Señor Gobernador de la provincia de San Juan, querido amigo, una alegría volver a compartir contigo otro día de realizaciones aquí, en esta querida y hermosa provincia y tierra sanjuanina; señor vicegobernador; señor gobernador de la provincia de Mendoza, querido amigo Julio; señor intendente municipal, Enrique Conti; señores ministros; senadores; autoridades; Primera Dama Sanjuanina, gracias por acompañarnos nuevamente en este día: Yo les quiero contar que, hace muchos años, no tantos pero en plena crisis, allá por el 2000, 2001 estuve en San Juan, vine al pueblo de Chimbas con Camacho, que por allí lo vi a mi amigo Camacho y había conversado en Buenos Aires antes de salir en ese momento en el Senador hoy Gobernador, y acá en San Juan estaba la provincia totalmente paralizada; los trabajadores públicos no cobraban, los maestros y los empleados de los hospitales no cobraban; me dio un profundo dolor; una provincia potente, fuerte, con tanta historia como San Juan, por supuesto olvidada por el Gobierno Nacional, con una situación de crisis terminal. Me fui a ver y a saludar al gobernador de entonces, para hablar con él, haber en qué lo podía ayudar en este país anarquizado en esta situación tan grave que había.
Y ustedes saben el contraste de ese San Juan paralizado, a la construcción de este edificio que es terminar con el monumento a la desidia. ¡Cuántas cosas cambiaron en San Juan, qué importante, qué vital para la construcción del nuevo país! Son las dos caras absolutamente distintas.
Esto no es fruto de las cuestiones mágicas, no es fruto de que se cambia una provincia y un país o un país y una provincia. No se puede cambiar por sí sola un provincia; para que pueda cambiar un país tienen que cambiar todas las provincias.
Entendimos en ese momento que la reconstrucción de la Argentina no se podía hacer de un día para otro; había que empezar a construir la fe, la esperanza, la dignidad del trabajo, recuperar la identidad nacional, recuperar la alegría de sentirnos argentinos que no éramos los peores del mundo, que podíamos; escuchábamos ese discurso que hacen muchos aquellos que adscriben aquellas teorías que han hambreado a América toda y al pueblo argentino en particular; esa Argentina que soñaba y que algunos dirigentes decían: estamos y se nos viene el precipicio que siempre en sus discursos nos predecían el mayor de los males.
Nosotros, con la fe en los argentinos, con la fe en Dios, en nuestro trabajo, en nuestra voluntad, en nuestra capacidad de cambiar, decidimos avanzar decididamente en la recuperación de la fe y en la reconstrucción del país.
Mientras algunos ponían todo bajo custodia sus riquezas y demás, porque decían que la Argentina se derrumbaba, nosotros nos abrazamos junto al pueblo para empezar a recuperar la patria, y empezamos un 25 de mayo de 2003 con el 60 por ciento de desocupación, con el 60 por ciento de pobreza, casi 30 por ciento de desocupación, 28 por ciento de indigencia, 170 por ciento de deuda sobre el Producto, con argentinos y argentinas con los brazos caídos y con la dignidad absolutamente abofeteada.
Empezamos esta tarea de recuperar el derecho a volver a sentirnos en nuestra tierra y en nuestra patria, con 4.000 millones de dólares de reservas, con el Fondo Monetario rodeándonos para abordarnos definitivamente y con los acreedores de la deuda privada, viendo qué se podía llevar de lo que quedaba de la Argentina. Empezamos a trabajar y seguíamos escuchando a los economistas de la derecha o neoliberales argentinos que aún los escuchamos hablar, diciendo que teníamos que pagar todos los males que habíamos hecho a este mundo que había creído en la Argentina y los argentinos no habían cumplido. Resulta que, a pesar de eso, los culpables de todo éramos los argentinos.
