Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales; señores legisladores; miembros del Cuerpo Diplomático; señores empresarios; representantes del sector gremial; señoras y señores: con alegría y optimismo vemos que el fondo fiduciario empieza a dar los resultados esperados y mejores que los que esperábamos en su inicio. Realmente se está marcando una política de responsabilidad, inversión y compromiso que nosotros, los argentinos, valoramos tremendamente. Es momento de que los argentinos y todos los que trabajan en la Argentina tengamos idea clara de que la posibilidad de construir un país distinto, construir un país que definitivamente pueda consolidarse, parte de la creatividad, de la inversión y del riesgo que asumamos todos los argentinos.
En muchos momentos con la situación de endeudamiento y compromiso que tiene la Argentina uno la tiene que imaginar, porque en el proceso de reconstrucción de este país, cuando las cargas que hay sobre las espaldas son muy grandes, evidentemente la imaginación ayuda mucho a la construcción de ese país que nosotros necesitamos. Esta es la realidad concreta. Cuando uno escucha por allí que la Argentina está mucho mejor económicamente, es obvio que hay un proceso de mejoramiento, pero hay que hablarle con sinceridad al pueblo argentino, al conjunto de todos los sectores de la sociedad y a aquellos que miran a la Argentina desde otros lares.
La Argentina carga sobre sus espaldas un fuerte endeudamiento externo y una fuerte deuda interna en lo social fundamentalmente, y no puede enfrentar en un solo momento todas estas situaciones, tiene que ir generando prioridades. No hay que moverse con euforias ni con depresiones pero hay que tener una clara racionalidad de la situación que nosotros tenemos.
Es muy importante el crecimiento que el país ha tenido, 8,4 -el segundo país del mundo en crecimiento- inclusive nosotros estimamos que puede estar un poco más alto una vez que se reacomoden los números; es importante el superávit fiscal primario que hemos tenido, 3,6 cuando teníamos que tener 2,5; es muy importante también el crecimiento de la recaudación, del consumo, de la inversión, son datos que alientan fuertemente. El crecimiento del empleo, estamos ante un crecimiento del empleo muy fuerte, estoy seguro que en las próximas mediciones, con encuesta nueva o encuesta vieja, metodología nueva o metodología vieja, va a seguir teniendo una espiral de caída. Esto es realmente importante porque hay una relación de creación de empleo importante respecto al Producto Bruto muy por arriba de lo que fue la década del ´90, entonces esto también es sustancial y central.
Pero claro, algo que tenemos que entender todos los que estamos en esta Argentina es que generar la situación más cerca de lo ideal o la situación de equilibrio y estabilidad que la Argentina necesita, no se genera de un día para otro. Entonces creo que en cada actitud es necesario tener la visión creativa, el aporte creativo, la visión de compromiso, y tener en claro que la situación del país se va a tender a consolidar, pero depende mucho de la firmeza y de la decisión que tengamos en el marco de la integración internacional que tenemos que lograr y también de la comprensión interna no sólo de los sectores que puedan estar más marginados por el marco de la situación económica que le ha tocado vivir al país, sino también por aquellos sectores que son parte activa del país, que forman el país, que forman opinión en el país, que forman los sectores de intereses que el país tiene. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, porque pareciera ser que a veces la responsabilidad de llevar este país adelante solamente es de quienes ejercen o tienen la iniciativa política en este país y todos se colocan de espectadores para ver qué pasa o qué sucede. Así la Argentina no va a poder avanzar. Es hora de que también en la Argentina aparezca la teoría de las responsabilidades y la teoría de las responsabilidades va para quienes tenemos que gobernar, para los sectores de interés, para los sectores empresarios, para los sectores sindicales y para los sectores de la opinión pública también. Es muy importante trabajar en un claro contenido de cómo se construye la Argentina, no se construye un país, una nación, en términos individuales. Creo que esto es muy importante tenerlo en cuenta.
