Acto de llamado a licitación de obras en el FFCC Belgrano Cargas: Palabras de la Presidenta de la Nación

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE LLAMADO A LICITACIÓN DEL PROYECTO DE RECUPERACIÓN Y MEJORAMIENTO DEL FERROCARRIL BELGRANO CARGAS, REALIZADO EN EL SALÓN DE LAS MUJERES ARGENTINAS DEL BICENTENARIO, EN LA CASA DE GOBIERNO

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Muy buenas tardes a todos y a todas.

Señores gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán, tenemos medio país sentado aquí a mi izquierda; gracias a los vecinos que nos están viendo en distintos municipios como los de Berazategui, de Lanús, de Lomas de Zamora; a nuestro querido pueblo formoseño: la utilización de este sistema de teleconferencias, no es solamente, como siempre repito, una idea de modernidad, sino es una idea de practicidad para poder, precisamente, inaugurar y dar marcha al cúmulo de obras que, de no ser de esta manera, nos sería imposible.

Con mucho orgullo, con mucha alegría también, siento que da gusto formar parte de una gestión de gobierno en donde no nos alcanzan los días del año para poder poner en marcha e inaugurar las obras que estamos haciendo para todos los argentinos. Realmente es una sensación muy fuerte.

Yo escuchaba recién a los vecinos, hablando respeto del tema de las cloacas. Para los que toda la vida han tenido cloacas, tal vez esto no tenga demasiada importancia. Pero yo me acuerdo que en mi casa, cuando yo era chica, no teníamos cloaca, había pozo ciego y, por lo tanto, había que cuidar todo y cada tanto tenía que venir al camión atmosférico -me acuerdo, una sensación muy fea-.

Cuando yo hablo esto en algunos círculos, "bueno, qué tantas cloacas". Sí, claro, cuando vos naciste con la cloaca, con el colectivo que te pasa por la puerta, con el taxi, con el pavimento, con la luz, con el gas, con todo, con el teléfono, no se valoran estas cosas. Pero esto en esta Argentina desvastada, no llegaba todo.

Cuando recién veía las imágenes del Ferrocarril Belgrano desvastado, las locomotoras tiradas, los rieles rotos, un desastre, era la misma imagen que uno tenía de nuestro país y que teníamos de nosotros mismos hace unos años atrás. Ese estado del Belgrano Cargas era un poco el estado de toda la Argentina.

Por eso, y si se me permite una pequeña digresión, cuando pasan cosas como las del otro día, que nos pasó en el Ferrocarril Sarmiento, cuando vemos gente que va a incendiar, porque está comprobado, no eran pasajeros enojados, los pasajeros enojados...Yo me enojé muchas veces cuando el Roca se paraba y nunca se me ocurrió -y miren que era revoltosa cuando era joven- rociar con nafta o prenderle fuego a los vagones. Y hoy estaba leyendo que, a partir de la quema de todos estos vagones y de todos estos trenes, hoy tenemos demoras importantes en el Sarmiento.

Por lo tanto, no creo que hayan sido los que viajan todos los días a trabajar, porque, evidentemente, además de incendiarios, serían bastante tontos, porque, en realidad, los únicos que se perjudicaron fueron ellos.

Reflexionaba acerca de estas cosas y del esfuerzo tan grande que estamos haciendo todos para poder poner en marcha de vuelta el país. Cuando estamos poniendo en marcha los ferrocarriles, estamos también poniendo en marcha una parte muy importante del país.

Yo estuve en Formosa cuando fuimos a inaugurar la Ruta de Capricornio y también estuve en Salta cuando se inauguró la parte de Salta, donde pude ver los canales de riego que también construyó la provincia de Formosa paralelamente a esa ruta, lo que estamos haciendo hoy.

Todas las obras que nosotros vimos en el video, son obras que ya se están haciendo ahora.

Hoy estamos licitando nuevos tramos -no me hagan decir eso de C-5, C-15, C-14, porque no me voy a acordar porque son un montón- en todas las provincias.

También estuve en Entre Ríos hace muy poco cuando pusimos en marcha una nueva parte del ferrocarril y que va a llegar también a Paraná, que es el gran objetivo.

Son inversiones muy, pero muy importantes, algunas con financiamiento externo, pero, obviamente, financiamiento que tiene que pagar nuestro país. Una infraestructura imprescindible es el transporte ferroviario que también va a darle mayor competitividad.

Yo veía el trayecto que va desde Salta, que pasa por Formosa, que llega hasta Barranqueras. Barranqueras, precisamente el puerto donde también estuve inaugurando, junto al gobernador Capitanich. Lo recuerdo muy bien porque fue un día de mosquitos, no en el lugar, sino en el Tango-01 que se olvidaron de cerrarlo, habían fumigado todo, no me picó ningún mosquito en el Chaco, me picaron todos cuando subí al Tango-01. Parece ser que los habían corrido con la fumigadora y se habían metido todos en el avión. Lo recuerdo bien, fue una noche inolvidable para mí la inauguración de Barranqueras.

Decía también el gobernador Insfrán, de Formosa, la cantidad de obras que no se van a poder enumerar. Yo tenía ahí, creo, la carpeta de Formosa: tenemos obras por más de 6.000 millones de pesos en la provincia; 4.000 inauguradas; 2.000 en ejecución. Y así podríamos ir provincia por provincia: el Acta de Reparación Histórica de la provincia de Santiago del Estero; el Acta de Reparación de la provincia de Entre Ríos; las obras de La Rioja; las obras en Salta; las obras en la provincia de Buenos Aires, en este caso en el Conurbano, pero también obras que hacen a la salud de la gente, como es el desagüe cloacal. En fin, todo lo que es la infraestructura económica y social del país, puesta en marcha con mucho esfuerzo.

