Señor Vicepresidente de la Nación; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales y provinciales; señores empresarios; representantes gremiales; señoras y señores: realmente, cuando escuchábamos la palabra del señor presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores, Fernando Fraguío, nos llenaba de satisfacción y, a su vez, de coincidencia lo que él expresaba y lo que significa un país con una política industrial, en primer lugar, un país con la construcción de una industria nacional, un país que valora la inversión, que valora el trabajo, que valora la capacitación, que valora el recurso humano, que es tan reconocido en todo el mundo y que yo tengo la satisfacción de escuchar a los señores empresarios permanentemente la calidad del recurso humano argentino, que siempre es elogiado en forma permanente y genera un elemento de competitividad realmente muy importante.
Lo que ha pasado con la industria automotriz es realmente espectacular. Cuando estábamos prácticamente con los brazos caídos, con capacidades ociosas increíbles, con establecimientos prácticamente paralizados, en forma conjunta, vertebrando una administración correcta y teniendo objetivos de país claro, empezamos a reconstruir, pese al pesimismo -como siempre digo- de aquellos que creían que Argentina no podía estar en este exclusivo club, como se dijo recién aquí, quedó absolutamente demostrado que no sólo estamos en el 25º lugar, sino que hay una aspiración concreta para estar entre los 20 ó 22 primeros lugares del mundo de los 35 países que producen.
También, la calidad del salario y de la capacitación que se le ha dado al trabajador en la industria es muy buena y avanza día tras día la capacidad de exportación. Es decir, nosotros, aún con asimetrías respecto de México y Brasil, tenemos que generar y dar una dura tarea de trabajo conjunto entre la industria y el Gobierno para poder avanzar en la superación de esas asimetrías. El 55 por ciento de lo producido en la Argentina hoy es exportado y con la vigencia global, respecto de las inversiones previstas hacia el año 2010, creo que no sólo vamos a ganar muy fuertemente en el mercado interno, sino que vamos a seguir ganando el mercado externo con un nivel de competitividad que no sólo va a estar ya basado en el recurso humano, que cada día va a estar más capacitado y mejor, sino por las inversiones realizadas en el sector y por la calidad de la ya consolidada industria autopartista, que es muy buena en la Argentina -hay casos de vehículos que ya tienen un 70 por ciento de construcción con manos e industria nacional-, sino también porque el Estado argentino en el proceso de saneamiento, de ordenamiento que está llevando adelante, va a tener que, conjuntamente con la industria, -y ésta es una de las asignaturas pendientes que hay que discutir en el futuro Gobierno, del 2007 al 2011- ver cómo generamos todo un sistema que nos dé la calidad y la fuerza de competitividad en el mundo para poder estructurar una política verdaderamente de punta y una competitividad en serio. Tenemos ventajas como un dólar alto, competitivo y demás, pero tenemos que generar definitivamente una política estratégica en el sector que le garantice al sector inversiones estratégicas y que también nos permita definitivamente terminar con algunas diferencias difíciles y duras que tenemos con países hermanos, como son Brasil y México, pero que nos genera una dificultad en el marco de la competitividad que tenemos que tener.
Fíjense ustedes que hay que ser optimistas, hay que tener fuerzas, hay que tener ganas. Nosotros comentábamos con la ministra de Economía, durante todos estos días, cuando anunciábamos que íbamos a licitar por primera vez 1.500 millones de pesos a una tasa fija, hablaban y decían reputados economistas -por el nombre para quien trabajan, no por los aciertos que han tenido- que esta licitación iba a fracasar por esto, por lo otro, por el INDEC, por aquello, es decir por todas estas cuestiones permanentes que vienen analizando a ver de qué forma le pueden colocar un talón de Aquiles a esta política que estamos llevando adelante todos los argentinos.