También debe quedar en claro que es importante informar bien. Nosotros, en el planteo de la negociación con los tenedores de títulos de la deuda externa privada argentina, no hemos variado en nada la propuesta de Dubai. Todo lo que hoy se dice por allí no es cierto. Nuestra postura es la misma, es absolutamente clara, de buena fe, racional como se le ha explicado a importantes interlocutores que hemos tenido en las últimas horas. Los bonos de renegociación que hemos planteado son los tres que hemos dicho en su momento, el bono a la par, el discount y el de crecimiento que está en la propuesta de Dubai. Es decir, todo lo que hemos dicho allí, es en lo que nosotros nos estamos moviendo y está enmarcado en nuestra acción. Esto es muy importante. No tenemos en vista tener otro esquema diferente al que nosotros le hemos dicho a la gente, a la sociedad y el que hemos conversado. Tenemos la mejor buena fe de conversar con todos, la mejor voluntad, el mejor grado de apertura, pero evidentemente -esto que quede muy claro- es importante que un país tenga certeza de las acciones de un gobierno y no que hoy dice una cosa, mañana otra, pasado otra. Nosotros no actuamos para la coyuntura sino que estamos tratando de salir de este infierno con la construcción de políticas que tengan un perfil estratégico.
Es cierto que nos gustaría, como dijo el ministro de Economía en el día de ayer, poder darle un trato especial a tenedores individuales de la deuda argentina, pero las reglas del mercado internacional son claras, no generan diferenciaciones, porque evidentemente entre los fondos buitres y cierto manejo de algunas entidades muy fuertes que se mueven en el mundo financiero y tenedores individuales hay una diferencia sustancial, más allá de que todos saben a qué riesgo se exponen cuando están en una situación de este tipo. Es evidente que todos lo tenemos absolutamente claro, pero así se mueven las reglas del mercado internacional y nosotros realmente poco podemos hacer allí pero tenemos toda nuestra voluntad; si hubiera un marco de renovación de ese funcionamiento nos parecería bárbaro. Esto tiene que quedar muy en claro para evitar cualquier tipo de especulación y además, con absoluto respeto hacia todos los medios, no vivo escondido, cualquier duda que tengan, que nos pregunten o me pregunten para evitar precisamente generar este tipo de situaciones.
Desde luego, nosotros trabajamos para la integración de la Argentina con mucha solidaridad y mucha fuerza, pero también somos plenos defensores de la pluralidad, los consensos y la democracia en el país. ¿Esto qué significa? Que en un país la iniciativa política se determina por la voluntad de la gente; se gobierna por la voluntad del voto. Es la única forma de convivencia, real y concreta que puede tener un país: una democracia moderna, progresista, que pueda expresar a los distintos sectores de la ciudadanía. Deploramos todo tipo de represión o de extorsión, venga de donde venga. Se puede reprimir la voluntad de los ciudadanos desde el Estado, ha pasado. Y nosotros realmente entre la represión y la paciencia de la persuasión, siempre optamos por la paciencia, la persuasión y la convivencia. Pero también se pueden generar actitudes represivas, supuestamente desde actitudes que pueden ser llamadas entre comillas contestatarias, contra la voluntad de mucha gente que tiene que trabajar, vivir y salir a buscar trabajo. La convivencia en las reglas democráticas es fundamental. Es decir, puede salir también de órganos que no tienen nada que ver con el Estado, que por ahí no entienden o no comprenden cuáles son los procedimientos que hay que hacer para tratar de generar la convivencia en democracia. Porque además la representatividad de todos los sectores en la sociedad está determinada por la voluntad ciudadana. Para eso está el Congreso, están las cámaras, están todas las instituciones democráticas y cuando uno no tiene representaciones en esas instituciones democráticas tendría que analizar por qué no lo votan cuando va a elecciones. Esto de que no me votan cuando voy a elecciones y después ejerzo la tarea de la represión o la extorsión por otros medios para obtener lo que no puedo obtener por el voto de la gente, son procesos oscurantistas que tampoco tiene que vivir la sociedad argentina.
Tenemos que aprender a vivir en pluralidad, en consenso, en convivencia y entender que no pasa por una lucha fratricida interna, pasa por respetarnos en la diversidad, en la verdad relativa que tiene cada sector. Es muy difícil saber que uno tiene la verdad absoluta o creer que uno es el que detenta las respuestas reveladas, concretas que pueden resolver todas las cuestiones. Yo generalmente llamo con seriedad a que discutamos fuertemente, pero que también entendamos que tenemos que construir una Argentina sólida, de convivencia y cada uno de nosotros debemos entender que el lugar que nos da la vida política, institucional de un país, es la representatividad política, gremial, institucional, empresarial, lo que va decidiendo la gente y las sociedades.
