Señor presidente de la Nación; señor vicepresidente de la Nación; señor gobernador de la provincia de Mendoza, provincia pionera en esto del canje de armas con algún incentivo; señor secretario General de la Presidencia; señor secretario Legal y Técnico; señores intendentes; familiares; señores miembros de las Fuerzas de Seguridad; señor ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires; amigos: para nosotros es muy importante que en los 10 meses a partir del 9 de agosto en que se anunciara la política pública sobre control de armas, hayamos podido producir un cambio cualitativo profundo respecto del análisis que el Estado hace sobre el derecho, el privilegio de poder tener un arma.
Nos propusimos en aquel momento tener una ley y hoy contamos con ella, la 26.216 que acaba de mencionar Dante y que para nosotros es un cambio cualitativo profundo, primera propuesta que habíamos convocado y nos había alentado a llevar adelante esta campaña, esta decisión de fondo. En primer lugar porque es una campaña nacional y voluntaria de entrega de armas, en segundo lugar por la concientización en la tenencia de las armas, el aumento de los controles sobre los tenedores de armas, la creación de un consejo consultivo de la sociedad civil y la particularidad de ser Argentina el primer país de América con el organismo registrado en manos de civiles.
¿En qué labor concentramos la acción del RENAR, del nuevo RENAR que imaginamos a partir de esta situación? La reestructuración del sistema de control de la actividad permitida por armas de fuego, modernos mecanismos para la persecución del mercado ilegal, la reducción del circulante en manos de la población civil. ¿Y qué objetivos cumplimos desde que nos hicimos cargo en el Ministerio del Interior de este organismo? En primer lugar la optimización para el acceso de la credencial de legítimo usuario; se fijan exámenes físicos y psicológicos por profesionales habilitados, se piden medios lícitos de vida, idoneidad en el uso de esas armas; la denuncia obligatoria del lugar de guarda de las armas y la inexistencia de antecedentes penales; ningún tipo de antecedentes penales para poder tener ese privilegio de tener un arma.
¿Por qué nosotros planteamos las cosas de esta manera? Porque entendíamos que había una parte de la sociedad que quería tener el arma, que la quiere seguir teniendo y a nosotros no nos preocupa -en tanto y en cuanto cumplan con la legislación no nos preocupa-, y hay una buena parte de la sociedad que enancada en situaciones particulares convino con su propia familia comprar un arma suponiendo que era la forma de poder defenderla. El peor de los errores, pero suponiendo que esa era la forma de resolverlo.
Nosotros entonces en este nuevo RENAR y en esta nueva forma de actuar respecto del uso del arma civil hemos enfocado la tarea en acciones concretas que nos dieran resultados concretos. Intimamos en 9 meses a más de 140.000 legítimos usuarios para que renovaran sus condiciones de tales, cumpliendo con la normativa que se exige en este momento a rajatabla. Pasamos de 4 a 60 inspectores que hicieron más de 2.000 inspecciones en este lapso desde el momento que nos hicimos cargo. Un control efectivo del cien por ciento de la importación y exportación de las armas; por primera vez un control efectivo de la importación de nitrato de amonio, conocido en este país como un fertilizante pero que fuera utilizado para la fabricación de explosivos, puntualmente en el caso de la AMIA. Hemos participado en la Organización de las Naciones Unidas como coautores, como aportantes de información o de propuestas para un tratado internacional contra el tráfico ilícito de armas de fuego.
