Señor vicepresidente de la Nación; señor intendente municipal, querido amigo Ricardo Moccero; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; señores intendentes; amigos, amigas; hermanos, hermanas de este hermoso y querido pueblo de Coronel Suárez que hoy, decíamos recién con Cristina, con Daniel y en mi caso particular, nos han hecho vibrar hasta esas lágrimas sureñas con ese cariño, ese afecto con que nos han recibido de una punta a la otra de la ciudad. Muchas gracias Coronel Suárez por tanto afecto, por tanto cariño, por tanto amor. (APLAUSOS)
Ustedes saben, porque son trabajadores, trabajadores del esfuerzo y de la producción, saben perfectamente lo que hemos sufrido los argentinos, saben con los intereses que permanentemente hay que estar debatiendo, discutiendo, porque durante muchos años a la Argentina se le impusieron políticas que fueron contra el trabajo, contra la dignidad, contra los intelectuales, contra la educación, contra los docentes. Nos quisieron conformar en un pueblo que esté absolutamente subordinado, que pierda la autoestima, que reniegue de su identidad; nos hacían creer que los argentinos no podíamos, que estábamos destinados a estar de fracaso en fracaso. Hay intereses. Algunos dicen por qué a veces discuto y discuto tanto- ¿saben por qué?, porque a mí los argentinos no me pusieron para hacer protocolo, me votaron para defender los intereses del pueblo argentino y yo me tengo que jugar por los intereses del pueblo argentino. (APLAUSOS)
A primera hora de la mañana -de corazón, a todo el pueblo de Coronel Suárez y a los señores productores de la Sociedad Rural- basta levantar un teléfono, porque yo estoy a disposición de todos sin distinción de ideas como corresponde a un Presidente. Si acá en Coronel Suárez falta gasoil, no puede faltar porque las empresas, las grandes empresas como Repsol, Shell ó Petrobrás lo tienen que traer.
Le dije al señor ministro De Vido que ponga en marcha la Ley de Abastecimiento y ya están marchando los camiones hacia aquí. Me tienen que llamar, me tienen que decir, me tienen que ayudar, porque estoy a vuestra disposición. (APLAUSOS)
Esos intereses no descansan, pero que se den cuenta que ahora en la Casa de Gobierno no hay un empleado de ellos, hay un servidor del pueblo argentino que no vino a dejar las ideas y las convicciones detrás del sillón y en la puerta de la Casa de Gobierno como hicieron otros.
Fueron días difíciles, días que cuando nos tocó empezar a gobernar los argentinos me miraban y muchos pensaban “cómo vamos a poder salir del lugar en que estamos”. Yo siempre les decía: “estamos en el peor de los mundos, pero con fe en Dios, fuerza en nosotros, honestidad, decisión, defendiendo los intereses de los argentinos con amor y con pasión, resolviendo cuestiones que debían resolver y el Intendente lo dijo, con amplitud más allá de cualquier cuestión partidaria, pero había que empezar a aclarar los temas.