Nosotros estamos con mucha fuerza, con muchas ganas. Vemos este crecimiento de la economía y les puedo asegurar que nos fortalece tremendamente. Vemos el crecimiento del empleo, vemos la voluntad de muchos sectores sociales que fueron golpeados y marginados duramente, que lucharon y luchan cotidianamente para ser escuchados y nosotros tratamos de escucharlos con toda nuestra atención, pero vemos también que en todos esos sectores, en la gran mayoría, casi en el noventa y nueve por ciento de los argentinos, hay una voluntad de aportar para que esta Argentina pueda salir y eso es lo que nosotros debemos entender. Después, cuando vienen los momentos de elegir y detectar quién tiene la iniciativa política y la sociedad se expresa, así se va consolidando una sociedad moderna, progresista y que contiene a todos los sectores.
Por eso es muy importante en la tarea de la reconstrucción de la Argentina tener una clara visión de estrategia y entender que cuando uno tiene la iniciativa política, la tiene solamente en un espacio temporal de tiempo. Nosotros tenemos que continuar todas las cosas buenas que pueda haber hecho la transición después del desastre que le tocó vivir a la Argentina y consolidar las bases para que quienes vengan después de nosotros puedan seguir construyendo la Argentina, darnos cuenta que hay que terminar con ese fundamentalismo mesiánico de que alguno de nosotros por sí solo puede ser el que genere el sol que definitivamente le dé el destino distinto a este país. Si entendemos que es una larga construcción, que nos va a llevar décadas reconstruir este país y que todos vamos a ir construyendo un nuevo escalón, no tengo ninguna duda de que una nueva Argentina se avizora.
Estos procesos que nos toca vivir ahora, la consolidación, la responsabilidad, la puesta en marcha por todos los sectores de la sociedad, alientan; realmente en esta situación me encuentro con toda esa fuerza espiritual que emana y creo firmemente en la Argentina.
Estoy convencido que la Argentina va a salir adelante, con convivencia, paz, persuasión y entendiendo que de la verdad relativa de uno y la verdad relativa del otro va a surgir la verdad superadora que nos contenga. Por eso les agradezco profundamente y a seguir trabajando por la Argentina. Gracias.
En muchos momentos con la situación de endeudamiento y compromiso que tiene la Argentina uno la tiene que imaginar, porque en el proceso de reconstrucción de este país, cuando las cargas que hay sobre las espaldas son muy grandes, evidentemente la imaginación ayuda mucho a la construcción de ese país que nosotros necesitamos. Esta es la realidad concreta. Cuando uno escucha por allí que la Argentina está mucho mejor económicamente, es obvio que hay un proceso de mejoramiento, pero hay que hablarle con sinceridad al pueblo argentino, al conjunto de todos los sectores de la sociedad y a aquellos que miran a la Argentina desde otros lares.
La Argentina carga sobre sus espaldas un fuerte endeudamiento externo y una fuerte deuda interna en lo social fundamentalmente, y no puede enfrentar en un solo momento todas estas situaciones, tiene que ir generando prioridades. No hay que moverse con euforias ni con depresiones pero hay que tener una clara racionalidad de la situación que nosotros tenemos.
Es muy importante el crecimiento que el país ha tenido, 8,4 -el segundo país del mundo en crecimiento- inclusive nosotros estimamos que puede estar un poco más alto una vez que se reacomoden los números; es importante el superávit fiscal primario que hemos tenido, 3,6 cuando teníamos que tener 2,5; es muy importante también el crecimiento de la recaudación, del consumo, de la inversión, son datos que alientan fuertemente. El crecimiento del empleo, estamos ante un crecimiento del empleo muy fuerte, estoy seguro que en las próximas mediciones, con encuesta nueva o encuesta vieja, metodología nueva o metodología vieja, va a seguir teniendo una espiral de caída. Esto es realmente importante porque hay una relación de creación de empleo importante respecto al Producto Bruto muy por arriba de lo que fue la década del ´90, entonces esto también es sustancial y central.
