Sabemos que son muchos los motivos que han ido consolidando, a lo largo de la historia, la amistad, la solidaridad y la admiración entre nuestros pueblos. Digo entre nuestros pueblos porque son los argentinos y los mexicanos los que con el correr del tiempo han sido capaces de construir una entidad reconocible como propia.
Es notable como nuestros países, a los que les ha tocado ser los extremos geográficos de esta bendita América latina, expresan con absoluta claridad la fuerza de la cultura compartida, a pesar de las distancias geográficas.
Los gobiernos, cuando actúan en consonancia con sus pueblos, no hacen más que reflejar con sus actos lo que ya está prefigurado en esa relación entre ellos. En pocos minutos más cuando firmemos el acuerdo de asociación estratégica entre Argentina y México estaremos expresando en un acto institucional la relación a la que naturalmente tienden nuestros países.
Nosotros los argentinos estamos profundamente agradecidos al pueblo hermano de México, a sus autoridades, en los distintos tiempos y consonancias históricas que nos tocaron vivir, cuando en los momentos más trágicos de la historia de mi Patria miles y miles de hermanos, ante la persecución y el horror, encontraron en esta nación mexicana y en el pueblo mexicano su segundo hogar, que les permitió sobrevivir a la injusta persecución llevada adelante por regímenes dictatoriales, que trataban de anular el pensamiento, las ideas y esa generación tan importante que tuvo los argentinos y su capacidad transformadora.
Sé que muchos de ellos - como usted dijo señor Presidente - se han integrado fuertemente a la tarea creadora de la sociedad mexicana. Felices estamos, nos sentimos hermanados y yo le puedo asegurar que hoy me siento profundamente emocionado de estar aquí, de estar como Presidente, de poder llevar adelante ese sueño, que usted y yo tenemos, de la construcción de una América del Sur para todas las naciones de América del Sur y América latina, la construcción de acuerdos que permitan definitivamente generar un espacio en el mundo que nos dé la identidad que merecemos y la decisión concreta, desde el marco de la autonomía, en la globalización, de construir las perspectivas de una sociedad que pueda mejorar en su calidad y en sus posibilidades de inclusión social.
Tuvimos una excelente conversación cuando usted estuvo en Buenos Aires, visita que le vuelvo a agradecer, en nombre del pueblo argentino, con todas mis fuerzas y venimos hoy con toda nuestra voluntad a profundizar el acuerdo, a profundizar las ideas, a profundizar los convencimientos, a profundizar la pluralidad, a profundizar el consenso en el nombre de nuestros pueblos y de toda la región para que definitivamente podamos enarbolar un proyecto que nos sintetice y podamos honrar a nuestros próceres.
Creo y estoy convencido que estamos en el mismo camino, muchísimas gracias señor Presidente y su señora esposa y autoridades de México, muchas gracias a todos los mexicanos, piensen como piensen. Muchas gracias por acogernos en esta bendita nación. Hoy venimos a trabajar con los brazos abiertos y con todo nuestro corazón puesto y nuestro intelecto para que demos un paso superador y empecemos a escribir la historia que nos merecemos, muchísimas gracias. (APLAUSOS).