Señor Presidente de la República del Paraguay; señores miembros de la Comitiva que lo acompañan; autoridades nacionales; señores gobernadores; señores integrantes del Comité Ejecutivo de Yacyretá; señoras y señores: estamos hoy con el querido amigo el Presidente de la hermana República del Paraguay, juntos, tratando de rendir una asignatura pendiente que a veces causa profundo dolor, vergüenza, bronca, frustración, cada vez que hablamos de este tema, porque realmente, como bien expresó él con absoluta exactitud, tendría que haber estado terminada desde hace mucho tiempo y se ha convertido en una verdadera fotografía de lo que no se debe hacer.
Pero en esta intención de colocarle un punto de inflexión a la historia, nos pusimos a trabajar con el Presidente, los colaboradores de ambos países, los señores cancilleres, los ministros de Obras Públicas, los gobernadores, en esta tarea de encontrar el camino para poder resolver cuanto antes este tema tan fundamental para nuestros países como es la terminación de la obra de Yacyretá. Creo que avanzamos decididamente.
Como bien lo dijo él, a ver si lo podemos dotar de claridad y cristalinidad, tarea difícil de que se crea. Acá se dijo que Yacyretá era el monumento a la corrupción, muchas definiciones se dieron durante tanto tiempo que es muy difícil establecer definitivamente que hay una cultura absolutamente distinta en los protagonistas de hoy, de este tiempo de la historia. No tengan dudas, esto lo hemos hablado con absoluta claridad con el señor Presidente de la República del Paraguay y estamos dispuestos a escribir una historia de claridad, un punto de inflexión y nuevo tiempo que nos permita resolver como corresponde, este tema pendiente.
Vamos a estar juntos en Yacyretá viendo lo que significa, recorriendo la obra y pensando tiempos futuros, respecto a la realización de este tema que es fundamental y central. No tengo ninguna duda que vamos a avanzar, a poner en marcha cuanto antes esta obra y esperemos que podamos decir los argentinos y los paraguayos que el emprendimiento Binacional de Yacyretá se terminó y que es una verdadera conquista para nuestros pueblos.
También es evidente que América del Sur, como bien lo dijo el señor Presidente del Paraguay, necesita recuperar un protagonismo en la historia y en la definición de políticas tanto en el marco regional como en el marco de nuestra relación con otras regiones del mundo.
Durante mucho tiempo seguimos una política que más que dictada o pensada por quienes somos actores concretos de la región, muchas veces fueron letras que llegaron absolutamente determinadas de otros lados. Estamos absolutamente dispuestos a reconstruir fuertemente nuestra historia, nuestra identidad, nuestros puntos de convergencia, nuestra capacidad de construir en forma conjunta y solidaria un marco mucho más justo, claro y productivo para nuestros pueblos, que el que nos ha tocado vivir hasta ahora. Son temas dificilísimos, pero cuando hay absoluto convencimiento, una clara identidad de los temas que hay que llevar adelante y cuando por sobre todas las cosas hay un pensamiento de la construcción de una región donde haya justicia, equidad, donde podamos construir evidentemente un mundo de inclusión y de crecimiento equitativo, no tengo ninguna duda que vamos a estar trabajando con el señor Presidente de la República del Paraguay y con el hermano pueblo del Paraguay, mano a mano, corazón a corazón, por volver a reconstruir una historia de dignidad para nuestros pueblos.
Este es el objeto fundamental de todas nuestras acciones, por eso sé que hoy estamos dando un paso trascendente, realmente importante, pero que solamente va a tomar la fuerza de la credibilidad cuando los hechos lo vayan concretando. Muchas veces se habló sobre Yacyretá, muchas cosas se dijeron sobre Yacyretá. Nosotros preferimos decir menos y hacer más y Dios quiera que los tiempos que vienen, con el Presidente, con el amigo Presidente de la República hermana del Paraguay, le podamos decir a nuestros pueblos que hemos terminado con esta asignatura que demoró tanto tiempo rendirse. Muchas gracias por estar aquí, está en su casa; lo sentimos como un hermano propio y espero que disfrute de estas horas, como disfruta las horas que pasa en su querido Paraguay. Muchísimas gracias.
Pero en esta intención de colocarle un punto de inflexión a la historia, nos pusimos a trabajar con el Presidente, los colaboradores de ambos países, los señores cancilleres, los ministros de Obras Públicas, los gobernadores, en esta tarea de encontrar el camino para poder resolver cuanto antes este tema tan fundamental para nuestros países como es la terminación de la obra de Yacyretá. Creo que avanzamos decididamente.
Como bien lo dijo él, a ver si lo podemos dotar de claridad y cristalinidad, tarea difícil de que se crea. Acá se dijo que Yacyretá era el monumento a la corrupción, muchas definiciones se dieron durante tanto tiempo que es muy difícil establecer definitivamente que hay una cultura absolutamente distinta en los protagonistas de hoy, de este tiempo de la historia. No tengan dudas, esto lo hemos hablado con absoluta claridad con el señor Presidente de la República del Paraguay y estamos dispuestos a escribir una historia de claridad, un punto de inflexión y nuevo tiempo que nos permita resolver como corresponde, este tema pendiente.
Vamos a estar juntos en Yacyretá viendo lo que significa, recorriendo la obra y pensando tiempos futuros, respecto a la realización de este tema que es fundamental y central. No tengo ninguna duda que vamos a avanzar, a poner en marcha cuanto antes esta obra y esperemos que podamos decir los argentinos y los paraguayos que el emprendimiento Binacional de Yacyretá se terminó y que es una verdadera conquista para nuestros pueblos.
También es evidente que América del Sur, como bien lo dijo el señor Presidente del Paraguay, necesita recuperar un protagonismo en la historia y en la definición de políticas tanto en el marco regional como en el marco de nuestra relación con otras regiones del mundo.
Durante mucho tiempo seguimos una política que más que dictada o pensada por quienes somos actores concretos de la región, muchas veces fueron letras que llegaron absolutamente determinadas de otros lados. Estamos absolutamente dispuestos a reconstruir fuertemente nuestra historia, nuestra identidad, nuestros puntos de convergencia, nuestra capacidad de construir en forma conjunta y solidaria un marco mucho más justo, claro y productivo para nuestros pueblos, que el que nos ha tocado vivir hasta ahora. Son temas dificilísimos, pero cuando hay absoluto convencimiento, una clara identidad de los temas que hay que llevar adelante y cuando por sobre todas las cosas hay un pensamiento de la construcción de una región donde haya justicia, equidad, donde podamos construir evidentemente un mundo de inclusión y de crecimiento equitativo, no tengo ninguna duda que vamos a estar trabajando con el señor Presidente de la República del Paraguay y con el hermano pueblo del Paraguay, mano a mano, corazón a corazón, por volver a reconstruir una historia de dignidad para nuestros pueblos.
Este es el objeto fundamental de todas nuestras acciones, por eso sé que hoy estamos dando un paso trascendente, realmente importante, pero que solamente va a tomar la fuerza de la credibilidad cuando los hechos lo vayan concretando. Muchas veces se habló sobre Yacyretá, muchas cosas se dijeron sobre Yacyretá. Nosotros preferimos decir menos y hacer más y Dios quiera que los tiempos que vienen, con el Presidente, con el amigo Presidente de la República hermana del Paraguay, le podamos decir a nuestros pueblos que hemos terminado con esta asignatura que demoró tanto tiempo rendirse. Muchas gracias por estar aquí, está en su casa; lo sentimos como un hermano propio y espero que disfrute de estas horas, como disfruta las horas que pasa en su querido Paraguay. Muchísimas gracias.