Pero claro, algo que tenemos que entender todos los que estamos en esta Argentina es que generar la situación más cerca de lo ideal o la situación de equilibrio y estabilidad que la Argentina necesita, no se genera de un día para otro. Entonces creo que en cada actitud es necesario tener la visión creativa, el aporte creativo, la visión de compromiso, y tener en claro que la situación del país se va a tender a consolidar, pero depende mucho de la firmeza y de la decisión que tengamos en el marco de la integración internacional que tenemos que lograr y también de la comprensión interna no sólo de los sectores que puedan estar más marginados por el marco de la situación económica que le ha tocado vivir al país, sino también por aquellos sectores que son parte activa del país, que forman el país, que forman opinión en el país, que forman los sectores de intereses que el país tiene. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, porque pareciera ser que a veces la responsabilidad de llevar este país adelante solamente es de quienes ejercen o tienen la iniciativa política en este país y todos se colocan de espectadores para ver qué pasa o qué sucede. Así la Argentina no va a poder avanzar. Es hora de que también en la Argentina aparezca la teoría de las responsabilidades y la teoría de las responsabilidades va para quienes tenemos que gobernar, para los sectores de interés, para los sectores empresarios, para los sectores sindicales y para los sectores de la opinión pública también. Es muy importante trabajar en un claro contenido de cómo se construye la Argentina, no se construye un país, una nación, en términos individuales. Creo que esto es muy importante tenerlo en cuenta.
También debe quedar en claro que es importante informar bien. Nosotros, en el planteo de la negociación con los tenedores de títulos de la deuda externa privada argentina, no hemos variado en nada la propuesta de Dubai. Todo lo que hoy se dice por allí no es cierto. Nuestra postura es la misma, es absolutamente clara, de buena fe, racional como se le ha explicado a importantes interlocutores que hemos tenido en las últimas horas. Los bonos de renegociación que hemos planteado son los tres que hemos dicho en su momento, el bono a la par, el discount y el de crecimiento que está en la propuesta de Dubai. Es decir, todo lo que hemos dicho allí, es en lo que nosotros nos estamos moviendo y está enmarcado en nuestra acción. Esto es muy importante. No tenemos en vista tener otro esquema diferente al que nosotros le hemos dicho a la gente, a la sociedad y el que hemos conversado. Tenemos la mejor buena fe de conversar con todos, la mejor voluntad, el mejor grado de apertura, pero evidentemente -esto que quede muy claro- es importante que un país tenga certeza de las acciones de un gobierno y no que hoy dice una cosa, mañana otra, pasado otra. Nosotros no actuamos para la coyuntura sino que estamos tratando de salir de este infierno con la construcción de políticas que tengan un perfil estratégico.
Es cierto que nos gustaría, como dijo el ministro de Economía en el día de ayer, poder darle un trato especial a tenedores individuales de la deuda argentina, pero las reglas del mercado internacional son claras, no generan diferenciaciones, porque evidentemente entre los fondos buitres y cierto manejo de algunas entidades muy fuertes que se mueven en el mundo financiero y tenedores individuales hay una diferencia sustancial, más allá de que todos saben a qué riesgo se exponen cuando están en una situación de este tipo. Es evidente que todos lo tenemos absolutamente claro, pero así se mueven las reglas del mercado internacional y nosotros realmente poco podemos hacer allí pero tenemos toda nuestra voluntad; si hubiera un marco de renovación de ese funcionamiento nos parecería bárbaro. Esto tiene que quedar muy en claro para evitar cualquier tipo de especulación y además, con absoluto respeto hacia todos los medios, no vivo escondido, cualquier duda que tengan, que nos pregunten o me pregunten para evitar precisamente generar este tipo de situaciones.