Nosotros dijimos: “no venimos a dejar las convicciones y las ideas detrás del sillón en la Casa Rosada, en el despacho, bajo ningún aspecto”. (APLAUSOS) Venimos a levantar las ideas y las convicciones que días antes había dicho acá en San Juan, cuando generamos el Acta de Compromiso Histórico que casi cumplimos permanentemente en las calles hermosas sanjuaninas, en una noche inolvidable donde el pueblo de San Juan nos daba fuerzas para salir a luchar por la iniciativa política en el país. (APLAUSOS)
Dijimos: “ni claudicar ni arrodillarnos; salir a defender con hidalguía y dignidad los derechos de los argentinos. (APLAUSOS) Y empezamos con el primer problema, a las pocas horas, porque de estas cosas hay que acordarse, me tocó conducir la Argentina y la primera presión la tuve de esa Corte Suprema que llenó de vergüenza a todos los argentinos, que me quería presionar con los problemas del “corralito”, con los problemas de la devaluación, con los problemas que en la Argentina habían quedado después de la explosión del 2001 y dije que no iba a aceptar esas presiones; tomé el micrófono, me comuniqué con le pueblo argentinos y dije, “vamos a empezar por tener una Corte Suprema independiente y digna que nos de tranquilidad a todos los argentinos para terminar con estas extorsiones”.(APLAUSOS)
A las pocas horas y días, empezó este proceso; de la misma forma dije: “no quiero vivir ni ser Presidente de una Argentina donde no haya memoria, justicia y verdad”; me pronuncié contra los indultos, contra la obediencia debida y el punto final. Dije “quiero vivir en una Argentina donde haya memoria, donde haya justicia y donde todos aquellos argentinos que fueron torturados y abatidos por la dictadura, tengan la posibilidad de acceder -y toda la sociedad argentina- a ese derecho de justicia que corresponde.
Algunos me dijeron que con eso iba a dividir a la sociedad argentina, porque lo que parece es que querían más un panqueque que un presidente y yo no vine a ser un tibio, me vine a jugar por las ideas de Argentina que creía con todas sus fuerzas. (APLAUSOS)
Continuaron las horas y llegó la renegociación de la deuda privada; con Cristina que me acompañó en todas las horas y en todos esos momentos, saben bien lo firme que tuvimos que ponernos cuando tuvimos que decir y hacer la última oferta que reconocíamos el 30 por ciento de la deuda y hacíamos la quita del 70 y que se presentaran en tanto tiempo y quienes no se presentaran sería problemas de ellos.
Yo veía que muchos que trabajaban conmigo se ponían nerviosos y pálidos, pero esa compañera que ven allí, Cristina, me dijo: “Néstor, metele para adelante con el coraje que tuvimos en todos los tiempos y logramos por primera vez en la historia ahorrar 70.000 millones de dólares a los bolsillos argentinos por primera vez en la historia; llegó diciembre de 2005 y seguíamos siendo rodeados por el Fondo Monetario que venía a decirnos qué es lo que teníamos que hacer; lo que querían hacer es lo que hicieron en otra época, pero se olvidaba que ahora había otros hombres y otras mujeres con otro coraje y otra dignidad nacional, que no estaban dispuestos a aceptar los designios que ellos tenían.
Ustedes lo veían, los diarios lo sacaban, corriendo por Palermo, saliendo y entrando del Sheraton, nos venían a decir lo que teníamos que hacer los irresponsables e imprudentes argentinos. Juntando moneda tras moneda en apenas 2 años de gobierno, qué cosas habrán hecho en esta Patria para haber estado tantos años dependiendo del Fondo Monetario, le pagamos y le dijimos chau al Fondo. La Argentina tomó su decisión nacional de recuperar la capacidad de resolver por sí misma el rumbo y el camino por donde quería ir.
Esto es muy importante, porque hay muchos que se reciclan, hay muchos que creen que no tenemos memoria y que tratan hoy de decirnos qué es lo que tenemos que hacer los argentinos. Pero los argentinos sé que tenemos memoria y sabemos quienes son los que nos llevaron al borde del abismo; sabemos quienes son los que decían que había que inclinarse hacia el Fondo Monetario Internacional; sabemos quienes son los que decían que teníamos que aceptar cualquier política de aumento tarifario; sabemos quienes son los que decían que nosotros no podíamos manejar ni nuestra empresa de aguas, ni nuestra empresa de correo, ni las comunicaciones como lo empezamos a hacer con toda nuestra fuerza; sabemos quienes son los que nunca creyeron que la Argentina tenía su capacidad y su responsabilidad en los propios argentinos para resolver los problemas que día a día tenemos que resolver, porque muchas son las asignaturas pendientes.
