Querido Gobernador de la provincia amada de Santiago del Estero, querido Gerardo, muchas gracias por volver a compartir aquí en Quimilí, en Santiago del Estero, tierra de argentinos.
Sería bueno que levantemos las pancartas y la patria toda vea la cantidad de argentinos, los miles de argentinos que estamos juntos hoy aquí en el corazón mismo de Santiago del Estero (APLAUSOS).
Digo también, que las bajen, es bueno que las bajen para que los vea el país entero; querido Intendente; queridos amigos; queridos intelectuales, trabajadores, integrantes de la cooperativa, trabajadores de la construcción (APLAUSOS); queridos hermanos jubilados, siempre seguiremos trabajando fuertemente junto a ustedes: quiero decirle de corazón a la patria toda, que este es el país federal, el país que se está recuperando, este es el país del interior de la Argentina, que está volviendo a vivir, que está dejando de ser el patio trasero de la Argentina y que quiere que la Avenida General Paz se abra para que llegue a toda la patria, y ver como aquí en Santiago del Estero, trabajando con amigos, trabajando con fuerza, como se levantan estas viviendas llevando justicia.
Se hacen viviendas de la Capital Federal a Jujuy de Jujuy a Santiago del Estero, de Santiago del Estero a Tierra del Fuego, de Tierra del Fuego al Chubut, se hacen viviendas en toda la Argentina, se llega con igualdad de posibilidades a todos lados.
Por eso, hoy quería estar de vuelta aquí, quería estar en Quimilí cumpliendo la palabra empeñada; poder mirar a los ojos a los santiagueños que tanta fuerza que nos dan que les puedo asegurar que me siento feliz con esta nueva visita. Dije que iba a venir al interior de Santiago, querido Gobernador y aquí estoy, cumpliendo como buen argentino y como buen sureño mi palabra empeñada y tomándome de la mano con todos ustedes. (APLAUSOS)
Estamos cumpliendo con el acta de reparación histórica; está ya la licitación de la represa Figueroa, estamos avanzando en todas las obras que cambian estructuralmente Santiago del Estero: escuelas, viviendas, rutas.
Le decía también al gobernador Zamora que de por hecho que desde el Ministerio de Planificación con el secretario de Obras Públicas -un peladito que está acá atrás, que es bueno- va a tener que firmar un convenio con el señor Intendente para hacer el pavimento de este barrio de Quimilí, porque lo merecen los hermanos que viven y están aquí, querido Gobernador. (APLAUSOS)
Quiero decirles que les estamos profundamente agradecidos. Comentábamos recién con mi compañera de todos los tiempos, Cristina, que estamos muy emocionados ambos por la cantidad de hermanas y hermanos santiagueños que nos están acompañando hoy; ustedes no saben la fuerza que nos dan, la fortaleza, las ganas de seguir transformando y cambiando la Argentina.
Querido Gerardo, a seguir trabajando con fuerza, a seguir trabajando con amplitud, a seguir trabajando sin sectarismos, a seguir trabajando con amor, a seguir trabajando con pasión, a seguir trabajando por la Argentina toda, esta Argentina que necesita trabajo, esfuerzo y solidaridad para seguir creciendo. A seguir teniendo la capacidad de consolidar los aciertos y poder corregir los errores, a seguir construyendo un país para todos y con todos, a seguir combatiendo la pobreza, la indigencia y la desocupación, a seguir trabajando por los más humildes, por nuestros jubilados, por nuestros viejos, por nuestros pibes, por los que sufren, por los que esperan, por los que quieren una Argentina y una bandera que los abrace a todos. (APLAUSOS)
Yo sé que vienen tiempos de profundos desafíos y estamos dispuestos a afrontarlos, pero también sé que el pueblo argentino tiene una profunda memoria; saben quienes son los que discutieron e hicieron ahorrar al país en la discusión de la deuda externa privada más de 70.000 millones de dólares. Saben quienes les dijimos adiós al Fondo, pagando la deuda y sacándonos semejante castigo de encima para empezar a poder tomar por sí mismos nuestras propias decisiones. Saben quienes los estamos haciendo crecer por quinto año consecutivo, saben del crecimiento industrial, del mejoramiento de la distribución del ingreso y saben que ya hemos logrado bajar nacionalmente la desocupación un digito; lo hicimos entre todos los argentinos.
