Señor Vicepresidente de la Nación –yo soy optimista- y futuro gobernador de la provincia de Buenos Aires; querido amigo Felipe, gobernador de la provincia de Buenos Aires; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; querido amigo Intendente Municipal de Merlo, Raúl Othacehé; intendentes; legisladores; empresarios; señoras y señores: la verdad es que en este momento estamos cumpliendo con la palabra empeñada en su momento con Merlo, con el señor Intendente, con las organizaciones libres del pueblo de Merlo, esta inversión de 170 millones de pesos en total que se lleva adelante en Merlo y toda esta nueva inversión que firmamos hoy, es el cumplimiento de la palabra empeñada.
Podemos caminar con tranquilidad las calles de la ciudad de Merlo porque hemos tratado de cumplir con todo lo que fuimos prometiendo y como nunca llevar adelante obras que son fundamentales y centrales para un municipio tan importante, que fue tan castigado por la crisis tan dura, tan difícil, como es Merlo.
Así que, querido Intendente, en este caso con el gobernador de la provincia de Buenos Aires y usted, trabajando en forma conjunta, hemos cumplimentado esta palabra y las realidades están, se pueden palpar. (APLAUSOS)
Yo siempre recuerdo que hace cuatro años y medio atrás, casi cinco, cuando hacíamos campaña electoral en la devastada Argentina, cuando recorríamos el Conurbano Bonaerense y la provincia de Buenos Aires, todas y algunas del Norte argentino en particular, llegábamos al final del día, después de haber recorrido y ver lo que nos tocaba presenciar, realmente con el alma acongojada: pobreza, falta de trabajo, los brazos caídos, padres y madres de familia derrotados, pibes sin esperanza. Era un desafío muy difícil.
Obviamente, aquellos que habían sido responsables de las políticas que aplicaron en la Argentina, como siempre, o se habían escapado o se estaban tratando de reciclar, hasta algunos de ellos se animaron a ir de candidatos en ese momento y se animan a ir ahora también. Y como siempre, la construcción de moverse en el marco, como yo explicaba ayer en la Bolsa, rodeados del discurso del fracaso.
Nosotros salimos a prometer...no a prometer, es decir, trabajo, esfuerzo, hechos, realidades, una Argentina diferente. La gente nos miraba y mucha gente ni me conocía. Había muchos periodistas que me miraban y decían “este quién es, viene de la Patagonia, no lo conoce nadie”.
Yo, con mis características de sinceridad permanente, equivocándome y acertando, siempre había trabajado mucho por mi provincia, pero, obviamente, nosotros siempre decimos allá en la Patagonia que Dios atiende en todos lados pero muchas veces algunos lo quieren radicar en la Capital Federal, esta es la realidad concreta y se olvidan que en el país hay millones de argentinos que viven más allá de la General Paz.
Hoy cuando veo algunos opinólogos y demás hablando de la realidad argentina, la calidad, la crisis institucional, yo digo ¿en qué país vivió toda esta gente, dónde vivieron?
Una Argentina que estuvo al borde de la extinción, ¿se olvidan del 20 de diciembre de 2001, se olvidan del corralito, se olvidan del quiebre del sistema financiero, se olvidan del 70 por ciento de pobreza, del 32, 33 por ciento de desocupación, del 30 por ciento de indigencia, se olvidan de todas las fábricas y de todas las industrias quebradas, se olvidan del país paralizado? ¿Dónde viven? ¿No quieren que a la Argentina le vaya bien? ¿Se olvidan de todos esos argentinos que estaban en la calle clamando por un plan trabajar o un plan social de 150 pesos?
Los argentinos que están en sus casas y me están escuchando en este momento, me escuchan siempre y lo saben a la perfección, que sufrieron este tipo de cosas, el comerciante que se le cayó el comercio, el industrial que se le cayó la industria, que se le cayeron todas las obligaciones encima, que no podían pagar ni los impuestos, las familias a las que se les cayeron empresas familiares de años por un proceso de quiebre estructural de todos los valores de la Argentina.
Yo me pregunto: ¿dónde estaba esa gente que hoy escribe las cosas que escribe a veces creyendo que de allí pueden cambiar la realidad? Se equivocan, gracias a Dios que vivimos en otra Argentina y todos nos conocemos en la Argentina, eh, todos nos conocemos y todos tenemos historias, los que escriben y los que no escriben, todos tenemos historia y hay que ir a releer las cosas que escribían y las relaciones que tenían muchos de ellos, no todos, por supuesto, generalizar yo jamás lo voy a hacer, pero hay algunos que la verdad que tienen un currículum bastante largo.
Entonces, de golpe dicen: “la Argentina ha crecido al 50 por ciento”. Aparte de China y algún otro país en el mundo, que me busquen un país en Latinoamérica o en Europa que haya crecido lo que creció la Argentina, uno. Salvo China y algún país asiático y demás, que busquen algún país que haya crecido en estos cuatro años y medio lo que creció la Argentina. No lo van a encontrar así nomás. Que busquen algún país que haya bajado 40 puntos la pobreza como bajó la Argentina; que busquen un país que haya bajado 25 puntos la desocupación como la bajó la Argentina; que busquen un país que bajó 20 puntos la indigencia como bajó la Argentina. (APLAUSOS) Que busquen un país que haya recuperado la memoria, la justicia, la igualdad ante la ley, la revalorización de los derechos humanos, la recuperación de nuestra Corte en un proceso paulatino que hay que seguir de recuperación plena de nuestra Justicia, que lo busquen. Reconocidos en el mundo somos por la tarea que estamos realizando en el campo de los derechos humanos y en el proceso de consolidación institucional que tiene la Argentina. Apenas en cuatro añitos, después de décadas de desastres y de dolores para todos los argentinos.