Nos miraban y nos decían que si seguíamos con las políticas que teníamos solamente iba a haber un efecto rebote, que íbamos a crecer un año y después nos íbamos a caer de vuelta, los mismos que quebraron y fundieron el país o los mismos que se llevaron sus riquezas afuera. Hace 4 años y entramos en el quinto año de crecimiento consecutivo, no recuerda la historia argentina, 5 años de crecimiento a este nivel, ¿dónde están los que decían que era el efecto rebote? Por qué no se dan cuenta que hay un verdadero cambio definitivo en el país. (APLAUSOS)
Aquellos que nos decían que la pobreza iba a bajar lentamente, del 60 por ciento, al último índice que estoy seguro que ya es menor, pasamos al 26,9; del casi el 30 por ciento de desocupación pasamos al 8,3 y del casi 28 por ciento de indigencia pasamos al 8 por ciento. La industria nacional el último año creció el 8,3 por ciento, está creciendo al 6,8 por ciento este año. Crecimos el primer cuatrimestre de este año el 8 por ciento y hemos crecido en los 3 años y medio anteriores a un promedio del 8,4, 8,5 u 8,6 por ciento. Hemos recuperado la capacidad en la distribución del ingreso y hemos recuperado también el poder adquisitivo de los trabajadores, hemos recuperado con mucha fuerza, después de muchísimo tiempo y lo vamos a seguir haciendo, más de 10 aumentos en la jubilación mínima que por años estuvo enterrada, dignificando a aquellos que estuvieron por tanto tiempo olvidados, nuestros jubilados. Claro que falta, claro que tienen que ganar más, pero estamos subiendo la escalera no siguiendo hacia el subsuelo.
También para aquellos hermanos y hermanas que quedaron presos de las políticas del ’90, generamos un plan de inclusión familiar, de jubilación importantísimo, un plan de inclusión jubilatoria que nos permitió que un millón de argentinos puedan ingresar definitivamente a ese plan. De 4.000 ó 5.000 millones de reserva que teníamos hoy la Argentina tiene 40.800 millones de dólares de reserva que son de todos los argentinos. ¡Miren si se puede administrar distinto, miren qué sentido tiene administrar con Justicia y equidad!
Cuando le pagamos al Fondo decían que era una irresponsabilidad, porque nos quedábamos sin reservas; ahora dicen que tenemos muchas reservas, ellos son siempre así, nunca quieren que a la Argentina le vaya bien, tengan fuertes recuerdos de lo mismo. (APLAUSOS)
Hoy estamos en San Juan comprometidos con esta tierra, con esta inauguración que significa mucho, pero hay algo que es fundamental que se lo decía a Cristina cuando venía hacia aquí, los puedo mirar a los ojos, porque todo lo que les dije a los sanjuaninos, querido compañero gobernador, querida Cristina, queridos hermanos, lo hemos cumplido, no hicimos promesas falsas, acá está la realidad clara y concreta. (APLAUSOS)
Decía el gobernador de San Juan recién que los que vienen de la Capital… y lo voy a corregir. Yo estoy por un tiempo en la Capital, porque el presidente reside en la Capital, pero soy un hombre del Sur, un pingüino que vive en Santa Cruz, esa es mi tierra y vivo allá. Amo la Capital y amo a los porteños pero vengo del Sur. (APLAUSOS)
Les puedo decir con toda mi fuerza que me siento orgulloso que el Hospital Rawson esté funcionando, que la obra de cloacas esté avanzando, que la obra de Circunvalación se convierta en una realidad, pero también este gobernador que tienen ustedes siempre me pone nuevos desafíos y está bien. Yo le digo al gobernador que me parece genial que si tenemos que hacer el Teatro del Bicentenario lo hagamos juntos, porque San Juan lo merece. (APLAUSOS)