Y hoy, 10 meses después, en el marco de la Semana Mundial de Acción contra la Proliferación de Armas Pequeñas y Ligeras, lanzamos el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Vuelvo a resaltarlo, un Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. ¿Por qué planteamos esto? Porque aquel que tiene un arma y la quiere tener puede hacerlo, en tanto y en cuanto cumpla con los requisitos. Hoy escuchaba algunas radios donde se dieron charlas sobre este tema y algunos oyentes hablaron; un señor llamaba indignado diciendo que tenía sus hijas y que él no iba a entregar su arma. Pongamos en claro cada una de las cosas. Primero, si tiene su arma y la quiere seguir teniendo nadie le está pidiendo que la entregue, estamos yendo precisamente a aquellos lugares comunes donde la tienen equivocadamente, o se han dado cuenta de que la tienen equivocadamente y que nosotros somos la fuerza, la capacidad receptora para sacar esa arma del lugar donde no debió haber estado nunca. Y si él la quiere tener, que la tenga, en tanto y en cuanto cumpla con lo que dice la legislación en la materia. No va a tenerla porque se le antoje, va a tener que cumplir con lo que dice la legislación.
Mundialmente, y abonando lo que decía Dante recién, de cada 1.000 personas que mueren por día por armas de fuego, 560 son por homicidios, 250 son muertes por causa de guerra, 140 son suicidios, pero 50 son accidentes o casos indefinidos. En cada una de esas muertes hay por lo menos 3 personas heridas; el 85 por ciento de las víctimas son menores de 40 años y en la Argentina las armas de fuego son la segunda causa de muerte. Hay más que razones suficientes para plantearnos, no es una casualidad, no es un antojo, no es la vocación de una parte de la sociedad civil que reclama porque le pareció snob la discusión del tema, es muy profundo.
Este consejo consultivo que hemos creado y que realmente de consultivo tiene todo, porque son los que nos aportan las ideas, los que discuten con nosotros la gráfica, los videos, los que analizan con nosotros las situaciones de políticas provincia por provincia son un montón de jóvenes que están acá, que yo les rindo homenaje porque realmente se han colgado el tema solitos, sin ningún apoyo estatal, con esfuerzo, con ganas, para tratar de aportar a lo que les acabo de comentar.
Por otra parte el caso de Dante Piccioli, el caso de María De Negri, el caso de Marcenac, de quienes han vivido en carne propia este desastre, las Madres del Dolor, que en vez de enjugar sus lágrimas puertas adentro lo han hecho, como Dante inevitablemente se quebraba recordando el dolor de la pérdida de su hijo, queriendo que los hijos de otros no sufran lo mismo porque los que no sepan o no tengan que tener armas en su poder las sigan teniendo.
El Estado argentino, a partir de la presidencia del presidente Kirchner, ha decidido inmiscuirse en temas que antes se enunciaban porque eran muy lindos para el discurso pero después se miraba para el costado. Nos ha pasado en un montón de otras políticas y nos pasa hoy con la política de tenencia de armas.
Tener armas en la Argentina es un privilegio y para tener ese privilegio hay que cumplir con todo lo que marca la ley y lo vamos a exigir, lo vamos a seguir, a perseguir y a contener. Porque la cuarta etapa de las tres que mencionó Dante, es que una vez que hayamos regularizado la situación de las armas en blanco de las personas buenas –como decía Dante- viene la modificación de la ley de armas para garantizar que aquel que tenga un arma que no haya denunciado ante el Estado, tenga cárcel solamente por ello. No puede ser que nosotros dejemos en manos de los “malos” la posibilidad de que se puedan manejar con la tenencia de un arma sin ningún tipo de situaciones que los hagan diferentes a los otros que a lo mejor la han tenido por equivocación, o porque practican deportivamente, o porque les guste ser coleccionistas o tenedores de armas.
A nosotros nos costó muchos explicar a veces a los clubes, a los tiros federales porque no nos entendían qué queríamos decir con esto, hasta que finalmente creo que la enorme mayoría comprendió que no tendíamos nada con ellos, por el contrario, queríamos que nos ayudaran porque ellos tienen códigos de ética, tienen forma de cuidado, formas de continuidad, formas de control del arma, de control de las municiones, saben qué sucede en cada una de sus cosas y era invalorable la puesta que le ofrecían al Estado nacional para que pudiera cumplir con esta difícil tarea de sacarle al que no sabe qué hacer con su arma y no la tiene que tener. Esta la labor que nosotros nos proponemos.