Que busquen un país que haya podido crecer al 50 por ciento y que decían que teníamos crisis energética en el 2003, que haya invertido lo que está invirtiendo –y estos escúchenme todos los vecinos que están en sus casas, los amigos y amigas- en la Argentina en energía.
Claro, en la crisis se venteaba el gas acá, en la Argentina, si no había cómo transportarlo, se exportaba, “somos grandes exportadores de petróleo y de gas”, y si acá en la Argentina no se consumía.
La economía se caía, decrecíamos, el país no consumía y, encima, la última etapa de los gobiernos del 90 y, fundamentalmente, cuando llegó ya el gobierno de la Alianza, ya directamente no había inversiones de ningún tipo en infraestructura. Y nosotros, con 5.000, 6.000 millones de dólares de reserva, con el corralito, con 140.000 millones de deuda privada a discutir, la deuda del Fondo, la deuda de esto, del otro, y encima solucionamos el tema del Fondo, lo pagamos con reservas y no pasó ninguna de las malas venturas que decían que iba a pasar.
Acuérdense los que están en su casa decían “no, ahora se va a venir un proceso muy duro porque nos quedamos sin reservas”. Hoy tenemos 43.690 millones de reservas y le pagamos al Fondo. (APLAUSOS)
Ahora dicen que es malo tener tantas reservas, antes decían que era muy malo tener poquitas, no sé qué van a decir. Les duele que la Argentina salga, eso es doloroso, que quienes viven en la Argentina, estén en la Argentina les duela, no tienen la capacidad objetiva de autocrítica constructiva para tener una opinión intelectualmente realmente racional para poder ayudar con el pensamiento, con el intelecto, sino fundamentalmente creen que la tarea a veces de informar es destruir. Y esa tarea es así, es lo que buscan. Yo no tengo problemas, no hay drama, vamos a seguir trabajando con muchísima fuerza de la mano de los argentinos, como estamos haciendo siempre.
Fíjense ustedes, vamos a hacer un análisis chiquitito: en este momento la inversión es cercana a los 50 mil millones de pesos en energía, hemos ampliado el gasoducto del Norte, del Sur, tenemos en marcha ya la licitación de los caños del gasoducto con Bolivia, la obra también con Bolivia se va a licitar, tenemos dos usinas en marcha por 1.600 megas, estamos construyendo obras en Río Turbio, una termoeléctrica, vamos a analizar la represa del Río Santa Cruz, que va a generar 1.800 megas, estamos con Atucha, Yacyretá, todas obras que estaban paralizadas que estamos invirtiendo en todos lados, con platita argentina, invirtiendo, pagando, cumpliendo, invirtiendo, invirtiendo, invirtiendo para ir generando.
Claro, qué pasa: creció la industria, creció un promedio del 7, 8 por ciento anual, creció el Producto Bruto Interno, pero también creció el consumo. Hay millones de argentinos que no comían en este país, que no podían vivir, que no podían acceder a una heladera, que no podían acceder a un aparato de aire, que no podían acceder a electrodomésticos que tendrían que estar en la casa de cualquier argentino y gracias a que hoy tienen trabajo pueden comprar también y están gastando energía, por supuesto, que antes no gastaban, también están consumiendo energía. Cuando dicen que subió el gasto y el consumo domiciliario de energía, lógicamente, porque hay millones de argentinos que no tenían con qué alumbrarse antes y hoy tienen su trabajo, su salario y sus posibilidades para poder ser parte del consumo. (APLAUSOS) Sin embargo, pareciera que a algunos les gustaría ver que se apaguen todas las luces en la Argentina, “estamos ante una crisis energética”.
No nos vamos a rendir ante los intereses, ni de las grandes empresas, ni los intereses monopólicos, oligopólicos actúen en el área de la economía que actúen y se dediquen a la actividad que se dediquen. Al contrario, creemos que hay que hacer docencia sobre qué son los monopolios y los oligopolios en las distintas áreas de la economía y cómo tratan de influir o mover las palancas para defender sus intereses.
Creo que está llegando el momento de hablar de todos estos temas en la Argentina con absoluta sinceridad y absoluta responsabilidad también para hacer una Argentina democrática plena desde lo económico, desde los intereses reales. Hay que democratizar los intereses que es fundamental para dar también igualdad de posibilidades. Estas cosas hay que hacerlas y, evidentemente, yo creo que las páginas grandes de la historia de la Argentina están para escribirse.
Claro que eso cuando uno toca intereses, los intereses atacan, insultan, agravian, descalifican. Argentinos: ustedes lo van a ver, lo verán día tras día. Y atacan, atacan, atacan, no teman, no hay problema, acá hay un sureño, pone el pecho, la idea y la fuerza para que esta Argentina cambie con toda su fuerza. No me van a hacer cambiar de idea ni de convicciones. Los puedo mirar de frente a todos los argentinos con absoluta tranquilidad para afrontar todas las batallas que haya que afrontar, pero tengan en claro todos los argentinos que estamos construyendo un país diferente. Cuando se construye un país diferente, surgen este tipo de acciones y muchos de ellos son remunerados, para no decir pagos, en la tarea que llevan adelante.