Está bien, me parece bárbaro que Desamparados pueda ascender con la historia que tiene, desde pibe lo conocemos a Desamparados de San Juan, lo veíamos en la revista El Gráfico, en El Mundo Deportivo, en Goles, también San Martín de San Juan que tiene la posibilidad de ascender a la Primera A, es un verdadero gesto federal que también como lo hace Godoy Cruz en Mendoza lo pueda hacer San Martín de San Juan en San Juan. Me parece que es algo espectacular. (APLAUSOS)
Estamos dispuestos a compartir el esfuerzo de llevar el proyecto y la construcción del estadio que merecen los sanjuaninos. (APLAUSOS) Pero cuando venga Racing ¡cuidadito!. La verdad que es una profunda alegría y espero que en febrero, cuando se inaugure la segunda parte de este hermoso complejo Centro Cívico, y en agosto cuando se inaugure definitivamente, no tengan dudas que alguien del Sur va a haber; no sé si será pingüino o pingüina, pero acá los va a estar acompañando. (APLAUSOS) Por ahí vengo como Presidente y por ahí vengo como primera dama, no hay problema, también estoy con todos ustedes, por honrar a las damas, la verdad es que no soy muy lindo, dicen que como primer caballero, no hay problema.
Pero la verdad vamos a seguir haciendo todo por esta hermosa tierra argentina, lo único que les pido a todos los argentinos desde San Juan, de esta amada tierra que sólo nos ha brindado amor y cariño, a todos los argentinos desde la Capital a Jujuy, desde la Capital a Tierra del Fuego, que me ayuden; es dura la lucha por defender los intereses de la patria. Yo podría jugar a ser un poquito más educado, pero a veces me tengo que poner fuerte para que no avasallen los intereses de los argentinos, porque es lo fundamental, es la primera responsabilidad que tengo. Y lo hago, porque no bien a tratar de quedar bien con todos, sino me vine a jugar por mi pueblo, por mi patria, por mi bandera, por los argentinos, por el país federal, por una Argentina para todos y por una Argentina con todos; por una Argentina plural, con pasión y con amor.
Muchas gracias San Juan, muchas gracias, los felicito tremendamente por esta obra, muchas gracias Gobernador, felicitaciones por su gran gobernación, muchas gracias sanjuaninos, intendente, trabajadores, muchas gracias “gorros amarillos” que volvieron a la Argentina con la fuerza del trabajo, muchas gracias todo San Juan, un humilde colaborador, un santacruceño, un sureño.
Muchas gracias. (APLAUSOS)
Y ustedes saben el contraste de ese San Juan paralizado, a la construcción de este edificio que es terminar con el monumento a la desidia. ¡Cuántas cosas cambiaron en San Juan, qué importante, qué vital para la construcción del nuevo país! Son las dos caras absolutamente distintas.
Esto no es fruto de las cuestiones mágicas, no es fruto de que se cambia una provincia y un país o un país y una provincia. No se puede cambiar por sí sola un provincia; para que pueda cambiar un país tienen que cambiar todas las provincias.
Entendimos en ese momento que la reconstrucción de la Argentina no se podía hacer de un día para otro; había que empezar a construir la fe, la esperanza, la dignidad del trabajo, recuperar la identidad nacional, recuperar la alegría de sentirnos argentinos que no éramos los peores del mundo, que podíamos; escuchábamos ese discurso que hacen muchos aquellos que adscriben aquellas teorías que han hambreado a América toda y al pueblo argentino en particular; esa Argentina que soñaba y que algunos dirigentes decían: estamos y se nos viene el precipicio que siempre en sus discursos nos predecían el mayor de los males.
Nosotros, con la fe en los argentinos, con la fe en Dios, en nuestro trabajo, en nuestra voluntad, en nuestra capacidad de cambiar, decidimos avanzar decididamente en la recuperación de la fe y en la reconstrucción del país.