Ahora comenzamos formalmente a ejecutar lo que dice la propia Ley 26216. En los próximos 20 días comenzamos, y esto no es solamente por el homenaje que hacemos al chico Marcenac sino además porque comenzamos en Necochea y hemos tenido una enorme acogida con esta propuesta, ya con la obtención del arma por un incentivo, esto es lo que estamos diciendo, no estamos pagando ni comprando nada, es un incentivo. Obtenemos el arma y ésta es destruida en forma inmediata -otra de las pavadas que se dijeron en la radio esta mañana- esa arma es inutilizada en forma inmediata, delante del que la trae, de forma tal que no va a poder llevarse nadie esa arma ni salir a ningún lugar, ni ser utilizada, ni subutilizada, ni vendida, ni cosa por el estilo, se va a inutilizar en el momento a martillazos, lo más fácil. Compramos en la web de mercado libre un yunque que es nuestro símbolo. ¿Sabe señor Presidente que desde lanzamos el programa hasta el momento en el RENAR se presentaron 4.000 personas a entregar armas y todavía no estaba reglamentada la forma de pagar el incentivo? Así y todo se presentaron para entregar esa arma que nosotros nos encargamos de inutilizarla una por una, están todas listas para ser fundidas de la mejor manera en el tiempo más corto posible. La fundición la hemos acordado con la Fundación Garrahan, que la va a hacer de forma tal que lo poco que signifique el ingreso por la fundición de este material sirva para un tema noble, para un tema del cuidado de nuestros chicos. Así lo hemos decidido y acordado con ellos mismos.
Buscamos reducir la cantidad de armas en manos civiles, reducir el nivel de accidentes, sensibilizar a la sociedad acerca de los riesgos de la tenencia de armas. Es imperioso en las provincias –Dante lo mencionó-, me voy a encargar de hablar con cada uno de los gobernadores, a lo mejor sus funcionarios no se los han contado con la obligación y la responsabilidad que esto amerita.
Fomentar una cultura de la no violencia, pretendemos la entrega voluntaria y anónima de las armas de fuego y el incentivo garantizarlo, cosa que ya está. El Banco Nación ha colaborado fuertemente con nosotros para encontrar un sistema de pago, el Banco Central ha aportado de la misma manera, cosa que podamos en forma anónima pagar y salir del medio sin ningún tipo de complicaciones. Los lugares serán preestablecidos, municipios, templos, asociaciones civiles, serán inutilizadas en forma inmediata y en el marco de la cantidad que se pueda ir juntando ir fundiéndolas, insisto, a través de la presencia del grupo consultivo, de las Madres del Dolor y de la Fundación Garrahan que es la que va a ser la destinataria de este tema.
Además esta legislación contempla una amnistía para aquellos que teniendo ilegalmente un arma la entreguen para desarmarla en el marco de lo que estamos haciendo.
Yo quiero terminar con esto señor Presidente, creo haber interpretado en la oportunidad que usted nos llamara al secretario General de la Presidencia y a mí para poner en marcha esta propuesta, nos reunimos una cantidad importante de veces para encontrar todos los puntos que nos juntaban y ver cómo se hacía para ir desarrollando cada uno. La tarea del RENAR no está concluida, recién empieza, lo hemos puesto en orden y estamos cerrando un soft que nos va a permitir controlar todas las armerías. No les gusta que esto se haga pero le vamos a controlar la venta de cada arma, de cada munición y qué se hizo con cada munición cuando se transforma en proyectil, adónde está, por qué, cuál es el calibre y en qué condiciones se está manejando.
Creemos que cumplimos con un mandato que usted nos ordenara hace 10 meses, que era ofrecer a la sociedad civil una oportunidad cierta de que este tipo de accidentes que provocan muertes y que es una cantidad importante para nuestros hijos, para nuestros jóvenes, fundamentalmente como decía Dante entre vecinos, entre conocidos o desconocidos, se concrete en una política de Estado que se sostenga. Los resultados de otros ejemplos que hemos analizado han sido muy positivos y aspiramos para bien de los argentinos que los resultados sean de la misma dimensión y la misma posibilidad que nos han ofrecido y que nosotros queremos, que estamos a la mano de poder encontrar esa alternativa.