Porque cuando se lucha contra la corrupción existen en todas las áreas la corrupción, eh, en todos lados. Acá hay algunos que a veces se llenan la boca de honestidad y tienen la espalda torcida de las cosas que no pueden explicar, con las piedras cargadas en sus bolsas. Pero esto también lo vinimos hablando con absoluta claridad para que esta Argentina definitivamente vaya encontrando el camino que tiene que encontrar.
Yo, la verdad, le puedo asegurar a todos los argentinos que hay que seguir trabajando para seguir creciendo fuerte, con amor, con pasión y con ganas, saber que el que ve una Argentina para todo tiene sus costos. Hay algunos que quieren una Argentina para ellos solos, una Argentina concentrada económicamente, una Argentina que se diga “hay que subir ya las tarifas”. Les importaba muy poco, hay que contar que el servicio llega a todos, caso el agua, la provincia de Buenos Aires, La Matanza, que ahora va a tener agua en el 2008 toda La Matanza, la empresa que explotaba el agua estaba más preocupada por subir las tarifas que por darle agua a la gente, había casi 1 millón de personas que no tenía agua.
Nosotros pensamos al revés, primero el agua, demos servicios y después, paulatinamente, con el mejoramiento de la gente, vayamos adecuando los costos para que el país pueda funcionar.
Este es un modelo, son conceptos, son filosofías de vida, pero hay que entrar a mirarse a sí mismo para ver todo este tipo de cosas que han pasado y que han sucedido.
Fíjense ustedes: el salario mínimo, porque todos están ganando más ahora, todos tienen más capacidad de consumo, a hasta aquellos que nos agreden despiadadamente les va bastante bien económicamente, muy bien.
Pero fíjense ustedes: el salario mínimo cuando comenzó nuestra gestión era de 50 dólares o 150 pesos; en el día de ayer, a partir del 1º de agosto, 900 pesos, a partir del 1º de octubre, 960 y, a partir del 1º de diciembre, 980. (APLAUSOS) Es decir que acuerdo de los empresarios y los trabajadores, más de 300 dólares, todavía falta. Pero seguramente es uno de los mínimos más importantes de América latina. Eran 150 pesos y van a estar en 980 a fin de año. Y así con las jubilaciones y el área que ustedes quieran ver.
Por eso les digo que nosotros vamos a seguir trabajando con muchísimo optimismo. Yo sé que Daniel va a hacer una gran gobernación en la provincia de Buenos Aires, sin duda. Al proceso refundacional que le tocó hacer a Felipe va a seguir el proceso transformador de la mano de Daniel Scioli.
También, no tengo ninguna duda, si la Argentina al proceso de salir del infierno y de políticas fundacionales que nosotros llevamos adelante, va a venir la mano de una mujer en la Argentina, es Cristina que se preparó durante muchísimo tiempo (APLAUSOS), que trabajó en silencio al lado nuestro permanentemente, fue indudablemente nuestra permanente fuente de consulta, todo el mundo lo sabe, y nuestra más dura crítica en cada tema que ella no pensaba igual para que si nosotros estábamos equivocados corrijamos y supo mantener un perfil absolutamente bajo porque pensaba perfectamente en el país, hizo lo que tenía que hacer en toda la etapa y conoce como nadie la situación de la Argentina. Y se va a transformar la Argentina de la mano de una mujer y estamos nosotros.
Ustedes fíjense: tanto hablaban que decían que yo me quería quedar a vivir como presidente; a mí me encantó ser presidente, yo no...esto que dice que “uy, qué dolor de cabeza”. Si uno ha sido honrado para ser elegido presidente de los argentinos, es una honra y yo le agradezco a los argentinos.
Claro que uno vive preocupado, luchando, a veces se enoja, se amarga, todas las cosas propias de los seres humanos, porque somos seres humanos, pero yo nunca le voy a dejar de agradecer a los argentinos esta posibilidad que me dieron de poder ayudar a cambiar la Argentina. Soy un hombre feliz por haber sido presidente de los argentinos. Yo soy un hombre común, no vine a quedarme y está claro.
Tan claro está que cuando ustedes vean la lista de candidatos a presidente del 2003 y del 2007, se van a dar cuenta que algunos que ya porque no pueden ir, pero la mayoría de los otros, los mismos del 2003, con el mismo discurso del 2003, con un país totalmente diferente, siendo responsables de las cosas que pasaron en el 2003, van de candidatos ahora y los que nos renovamos somos nosotros. Teniendo la posibilidad de la reelección dijimos “no, nosotros nos renovamos, profundizamos la renovación en la Argentina porque somos un proyecto colectivo, no somos un proyecto que va a depender de que si tal va o tal no va”. Es una construcción colectiva y sabemos que tenemos una excelente candidata a presidenta, que va a hacer una excelente gestión, muy superior a la nuestra seguramente, se va a encontrar con otra Argentina, con otros desafíos que ella los tiene perfectamente claros pero con esa firmeza, con esa vocación y con ese inclaudicable compromiso que tuvo siempre con la Argentina. No tengan ninguna duda que se viene un país mucho mejor y está bien de que venga un país mucho mejor. (APLAUSOS)
No vamos a volver para atrás. Aquellos países donde asumían ministros que después fueron candidatos y demás que querían recortar todo, privatizar todo, todos nos recordamos las cosas que pasaron, cómo había que hacer ajustando a los más pobres.