Por eso, más allá, como dicen algunos y a veces yo también lo pienso, no sé si me tocará ser en la etapa que viene primer caballero o primera dama o presidente o presidenta, pero lo que sé es que el pueblo tiene muy buena memoria y cuando esté mirando hacia Santiago del Estero el 28 de octubre, sé Gerardo que este amado pueblo va a llenar las urnas de buena memoria, para darle una lección de buena historia a esta querida patria, no tengo dudas al respecto. (APLAUSOS)
Apoyen fuerte a su Gobernador, a todos los que trabajan, trabajen por un Santiago que siga creciendo, por un Santiago que pueda seguir abriendo las puertas para que los hermanos que se tuvieron que ir puedan volver, porque Santiago es el corazón mismo de la Argentina, es la historia misma. Por eso cada vez que vengo a Santiago del Estero sé que me abrazo a los inicios de la patria y a la conciencia de una gran Argentina. Sé que cuando vengo a Santiago del Estero encuentro a santiagueños argentinos, argentinos santiagueños, dispuestos a poner todo para que esta patria crezca.
Con Cristina les queremos agradecer profundamente, muchas gracias, no saben la emoción y discúlpenme si se me cae alguna lágrima, pero es la emoción que sentimos de estar con ustedes, nos sentimos en nuestra casa. Gracias por tanto afecto, gracias por tanto cariño, gracias por tanta solidaridad.
Gracias, muchísimas gracias por esa Argentina santiagueña que soñó San Martín, por esa Argentina que soñó Mariano Moreno, por esa Argentina que soñó el general Belgrano, por esa Argentina que soñó Hipólito Irigoyen, por esa Argentina que soñó el general Perón y por esa Argentina que sintetiza la fuerza transformadora, esa gran fuerza espiritual de la inolvidable Eva Perón.
Muchísimas gracias, muchísimas gracias a todos los santiagueños, les dejo mi corazón sureño y mucha fuerza.
Les aseguro que volveré cuando pueda a la provincia, como primera dama, como primer caballero o como presidente o como un sureño que viene a descansar a Santiago del Estero junto a ustedes, tomándome un mate y gozando del crecimiento de este pueblo.
Muchísimas gracias, arriba la patria, arriba Santiago, arriba los santiagueños, arriba este querido pueblo de Quimilí, muchísimas gracias, en mi vida los voy a olvidar.
Gracias. (APLAUSOS)
Sería bueno que levantemos las pancartas y la patria toda vea la cantidad de argentinos, los miles de argentinos que estamos juntos hoy aquí en el corazón mismo de Santiago del Estero (APLAUSOS).
Digo también, que las bajen, es bueno que las bajen para que los vea el país entero; querido Intendente; queridos amigos; queridos intelectuales, trabajadores, integrantes de la cooperativa, trabajadores de la construcción (APLAUSOS); queridos hermanos jubilados, siempre seguiremos trabajando fuertemente junto a ustedes: quiero decirle de corazón a la patria toda, que este es el país federal, el país que se está recuperando, este es el país del interior de la Argentina, que está volviendo a vivir, que está dejando de ser el patio trasero de la Argentina y que quiere que la Avenida General Paz se abra para que llegue a toda la patria, y ver como aquí en Santiago del Estero, trabajando con amigos, trabajando con fuerza, como se levantan estas viviendas llevando justicia.
Se hacen viviendas de la Capital Federal a Jujuy de Jujuy a Santiago del Estero, de Santiago del Estero a Tierra del Fuego, de Tierra del Fuego al Chubut, se hacen viviendas en toda la Argentina, se llega con igualdad de posibilidades a todos lados.
Por eso, hoy quería estar de vuelta aquí, quería estar en Quimilí cumpliendo la palabra empeñada; poder mirar a los ojos a los santiagueños que tanta fuerza que nos dan que les puedo asegurar que me siento feliz con esta nueva visita. Dije que iba a venir al interior de Santiago, querido Gobernador y aquí estoy, cumpliendo como buen argentino y como buen sureño mi palabra empeñada y tomándome de la mano con todos ustedes. (APLAUSOS)
Estamos cumpliendo con el acta de reparación histórica; está ya la licitación de la represa Figueroa, estamos avanzando en todas las obras que cambian estructuralmente Santiago del Estero: escuelas, viviendas, rutas.