Cuando renegociamos la deuda externa privada y ahorramos 70.000 millones de dólares de deuda, algunos de los que me asesoraban en ese momento cuando yo decía que había que hacer una quita del 70 por ciento, me miraban como si yo estuviera loco; logramos una quita del 70 por ciento y logramos ahorrar a los bolsillos argentinos 70.000 millones de dólares por primera vez en toda su historia. (APLAUSOS)
Cuando en las tapas de los diarios argentinos era más importante la llegada de la comisión del Fondo Monetario Internacional, ya sean Rato, Anoup Sing o cuando corrían por los bosques de Palermo y todos los argentinos teníamos que esperar subordinados a ver qué políticas nos iban a aplicar o cómo nos iban a retar, los argentinos juntamos fuerzas, ahorramos nuestra platita y en 2 años, fíjense las cosas que se habrán hecho en esta Patria, le dijimos al Fondo Monetario: “acá está tu plata, dejanos a los argentinos tranquilos que los argentinos vamos a tomar nuestras decisiones como corresponde”.(APLAUSOS)
Cuando dijimos que nuestros jubilados eran prioridad, muchos nos miraban casi con sorna, porque es verdad, casi década y media, varias décadas nuestros jubilados quedaron prácticamente de la mano de Dios y empezamos de a poquito, empezamos con la jubilación mínima y con 10 aumentos, luego seguimos extendiéndolo a todos como vamos a hacer de ahora en adelante y también por supuesto fortaleciendo a los de los más abajo pero extendiéndolo hacia todos, luego seguimos con el plan de inclusión jubilatoria para que aquellos hermanos y hermanas que en la década del ´90 habían quedado sin posibilidad alguna se puedan jubilar; más de 1 millón de argentinos pudieron acceder a esa posibilidad. (APLAUSOS)
Cuando la pobreza estaba en el 60 por ciento nos decían que no se iba a poder bajar y nosotros nos pusimos a trabajar con fuerza, no a distribuir lo que puede haber servido en un momento que son los planes sociales, sino a generar trabajo, a mejorar el poder adquisitivo, la distribución del ingreso.
En el último índice de pobreza que se anunció hace unos meses atrás, esperemos que siga bajando porque todavía es alta, bajamos del 60 al 26,9, unos 34 puntos; de la indigencia bajamos de 28 a 8; de la desocupación bajamos del 30 al 8,3. La Argentina empieza a recuperar su dignidad, los argentinos vuelven a tener derecho a la dignidad.
Esto que estamos haciendo hoy con un plan de miles y miles de viviendas, más de 200.000 viviendas en toda la Argentina estamos construyendo, después de muchísimos años tiende a recuperar la dignidad, tiende a recuperar la justicia, la igualdad de posibilidades.
Hace algunos años los dirigentes recorrían y decían: “hemos hecho una gran obra, hemos abierto otro comedor”. Mi sueño, siempre lo compartimos con Cristina, nuestro sueño no es abrir comedores, sino que el comedor sea el de la casa propia, donde se junte la familia a compartir las alegrías del día. Porque allí entramos a recuperar nuestra clase trabajadora y nuestra clase media con movilidad ascendente, como cuando yo era chico que mi abuelo y mi padre pensaban en el hijo profesional. Y no como lo que nos pasó en la década del 90, donde vi lágrimas en las caras de los abuelos, abuelas, padres y madres cuando veían que el hijo venía a vivir a su casa con los brazos caídos porque la crisis lo estaba derrotando. (APLAUSOS).
Estamos dando vuelta a la taba y los padres y los abuelos vuelven a pensar que sus hijos van a estar mejor que ellos. Esa es la Argentina que vale cuando las nuevas generaciones tienen más esperanzas, más posibilidades.
Fíjense ustedes lo que nos pasó en determinado momento y nos sigue pasando: empresas que reclaman chicos, jóvenes argentinos para trabajar y nos encontramos que por haber cerrado las escuelas técnicas en la década del 90 a muchos de ellos les falta oficio. Por eso trabajamos fuertemente en el nivel educacional con Daniel Filmus e instauramos nuevamente las escuelas de educación técnica para que nuestros chicos vuelvan a tener el instrumento y las posibilidades concretas. (APLAUSOS).
Una nueva Ley de Educación plural y votada por todos los sectores, fuerte y con financiamiento, con 6 puntos del Producto Bruto Interno hacia el Bicentenario para que la educación, nuestros docentes, tengan financiamiento como corresponde. Financiamiento para parte del sueldo docente, pero también para la investigación, para la preparación, para la cualificación, para que volvamos a recuperar esa calidad educativa que con mucho esfuerzo por allí se mantuvo en términos individuales, por la acción personal de cada docente, pero que había perdido el sentido colectivo que tenemos que recuperar ahora para hacer de la educación una verdadera excelencia, que es la tarea que tenemos que hacer entre todos porque es fundamental. Si en la educación hay excelencia vamos a tener ese recurso humano que es bueno y tan admirado por el mundo.
