los diálogos fueron profundos, fueron serios, con una clara concepción de construir un tiempo histórico diferente en nuestro país, en la relación bilateral de nuestros países y aportar a la construcción en el espacio latinoamericano, que es muy importante y también construir con los otros bloques del mundo que nos de una solvencia tan necesaria que tenemos que tener.

Por eso, queridos amigos, les agradezco la oportunidad de conversar con ustedes, lo considero muy importante, estamos mostrando una fotografía de lo que es hoy la Argentina. Seguramente hay muchísimas asignaturas pendientes por delante. Recién estamos entrando al purgatorio, esperemos que el 10 de diciembre de 2007, como les decía pero evidentemente largo es el camino a recorrer, pero nos sentimos tremendamente motivos, como se deben sentir ustedes cuando se van rindiendo la asignaturas pendientes, cuando uno ve que se pueden construir países solventes, serios, racionales, responsables, cuando se puede compatibilizar el crecimiento con la inclusión social, cosa que algunos analistas y algunos economistas decían que esto era imposible o siempre priorizaban en la construcción el crecimiento en la construcción y no en la distribución. Evidentemente creemos que este mundo de hoy nos está permitiendo ver que no hay perspectivas que sean contradictorias y que en la diversidad se pueden construir alternativas que nos pueden dar las respuestas que todos nosotros estamos buscando.

Así que estamos en un tiempo realmente importante, tenemos que tener capacidad transgresora, capacidad de elaboración de pensamiento, tenemos que tener capacidad de autocrítica, capacidad de corrección y tenemos que plantear con absoluta sinceridad todas las discusiones que se deban dar. Por eso, también, insto a los mexicanos, a los argentinos, a los empresarios mexicanos y a los empresarios argentinos, a todas las expresiones culturales e intelectuales a que no tengamos miedo a debatir entre nosotros todos los temas que tengamos para encontrar esas verdades superadoras que nos puedan contener. Porque de ese debate amplio, libre, creador van a surgir las nuevas opciones.

No hay duda que el futuro nos está indicando que si queremos dar respuestas inteligentes y realmente positivas para nuestros países tenemos que entrelazarnos en las grandes alamedas de esta América latina y por supuesto, en las grandes alamedas que unen a México y Argentina para construir los espacios de crecimiento, de solidaridad y de mejor futuro que nos esperan a nuestros países; entre México y Argentina la profundización debe ser total y absoluta.

Yo les puedo asegurar que con esa voluntad hemos venido a México, no hemos encontrado permanentemente con la misma respuesta y estamos permanentemente satisfechos.

También me dijo aquí nuestro querido amigo presidente de la Asociación que nos convoca y me dice si usted está dispuesto a aceptar que le hagan algunas preguntas y yo le respondí que con todo gusto. Así que les agradezco profundamente, les agradezco la virtud y la paciencia que han tenido de escucharme y quedo a vuestra disposición para cualquier pregunta que quieran hacerme. Muchísimas gracias.