Argentina tiene que seguir construyendo justicia social, la Argentina tiene que seguir construyendo dignidad, la Argentina tiene que seguir construyendo autonomía en la globalización, la Argentina tiene que seguir construyendo este proyecto industrial que definitivamente nos dé la consolidación de un país que dé las posibilidades globales de desarrollo y de inserción a todos los argentinos, la Argentina tiene que seguir creciendo correctamente, la Argentina tiene que seguir con el superávit fiscal primario de superávit comercial, la Argentina tiene que seguir mejorando la distribución del ingreso, la Argentina, con la nueva Ley de Educación y de Educación Técnica, tiene que seguir preparando a nuestros chicos para el nuevo tiempo que nos toca vivir, la Argentina tiene muchísimas posibilidades.
Claro que cuando se avanza, lógicamente, hicimos y estamos construyendo 700 escuelas, 340 terminadas, 300 y pico por terminar y algunas que nos quedan por licitar, más de 700 escuelas en nuestra gestión, pero muchos más chicos van a ir a la escuela, aparte de haber más argentinos, el proceso de inclusión social va a llegar a que también tengamos que tener más escuelas porque seguramente nos van a faltar y los gobernadores y los intendentes se van a ver con problemas y hay que hacer inversiones, porque cuando un país crece, obviamente hay que seguir invirtiendo en infraestructura.
La circunvalar de Rosario, los puertos de Rosario, claro que hay que hacer la circunvalar, hay que terminar la Ruta 9, hay que construir obviamente el tren a Rosario, hay que hacer las autopistas, porque evidentemente están circulando más de 400 mil vehículos nuevos y evidentemente estamos casi llegando a 100 millones toneladas de producción en la Argentina. Es decir, nosotros 100 millones de toneladas, no hay ruta que alcance. Es decir, es un país que por donde ustedes lo miren está creciendo muy bien.
Los jubilados, el Plan de Inclusión Jubilatoria, 1 millón de jubilados que estaban en la calle. (APLAUSOS) Hoy tienen la cobertura que corresponde y seguiremos, por supuesto, mejorando a nuestros jubilados y seguiremos avanzando. Es decir, seguiremos construyendo esta Argentina que tenemos que llevar adelante.
Por eso, yo les puedo asegurar, querido Intendente, queridos amigos, que siempre con muchas ganas, siempre con muchísimo optimismo, seguiremos colocando la otra mejilla, pero acá en la Argentina hay que tener en claro cuáles son los intereses de país que se defienden con absoluta claridad.
Y yo les digo a los argentinos, sigamos, yo vengo emocionado de un acto en Tucumán muy bueno, espectacular, no lo podía disimular, extraordinario el pueblo tucumano, seguramente cuando ahora en Tucumán Alperovich gane las elecciones van a decir “ganó Alperovich”, las ganó el gobierno aquí. Las elecciones que se pierden, las pierde el gobierno y si no...Alperovich es parte del gobierno y en Tucumán vamos a ganar y vamos a ganar en la gran mayoría del país y vamos a ganar las presidenciales en todo el país. (APLAUSOS) Porque la gente tiene buena memoria, hermanas y hermanos que están en sus casas.
Pueden escribir mucho, pueden decir muchas cosas, pero el 28 de octubre se van a llenar las urnas de buena memoria porque esta Argentina no va a ir para atrás, esta Argentina va a ir para adelante, va en la búsqueda de un mejor gobierno y eso es lo importante. (APLAUSOS)
Así que, querido Intendente, querido gobernador de la provincia de Buenos Aires, Argentina toda, esta provincia de Buenos Aires que yo aprendí a amar de joven tanto, mucha fuerza, seguiremos trabajando con muchísimas ganas, seguiremos siendo así, auténticos, no queremos ser dirigentes con miedo, no queremos ser dirigentes con temores, somos dirigentes que acertamos y nos equivocamos, pero lo hacemos todo de muy buena fe y ponemos lo mejor de nosotros para que las cosas salgan adelante. Yo trabajo todo el día con muchísima fuerza y obviamente que me equivoco durante el día y trato de corregir los errores, pero también sé que hemos hecho mucho y duermo muy tranquilo. Hay que ver cómo duermen los otros, los que están encargados de mancillar, los que están encargados de hacer campañas sucias, los que están encargados de tratar de ensuciar lo bueno que se hizo, los que están encargados...le encargan tareas determinadas para ver si venden algo más o algo menos o para ver si le sirve para tal o cual interés.
Para afuera se puede tener una postura, para adentro estoy seguro que una persona cuando deje de ser libre se debe sentir muy mal. Cuando uno no se puede mirar para adentro, es muy difícil.
Yo, con todas las contradicciones y los errores que tengo, soy absolutamente transparente, yo puedo mirar para adentro, para afuera y, por supuesto, me hubiera gustado haber hecho muchísimo mejor las cosas, pero fue la Argentina de la que nos tocó partir.