El crecimiento de la Argentina por quinto año consecutivo no se recuerda en la historia, años que la Argentina no crecía cinco años seguidos; la recuperación de la industria, la recuperación fuerte de nuestro campo también, discutiendo muchas veces, pero nuestro campo está saliendo de los sufrimientos de la década del 90 para tener capacidad competitiva, capacidad de exportación, capacidad de inversión, volver a recuperar la posibilidad de tener tecnología.
Y claro que en el andar se van discutiendo y debatiendo temas, pero esa es la tensión del crecimiento y tenemos que aprender a debatir los temas alrededor de una mesa para escucharnos unos a los otros para construir la Argentina que merecemos. Nadie tiene la verdad absoluta, cada uno tiene una verdad relativa y si hay generosidad se construye esa verdad que nos contiene a todos.
También le vengo a decir al Intendente de este querido pueblo de Coronel Suárez que hay que llevar adelante esa ruta que es tan importante, que es una ruta provincial, pero vengo a comprometer la Nación para que entre Lamadrid y Coronel Suárez o Coronel Suárez y Lamadrid tengan la ruta 67. (APLAUSOS). Estoy seguro que Felipe está totalmente de acuerdo y no tengo ninguna duda que Daniel Scioli la va a inaugurar, juntamente con un pingüino o una pingüina, o una pingüina o un pingüino. (APLAUSOS). Yo, lo que dije en San Juan el otro día, vendré como Presidente o vendré como Primera Dama o Primer Caballero, como dijo Cristina, pero voy a estar acá presente con todas mis fuerzas acompañándolos.
Pero lo bueno de caminar, de tocarnos las manos, de saludarnos, de darnos fuerzas, de escuchar lo que la gente nos dice, es que nos da una fuerza espiritual tremenda. Les puedo asegurar que ustedes hoy en Coronel Suárez nos han hecho vibrar fuertemente. Hay muchas veces que en la soledad, cuando se vienen todos los intereses encima, uno tiene que ponerse firme, tiene que ponerse con toda esa potencia que tenemos los argentinos de creer en nosotros mismos. Pero yo sabía, Cristina, lo viste y lo ves en cada pueblo, estuvimos en San Juan, en Bragado, en Arrecife, en Alberdi, donde vamos, en todos esos lugares donde hemos estado últimamente he notado que a veces uno creía que estaba luchando solo, pero estaba luchando con todos ustedes y cada uno me acompañaba de su casa, de su trabajo, dándome las fuerzas que correspondía. (APLAUSOS).
Creo en la concertación plural, creo que la Argentina necesariamente tiene que ir a un gran espacio transformador porque digo que el cambio recién comienza. Espero poder decirles a los argentinos que el 10 de diciembre de 2007 estamos saliendo del infierno, cuesta salir del infierno, y que a partir de allí entramos a resolver y a debatir el rumbo estratégico de este gran país. Este país que ha crecido en su industria, que va a seguir manteniendo el superávit fiscal primario administrando bien, que va a seguir manteniendo el superávit comercial y mejorando su recaudación. Porque para tener potencialidad hay que administrar bien y para que nos respeten hay que tener solvencia, y para tener solvencia hay que tener las reservas que por lo menos tenemos hoy, que llegan a 41 mil millones de reservas, que hemos juntado durante cuatro años con el esfuerzo de todos los argentinos. (APLAUSOS).
Por eso, querido Intendente, amigos, amigas, les quiero pedir muy pocas cosas, si ustedes me permiten, con absoluto respeto, les quiero pedir que nos ayuden, que nos acompañen, esas miradas de hoy, esos brazos que nos tendían no saben la fuerza que dan.