Por eso yo creo que debemos convocar a todos los argentinos a cuidar lo que se construye, a cuidar lo que se logra, porque es algo en lo cual todos ponemos, de una manera u otra, con nuestros impuestos, con nuestro esfuerzo. En fin, con todo lo que un pueblo da para poder seguir avanzando en la forma que lo estamos haciendo desde el año 2003, en un mundo donde hay muchísimas dificultades y donde vemos que, tal vez, otros países estén atravesando, desgraciadamente, situaciones similares a las que nos tocó vivir a nosotros.

También la certeza de que el modelo económico que hemos planteado a toda la sociedad argentina, que planteó él en su mensaje a la Asamblea Legislativa el 25 de mayo del año 2003, del que dentro de unos días, para ser más exactos, dentro de ocho días se van a cumplir exactamente ocho años, y que algunos, tal vez, lo vieron como una utopía o como un ejercicio discursivo de los tantos que se han dado en este país en épocas preelectorales, en elecciones o, aún, en mensajes inaugurales de Asambleas Legislativas. No era solamente un ejercicio; era, fundamentalmente, una convicción profunda y una decisión y una voluntad profunda de cambiar el país.

Y creo que lo estamos cambiando, lo hemos cambiado. Si uno mira hacia atrás, a esa Argentina del año 2003, y ve esta Argentina, además con la esperanza que uno ve en la sociedad. Porque no era solamente una Argentina derrumbada física y económicamente, sin obras; era una Argentina derrumbada moral y culturalmente. Nos habían convencidos de que éramos unos inútiles, unos inservibles, que no servíamos para nada y que, en definitiva, estábamos directamente condenados al fracaso.

Creo que lo más importante, es que hemos construido estas cosas, no esperando nada de los de afuera, sino construyendo nosotros mismos nuestro propio presente y nuestro futuro e integrándonos al mundo.

Si uno mide cuál es la integración al mundo, deberían ser y son en qué medida le vendemos al mundo. Y miren cómo hemos crecido: las exportaciones de 25.000 millones a más de 68.000 millones el año pasado.

Por eso necesitamos imperiosamente seguir con las obras de infraestructura como el Belgrano Cargas que es central para el país en un modelo de ferrocarril que estuvo en lo que eran conocidas como "Las 13", las primeras 13 provincias argentinas y por eso su ubicación.

Pero en realidad necesitamos seguir poniendo todos mucho esfuerzo y articulando, entre la Nación, la Provincia y los municipios. Porque otra de las grandes logros, creo, de esta gestión, ha sido también, tal vez porque como provenimos del país profundo, venimos de allá, de donde casi nos caemos del mapa, sabemos de la necesidad que tienen las provincias de poder articular inteligentemente con la Nación sus obras de infraestructura, sus obras en general y su planificación, no para que viva mejor el presidente o el gobernador de turno, sino para que vivan mejor todos y cada uno de los ciudadanos que nos han votado a los unos y a los otros para que hagamos las cosas bien, para que nos llevemos bien, pero no para que nos llevemos bien protocolarmente, sino para que nos llevemos bien en términos de visión estratégica del país y de objetivos de país y de provincia.

Porque no es menos cierto que se podrá ser más brillante o menos brillante como gobernador; pero si no hay un proyecto de país, si no hay una política macroeconómica que garantice la inversión, que garantice el crecimiento, que garantice la infraestructura, todos los esfuerzos que puede hacer un gobernador o un intendente, son vanos si no tenemos un proyecto de país.

Esto es claro: nosotros siempre lo supimos y por eso siempre tuvimos la ilusión allá en el Sur de poder llevar esto que nosotros pensábamos a la práctica.

Y la verdad que más allá de las cosas que nos han pasado en términos personales, debemos decir que me siento muy orgullosa de formar parte de esta generación, la generación del Bicentenario; estoy muy orgullosa de formar parte de este espacio político que ha transformado el país.

Realmente quiero agradecerles a todos los gobernadores, quiero agradecerles a todos los hombres y mujeres que a diario colaboran en esta tarea, porque es una tarea difícil, te levantás y siempre son piedras, siempre una cosa como la que nos pasó el otro día con el Sarmiento, esas cosas duras que te dan mucha rabia.

Yo me acuerdo que había ido a ver los vagones de doble piso recién hechos, con televisión. Es cierto que no todavía todos los ferrocarriles están con esas comodidades, pero, claro, si vamos quemando los que se van haciendo, va a ser difícil llegar, convengamos en esto.

Por eso, yo le pido a todos los argentinos que cuidemos lo que hemos hecho, porque no perjudicamos a quien es Presidente; perjudicamos a nuestros vecinos, a nuestros trabajadores, a los que todos los días necesitan levantarse a la madrugada, subirse al tren e ir a sus trabajos.

Es cierto que por allí todavía tenemos que mejorar más el servicio, pero también es cierto que hace unos años atrás ni siquiera había que tomar el tren porque no había adónde ir a trabajar.

Por eso creo que también es importante reconocer estos avances que hemos hecho, que son los que nos dan creo que la sangre, la fuerza para seguir adelante.

Muchas gracias a todos, a Formosa, a Lanús, a Berazategui, a Lomas de Zamora, a Entre Ríos, a todos los gobernadores que nos acompañan, a los empresarios que están de las grandes firmas que van a ser las grandes usuarias también del Belgrano Cargas porque van a poder transportar desde minerales hasta granos, ganado y todo lo que constituye uno de los puntales de la producción y del Producto Bruto Argentino.

Muy buenas tardes a todos y a todas y muchísimas gracias. (APLAUSOS)

 

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