Pero tuvimos una profunda satisfacción en el día de hoy porque no sólo hubo más de 1.500 millones ofertados, hubo 4.000 millones, que no tuvimos una tasa fija, a 11,70, lo cual nos pone tremendamente contentos y otra vez todos aquellos análisis de que no iba a salir la licitación, que no se podía hacer, que íbamos a tener inconvenientes, que no se iba a cumplimentar, que los bancos no iban a aportar, etcétera, etcétera.
Quiero agradecer al sistema financiero argentino también, porque ellos, la industria argentina, la industria automotriz argentina, están apostando decididamente a la construcción de un país distinto. Y este resultado que está a la vista, sería imposible que un gobierno, sea el que sea, por sí solo lo hubiera logrado.
Nosotros creemos realmente que el crecimiento de la industria automotriz fue del 7,3 por ciento aproximadamente en 2006, 8,3 fue el crecimiento de la industria en general y decirles que creemos firmemente en este modelo y que nos vamos a seguir basando en un superávit primario fiscal permanente y central, también en un superávit comercial que es muy importante para la Argentina.
Días pasados conversábamos con la Ministra sobre que cuando el superávit comercial disminuyó o se volvió negativo se generaron las principales crisis en la Argentina. Por eso tenemos que estudiar muy bien qué es lo que se importa.
Cuando se importan bienes de capital que tienden a la inversión y al crecimiento de la capacidad instalada, nos parece bárbaro; ahora, cuando estas importaciones se hacen a bienes que no son necesarios, bienes de consumo o bienes que tienen otra calidad de lo que necesita la economía argentina, evidentemente, hay que estar atento y hay que tomar las medidas que corresponden para generar, no ese proteccionismo, entre comillas, que le ponen, sino para generar los incentivos naturales que permitan consolidar la producción nacional y el superávit comercial que nos dé las posibilidades, como las tenemos hoy, concretas de seguir creciendo, dando solvencia y dando la responsabilidad que un gobierno realmente debe tener.
Fíjense ustedes: superávit fiscal primario, superávit comercial muy bueno también durante todos estos años –se podía-, entramos en el quinto año de crecimiento. Decían que la Argentina no podía crecer, 41.160 millones de reservas, siempre lo repito aunque por ahí los canso, cuando le pagamos al Fondo Monetario Internacional decían que cometíamos una gran irresponsabilidad porque nos quedábamos sin reservas; ahora, nos dicen que tenemos muchas reservas, que habría...
Yo creo que muchas veces buscar que las cosas no salgan como deben salir los lleva a opiniones que por allí no tienen toda la certeza o todo el análisis técnico y científico o toda la racionalidad intelectual que tienen que tener.
Nosotros lo comprendemos, pero lo importante es que la Argentina vaya adelante y después están las cuestiones de segundo orden como quién dio la iniciativa y demás en el país, son cuestiones que se discuten y se debaten. Pero un país que no tenga un capital para administrar o para crecer, es un país que no le sirve a nadie y todos ya sabemos lo que nos pasó en 2001, que fue una fuerte explosión, quedó la Argentina a la deriva y no había analista que nos pudiera salvar. Hablaban mucho los analistas pero la verdad es que la Argentina estaba en una situación límite.
Entonces, estos cinco años de crecimiento, la consolidación de todas las variables, la recuperación real de nuestra capacidad de recursos humanos, la recuperación de la inversión, que ha sido espectacular y me alegra mucho. Creo que están por llegar 3.600 millones y que la inversión hacia 2010 va a superar largamente esta cifra, me parece espectacular colocar como objetivo el Bicentenario.
