Inauguración de la repotenciación del Alto Horno Nº 2 de la Planta de la firma Ternium Siderar

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DR. NÉSTOR KIRCHNER DURANTE EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL PLAN DE INVERSIONES Y DEL ALTO HORNO No.2, EN LA PLANTA TERNIUM SIDERAR, EN SAN NICOLÁS, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

  • Compartilo en redes :

Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires, querido amigo Felipe Solá; señor Vicepresidente de la Nación, Daniel; señor presidente y directivos de  Ternium Siderar, querido amigo Paolo Rocca; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores Intendentes; miembros del cuerpo diplomático; autoridades nacionales, municipales; amigos, amigas, trabajadores: la verdad es que me emociona fuertemente estar hoy aquí compartiendo con los directivos de la empresa, con los dueños de la empresa y con los trabajadores la concreción de sueños y nuevas inversiones. ¿Y por qué me emociona fuertemente? Por varios motivos: me recuerda cuando me tocó comenzar el mandato, en el 2002, los chicos agolpados en las embajadas, las recetas neoliberales del crecimiento argentino habían explotados, los trabajadores argentinos con los brazos caídos y expulsados de su fuente de trabajo, los empresarios argentinos serios tratando de mantener la inversión y los otros, los que solamente están para buscar los momentos de rentabilidad buscando cómo adecuaban su funcionamiento para tratar de seguir obteniendo rentabilidad, si el país quebraba, era el último apague la luz.

Y como siempre, Felipe, están los sectores que apuestan a triunfar en el desastre y a triunfar cuando le va bien a los argentinos olvidándose que fueron responsables de ese desastre. Y la Argentina llegó a ese 2002 por políticas absolutamente equivocadas, por generar un país de servicios, por vivir una ficción, por creer que integrarnos al mundo nos hacía hombres y mujeres del Primer Mundo. Basta ver grabaciones y filmaciones de aquel momento y escritos de numerosos analistas de la realidad, que aún hoy escriben, que ponderaban los primeros tiempos de aquel modelo y aquella situación.

Como acá la memoria, a veces, es lo que más falta y los recuerdos también, algunos se reciclan rápidamente. Y yo no me molesta que se reciclen, me parece bárbaro que se incorporen a la tarea productiva, sino que a veces uno recibe con dolor que aquellos mismos que defendieron la filosofía del desastre hoy traten de generar a veces en el camino impedimentos que obstaculicen el desarrollo global de la Argentina.

Yo les puedo asegurar queridos amigos, queridos empresarios, querido Paolo, que yo creo firmemente en esta historia, creo que la construcción de una Argentina diferente se hace con coraje y con valor. No se hace con hipocresías, se hace defendiendo ideas. Si quieren pegar que peguen, lo importante es tener las convicciones y los principios pues nos merecemos otro país. Les puedo asegurar que hasta el último día que esté en la Casa de Gobierno, hasta el 10 de diciembre de este 2007, voy a defender firmemente esas convicciones. Porque no vine a tratar de quedar bien con todo el mundo, sino llegué con un apoyo solamente del 22 por ciento de los argentinos, pero ese 22 por ciento y el resto de los argentinos que nos escuchaban, les quedó absolutamente claro que todo lo que dijimos antes y mucho más lo llevamos adelante, por más presión que se haya ejercido sobre nosotros o se trate de ejercer porque lo importante es que los argentinos tengan en claro que su gobernantes están dispuesto a llevar adelante lo que dicen, lo que piensan y lo que plantean durante las campañas electorales.

Y así como ese 10 de diciembre de 2007 seguiré firme a las convicciones, una vez que me toque como un hombre común volver a estar en la calle, no tengo ninguna duda que tanto Daniel, desde la gobernación de la provincia de Buenos Aires y Cristina  desde la conducción del país, van a reafirmar y profundizar las convicciones para construir ese país con justicia, con equidad, con industria nacional,  realmente con el fortalecimiento de nuestros productos de valor agregado, la autonomía en la globalización y construir un país con justicia en la distribución del ingreso y un país para todos.

Fíjense ustedes que nos toca terminar nuestro mandato, como corresponde en el marco de la democracia, pero en el 2010 sabemos que se va a poner en marcha Atucha II; en el 2009 sabemos que se va a poner en marcha la nueva inversión, anunciada por ALUARD en la industria productora de aluminio, donde estuvimos hace algunas horas, en Puerto Madryn y también sabemos que en el 2010 Siderar va a poner en marcha la inversión de 850 millones de dólares, que anunció hoy con generación de puestos de trabajo. Esa es la Argentina que entra a tener un contenido y una proyección, esa es la Argentina de la inversión y del trabajo; esa es la Argentina que nosotros nos merecemos.

Por eso queridos amigos y amigas, a ustedes y a los que están en su casa, firmemente, a creer en esta Argentina industrial, a entender que el campo y la industria no son contradictorios, que deben trabajar juntos y sintetizarse en un proyecto de país, que a nuestros trabajadores hay que brindarles toda la capacitación posible y también que definitivamente como va creciendo la participación en la distribución de la riqueza nacional, que ya estamos llegando al 41 por ciento, que no estamos en las mejores etapas todavía del 50 y el 50, como corresponde. Un país justo también tiene que tener en cuenta la participación permanente y paulatina de los trabajadores argentinos que tienen que tener el derecho a la esperanza; el derecho a saber que van a tener una movilidad ascendente, igual que su clase media; el derecho a pensar que el trabajar les va a deparar un futuro mejor y no, como nos pasó en épocas recientes, que en muchos casos se aceptaban trabajos de cualquier forma con tal de trabajar por la situación y la angustia que nos tocaba vivir.