Mientras algunos ponían todo bajo custodia sus riquezas y demás, porque decían que la Argentina se derrumbaba, nosotros nos abrazamos junto al pueblo para empezar a recuperar la patria, y empezamos un 25 de mayo de 2003 con el 60 por ciento de desocupación, con el 60 por ciento de pobreza, casi 30 por ciento de desocupación, 28 por ciento de indigencia, 170 por ciento de deuda sobre el Producto, con argentinos y argentinas con los brazos caídos y con la dignidad absolutamente abofeteada.
Empezamos esta tarea de recuperar el derecho a volver a sentirnos en nuestra tierra y en nuestra patria, con 4.000 millones de dólares de reservas, con el Fondo Monetario rodeándonos para abordarnos definitivamente y con los acreedores de la deuda privada, viendo qué se podía llevar de lo que quedaba de la Argentina. Empezamos a trabajar y seguíamos escuchando a los economistas de la derecha o neoliberales argentinos que aún los escuchamos hablar, diciendo que teníamos que pagar todos los males que habíamos hecho a este mundo que había creído en la Argentina y los argentinos no habían cumplido. Resulta que, a pesar de eso, los culpables de todo éramos los argentinos.
Nosotros dijimos: “no venimos a dejar las convicciones y las ideas detrás del sillón en la Casa Rosada, en el despacho, bajo ningún aspecto”. (APLAUSOS) Venimos a levantar las ideas y las convicciones que días antes había dicho acá en San Juan, cuando generamos el Acta de Compromiso Histórico que casi cumplimos permanentemente en las calles hermosas sanjuaninas, en una noche inolvidable donde el pueblo de San Juan nos daba fuerzas para salir a luchar por la iniciativa política en el país. (APLAUSOS)
Dijimos: “ni claudicar ni arrodillarnos; salir a defender con hidalguía y dignidad los derechos de los argentinos. (APLAUSOS) Y empezamos con el primer problema, a las pocas horas, porque de estas cosas hay que acordarse, me tocó conducir la Argentina y la primera presión la tuve de esa Corte Suprema que llenó de vergüenza a todos los argentinos, que me quería presionar con los problemas del “corralito”, con los problemas de la devaluación, con los problemas que en la Argentina habían quedado después de la explosión del 2001 y dije que no iba a aceptar esas presiones; tomé el micrófono, me comuniqué con le pueblo argentinos y dije, “vamos a empezar por tener una Corte Suprema independiente y digna que nos de tranquilidad a todos los argentinos para terminar con estas extorsiones”.(APLAUSOS)
A las pocas horas y días, empezó este proceso; de la misma forma dije: “no quiero vivir ni ser Presidente de una Argentina donde no haya memoria, justicia y verdad”; me pronuncié contra los indultos, contra la obediencia debida y el punto final. Dije “quiero vivir en una Argentina donde haya memoria, donde haya justicia y donde todos aquellos argentinos que fueron torturados y abatidos por la dictadura, tengan la posibilidad de acceder -y toda la sociedad argentina- a ese derecho de justicia que corresponde.
Algunos me dijeron que con eso iba a dividir a la sociedad argentina, porque lo que parece es que querían más un panqueque que un presidente y yo no vine a ser un tibio, me vine a jugar por las ideas de Argentina que creía con todas sus fuerzas. (APLAUSOS)
Continuaron las horas y llegó la renegociación de la deuda privada; con Cristina que me acompañó en todas las horas y en todos esos momentos, saben bien lo firme que tuvimos que ponernos cuando tuvimos que decir y hacer la última oferta que reconocíamos el 30 por ciento de la deuda y hacíamos la quita del 70 y que se presentaran en tanto tiempo y quienes no se presentaran sería problemas de ellos.
Yo veía que muchos que trabajaban conmigo se ponían nerviosos y pálidos, pero esa compañera que ven allí, Cristina, me dijo: “Néstor, metele para adelante con el coraje que tuvimos en todos los tiempos y logramos por primera vez en la historia ahorrar 70.000 millones de dólares a los bolsillos argentinos por primera vez en la historia; llegó diciembre de 2005 y seguíamos siendo rodeados por el Fondo Monetario que venía a decirnos qué es lo que teníamos que hacer; lo que querían hacer es lo que hicieron en otra época, pero se olvidaba que ahora había otros hombres y otras mujeres con otro coraje y otra dignidad nacional, que no estaban dispuestos a aceptar los designios que ellos tenían.