Les agradezco profundamente, sigamos trabajando con mucha fuerza. Ahora realmente estoy, le comentaba a Felipe recién, muy contento con el acto que vamos a ir a hacer en Santa Fe el viernes, en La Picasa, la Ruta 7, un lugar que estaba absolutamente inundado, que fuimos a dar la palabra, hicimos una ruta pasando por medio de la inundación y pusimos en marcha también el sistema ferroviario para incorporarlo al sistema productivo, apenas empecé el gobierno fui allí y ahora vamos a inaugurar la obra. Es muy importante también para la provincia de Buenos Aires. (APLAUSOS)
Es decir que vamos a cumplir la palabra empeñada allá en Santa Fe, ya nos veremos con los santafesinos el próximo viernes a la mañana y seguiremos caminando la Argentina con las ganas y la humildad de siempre.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)
Podemos caminar con tranquilidad las calles de la ciudad de Merlo porque hemos tratado de cumplir con todo lo que fuimos prometiendo y como nunca llevar adelante obras que son fundamentales y centrales para un municipio tan importante, que fue tan castigado por la crisis tan dura, tan difícil, como es Merlo.
Así que, querido Intendente, en este caso con el gobernador de la provincia de Buenos Aires y usted, trabajando en forma conjunta, hemos cumplimentado esta palabra y las realidades están, se pueden palpar. (APLAUSOS)
Yo siempre recuerdo que hace cuatro años y medio atrás, casi cinco, cuando hacíamos campaña electoral en la devastada Argentina, cuando recorríamos el Conurbano Bonaerense y la provincia de Buenos Aires, todas y algunas del Norte argentino en particular, llegábamos al final del día, después de haber recorrido y ver lo que nos tocaba presenciar, realmente con el alma acongojada: pobreza, falta de trabajo, los brazos caídos, padres y madres de familia derrotados, pibes sin esperanza. Era un desafío muy difícil.
Obviamente, aquellos que habían sido responsables de las políticas que aplicaron en la Argentina, como siempre, o se habían escapado o se estaban tratando de reciclar, hasta algunos de ellos se animaron a ir de candidatos en ese momento y se animan a ir ahora también. Y como siempre, la construcción de moverse en el marco, como yo explicaba ayer en la Bolsa, rodeados del discurso del fracaso.
Nosotros salimos a prometer...no a prometer, es decir, trabajo, esfuerzo, hechos, realidades, una Argentina diferente. La gente nos miraba y mucha gente ni me conocía. Había muchos periodistas que me miraban y decían “este quién es, viene de la Patagonia, no lo conoce nadie”.
Yo, con mis características de sinceridad permanente, equivocándome y acertando, siempre había trabajado mucho por mi provincia, pero, obviamente, nosotros siempre decimos allá en la Patagonia que Dios atiende en todos lados pero muchas veces algunos lo quieren radicar en la Capital Federal, esta es la realidad concreta y se olvidan que en el país hay millones de argentinos que viven más allá de la General Paz.
Hoy cuando veo algunos opinólogos y demás hablando de la realidad argentina, la calidad, la crisis institucional, yo digo ¿en qué país vivió toda esta gente, dónde vivieron?
Una Argentina que estuvo al borde de la extinción, ¿se olvidan del 20 de diciembre de 2001, se olvidan del corralito, se olvidan del quiebre del sistema financiero, se olvidan del 70 por ciento de pobreza, del 32, 33 por ciento de desocupación, del 30 por ciento de indigencia, se olvidan de todas las fábricas y de todas las industrias quebradas, se olvidan del país paralizado? ¿Dónde viven? ¿No quieren que a la Argentina le vaya bien? ¿Se olvidan de todos esos argentinos que estaban en la calle clamando por un plan trabajar o un plan social de 150 pesos?
Los argentinos que están en sus casas y me están escuchando en este momento, me escuchan siempre y lo saben a la perfección, que sufrieron este tipo de cosas, el comerciante que se le cayó el comercio, el industrial que se le cayó la industria, que se le cayeron todas las obligaciones encima, que no podían pagar ni los impuestos, las familias a las que se les cayeron empresas familiares de años por un proceso de quiebre estructural de todos los valores de la Argentina.
Yo me pregunto: ¿dónde estaba esa gente que hoy escribe las cosas que escribe a veces creyendo que de allí pueden cambiar la realidad? Se equivocan, gracias a Dios que vivimos en otra Argentina y todos nos conocemos en la Argentina, eh, todos nos conocemos y todos tenemos historias, los que escriben y los que no escriben, todos tenemos historia y hay que ir a releer las cosas que escribían y las relaciones que tenían muchos de ellos, no todos, por supuesto, generalizar yo jamás lo voy a hacer, pero hay algunos que la verdad que tienen un currículum bastante largo.
Entonces, de golpe dicen: “la Argentina ha crecido al 50 por ciento”. Aparte de China y algún otro país en el mundo, que me busquen un país en Latinoamérica o en Europa que haya crecido lo que creció la Argentina, uno. Salvo China y algún país asiático y demás, que busquen algún país que haya crecido en estos cuatro años y medio lo que creció la Argentina. No lo van a encontrar así nomás. Que busquen algún país que haya bajado 40 puntos la pobreza como bajó la Argentina; que busquen un país que haya bajado 25 puntos la desocupación como la bajó la Argentina; que busquen un país que bajó 20 puntos la indigencia como bajó la Argentina. (APLAUSOS) Que busquen un país que haya recuperado la memoria, la justicia, la igualdad ante la ley, la revalorización de los derechos humanos, la recuperación de nuestra Corte en un proceso paulatino que hay que seguir de recuperación plena de nuestra Justicia, que lo busquen. Reconocidos en el mundo somos por la tarea que estamos realizando en el campo de los derechos humanos y en el proceso de consolidación institucional que tiene la Argentina. Apenas en cuatro añitos, después de décadas de desastres y de dolores para todos los argentinos.