Les puedo asegurar que estoy jugado por lo mismo que ustedes. Por esas cuestiones de la historia, mientras algunos habían prometido todo – cuídense de aquellos que prometen todo y que tienen soluciones para todo – se permitió la llegada de un tipo común, de un hombre común a la Casa de Gobierno, que no se arregla muy bien ni se lustra bien los zapatos, que no tuve nunca asesor de imagen, más que los retos que me da Cristina, que me dice que soy un desordenado, siempre fui así, de chiquito, pero acuérdense que aquellos que cuidan mucho la imagen o andan con tres o cuatro asesores de imagen, aquellos que no dicen lo que piensan y prometen que pueden solucionar todo, ante el primer problema no los vemos más al frente de la situación.
Y ustedes que son mujeres comunes y hombres comunes, como soy yo, cuando no alcanza el dinero para mantener la casa, se van a buscar una changa o se van a buscar el segundo trabajo o se van a hacer trabajos extras porque saben cómo hay que lucharla y pelearla todos los días, no le pueden prometer a la familia que van a comer al otro día, le tienen que dar de comer. Y cuando uno le toca conducir un gran país como este, no le puede decir a los argentinos que mañana va a arreglar todo.
Paso a paso hay que ir arreglando todo como corresponde día a día, nadie es perfecto, corrigiendo todos los errores que haya que corregir pero entendiendo que la construcción, la administración del Estado es una cuestión cotidiana que se hace con responsabilidad y que hay que dedicarle todas las horas del día. Cuando se quiere y se pelea por tener la iniciativa política hermanos míos, hay que dedicarse de lleno, con fuerza, con ganas.
Por eso cada mañana me abrazo a San Martín, pero al San Martín de carne y hueso que luchó por la independencia argentina y la construcción de la nacionalidad; hoy, en el día del periodista, a Mariano Moreno, verdadero ejemplo que muchos tendrían que leerlo y que todos los argentinos sabemos que es uno de los pilares de la construcción de esta Argentina que amamos y que queremos tanto; a otro gran hombre, que también la historia a veces lo tiene en cuenta y otras no, pero yo sí lo tengo en cuenta permanentemente, que se llama don Hipólito Yrigoyen, un hombre que también luchó por sus convicciones y sus ideas; a otro gran conductor del pueblo argentino, que fue presidente 3 veces y logró la incorporación de muchísimos sectores a la vida nacional como fue el general Perón. (APLAUSOS) Pero a alguien fundamentalmente, si me lo permiten, que creo que es la llama viva de la espiritualidad, de la decencia, de la entrega, de la no especulación, del pensar en los demás con su actitud fuerte y decida, que está más allá de todos y que encarna la espiritualidad de todos los argentinos, lo que llevamos todos dentro, esa gran mujer que fue Eva Perón. (APLAUSOS)
Por eso, con esa concepción estamos convocando a la concertación plural con absoluta amplitud, a los investigadores. Cuando entramos al Gobierno, queridos amigos de Coronel Suárez, el investigador más joven tenía 50 años, rápidamente instrumentamos todo el sistema de becas y de formación para que los pibes que se nos iban del país se puedan ir incorporando paulatinamente a investigar en el CONICET y en todos los institutos de investigación que la Argentina necesita para generar tecnología de punta. Hace pocas horas, pocos días, se puso en marcha un reactor argentino en Australia, eso es lo que necesitamos, estudiar, investigar, prepararnos, que es central y fundamental.
La clase trabajadora, nuestra gran clase media con movilidad ascendente, verdadero orgullo en Latinoamérica, pocos países tienen la clase media que tienen los argentinos, la tenemos que potenciar y recuperar con toda esa fuerza. Igualmente a los empresarios nacionales, a nuestros productores, a nuestros trabajadores, a construir la identidad nacional en pluralidad, pero todos abrazados a esos colores que vemos en las banderas y en los globos que son el celeste y blanco. Abrazados a nuestra escarapela, a nuestro himno nacional, al orgullo de ser argentino, al orgullo de nuestra identidad, al orgullo de la dignidad, de la justicia, de la equidad, de la inclusión, abrazados al orgullo de construir una nueva Argentina. (APLAUSOS)
Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires, muchas gracias de corazón de este presidente sureño que los ama y que los quiere. Muchísimas gracias, a seguir trabajando, a seguir poniendo toda nuestra fuerza y siempre encontrarán en mi un servidor, un argentino.