Nosotros queremos apuntar a una industria automotriz que en el MERCOSUR sea de punta, queremos una discusión bilateral responsable con los países, fundamentalmente en este caso específico con Brasil, que sea equilibrada y que nos permita seguir avanzando paulatinamente como lo estamos haciendo, queremos que se sigan radicando como lo están haciendo nuevas industrias automotrices en la Argentina, queremos que se siga desarrollando la industria autopartista, queremos que realmente sigan teniendo los niveles de rentabilidad que tienen, queremos empresarios con rentabilidad, empresarios que triunfen, tenemos que terminar con esta idea que, debido a un manejo cultural en la Argentina, al que le va bien necesariamente le tiene que ir mal porque pareciera ser que por mucho tiempo seguido no nos puede ir bien, tenemos que tomar algunos ejemplos de otras culturas que les dan tremendos resultados y vemos la evolución que han tenido.
Así que, nosotros dispuestos a trabajar profundamente con ustedes, a discutir todos los temas que haya que discutir, a ver cómo podemos consolidar la inversión, cómo la podemos cualificar y cómo podemos mejorar la calidad competitiva. Con los excedentes naturales que va a tener la economía argentina -ya estamos viendo la recaudación que tiene- y si nosotros tenemos una clara direccionalidad de la inversión, no tengan ninguna duda que la Argentina va a poder discutir todo un sistema de competitividad que nos va a permitir avanzar fuertemente en el mercado de las exportaciones, vital esto también para el desarrollo de la industria, el desarrollo del trabajo y el desarrollo del país.
Nosotros estamos absolutamente abiertos, estamos agradecidos al sector, con quien siempre hemos tenido un excelente diálogo de ida y vuelta, muy agradecidos por la tarea de Peirano, muy agradecidos también por la idea de fortalecer la industria autopartista, nosotros consideramos que es fundamental, y también muy agradecidos tanto al SMATA como a la UOM que, sabiendo comprender de dónde partíamos, han tenido una actitud absolutamente constructiva con la Argentina, con el país y de extrema colaboración con todos los representantes de la industria permitiendo que en el marco de la racionalidad, empecemos a construir un país en serio, tarea nada fácil por los antecedentes, pero tarea absolutamente posible por los resultados que hemos tenido hasta hoy.
Así que, les agradezco profundamente, están en su casa, sigamos trabajando juntos, sigamos consolidando en serio la idea de que tenemos estar entre aquellas industrias automotrices que realmente sean respetadas, admiradas, que tengan niveles de rentabilidad, que tengan niveles salariales y niveles de recursos humanos, que el mundo nos pueda mirar y que nosotros nos podamos mostrar orgullosos de lo que hemos logrado entre todos.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)
Lo que ha pasado con la industria automotriz es realmente espectacular. Cuando estábamos prácticamente con los brazos caídos, con capacidades ociosas increíbles, con establecimientos prácticamente paralizados, en forma conjunta, vertebrando una administración correcta y teniendo objetivos de país claro, empezamos a reconstruir, pese al pesimismo -como siempre digo- de aquellos que creían que Argentina no podía estar en este exclusivo club, como se dijo recién aquí, quedó absolutamente demostrado que no sólo estamos en el 25º lugar, sino que hay una aspiración concreta para estar entre los 20 ó 22 primeros lugares del mundo de los 35 países que producen.
También, la calidad del salario y de la capacitación que se le ha dado al trabajador en la industria es muy buena y avanza día tras día la capacidad de exportación. Es decir, nosotros, aún con asimetrías respecto de México y Brasil, tenemos que generar y dar una dura tarea de trabajo conjunto entre la industria y el Gobierno para poder avanzar en la superación de esas asimetrías. El 55 por ciento de lo producido en la Argentina hoy es exportado y con la vigencia global, respecto de las inversiones previstas hacia el año 2010, creo que no sólo vamos a ganar muy fuertemente en el mercado interno, sino que vamos a seguir ganando el mercado externo con un nivel de competitividad que no sólo va a estar ya basado en el recurso humano, que cada día va a estar más capacitado y mejor, sino por las inversiones realizadas en el sector y por la calidad de la ya consolidada industria autopartista, que es muy buena en la Argentina -hay casos de vehículos que ya tienen un 70 por ciento de construcción con manos e industria nacional-, sino también porque el Estado argentino en el proceso de saneamiento, de ordenamiento que está llevando adelante, va a tener que, conjuntamente con la industria, -y ésta es una de las asignaturas pendientes que hay que discutir en el futuro Gobierno, del 2007 al 2011- ver cómo generamos todo un sistema que nos dé la calidad y la fuerza de competitividad en el mundo para poder estructurar una política verdaderamente de punta y una competitividad en serio. Tenemos ventajas como un dólar alto, competitivo y demás, pero tenemos que generar definitivamente una política estratégica en el sector que le garantice al sector inversiones estratégicas y que también nos permita definitivamente terminar con algunas diferencias difíciles y duras que tenemos con países hermanos, como son Brasil y México, pero que nos genera una dificultad en el marco de la competitividad que tenemos que tener.