Que busquen un país que haya podido crecer al 50 por ciento y que decían que teníamos crisis energética en el 2003, que haya invertido lo que está invirtiendo –y estos escúchenme todos los vecinos que están en sus casas, los amigos y amigas- en la Argentina en energía.
Claro, en la crisis se venteaba el gas acá, en la Argentina, si no había cómo transportarlo, se exportaba, “somos grandes exportadores de petróleo y de gas”, y si acá en la Argentina no se consumía.
La economía se caía, decrecíamos, el país no consumía y, encima, la última etapa de los gobiernos del 90 y, fundamentalmente, cuando llegó ya el gobierno de la Alianza, ya directamente no había inversiones de ningún tipo en infraestructura. Y nosotros, con 5.000, 6.000 millones de dólares de reserva, con el corralito, con 140.000 millones de deuda privada a discutir, la deuda del Fondo, la deuda de esto, del otro, y encima solucionamos el tema del Fondo, lo pagamos con reservas y no pasó ninguna de las malas venturas que decían que iba a pasar.
Acuérdense los que están en su casa decían “no, ahora se va a venir un proceso muy duro porque nos quedamos sin reservas”. Hoy tenemos 43.690 millones de reservas y le pagamos al Fondo. (APLAUSOS)
Ahora dicen que es malo tener tantas reservas, antes decían que era muy malo tener poquitas, no sé qué van a decir. Les duele que la Argentina salga, eso es doloroso, que quienes viven en la Argentina, estén en la Argentina les duela, no tienen la capacidad objetiva de autocrítica constructiva para tener una opinión intelectualmente realmente racional para poder ayudar con el pensamiento, con el intelecto, sino fundamentalmente creen que la tarea a veces de informar es destruir. Y esa tarea es así, es lo que buscan. Yo no tengo problemas, no hay drama, vamos a seguir trabajando con muchísima fuerza de la mano de los argentinos, como estamos haciendo siempre.
Fíjense ustedes, vamos a hacer un análisis chiquitito: en este momento la inversión es cercana a los 50 mil millones de pesos en energía, hemos ampliado el gasoducto del Norte, del Sur, tenemos en marcha ya la licitación de los caños del gasoducto con Bolivia, la obra también con Bolivia se va a licitar, tenemos dos usinas en marcha por 1.600 megas, estamos construyendo obras en Río Turbio, una termoeléctrica, vamos a analizar la represa del Río Santa Cruz, que va a generar 1.800 megas, estamos con Atucha, Yacyretá, todas obras que estaban paralizadas que estamos invirtiendo en todos lados, con platita argentina, invirtiendo, pagando, cumpliendo, invirtiendo, invirtiendo, invirtiendo para ir generando.
Claro, qué pasa: creció la industria, creció un promedio del 7, 8 por ciento anual, creció el Producto Bruto Interno, pero también creció el consumo. Hay millones de argentinos que no comían en este país, que no podían vivir, que no podían acceder a una heladera, que no podían acceder a un aparato de aire, que no podían acceder a electrodomésticos que tendrían que estar en la casa de cualquier argentino y gracias a que hoy tienen trabajo pueden comprar también y están gastando energía, por supuesto, que antes no gastaban, también están consumiendo energía. Cuando dicen que subió el gasto y el consumo domiciliario de energía, lógicamente, porque hay millones de argentinos que no tenían con qué alumbrarse antes y hoy tienen su trabajo, su salario y sus posibilidades para poder ser parte del consumo. (APLAUSOS) Sin embargo, pareciera que a algunos les gustaría ver que se apaguen todas las luces en la Argentina, “estamos ante una crisis energética”.
No nos vamos a rendir ante los intereses, ni de las grandes empresas, ni los intereses monopólicos, oligopólicos actúen en el área de la economía que actúen y se dediquen a la actividad que se dediquen. Al contrario, creemos que hay que hacer docencia sobre qué son los monopolios y los oligopolios en las distintas áreas de la economía y cómo tratan de influir o mover las palancas para defender sus intereses.
Creo que está llegando el momento de hablar de todos estos temas en la Argentina con absoluta sinceridad y absoluta responsabilidad también para hacer una Argentina democrática plena desde lo económico, desde los intereses reales. Hay que democratizar los intereses que es fundamental para dar también igualdad de posibilidades. Estas cosas hay que hacerlas y, evidentemente, yo creo que las páginas grandes de la historia de la Argentina están para escribirse.
Claro que eso cuando uno toca intereses, los intereses atacan, insultan, agravian, descalifican. Argentinos: ustedes lo van a ver, lo verán día tras día. Y atacan, atacan, atacan, no teman, no hay problema, acá hay un sureño, pone el pecho, la idea y la fuerza para que esta Argentina cambie con toda su fuerza. No me van a hacer cambiar de idea ni de convicciones. Los puedo mirar de frente a todos los argentinos con absoluta tranquilidad para afrontar todas las batallas que haya que afrontar, pero tengan en claro todos los argentinos que estamos construyendo un país diferente. Cuando se construye un país diferente, surgen este tipo de acciones y muchos de ellos son remunerados, para no decir pagos, en la tarea que llevan adelante.
Porque cuando se lucha contra la corrupción existen en todas las áreas la corrupción, eh, en todos lados. Acá hay algunos que a veces se llenan la boca de honestidad y tienen la espalda torcida de las cosas que no pueden explicar, con las piedras cargadas en sus bolsas. Pero esto también lo vinimos hablando con absoluta claridad para que esta Argentina definitivamente vaya encontrando el camino que tiene que encontrar.