Muchísimas gracias por todo. (APLAUSOS).
Nos propusimos en aquel momento tener una ley y hoy contamos con ella, la 26.216 que acaba de mencionar Dante y que para nosotros es un cambio cualitativo profundo, primera propuesta que habíamos convocado y nos había alentado a llevar adelante esta campaña, esta decisión de fondo. En primer lugar porque es una campaña nacional y voluntaria de entrega de armas, en segundo lugar por la concientización en la tenencia de las armas, el aumento de los controles sobre los tenedores de armas, la creación de un consejo consultivo de la sociedad civil y la particularidad de ser Argentina el primer país de América con el organismo registrado en manos de civiles.
¿En qué labor concentramos la acción del RENAR, del nuevo RENAR que imaginamos a partir de esta situación? La reestructuración del sistema de control de la actividad permitida por armas de fuego, modernos mecanismos para la persecución del mercado ilegal, la reducción del circulante en manos de la población civil. ¿Y qué objetivos cumplimos desde que nos hicimos cargo en el Ministerio del Interior de este organismo? En primer lugar la optimización para el acceso de la credencial de legítimo usuario; se fijan exámenes físicos y psicológicos por profesionales habilitados, se piden medios lícitos de vida, idoneidad en el uso de esas armas; la denuncia obligatoria del lugar de guarda de las armas y la inexistencia de antecedentes penales; ningún tipo de antecedentes penales para poder tener ese privilegio de tener un arma.
¿Por qué nosotros planteamos las cosas de esta manera? Porque entendíamos que había una parte de la sociedad que quería tener el arma, que la quiere seguir teniendo y a nosotros no nos preocupa -en tanto y en cuanto cumplan con la legislación no nos preocupa-, y hay una buena parte de la sociedad que enancada en situaciones particulares convino con su propia familia comprar un arma suponiendo que era la forma de poder defenderla. El peor de los errores, pero suponiendo que esa era la forma de resolverlo.
Nosotros entonces en este nuevo RENAR y en esta nueva forma de actuar respecto del uso del arma civil hemos enfocado la tarea en acciones concretas que nos dieran resultados concretos. Intimamos en 9 meses a más de 140.000 legítimos usuarios para que renovaran sus condiciones de tales, cumpliendo con la normativa que se exige en este momento a rajatabla. Pasamos de 4 a 60 inspectores que hicieron más de 2.000 inspecciones en este lapso desde el momento que nos hicimos cargo. Un control efectivo del cien por ciento de la importación y exportación de las armas; por primera vez un control efectivo de la importación de nitrato de amonio, conocido en este país como un fertilizante pero que fuera utilizado para la fabricación de explosivos, puntualmente en el caso de la AMIA. Hemos participado en la Organización de las Naciones Unidas como coautores, como aportantes de información o de propuestas para un tratado internacional contra el tráfico ilícito de armas de fuego.
Y hoy, 10 meses después, en el marco de la Semana Mundial de Acción contra la Proliferación de Armas Pequeñas y Ligeras, lanzamos el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Vuelvo a resaltarlo, un Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. ¿Por qué planteamos esto? Porque aquel que tiene un arma y la quiere tener puede hacerlo, en tanto y en cuanto cumpla con los requisitos. Hoy escuchaba algunas radios donde se dieron charlas sobre este tema y algunos oyentes hablaron; un señor llamaba indignado diciendo que tenía sus hijas y que él no iba a entregar su arma. Pongamos en claro cada una de las cosas. Primero, si tiene su arma y la quiere seguir teniendo nadie le está pidiendo que la entregue, estamos yendo precisamente a aquellos lugares comunes donde la tienen equivocadamente, o se han dado cuenta de que la tienen equivocadamente y que nosotros somos la fuerza, la capacidad receptora para sacar esa arma del lugar donde no debió haber estado nunca. Y si él la quiere tener, que la tenga, en tanto y en cuanto cumpla con lo que dice la legislación en la materia. No va a tenerla porque se le antoje, va a tener que cumplir con lo que dice la legislación.