Ustedes lo veían, los diarios lo sacaban, corriendo por Palermo, saliendo y entrando del Sheraton, nos venían a decir lo que teníamos que hacer los irresponsables e imprudentes argentinos. Juntando moneda tras moneda en apenas 2 años de gobierno, qué cosas habrán hecho en esta Patria para haber estado tantos años dependiendo del Fondo Monetario, le pagamos y le dijimos chau al Fondo. La Argentina tomó su decisión nacional de recuperar la capacidad de resolver por sí misma el rumbo y el camino por donde quería ir.
Esto es muy importante, porque hay muchos que se reciclan, hay muchos que creen que no tenemos memoria y que tratan hoy de decirnos qué es lo que tenemos que hacer los argentinos. Pero los argentinos sé que tenemos memoria y sabemos quienes son los que nos llevaron al borde del abismo; sabemos quienes son los que decían que había que inclinarse hacia el Fondo Monetario Internacional; sabemos quienes son los que decían que teníamos que aceptar cualquier política de aumento tarifario; sabemos quienes son los que decían que nosotros no podíamos manejar ni nuestra empresa de aguas, ni nuestra empresa de correo, ni las comunicaciones como lo empezamos a hacer con toda nuestra fuerza; sabemos quienes son los que nunca creyeron que la Argentina tenía su capacidad y su responsabilidad en los propios argentinos para resolver los problemas que día a día tenemos que resolver, porque muchas son las asignaturas pendientes.
Nos miraban y nos decían que si seguíamos con las políticas que teníamos solamente iba a haber un efecto rebote, que íbamos a crecer un año y después nos íbamos a caer de vuelta, los mismos que quebraron y fundieron el país o los mismos que se llevaron sus riquezas afuera. Hace 4 años y entramos en el quinto año de crecimiento consecutivo, no recuerda la historia argentina, 5 años de crecimiento a este nivel, ¿dónde están los que decían que era el efecto rebote? Por qué no se dan cuenta que hay un verdadero cambio definitivo en el país. (APLAUSOS)
Aquellos que nos decían que la pobreza iba a bajar lentamente, del 60 por ciento, al último índice que estoy seguro que ya es menor, pasamos al 26,9; del casi el 30 por ciento de desocupación pasamos al 8,3 y del casi 28 por ciento de indigencia pasamos al 8 por ciento. La industria nacional el último año creció el 8,3 por ciento, está creciendo al 6,8 por ciento este año. Crecimos el primer cuatrimestre de este año el 8 por ciento y hemos crecido en los 3 años y medio anteriores a un promedio del 8,4, 8,5 u 8,6 por ciento. Hemos recuperado la capacidad en la distribución del ingreso y hemos recuperado también el poder adquisitivo de los trabajadores, hemos recuperado con mucha fuerza, después de muchísimo tiempo y lo vamos a seguir haciendo, más de 10 aumentos en la jubilación mínima que por años estuvo enterrada, dignificando a aquellos que estuvieron por tanto tiempo olvidados, nuestros jubilados. Claro que falta, claro que tienen que ganar más, pero estamos subiendo la escalera no siguiendo hacia el subsuelo.
También para aquellos hermanos y hermanas que quedaron presos de las políticas del ’90, generamos un plan de inclusión familiar, de jubilación importantísimo, un plan de inclusión jubilatoria que nos permitió que un millón de argentinos puedan ingresar definitivamente a ese plan. De 4.000 ó 5.000 millones de reserva que teníamos hoy la Argentina tiene 40.800 millones de dólares de reserva que son de todos los argentinos. ¡Miren si se puede administrar distinto, miren qué sentido tiene administrar con Justicia y equidad!