Gracias, viva la patria. (APLAUSOS)
Ustedes saben, porque son trabajadores, trabajadores del esfuerzo y de la producción, saben perfectamente lo que hemos sufrido los argentinos, saben con los intereses que permanentemente hay que estar debatiendo, discutiendo, porque durante muchos años a la Argentina se le impusieron políticas que fueron contra el trabajo, contra la dignidad, contra los intelectuales, contra la educación, contra los docentes. Nos quisieron conformar en un pueblo que esté absolutamente subordinado, que pierda la autoestima, que reniegue de su identidad; nos hacían creer que los argentinos no podíamos, que estábamos destinados a estar de fracaso en fracaso. Hay intereses. Algunos dicen por qué a veces discuto y discuto tanto- ¿saben por qué?, porque a mí los argentinos no me pusieron para hacer protocolo, me votaron para defender los intereses del pueblo argentino y yo me tengo que jugar por los intereses del pueblo argentino. (APLAUSOS)
A primera hora de la mañana -de corazón, a todo el pueblo de Coronel Suárez y a los señores productores de la Sociedad Rural- basta levantar un teléfono, porque yo estoy a disposición de todos sin distinción de ideas como corresponde a un Presidente. Si acá en Coronel Suárez falta gasoil, no puede faltar porque las empresas, las grandes empresas como Repsol, Shell ó Petrobrás lo tienen que traer.
Le dije al señor ministro De Vido que ponga en marcha la Ley de Abastecimiento y ya están marchando los camiones hacia aquí. Me tienen que llamar, me tienen que decir, me tienen que ayudar, porque estoy a vuestra disposición. (APLAUSOS)
Esos intereses no descansan, pero que se den cuenta que ahora en la Casa de Gobierno no hay un empleado de ellos, hay un servidor del pueblo argentino que no vino a dejar las ideas y las convicciones detrás del sillón y en la puerta de la Casa de Gobierno como hicieron otros.
Fueron días difíciles, días que cuando nos tocó empezar a gobernar los argentinos me miraban y muchos pensaban “cómo vamos a poder salir del lugar en que estamos”. Yo siempre les decía: “estamos en el peor de los mundos, pero con fe en Dios, fuerza en nosotros, honestidad, decisión, defendiendo los intereses de los argentinos con amor y con pasión, resolviendo cuestiones que debían resolver y el Intendente lo dijo, con amplitud más allá de cualquier cuestión partidaria, pero había que empezar a aclarar los temas.
Cuando renegociamos la deuda externa privada y ahorramos 70.000 millones de dólares de deuda, algunos de los que me asesoraban en ese momento cuando yo decía que había que hacer una quita del 70 por ciento, me miraban como si yo estuviera loco; logramos una quita del 70 por ciento y logramos ahorrar a los bolsillos argentinos 70.000 millones de dólares por primera vez en toda su historia. (APLAUSOS)
Cuando en las tapas de los diarios argentinos era más importante la llegada de la comisión del Fondo Monetario Internacional, ya sean Rato, Anoup Sing o cuando corrían por los bosques de Palermo y todos los argentinos teníamos que esperar subordinados a ver qué políticas nos iban a aplicar o cómo nos iban a retar, los argentinos juntamos fuerzas, ahorramos nuestra platita y en 2 años, fíjense las cosas que se habrán hecho en esta Patria, le dijimos al Fondo Monetario: “acá está tu plata, dejanos a los argentinos tranquilos que los argentinos vamos a tomar nuestras decisiones como corresponde”.(APLAUSOS)
Cuando dijimos que nuestros jubilados eran prioridad, muchos nos miraban casi con sorna, porque es verdad, casi década y media, varias décadas nuestros jubilados quedaron prácticamente de la mano de Dios y empezamos de a poquito, empezamos con la jubilación mínima y con 10 aumentos, luego seguimos extendiéndolo a todos como vamos a hacer de ahora en adelante y también por supuesto fortaleciendo a los de los más abajo pero extendiéndolo hacia todos, luego seguimos con el plan de inclusión jubilatoria para que aquellos hermanos y hermanas que en la década del ´90 habían quedado sin posibilidad alguna se puedan jubilar; más de 1 millón de argentinos pudieron acceder a esa posibilidad. (APLAUSOS)
Cuando la pobreza estaba en el 60 por ciento nos decían que no se iba a poder bajar y nosotros nos pusimos a trabajar con fuerza, no a distribuir lo que puede haber servido en un momento que son los planes sociales, sino a generar trabajo, a mejorar el poder adquisitivo, la distribución del ingreso.