Mundialmente, y abonando lo que decía Dante recién, de cada 1.000 personas que mueren por día por armas de fuego, 560 son por homicidios, 250 son muertes por causa de guerra, 140 son suicidios, pero 50 son accidentes o casos indefinidos. En cada una de esas muertes hay por lo menos 3 personas heridas; el 85 por ciento de las víctimas son menores de 40 años y en la Argentina las armas de fuego son la segunda causa de muerte. Hay más que razones suficientes para plantearnos, no es una casualidad, no es un antojo, no es la vocación de una parte de la sociedad civil que reclama porque le pareció snob la discusión del tema, es muy profundo.
Este consejo consultivo que hemos creado y que realmente de consultivo tiene todo, porque son los que nos aportan las ideas, los que discuten con nosotros la gráfica, los videos, los que analizan con nosotros las situaciones de políticas provincia por provincia son un montón de jóvenes que están acá, que yo les rindo homenaje porque realmente se han colgado el tema solitos, sin ningún apoyo estatal, con esfuerzo, con ganas, para tratar de aportar a lo que les acabo de comentar.
Por otra parte el caso de Dante Piccioli, el caso de María De Negri, el caso de Marcenac, de quienes han vivido en carne propia este desastre, las Madres del Dolor, que en vez de enjugar sus lágrimas puertas adentro lo han hecho, como Dante inevitablemente se quebraba recordando el dolor de la pérdida de su hijo, queriendo que los hijos de otros no sufran lo mismo porque los que no sepan o no tengan que tener armas en su poder las sigan teniendo.
El Estado argentino, a partir de la presidencia del presidente Kirchner, ha decidido inmiscuirse en temas que antes se enunciaban porque eran muy lindos para el discurso pero después se miraba para el costado. Nos ha pasado en un montón de otras políticas y nos pasa hoy con la política de tenencia de armas.
Tener armas en la Argentina es un privilegio y para tener ese privilegio hay que cumplir con todo lo que marca la ley y lo vamos a exigir, lo vamos a seguir, a perseguir y a contener. Porque la cuarta etapa de las tres que mencionó Dante, es que una vez que hayamos regularizado la situación de las armas en blanco de las personas buenas –como decía Dante- viene la modificación de la ley de armas para garantizar que aquel que tenga un arma que no haya denunciado ante el Estado, tenga cárcel solamente por ello. No puede ser que nosotros dejemos en manos de los “malos” la posibilidad de que se puedan manejar con la tenencia de un arma sin ningún tipo de situaciones que los hagan diferentes a los otros que a lo mejor la han tenido por equivocación, o porque practican deportivamente, o porque les guste ser coleccionistas o tenedores de armas.
A nosotros nos costó muchos explicar a veces a los clubes, a los tiros federales porque no nos entendían qué queríamos decir con esto, hasta que finalmente creo que la enorme mayoría comprendió que no tendíamos nada con ellos, por el contrario, queríamos que nos ayudaran porque ellos tienen códigos de ética, tienen forma de cuidado, formas de continuidad, formas de control del arma, de control de las municiones, saben qué sucede en cada una de sus cosas y era invalorable la puesta que le ofrecían al Estado nacional para que pudiera cumplir con esta difícil tarea de sacarle al que no sabe qué hacer con su arma y no la tiene que tener. Esta la labor que nosotros nos proponemos.