Fíjense ustedes que hay que ser optimistas, hay que tener fuerzas, hay que tener ganas. Nosotros comentábamos con la ministra de Economía, durante todos estos días, cuando anunciábamos que íbamos a licitar por primera vez 1.500 millones de pesos a una tasa fija, hablaban y decían reputados economistas -por el nombre para quien trabajan, no por los aciertos que han tenido- que esta licitación iba a fracasar por esto, por lo otro, por el INDEC, por aquello, es decir por todas estas cuestiones permanentes que vienen analizando a ver de qué forma le pueden colocar un talón de Aquiles a esta política que estamos llevando adelante todos los argentinos.
Pero tuvimos una profunda satisfacción en el día de hoy porque no sólo hubo más de 1.500 millones ofertados, hubo 4.000 millones, que no tuvimos una tasa fija, a 11,70, lo cual nos pone tremendamente contentos y otra vez todos aquellos análisis de que no iba a salir la licitación, que no se podía hacer, que íbamos a tener inconvenientes, que no se iba a cumplimentar, que los bancos no iban a aportar, etcétera, etcétera.
Quiero agradecer al sistema financiero argentino también, porque ellos, la industria argentina, la industria automotriz argentina, están apostando decididamente a la construcción de un país distinto. Y este resultado que está a la vista, sería imposible que un gobierno, sea el que sea, por sí solo lo hubiera logrado.
Nosotros creemos realmente que el crecimiento de la industria automotriz fue del 7,3 por ciento aproximadamente en 2006, 8,3 fue el crecimiento de la industria en general y decirles que creemos firmemente en este modelo y que nos vamos a seguir basando en un superávit primario fiscal permanente y central, también en un superávit comercial que es muy importante para la Argentina.
Días pasados conversábamos con la Ministra sobre que cuando el superávit comercial disminuyó o se volvió negativo se generaron las principales crisis en la Argentina. Por eso tenemos que estudiar muy bien qué es lo que se importa.
Cuando se importan bienes de capital que tienden a la inversión y al crecimiento de la capacidad instalada, nos parece bárbaro; ahora, cuando estas importaciones se hacen a bienes que no son necesarios, bienes de consumo o bienes que tienen otra calidad de lo que necesita la economía argentina, evidentemente, hay que estar atento y hay que tomar las medidas que corresponden para generar, no ese proteccionismo, entre comillas, que le ponen, sino para generar los incentivos naturales que permitan consolidar la producción nacional y el superávit comercial que nos dé las posibilidades, como las tenemos hoy, concretas de seguir creciendo, dando solvencia y dando la responsabilidad que un gobierno realmente debe tener.
Fíjense ustedes: superávit fiscal primario, superávit comercial muy bueno también durante todos estos años –se podía-, entramos en el quinto año de crecimiento. Decían que la Argentina no podía crecer, 41.160 millones de reservas, siempre lo repito aunque por ahí los canso, cuando le pagamos al Fondo Monetario Internacional decían que cometíamos una gran irresponsabilidad porque nos quedábamos sin reservas; ahora, nos dicen que tenemos muchas reservas, que habría...