En el último índice de pobreza que se anunció hace unos meses atrás, esperemos que siga bajando porque todavía es alta, bajamos del 60 al 26,9, unos 34 puntos; de la indigencia bajamos de 28 a 8; de la desocupación bajamos del 30 al 8,3. La Argentina empieza a recuperar su dignidad, los argentinos vuelven a tener derecho a la dignidad.
Esto que estamos haciendo hoy con un plan de miles y miles de viviendas, más de 200.000 viviendas en toda la Argentina estamos construyendo, después de muchísimos años tiende a recuperar la dignidad, tiende a recuperar la justicia, la igualdad de posibilidades.
Hace algunos años los dirigentes recorrían y decían: “hemos hecho una gran obra, hemos abierto otro comedor”. Mi sueño, siempre lo compartimos con Cristina, nuestro sueño no es abrir comedores, sino que el comedor sea el de la casa propia, donde se junte la familia a compartir las alegrías del día. Porque allí entramos a recuperar nuestra clase trabajadora y nuestra clase media con movilidad ascendente, como cuando yo era chico que mi abuelo y mi padre pensaban en el hijo profesional. Y no como lo que nos pasó en la década del 90, donde vi lágrimas en las caras de los abuelos, abuelas, padres y madres cuando veían que el hijo venía a vivir a su casa con los brazos caídos porque la crisis lo estaba derrotando. (APLAUSOS).
Estamos dando vuelta a la taba y los padres y los abuelos vuelven a pensar que sus hijos van a estar mejor que ellos. Esa es la Argentina que vale cuando las nuevas generaciones tienen más esperanzas, más posibilidades.
Fíjense ustedes lo que nos pasó en determinado momento y nos sigue pasando: empresas que reclaman chicos, jóvenes argentinos para trabajar y nos encontramos que por haber cerrado las escuelas técnicas en la década del 90 a muchos de ellos les falta oficio. Por eso trabajamos fuertemente en el nivel educacional con Daniel Filmus e instauramos nuevamente las escuelas de educación técnica para que nuestros chicos vuelvan a tener el instrumento y las posibilidades concretas. (APLAUSOS).
Una nueva Ley de Educación plural y votada por todos los sectores, fuerte y con financiamiento, con 6 puntos del Producto Bruto Interno hacia el Bicentenario para que la educación, nuestros docentes, tengan financiamiento como corresponde. Financiamiento para parte del sueldo docente, pero también para la investigación, para la preparación, para la cualificación, para que volvamos a recuperar esa calidad educativa que con mucho esfuerzo por allí se mantuvo en términos individuales, por la acción personal de cada docente, pero que había perdido el sentido colectivo que tenemos que recuperar ahora para hacer de la educación una verdadera excelencia, que es la tarea que tenemos que hacer entre todos porque es fundamental. Si en la educación hay excelencia vamos a tener ese recurso humano que es bueno y tan admirado por el mundo.
