Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; autoridades nacionales y provinciales; señores legisladores; señores empresarios; organizaciones libres del pueblo; señores representantes; señores representantes sindicales presentes; señoras, señores: quiero empezar mis palabras con un profundo recuerdo al contador y amigo Ubieto.
Cuando allá por los años 2002, 2003 algunos soñábamos y muchos nos miraban casi despectivamente que podíamos llegar a conducir la Argentina, se acerco un hombre grande, de lentes grandes a la Casa de Santa Cruz. Él fue con otro amigo, el intendente de San Fernando, a conversar conmigo y a decirme que me anime en aquel tiempo a ser candidato que en la Argentina hacía falta potencia, ganas, ganas de realizar, trabajar.
Yo también fui intendente de mi ciudad y con esa fina comunicación que tenemos a los que nos gusta hacer permanentemente, nació un feeling realmente muy bueno y yo no puedo dejar que me olvide de él y menos en ese momento del optimismo, las ganas, la fuerza que tenía; estamos hablando de una Argentina en el 2002, es decir, que, por el contrario, era un hombre que multiplicaba sus esfuerzos, sus ganas y su decisión por una Argentina distinta.
Después realizamos múltiples actividades, tuvimos la suerte de que estuviera representando en nuestra querida empresa AySA y hoy, si ustedes me permiten, desde algún lugar del cielo que esté el contador Ubieto, le quiero decir que estamos cumpliéndole, contador, la palabra empeñada, que las obras que nos habíamos comprometido con Tigre, se llevan adelante como el querido hospital y muchísimas otras que fuimos hablando paulatinamente en las visitas que hice al Tigre, donde tan bien nos recibieron, con tanto afecto y con tanto cariño que nunca me voy a olvidar y también –lo charlábamos con el contador y con el señor Intendente- el tener la tranquilidad por cumplir con la palabra empeñada.
Ustedes saben que para los hombres y mujeres que ocupamos cargos públicos, no hay nada mejor que poder cumplir con la palabra empeñada porque eso da tranquilidad de conciencia, da responsabilidad, da seriedad y da credibilidad y hoy la estamos cumpliendo. Es decir que nosotros, más allá de las circunstancias, de visiones y demás, estamos cumpliendo con los valores superiores por los cuales la gente nos da la oportunidad de tener la iniciativa política en la conducción del Estado.
También agradezco tus palabras, Felipe, pero tiene que ser así. Nosotros entendemos la política como una construcción colectiva, con amplitud, dejar en la práctica concreta el sectarismo para construir con marco plural y con consenso para generar las alternativas y los instrumentos que necesita la Argentina para reconstruirse a sí misma y lo que debe construir para ser un país con inclusión, y entonces eso implica también ir paso a paso cumpliendo con los conceptos y con las ideas que uno tiene de la vida y de la política y de lo que fue aprendiendo durante todo su tiempo.
Yo fui intendente, fui tres veces gobernador y ahora tengo la suerte de ser Presidente de los argentinos y creo profundamente en la construcción de este proyecto y creo profundamente en la política como instrumento.
Hoy me paraban unos amigos y me decían: “Y ahora si vos dejas de ser Presidente, ¿qué vas a hacer?” Lo que hice toda mi vida, trabajaré en mis cosas como un hombre común. Pareciera ser que cuando uno llega a un determinado cargo después no puede llegar a ser un hombre común, civil más como corresponde y a esto tenemos que ir acostumbrándonos los argentinos que el paso por el ejercicio de la iniciativa política siempre es transitorio y lo importante son las construcciones colectivas para construir un país mejor. Y esto tenemos que hacerlo con práctica y con acciones conjuntas y que se pueda leer concretamente en la realidad, porque de otro tipo de actitudes estamos cansados de escucharnos, nos entra por acá, nos sale por acá, pero dicen una cosa y siempre hacen todo al revés.