Cuando le pagamos al Fondo decían que era una irresponsabilidad, porque nos quedábamos sin reservas; ahora dicen que tenemos muchas reservas, ellos son siempre así, nunca quieren que a la Argentina le vaya bien, tengan fuertes recuerdos de lo mismo. (APLAUSOS)
Hoy estamos en San Juan comprometidos con esta tierra, con esta inauguración que significa mucho, pero hay algo que es fundamental que se lo decía a Cristina cuando venía hacia aquí, los puedo mirar a los ojos, porque todo lo que les dije a los sanjuaninos, querido compañero gobernador, querida Cristina, queridos hermanos, lo hemos cumplido, no hicimos promesas falsas, acá está la realidad clara y concreta. (APLAUSOS)
Decía el gobernador de San Juan recién que los que vienen de la Capital… y lo voy a corregir. Yo estoy por un tiempo en la Capital, porque el presidente reside en la Capital, pero soy un hombre del Sur, un pingüino que vive en Santa Cruz, esa es mi tierra y vivo allá. Amo la Capital y amo a los porteños pero vengo del Sur. (APLAUSOS)
Les puedo decir con toda mi fuerza que me siento orgulloso que el Hospital Rawson esté funcionando, que la obra de cloacas esté avanzando, que la obra de Circunvalación se convierta en una realidad, pero también este gobernador que tienen ustedes siempre me pone nuevos desafíos y está bien. Yo le digo al gobernador que me parece genial que si tenemos que hacer el Teatro del Bicentenario lo hagamos juntos, porque San Juan lo merece. (APLAUSOS)
Está bien, me parece bárbaro que Desamparados pueda ascender con la historia que tiene, desde pibe lo conocemos a Desamparados de San Juan, lo veíamos en la revista El Gráfico, en El Mundo Deportivo, en Goles, también San Martín de San Juan que tiene la posibilidad de ascender a la Primera A, es un verdadero gesto federal que también como lo hace Godoy Cruz en Mendoza lo pueda hacer San Martín de San Juan en San Juan. Me parece que es algo espectacular. (APLAUSOS)
Estamos dispuestos a compartir el esfuerzo de llevar el proyecto y la construcción del estadio que merecen los sanjuaninos. (APLAUSOS) Pero cuando venga Racing ¡cuidadito!. La verdad que es una profunda alegría y espero que en febrero, cuando se inaugure la segunda parte de este hermoso complejo Centro Cívico, y en agosto cuando se inaugure definitivamente, no tengan dudas que alguien del Sur va a haber; no sé si será pingüino o pingüina, pero acá los va a estar acompañando. (APLAUSOS) Por ahí vengo como Presidente y por ahí vengo como primera dama, no hay problema, también estoy con todos ustedes, por honrar a las damas, la verdad es que no soy muy lindo, dicen que como primer caballero, no hay problema.
Pero la verdad vamos a seguir haciendo todo por esta hermosa tierra argentina, lo único que les pido a todos los argentinos desde San Juan, de esta amada tierra que sólo nos ha brindado amor y cariño, a todos los argentinos desde la Capital a Jujuy, desde la Capital a Tierra del Fuego, que me ayuden; es dura la lucha por defender los intereses de la patria. Yo podría jugar a ser un poquito más educado, pero a veces me tengo que poner fuerte para que no avasallen los intereses de los argentinos, porque es lo fundamental, es la primera responsabilidad que tengo. Y lo hago, porque no bien a tratar de quedar bien con todos, sino me vine a jugar por mi pueblo, por mi patria, por mi bandera, por los argentinos, por el país federal, por una Argentina para todos y por una Argentina con todos; por una Argentina plural, con pasión y con amor.
Muchas gracias San Juan, muchas gracias, los felicito tremendamente por esta obra, muchas gracias Gobernador, felicitaciones por su gran gobernación, muchas gracias sanjuaninos, intendente, trabajadores, muchas gracias “gorros amarillos” que volvieron a la Argentina con la fuerza del trabajo, muchas gracias todo San Juan, un humilde colaborador, un santacruceño, un sureño.
Muchas gracias. (APLAUSOS)