El crecimiento de la Argentina por quinto año consecutivo no se recuerda en la historia, años que la Argentina no crecía cinco años seguidos; la recuperación de la industria, la recuperación fuerte de nuestro campo también, discutiendo muchas veces, pero nuestro campo está saliendo de los sufrimientos de la década del 90 para tener capacidad competitiva, capacidad de exportación, capacidad de inversión, volver a recuperar la posibilidad de tener tecnología.
Y claro que en el andar se van discutiendo y debatiendo temas, pero esa es la tensión del crecimiento y tenemos que aprender a debatir los temas alrededor de una mesa para escucharnos unos a los otros para construir la Argentina que merecemos. Nadie tiene la verdad absoluta, cada uno tiene una verdad relativa y si hay generosidad se construye esa verdad que nos contiene a todos.
También le vengo a decir al Intendente de este querido pueblo de Coronel Suárez que hay que llevar adelante esa ruta que es tan importante, que es una ruta provincial, pero vengo a comprometer la Nación para que entre Lamadrid y Coronel Suárez o Coronel Suárez y Lamadrid tengan la ruta 67. (APLAUSOS). Estoy seguro que Felipe está totalmente de acuerdo y no tengo ninguna duda que Daniel Scioli la va a inaugurar, juntamente con un pingüino o una pingüina, o una pingüina o un pingüino. (APLAUSOS). Yo, lo que dije en San Juan el otro día, vendré como Presidente o vendré como Primera Dama o Primer Caballero, como dijo Cristina, pero voy a estar acá presente con todas mis fuerzas acompañándolos.
Pero lo bueno de caminar, de tocarnos las manos, de saludarnos, de darnos fuerzas, de escuchar lo que la gente nos dice, es que nos da una fuerza espiritual tremenda. Les puedo asegurar que ustedes hoy en Coronel Suárez nos han hecho vibrar fuertemente. Hay muchas veces que en la soledad, cuando se vienen todos los intereses encima, uno tiene que ponerse firme, tiene que ponerse con toda esa potencia que tenemos los argentinos de creer en nosotros mismos. Pero yo sabía, Cristina, lo viste y lo ves en cada pueblo, estuvimos en San Juan, en Bragado, en Arrecife, en Alberdi, donde vamos, en todos esos lugares donde hemos estado últimamente he notado que a veces uno creía que estaba luchando solo, pero estaba luchando con todos ustedes y cada uno me acompañaba de su casa, de su trabajo, dándome las fuerzas que correspondía. (APLAUSOS).
Creo en la concertación plural, creo que la Argentina necesariamente tiene que ir a un gran espacio transformador porque digo que el cambio recién comienza. Espero poder decirles a los argentinos que el 10 de diciembre de 2007 estamos saliendo del infierno, cuesta salir del infierno, y que a partir de allí entramos a resolver y a debatir el rumbo estratégico de este gran país. Este país que ha crecido en su industria, que va a seguir manteniendo el superávit fiscal primario administrando bien, que va a seguir manteniendo el superávit comercial y mejorando su recaudación. Porque para tener potencialidad hay que administrar bien y para que nos respeten hay que tener solvencia, y para tener solvencia hay que tener las reservas que por lo menos tenemos hoy, que llegan a 41 mil millones de reservas, que hemos juntado durante cuatro años con el esfuerzo de todos los argentinos. (APLAUSOS).
Por eso, querido Intendente, amigos, amigas, les quiero pedir muy pocas cosas, si ustedes me permiten, con absoluto respeto, les quiero pedir que nos ayuden, que nos acompañen, esas miradas de hoy, esos brazos que nos tendían no saben la fuerza que dan.
Les puedo asegurar que estoy jugado por lo mismo que ustedes. Por esas cuestiones de la historia, mientras algunos habían prometido todo – cuídense de aquellos que prometen todo y que tienen soluciones para todo – se permitió la llegada de un tipo común, de un hombre común a la Casa de Gobierno, que no se arregla muy bien ni se lustra bien los zapatos, que no tuve nunca asesor de imagen, más que los retos que me da Cristina, que me dice que soy un desordenado, siempre fui así, de chiquito, pero acuérdense que aquellos que cuidan mucho la imagen o andan con tres o cuatro asesores de imagen, aquellos que no dicen lo que piensan y prometen que pueden solucionar todo, ante el primer problema no los vemos más al frente de la situación.