Yo, desde el primer día que asumí –nadie me creía-, hay periodistas de testigo, hay amigos de testigo, hay gente que inclusive son candidatos ahora, dije que sería presidente hasta el 10 de diciembre de 2007 y luego creo que lo mejor para la Argentina es renovarse, potenciarse, generar más ideas y cada uno ir a cumplir la tarea que esta etapa histórica le encomiende. (APLAUSOS)
Todos nosotros y yo creemos profundamente en la capacidad transformadora y superadora que le va a dar Cristina a la Argentina y por qué no de una vez por todas que sea definitivamente una mujer la que profundice en la Argentina el cambio y la transformación. (APLAUSOS)
Es un cambio que recién empieza, claro que recién empieza, si nuestra tarea en esta etapa, Felipe, Pepe, tanta gente que me acompaña, el señor Intendente, Gustavo, Descalzo, ingeniero Enrique, fue ir construyendo bases fundacionales para salir del infierno de una Argentina distinta. Ahora hay que profundizar y empezar con todo el cambio profundo que necesita la Argentina para consolidarse definitivamente.
En esto, confío plenamente en la buena memoria de los argentinos y no tengan ninguna duda que esa buena memoria de los argentinos va a apostar decididamente a la construcción de este proyecto colectivo, de esta idea transformadora permanente de la sociedad y sé que el 28 de octubre las urnas en la Argentina se van a llenar de buena memoria y cuando pase eso, yo estaré convencido de que habremos salido del infierno para seguir construyendo esa Argentina con inclusión que nos merecemos todos. (APLAUSOS)
Intendente Gualdoni, usted es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio, tomó la posta, seguramente de un muy buen amigo suyo, junto con Casaretto y con tanta gente, que lucharon y amaron y aman cotidianamente y a diario pero amaron junto a Ubieto, que decididamente sigue amando el Tigre.
Realmente me alegra que estén trabajando juntos comisiones, como usted dijo, del Frente para la Victoria y del Frente Comunal porque están dando un ejemplo de madurez política espectacular para la Argentina porque lo importante, en el caso de ustedes, primero el Tigre, fuerza el Tigre, la construcción de ese Tigre que tantas cosas le puede brindar a la Argentina.
A mí me emociona verlo a usted con toda esa fuerza que tiene, con los años que carga, bien cargados como se dice, con esas ganas, porque usted sabe lo que es la función pública y lo duro que es, yo realmente lo quiero felicitar, es un verdadero ejemplo y sigamos trabajando así.
Ejemplos como estos permiten avizorar sin duda que una Argentina distinta se viene, lo importante es darle fuerza y lograr que esa Argentina, que hoy está tratando de salir del infierno, pueda construir definitivamente su proyecto estratégico de país.
Así que, muchísimas gracias a todos y muchísimas gracias a los vecinos del Tigre. (APLAUSOS)
Cuando allá por los años 2002, 2003 algunos soñábamos y muchos nos miraban casi despectivamente que podíamos llegar a conducir la Argentina, se acerco un hombre grande, de lentes grandes a la Casa de Santa Cruz. Él fue con otro amigo, el intendente de San Fernando, a conversar conmigo y a decirme que me anime en aquel tiempo a ser candidato que en la Argentina hacía falta potencia, ganas, ganas de realizar, trabajar.
Yo también fui intendente de mi ciudad y con esa fina comunicación que tenemos a los que nos gusta hacer permanentemente, nació un feeling realmente muy bueno y yo no puedo dejar que me olvide de él y menos en ese momento del optimismo, las ganas, la fuerza que tenía; estamos hablando de una Argentina en el 2002, es decir, que, por el contrario, era un hombre que multiplicaba sus esfuerzos, sus ganas y su decisión por una Argentina distinta.
Después realizamos múltiples actividades, tuvimos la suerte de que estuviera representando en nuestra querida empresa AySA y hoy, si ustedes me permiten, desde algún lugar del cielo que esté el contador Ubieto, le quiero decir que estamos cumpliéndole, contador, la palabra empeñada, que las obras que nos habíamos comprometido con Tigre, se llevan adelante como el querido hospital y muchísimas otras que fuimos hablando paulatinamente en las visitas que hice al Tigre, donde tan bien nos recibieron, con tanto afecto y con tanto cariño que nunca me voy a olvidar y también –lo charlábamos con el contador y con el señor Intendente- el tener la tranquilidad por cumplir con la palabra empeñada.
Ustedes saben que para los hombres y mujeres que ocupamos cargos públicos, no hay nada mejor que poder cumplir con la palabra empeñada porque eso da tranquilidad de conciencia, da responsabilidad, da seriedad y da credibilidad y hoy la estamos cumpliendo. Es decir que nosotros, más allá de las circunstancias, de visiones y demás, estamos cumpliendo con los valores superiores por los cuales la gente nos da la oportunidad de tener la iniciativa política en la conducción del Estado.