Desde luego, nosotros trabajamos para la integración de la Argentina con mucha solidaridad y mucha fuerza, pero también somos plenos defensores de la pluralidad, los consensos y la democracia en el país. ¿Esto qué significa? Que en un país la iniciativa política se determina por la voluntad de la gente; se gobierna por la voluntad del voto. Es la única forma de convivencia, real y concreta que puede tener un país: una democracia moderna, progresista, que pueda expresar a los distintos sectores de la ciudadanía. Deploramos todo tipo de represión o de extorsión, venga de donde venga. Se puede reprimir la voluntad de los ciudadanos desde el Estado, ha pasado. Y nosotros realmente entre la represión y la paciencia de la persuasión, siempre optamos por la paciencia, la persuasión y la convivencia. Pero también se pueden generar actitudes represivas, supuestamente desde actitudes que pueden ser llamadas entre comillas contestatarias, contra la voluntad de mucha gente que tiene que trabajar, vivir y salir a buscar trabajo. La convivencia en las reglas democráticas es fundamental. Es decir, puede salir también de órganos que no tienen nada que ver con el Estado, que por ahí no entienden o no comprenden cuáles son los procedimientos que hay que hacer para tratar de generar la convivencia en democracia. Porque además la representatividad de todos los sectores en la sociedad está determinada por la voluntad ciudadana. Para eso está el Congreso, están las cámaras, están todas las instituciones democráticas y cuando uno no tiene representaciones en esas instituciones democráticas tendría que analizar por qué no lo votan cuando va a elecciones. Esto de que no me votan cuando voy a elecciones y después ejerzo la tarea de la represión o la extorsión por otros medios para obtener lo que no puedo obtener por el voto de la gente, son procesos oscurantistas que tampoco tiene que vivir la sociedad argentina.
Tenemos que aprender a vivir en pluralidad, en consenso, en convivencia y entender que no pasa por una lucha fratricida interna, pasa por respetarnos en la diversidad, en la verdad relativa que tiene cada sector. Es muy difícil saber que uno tiene la verdad absoluta o creer que uno es el que detenta las respuestas reveladas, concretas que pueden resolver todas las cuestiones. Yo generalmente llamo con seriedad a que discutamos fuertemente, pero que también entendamos que tenemos que construir una Argentina sólida, de convivencia y cada uno de nosotros debemos entender que el lugar que nos da la vida política, institucional de un país, es la representatividad política, gremial, institucional, empresarial, lo que va decidiendo la gente y las sociedades.
Nosotros estamos con mucha fuerza, con muchas ganas. Vemos este crecimiento de la economía y les puedo asegurar que nos fortalece tremendamente. Vemos el crecimiento del empleo, vemos la voluntad de muchos sectores sociales que fueron golpeados y marginados duramente, que lucharon y luchan cotidianamente para ser escuchados y nosotros tratamos de escucharlos con toda nuestra atención, pero vemos también que en todos esos sectores, en la gran mayoría, casi en el noventa y nueve por ciento de los argentinos, hay una voluntad de aportar para que esta Argentina pueda salir y eso es lo que nosotros debemos entender. Después, cuando vienen los momentos de elegir y detectar quién tiene la iniciativa política y la sociedad se expresa, así se va consolidando una sociedad moderna, progresista y que contiene a todos los sectores.
Por eso es muy importante en la tarea de la reconstrucción de la Argentina tener una clara visión de estrategia y entender que cuando uno tiene la iniciativa política, la tiene solamente en un espacio temporal de tiempo. Nosotros tenemos que continuar todas las cosas buenas que pueda haber hecho la transición después del desastre que le tocó vivir a la Argentina y consolidar las bases para que quienes vengan después de nosotros puedan seguir construyendo la Argentina, darnos cuenta que hay que terminar con ese fundamentalismo mesiánico de que alguno de nosotros por sí solo puede ser el que genere el sol que definitivamente le dé el destino distinto a este país. Si entendemos que es una larga construcción, que nos va a llevar décadas reconstruir este país y que todos vamos a ir construyendo un nuevo escalón, no tengo ninguna duda de que una nueva Argentina se avizora.
Estos procesos que nos toca vivir ahora, la consolidación, la responsabilidad, la puesta en marcha por todos los sectores de la sociedad, alientan; realmente en esta situación me encuentro con toda esa fuerza espiritual que emana y creo firmemente en la Argentina.
Estoy convencido que la Argentina va a salir adelante, con convivencia, paz, persuasión y entendiendo que de la verdad relativa de uno y la verdad relativa del otro va a surgir la verdad superadora que nos contenga. Por eso les agradezco profundamente y a seguir trabajando por la Argentina. Gracias.