Yo, la verdad, le puedo asegurar a todos los argentinos que hay que seguir trabajando para seguir creciendo fuerte, con amor, con pasión y con ganas, saber que el que ve una Argentina para todo tiene sus costos. Hay algunos que quieren una Argentina para ellos solos, una Argentina concentrada económicamente, una Argentina que se diga “hay que subir ya las tarifas”. Les importaba muy poco, hay que contar que el servicio llega a todos, caso el agua, la provincia de Buenos Aires, La Matanza, que ahora va a tener agua en el 2008 toda La Matanza, la empresa que explotaba el agua estaba más preocupada por subir las tarifas que por darle agua a la gente, había casi 1 millón de personas que no tenía agua.
Nosotros pensamos al revés, primero el agua, demos servicios y después, paulatinamente, con el mejoramiento de la gente, vayamos adecuando los costos para que el país pueda funcionar.
Este es un modelo, son conceptos, son filosofías de vida, pero hay que entrar a mirarse a sí mismo para ver todo este tipo de cosas que han pasado y que han sucedido.
Fíjense ustedes: el salario mínimo, porque todos están ganando más ahora, todos tienen más capacidad de consumo, a hasta aquellos que nos agreden despiadadamente les va bastante bien económicamente, muy bien.
Pero fíjense ustedes: el salario mínimo cuando comenzó nuestra gestión era de 50 dólares o 150 pesos; en el día de ayer, a partir del 1º de agosto, 900 pesos, a partir del 1º de octubre, 960 y, a partir del 1º de diciembre, 980. (APLAUSOS) Es decir que acuerdo de los empresarios y los trabajadores, más de 300 dólares, todavía falta. Pero seguramente es uno de los mínimos más importantes de América latina. Eran 150 pesos y van a estar en 980 a fin de año. Y así con las jubilaciones y el área que ustedes quieran ver.
Por eso les digo que nosotros vamos a seguir trabajando con muchísimo optimismo. Yo sé que Daniel va a hacer una gran gobernación en la provincia de Buenos Aires, sin duda. Al proceso refundacional que le tocó hacer a Felipe va a seguir el proceso transformador de la mano de Daniel Scioli.
También, no tengo ninguna duda, si la Argentina al proceso de salir del infierno y de políticas fundacionales que nosotros llevamos adelante, va a venir la mano de una mujer en la Argentina, es Cristina que se preparó durante muchísimo tiempo (APLAUSOS), que trabajó en silencio al lado nuestro permanentemente, fue indudablemente nuestra permanente fuente de consulta, todo el mundo lo sabe, y nuestra más dura crítica en cada tema que ella no pensaba igual para que si nosotros estábamos equivocados corrijamos y supo mantener un perfil absolutamente bajo porque pensaba perfectamente en el país, hizo lo que tenía que hacer en toda la etapa y conoce como nadie la situación de la Argentina. Y se va a transformar la Argentina de la mano de una mujer y estamos nosotros.
Ustedes fíjense: tanto hablaban que decían que yo me quería quedar a vivir como presidente; a mí me encantó ser presidente, yo no...esto que dice que “uy, qué dolor de cabeza”. Si uno ha sido honrado para ser elegido presidente de los argentinos, es una honra y yo le agradezco a los argentinos.
Claro que uno vive preocupado, luchando, a veces se enoja, se amarga, todas las cosas propias de los seres humanos, porque somos seres humanos, pero yo nunca le voy a dejar de agradecer a los argentinos esta posibilidad que me dieron de poder ayudar a cambiar la Argentina. Soy un hombre feliz por haber sido presidente de los argentinos. Yo soy un hombre común, no vine a quedarme y está claro.
Tan claro está que cuando ustedes vean la lista de candidatos a presidente del 2003 y del 2007, se van a dar cuenta que algunos que ya porque no pueden ir, pero la mayoría de los otros, los mismos del 2003, con el mismo discurso del 2003, con un país totalmente diferente, siendo responsables de las cosas que pasaron en el 2003, van de candidatos ahora y los que nos renovamos somos nosotros. Teniendo la posibilidad de la reelección dijimos “no, nosotros nos renovamos, profundizamos la renovación en la Argentina porque somos un proyecto colectivo, no somos un proyecto que va a depender de que si tal va o tal no va”. Es una construcción colectiva y sabemos que tenemos una excelente candidata a presidenta, que va a hacer una excelente gestión, muy superior a la nuestra seguramente, se va a encontrar con otra Argentina, con otros desafíos que ella los tiene perfectamente claros pero con esa firmeza, con esa vocación y con ese inclaudicable compromiso que tuvo siempre con la Argentina. No tengan ninguna duda que se viene un país mucho mejor y está bien de que venga un país mucho mejor. (APLAUSOS)
No vamos a volver para atrás. Aquellos países donde asumían ministros que después fueron candidatos y demás que querían recortar todo, privatizar todo, todos nos recordamos las cosas que pasaron, cómo había que hacer ajustando a los más pobres.