También agradezco tus palabras, Felipe, pero tiene que ser así. Nosotros entendemos la política como una construcción colectiva, con amplitud, dejar en la práctica concreta el sectarismo para construir con marco plural y con consenso para generar las alternativas y los instrumentos que necesita la Argentina para reconstruirse a sí misma y lo que debe construir para ser un país con inclusión, y entonces eso implica también ir paso a paso cumpliendo con los conceptos y con las ideas que uno tiene de la vida y de la política y de lo que fue aprendiendo durante todo su tiempo.
Yo fui intendente, fui tres veces gobernador y ahora tengo la suerte de ser Presidente de los argentinos y creo profundamente en la construcción de este proyecto y creo profundamente en la política como instrumento.
Hoy me paraban unos amigos y me decían: “Y ahora si vos dejas de ser Presidente, ¿qué vas a hacer?” Lo que hice toda mi vida, trabajaré en mis cosas como un hombre común. Pareciera ser que cuando uno llega a un determinado cargo después no puede llegar a ser un hombre común, civil más como corresponde y a esto tenemos que ir acostumbrándonos los argentinos que el paso por el ejercicio de la iniciativa política siempre es transitorio y lo importante son las construcciones colectivas para construir un país mejor. Y esto tenemos que hacerlo con práctica y con acciones conjuntas y que se pueda leer concretamente en la realidad, porque de otro tipo de actitudes estamos cansados de escucharnos, nos entra por acá, nos sale por acá, pero dicen una cosa y siempre hacen todo al revés.
Yo, desde el primer día que asumí –nadie me creía-, hay periodistas de testigo, hay amigos de testigo, hay gente que inclusive son candidatos ahora, dije que sería presidente hasta el 10 de diciembre de 2007 y luego creo que lo mejor para la Argentina es renovarse, potenciarse, generar más ideas y cada uno ir a cumplir la tarea que esta etapa histórica le encomiende. (APLAUSOS)
Todos nosotros y yo creemos profundamente en la capacidad transformadora y superadora que le va a dar Cristina a la Argentina y por qué no de una vez por todas que sea definitivamente una mujer la que profundice en la Argentina el cambio y la transformación. (APLAUSOS)
Es un cambio que recién empieza, claro que recién empieza, si nuestra tarea en esta etapa, Felipe, Pepe, tanta gente que me acompaña, el señor Intendente, Gustavo, Descalzo, ingeniero Enrique, fue ir construyendo bases fundacionales para salir del infierno de una Argentina distinta. Ahora hay que profundizar y empezar con todo el cambio profundo que necesita la Argentina para consolidarse definitivamente.
En esto, confío plenamente en la buena memoria de los argentinos y no tengan ninguna duda que esa buena memoria de los argentinos va a apostar decididamente a la construcción de este proyecto colectivo, de esta idea transformadora permanente de la sociedad y sé que el 28 de octubre las urnas en la Argentina se van a llenar de buena memoria y cuando pase eso, yo estaré convencido de que habremos salido del infierno para seguir construyendo esa Argentina con inclusión que nos merecemos todos. (APLAUSOS)
Intendente Gualdoni, usted es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio, tomó la posta, seguramente de un muy buen amigo suyo, junto con Casaretto y con tanta gente, que lucharon y amaron y aman cotidianamente y a diario pero amaron junto a Ubieto, que decididamente sigue amando el Tigre.
Realmente me alegra que estén trabajando juntos comisiones, como usted dijo, del Frente para la Victoria y del Frente Comunal porque están dando un ejemplo de madurez política espectacular para la Argentina porque lo importante, en el caso de ustedes, primero el Tigre, fuerza el Tigre, la construcción de ese Tigre que tantas cosas le puede brindar a la Argentina.
A mí me emociona verlo a usted con toda esa fuerza que tiene, con los años que carga, bien cargados como se dice, con esas ganas, porque usted sabe lo que es la función pública y lo duro que es, yo realmente lo quiero felicitar, es un verdadero ejemplo y sigamos trabajando así.
Ejemplos como estos permiten avizorar sin duda que una Argentina distinta se viene, lo importante es darle fuerza y lograr que esa Argentina, que hoy está tratando de salir del infierno, pueda construir definitivamente su proyecto estratégico de país.
Así que, muchísimas gracias a todos y muchísimas gracias a los vecinos del Tigre. (APLAUSOS)