Porque un país que reivindica sus empresarios nacionales, que reivindica la inversión nacional, que reivindica la inversión que viene desde afuera, pero que viene con sentido de construcción de nación, un país que reivindica el accionar de sus trabajadores, sus intelectuales, sus estudiantes, sus artistas, sus pensadores, es un país que tiene destino, creer fuertemente en ese país de la diversidad y creer fuertemente en ese país de la pluralidad, pero a no volver a creer en esos sueños que nosotros tenemos que vivir con las reglas que viven otros o ese sueño de esa ficción del uno a uno, que muchos creían que estábamos en la Argentina que se estaba integrando a los grandes países industrializados del mundo, donde nos dábamos cuenta que estábamos rematando lo último que nos quedaba y nos generábamos un proceso de endeudamiento y exclusión social pocas veces conocido en nuestra historia.

Por eso querido Paolo Rocca, queridos trabajadores, queridos representantes de la comunidad de San Nicolás y de Ramallo, este proyecto es un ejemplo, se pueden discutir muchas cosas, se pueden discutir visiones, pero un país con inversiones de este tipo tiene destino de país y sus ciudadanos tienen perspectivas, y los hijos de quienes viven hoy también, porque creo que no hay mayor aliciente que saber que cuando uno trabaja, cuando uno pone todo su esfuerzo los pibes que vienen van a estar mejor que uno. Y no como nos pasaba hace un tiempo atrás, donde vimos a trabajadores argentinos, a integrantes de nuestra clase media argentina cómo tenían que ver que sus hijos iban a estar peor que ellos. Nunca más volvamos a esa Argentina. Vayamos adelante con esta Argentina, corrijamos los errores que tengamos. No nos peleemos entre nosotros por cuestiones menores, tengamos capacidad creativa, generemos nuevas síntesis, aprendamos a disfrutar de los resultados y de los éxitos que tenemos, y aprendamos también a corregir los errores con toda humildad.

Les puedo asegurar que hemos trabajado fuertemente, hemos puesto toda nuestra voluntad, hemos puesto todo nuestro coraje, hemos logrado renegociar la deuda externa privada y ahorrar 70 mil millones de dólares a los argentinos, hemos dicho adiós, como corresponde, al Fondo Monetario Internacional, pagándole, le hemos dicho los argentinos queremos conducir nuestra economía y nuestras decisiones.

Eso no nos impide recibir hoy a quienes quieren conducir el Fondo y decirles qué es lo que a nuestro juicio tiene que cambiar, y de la misma boca de ellos reconocen que los argentinos sí teníamos razón, y el propio visitante nos dijo que el Fondo para la Argentina fue como el propio Diablo para el país. Es decir, que ellos mismos están reconociendo que lo que nosotros decíamos y algunos nos decían que estábamos realmente fuera de sí por lo que decíamos, y lo escribían en sus matutinos y en sus diarios, hoy los propios integrantes del Fondo, que lo quieren conducir la institución, nos vienen a decir que el Fondo fue el propio Diablo para la Argentina, esa conducción del Fondo, esa burocracia. Tuvimos el coraje, le pagamos  y le dijimos hasta luego. Los argentinos queremos vivir, queremos pensar y queremos conducir nuestra Argentina.   

Paolo, mucha fuerza, trabajadores, mucha fuerza, San Nicolás, mucha fuerza, intelectuales, clase media, dirigentes políticos, gremiales, de la diversidad plena de toda esta región de Ramallo y San Nicolás, muchísima fuerza.

Y a los argentinos todos, este es el país, no le tengamos miedo industrial, no le tengamos miedo a construir un país con autonomía en la globalización, nos van a respetar mucho más en el mundo. Tenemos que insertarnos, tenemos que negociar, tenemos que debatir, tenemos que discutir, pero si no construimos un país nadie nos va a tener en cuenta, y si nosotros construimos un país con independencia de criterio, desendeudándose, invirtiendo, generando trabajo, generando un ajuste de en la distribución del ingreso, a la Argentina la van a respetar cada día más. Tenemos un crecimiento por quinto año consecutivo que tenemos, hace más de cien años que en la Argentina esto no se daba. Esto seguro que se viene el sexto año de crecimiento, y ya cero que este año vamos a crecer a más del 8 por ciento, y ni hablar de todas las variables, tanto la de la desocupación, de la indigencia, de la pobreza, que han bajado fuertemente. Todo esto anima, todo esto da fuerza, todo esto genera optimismo.

Lógico que hay asignaturas pendientes, lógico que en el Gobierno que viene se va a construir la nueva institucionalidad que va a permitir canalizar este país que hemos sacado de las propias ruinas con políticas fundacionales, desde el propio infierno. Espero el 10 diciembre decirle al pueblo argentino que estamos dejando atrás ese infierno, pero hemos dado un salto cualitativo muy importante.

Estoy contento de estar acá, estoy feliz, honrado. Cuando veía la puesta en marcha del horno, cuando nos explicaban sus ingenieros, sus funcionarios, sus gerentes y sus trabajadores cómo funcionaba todo allí, me sentí honrado. Desde pibe me enseñaron a soñar con esa Argentina, hoy por lo menos creo que algo estamos haciendo para construirla.

Veo esos gorros, esos trabajadores contentos con su trabajo, contentos de que esa industria marcha hacia delante, Paolo, es muy importante, siempre con esos conceptos que usted dijo, desarrollo con sustentabilidad social, desarrollo con justicia, desarrollo con equidad, desarrollo sin concentración económica, desarrollo con posibilidades para todos. Muchas gracias San Nicolás, muchas gracias SIDERAR, muchas gracias Ramallo.