Ahora comenzamos formalmente a ejecutar lo que dice la propia Ley 26216. En los próximos 20 días comenzamos, y esto no es solamente por el homenaje que hacemos al chico Marcenac sino además porque comenzamos en Necochea y hemos tenido una enorme acogida con esta propuesta, ya con la obtención del arma por un incentivo, esto es lo que estamos diciendo, no estamos pagando ni comprando nada, es un incentivo. Obtenemos el arma y ésta es destruida en forma inmediata -otra de las pavadas que se dijeron en la radio esta mañana- esa arma es inutilizada en forma inmediata, delante del que la trae, de forma tal que no va a poder llevarse nadie esa arma ni salir a ningún lugar, ni ser utilizada, ni subutilizada, ni vendida, ni cosa por el estilo, se va a inutilizar en el momento a martillazos, lo más fácil. Compramos en la web de mercado libre un yunque que es nuestro símbolo. ¿Sabe señor Presidente que desde lanzamos el programa hasta el momento en el RENAR se presentaron 4.000 personas a entregar armas y todavía no estaba reglamentada la forma de pagar el incentivo? Así y todo se presentaron para entregar esa arma que nosotros nos encargamos de inutilizarla una por una, están todas listas para ser fundidas de la mejor manera en el tiempo más corto posible. La fundición la hemos acordado con la Fundación Garrahan, que la va a hacer de forma tal que lo poco que signifique el ingreso por la fundición de este material sirva para un tema noble, para un tema del cuidado de nuestros chicos. Así lo hemos decidido y acordado con ellos mismos.
Buscamos reducir la cantidad de armas en manos civiles, reducir el nivel de accidentes, sensibilizar a la sociedad acerca de los riesgos de la tenencia de armas. Es imperioso en las provincias –Dante lo mencionó-, me voy a encargar de hablar con cada uno de los gobernadores, a lo mejor sus funcionarios no se los han contado con la obligación y la responsabilidad que esto amerita.
Fomentar una cultura de la no violencia, pretendemos la entrega voluntaria y anónima de las armas de fuego y el incentivo garantizarlo, cosa que ya está. El Banco Nación ha colaborado fuertemente con nosotros para encontrar un sistema de pago, el Banco Central ha aportado de la misma manera, cosa que podamos en forma anónima pagar y salir del medio sin ningún tipo de complicaciones. Los lugares serán preestablecidos, municipios, templos, asociaciones civiles, serán inutilizadas en forma inmediata y en el marco de la cantidad que se pueda ir juntando ir fundiéndolas, insisto, a través de la presencia del grupo consultivo, de las Madres del Dolor y de la Fundación Garrahan que es la que va a ser la destinataria de este tema.
Además esta legislación contempla una amnistía para aquellos que teniendo ilegalmente un arma la entreguen para desarmarla en el marco de lo que estamos haciendo.
Yo quiero terminar con esto señor Presidente, creo haber interpretado en la oportunidad que usted nos llamara al secretario General de la Presidencia y a mí para poner en marcha esta propuesta, nos reunimos una cantidad importante de veces para encontrar todos los puntos que nos juntaban y ver cómo se hacía para ir desarrollando cada uno. La tarea del RENAR no está concluida, recién empieza, lo hemos puesto en orden y estamos cerrando un soft que nos va a permitir controlar todas las armerías. No les gusta que esto se haga pero le vamos a controlar la venta de cada arma, de cada munición y qué se hizo con cada munición cuando se transforma en proyectil, adónde está, por qué, cuál es el calibre y en qué condiciones se está manejando.
Creemos que cumplimos con un mandato que usted nos ordenara hace 10 meses, que era ofrecer a la sociedad civil una oportunidad cierta de que este tipo de accidentes que provocan muertes y que es una cantidad importante para nuestros hijos, para nuestros jóvenes, fundamentalmente como decía Dante entre vecinos, entre conocidos o desconocidos, se concrete en una política de Estado que se sostenga. Los resultados de otros ejemplos que hemos analizado han sido muy positivos y aspiramos para bien de los argentinos que los resultados sean de la misma dimensión y la misma posibilidad que nos han ofrecido y que nosotros queremos, que estamos a la mano de poder encontrar esa alternativa.
Muchísimas gracias por todo. (APLAUSOS).