Argentina tiene que seguir construyendo justicia social, la Argentina tiene que seguir construyendo dignidad, la Argentina tiene que seguir construyendo autonomía en la globalización, la Argentina tiene que seguir construyendo este proyecto industrial que definitivamente nos dé la consolidación de un país que dé las posibilidades globales de desarrollo y de inserción a todos los argentinos, la Argentina tiene que seguir creciendo correctamente, la Argentina tiene que seguir con el superávit fiscal primario de superávit comercial, la Argentina tiene que seguir mejorando la distribución del ingreso, la Argentina, con la nueva Ley de Educación y de Educación Técnica, tiene que seguir preparando a nuestros chicos para el nuevo tiempo que nos toca vivir, la Argentina tiene muchísimas posibilidades.
Claro que cuando se avanza, lógicamente, hicimos y estamos construyendo 700 escuelas, 340 terminadas, 300 y pico por terminar y algunas que nos quedan por licitar, más de 700 escuelas en nuestra gestión, pero muchos más chicos van a ir a la escuela, aparte de haber más argentinos, el proceso de inclusión social va a llegar a que también tengamos que tener más escuelas porque seguramente nos van a faltar y los gobernadores y los intendentes se van a ver con problemas y hay que hacer inversiones, porque cuando un país crece, obviamente hay que seguir invirtiendo en infraestructura.
La circunvalar de Rosario, los puertos de Rosario, claro que hay que hacer la circunvalar, hay que terminar la Ruta 9, hay que construir obviamente el tren a Rosario, hay que hacer las autopistas, porque evidentemente están circulando más de 400 mil vehículos nuevos y evidentemente estamos casi llegando a 100 millones toneladas de producción en la Argentina. Es decir, nosotros 100 millones de toneladas, no hay ruta que alcance. Es decir, es un país que por donde ustedes lo miren está creciendo muy bien.
Los jubilados, el Plan de Inclusión Jubilatoria, 1 millón de jubilados que estaban en la calle. (APLAUSOS) Hoy tienen la cobertura que corresponde y seguiremos, por supuesto, mejorando a nuestros jubilados y seguiremos avanzando. Es decir, seguiremos construyendo esta Argentina que tenemos que llevar adelante.
Por eso, yo les puedo asegurar, querido Intendente, queridos amigos, que siempre con muchas ganas, siempre con muchísimo optimismo, seguiremos colocando la otra mejilla, pero acá en la Argentina hay que tener en claro cuáles son los intereses de país que se defienden con absoluta claridad.
Y yo les digo a los argentinos, sigamos, yo vengo emocionado de un acto en Tucumán muy bueno, espectacular, no lo podía disimular, extraordinario el pueblo tucumano, seguramente cuando ahora en Tucumán Alperovich gane las elecciones van a decir “ganó Alperovich”, las ganó el gobierno aquí. Las elecciones que se pierden, las pierde el gobierno y si no...Alperovich es parte del gobierno y en Tucumán vamos a ganar y vamos a ganar en la gran mayoría del país y vamos a ganar las presidenciales en todo el país. (APLAUSOS) Porque la gente tiene buena memoria, hermanas y hermanos que están en sus casas.
Pueden escribir mucho, pueden decir muchas cosas, pero el 28 de octubre se van a llenar las urnas de buena memoria porque esta Argentina no va a ir para atrás, esta Argentina va a ir para adelante, va en la búsqueda de un mejor gobierno y eso es lo importante. (APLAUSOS)
Así que, querido Intendente, querido gobernador de la provincia de Buenos Aires, Argentina toda, esta provincia de Buenos Aires que yo aprendí a amar de joven tanto, mucha fuerza, seguiremos trabajando con muchísimas ganas, seguiremos siendo así, auténticos, no queremos ser dirigentes con miedo, no queremos ser dirigentes con temores, somos dirigentes que acertamos y nos equivocamos, pero lo hacemos todo de muy buena fe y ponemos lo mejor de nosotros para que las cosas salgan adelante. Yo trabajo todo el día con muchísima fuerza y obviamente que me equivoco durante el día y trato de corregir los errores, pero también sé que hemos hecho mucho y duermo muy tranquilo. Hay que ver cómo duermen los otros, los que están encargados de mancillar, los que están encargados de hacer campañas sucias, los que están encargados de tratar de ensuciar lo bueno que se hizo, los que están encargados...le encargan tareas determinadas para ver si venden algo más o algo menos o para ver si le sirve para tal o cual interés.
Para afuera se puede tener una postura, para adentro estoy seguro que una persona cuando deje de ser libre se debe sentir muy mal. Cuando uno no se puede mirar para adentro, es muy difícil.
Yo, con todas las contradicciones y los errores que tengo, soy absolutamente transparente, yo puedo mirar para adentro, para afuera y, por supuesto, me hubiera gustado haber hecho muchísimo mejor las cosas, pero fue la Argentina de la que nos tocó partir.
Les agradezco profundamente, sigamos trabajando con mucha fuerza. Ahora realmente estoy, le comentaba a Felipe recién, muy contento con el acto que vamos a ir a hacer en Santa Fe el viernes, en La Picasa, la Ruta 7, un lugar que estaba absolutamente inundado, que fuimos a dar la palabra, hicimos una ruta pasando por medio de la inundación y pusimos en marcha también el sistema ferroviario para incorporarlo al sistema productivo, apenas empecé el gobierno fui allí y ahora vamos a inaugurar la obra. Es muy importante también para la provincia de Buenos Aires. (APLAUSOS)
Es decir que vamos a cumplir la palabra empeñada allá en Santa Fe, ya nos veremos con los santafesinos el próximo viernes a la mañana y seguiremos caminando la Argentina con las ganas y la humildad de siempre.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)