Yo creo que muchas veces buscar que las cosas no salgan como deben salir los lleva a opiniones que por allí no tienen toda la certeza o todo el análisis técnico y científico o toda la racionalidad intelectual que tienen que tener.
Nosotros lo comprendemos, pero lo importante es que la Argentina vaya adelante y después están las cuestiones de segundo orden como quién dio la iniciativa y demás en el país, son cuestiones que se discuten y se debaten. Pero un país que no tenga un capital para administrar o para crecer, es un país que no le sirve a nadie y todos ya sabemos lo que nos pasó en 2001, que fue una fuerte explosión, quedó la Argentina a la deriva y no había analista que nos pudiera salvar. Hablaban mucho los analistas pero la verdad es que la Argentina estaba en una situación límite.
Entonces, estos cinco años de crecimiento, la consolidación de todas las variables, la recuperación real de nuestra capacidad de recursos humanos, la recuperación de la inversión, que ha sido espectacular y me alegra mucho. Creo que están por llegar 3.600 millones y que la inversión hacia 2010 va a superar largamente esta cifra, me parece espectacular colocar como objetivo el Bicentenario.
Nosotros queremos apuntar a una industria automotriz que en el MERCOSUR sea de punta, queremos una discusión bilateral responsable con los países, fundamentalmente en este caso específico con Brasil, que sea equilibrada y que nos permita seguir avanzando paulatinamente como lo estamos haciendo, queremos que se sigan radicando como lo están haciendo nuevas industrias automotrices en la Argentina, queremos que se siga desarrollando la industria autopartista, queremos que realmente sigan teniendo los niveles de rentabilidad que tienen, queremos empresarios con rentabilidad, empresarios que triunfen, tenemos que terminar con esta idea que, debido a un manejo cultural en la Argentina, al que le va bien necesariamente le tiene que ir mal porque pareciera ser que por mucho tiempo seguido no nos puede ir bien, tenemos que tomar algunos ejemplos de otras culturas que les dan tremendos resultados y vemos la evolución que han tenido.
Así que, nosotros dispuestos a trabajar profundamente con ustedes, a discutir todos los temas que haya que discutir, a ver cómo podemos consolidar la inversión, cómo la podemos cualificar y cómo podemos mejorar la calidad competitiva. Con los excedentes naturales que va a tener la economía argentina -ya estamos viendo la recaudación que tiene- y si nosotros tenemos una clara direccionalidad de la inversión, no tengan ninguna duda que la Argentina va a poder discutir todo un sistema de competitividad que nos va a permitir avanzar fuertemente en el mercado de las exportaciones, vital esto también para el desarrollo de la industria, el desarrollo del trabajo y el desarrollo del país.
Nosotros estamos absolutamente abiertos, estamos agradecidos al sector, con quien siempre hemos tenido un excelente diálogo de ida y vuelta, muy agradecidos por la tarea de Peirano, muy agradecidos también por la idea de fortalecer la industria autopartista, nosotros consideramos que es fundamental, y también muy agradecidos tanto al SMATA como a la UOM que, sabiendo comprender de dónde partíamos, han tenido una actitud absolutamente constructiva con la Argentina, con el país y de extrema colaboración con todos los representantes de la industria permitiendo que en el marco de la racionalidad, empecemos a construir un país en serio, tarea nada fácil por los antecedentes, pero tarea absolutamente posible por los resultados que hemos tenido hasta hoy.
Así que, les agradezco profundamente, están en su casa, sigamos trabajando juntos, sigamos consolidando en serio la idea de que tenemos estar entre aquellas industrias automotrices que realmente sean respetadas, admiradas, que tengan niveles de rentabilidad, que tengan niveles salariales y niveles de recursos humanos, que el mundo nos pueda mirar y que nosotros nos podamos mostrar orgullosos de lo que hemos logrado entre todos.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)