Y ustedes que son mujeres comunes y hombres comunes, como soy yo, cuando no alcanza el dinero para mantener la casa, se van a buscar una changa o se van a buscar el segundo trabajo o se van a hacer trabajos extras porque saben cómo hay que lucharla y pelearla todos los días, no le pueden prometer a la familia que van a comer al otro día, le tienen que dar de comer. Y cuando uno le toca conducir un gran país como este, no le puede decir a los argentinos que mañana va a arreglar todo.
Paso a paso hay que ir arreglando todo como corresponde día a día, nadie es perfecto, corrigiendo todos los errores que haya que corregir pero entendiendo que la construcción, la administración del Estado es una cuestión cotidiana que se hace con responsabilidad y que hay que dedicarle todas las horas del día. Cuando se quiere y se pelea por tener la iniciativa política hermanos míos, hay que dedicarse de lleno, con fuerza, con ganas.
Por eso cada mañana me abrazo a San Martín, pero al San Martín de carne y hueso que luchó por la independencia argentina y la construcción de la nacionalidad; hoy, en el día del periodista, a Mariano Moreno, verdadero ejemplo que muchos tendrían que leerlo y que todos los argentinos sabemos que es uno de los pilares de la construcción de esta Argentina que amamos y que queremos tanto; a otro gran hombre, que también la historia a veces lo tiene en cuenta y otras no, pero yo sí lo tengo en cuenta permanentemente, que se llama don Hipólito Yrigoyen, un hombre que también luchó por sus convicciones y sus ideas; a otro gran conductor del pueblo argentino, que fue presidente 3 veces y logró la incorporación de muchísimos sectores a la vida nacional como fue el general Perón. (APLAUSOS) Pero a alguien fundamentalmente, si me lo permiten, que creo que es la llama viva de la espiritualidad, de la decencia, de la entrega, de la no especulación, del pensar en los demás con su actitud fuerte y decida, que está más allá de todos y que encarna la espiritualidad de todos los argentinos, lo que llevamos todos dentro, esa gran mujer que fue Eva Perón. (APLAUSOS)
Por eso, con esa concepción estamos convocando a la concertación plural con absoluta amplitud, a los investigadores. Cuando entramos al Gobierno, queridos amigos de Coronel Suárez, el investigador más joven tenía 50 años, rápidamente instrumentamos todo el sistema de becas y de formación para que los pibes que se nos iban del país se puedan ir incorporando paulatinamente a investigar en el CONICET y en todos los institutos de investigación que la Argentina necesita para generar tecnología de punta. Hace pocas horas, pocos días, se puso en marcha un reactor argentino en Australia, eso es lo que necesitamos, estudiar, investigar, prepararnos, que es central y fundamental.
La clase trabajadora, nuestra gran clase media con movilidad ascendente, verdadero orgullo en Latinoamérica, pocos países tienen la clase media que tienen los argentinos, la tenemos que potenciar y recuperar con toda esa fuerza. Igualmente a los empresarios nacionales, a nuestros productores, a nuestros trabajadores, a construir la identidad nacional en pluralidad, pero todos abrazados a esos colores que vemos en las banderas y en los globos que son el celeste y blanco. Abrazados a nuestra escarapela, a nuestro himno nacional, al orgullo de ser argentino, al orgullo de nuestra identidad, al orgullo de la dignidad, de la justicia, de la equidad, de la inclusión, abrazados al orgullo de construir una nueva Argentina. (APLAUSOS)
Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires, muchas gracias de corazón de este presidente sureño que los ama y que los quiere. Muchísimas gracias, a seguir trabajando, a seguir poniendo toda nuestra fuerza y siempre encontrarán en mi un servidor, un argentino.
Gracias, viva la patria. (APLAUSOS)