Le decía también al gobernador Zamora que de por hecho que desde el Ministerio de Planificación con el secretario de Obras Públicas -un peladito que está acá atrás, que es bueno- va a tener que firmar un convenio con el señor Intendente para hacer el pavimento de este barrio de Quimilí, porque lo merecen los hermanos que viven y están aquí, querido Gobernador. (APLAUSOS)
Quiero decirles que les estamos profundamente agradecidos. Comentábamos recién con mi compañera de todos los tiempos, Cristina, que estamos muy emocionados ambos por la cantidad de hermanas y hermanos santiagueños que nos están acompañando hoy; ustedes no saben la fuerza que nos dan, la fortaleza, las ganas de seguir transformando y cambiando la Argentina.
Querido Gerardo, a seguir trabajando con fuerza, a seguir trabajando con amplitud, a seguir trabajando sin sectarismos, a seguir trabajando con amor, a seguir trabajando con pasión, a seguir trabajando por la Argentina toda, esta Argentina que necesita trabajo, esfuerzo y solidaridad para seguir creciendo. A seguir teniendo la capacidad de consolidar los aciertos y poder corregir los errores, a seguir construyendo un país para todos y con todos, a seguir combatiendo la pobreza, la indigencia y la desocupación, a seguir trabajando por los más humildes, por nuestros jubilados, por nuestros viejos, por nuestros pibes, por los que sufren, por los que esperan, por los que quieren una Argentina y una bandera que los abrace a todos. (APLAUSOS)
Yo sé que vienen tiempos de profundos desafíos y estamos dispuestos a afrontarlos, pero también sé que el pueblo argentino tiene una profunda memoria; saben quienes son los que discutieron e hicieron ahorrar al país en la discusión de la deuda externa privada más de 70.000 millones de dólares. Saben quienes les dijimos adiós al Fondo, pagando la deuda y sacándonos semejante castigo de encima para empezar a poder tomar por sí mismos nuestras propias decisiones. Saben quienes los estamos haciendo crecer por quinto año consecutivo, saben del crecimiento industrial, del mejoramiento de la distribución del ingreso y saben que ya hemos logrado bajar nacionalmente la desocupación un digito; lo hicimos entre todos los argentinos.
Por eso, más allá, como dicen algunos y a veces yo también lo pienso, no sé si me tocará ser en la etapa que viene primer caballero o primera dama o presidente o presidenta, pero lo que sé es que el pueblo tiene muy buena memoria y cuando esté mirando hacia Santiago del Estero el 28 de octubre, sé Gerardo que este amado pueblo va a llenar las urnas de buena memoria, para darle una lección de buena historia a esta querida patria, no tengo dudas al respecto. (APLAUSOS)
Apoyen fuerte a su Gobernador, a todos los que trabajan, trabajen por un Santiago que siga creciendo, por un Santiago que pueda seguir abriendo las puertas para que los hermanos que se tuvieron que ir puedan volver, porque Santiago es el corazón mismo de la Argentina, es la historia misma. Por eso cada vez que vengo a Santiago del Estero sé que me abrazo a los inicios de la patria y a la conciencia de una gran Argentina. Sé que cuando vengo a Santiago del Estero encuentro a santiagueños argentinos, argentinos santiagueños, dispuestos a poner todo para que esta patria crezca.
Con Cristina les queremos agradecer profundamente, muchas gracias, no saben la emoción y discúlpenme si se me cae alguna lágrima, pero es la emoción que sentimos de estar con ustedes, nos sentimos en nuestra casa. Gracias por tanto afecto, gracias por tanto cariño, gracias por tanta solidaridad.
Gracias, muchísimas gracias por esa Argentina santiagueña que soñó San Martín, por esa Argentina que soñó Mariano Moreno, por esa Argentina que soñó el general Belgrano, por esa Argentina que soñó Hipólito Irigoyen, por esa Argentina que soñó el general Perón y por esa Argentina que sintetiza la fuerza transformadora, esa gran fuerza espiritual de la inolvidable Eva Perón.
Muchísimas gracias, muchísimas gracias a todos los santiagueños, les dejo mi corazón sureño y mucha fuerza.
Les aseguro que volveré cuando pueda a la provincia, como primera dama, como primer caballero o como presidente o como un sureño que viene a descansar a Santiago del Estero junto a ustedes, tomándome un mate y gozando del crecimiento de este pueblo.
Muchísimas gracias, arriba la patria, arriba Santiago, arriba los santiagueños, arriba este querido pueblo de Quimilí, muchísimas gracias, en mi vida los voy a olvidar.
Gracias. (APLAUSOS)