Palabras de la Presidenta en su visita a la provincia de Córdoba.

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL MARCO DE LA VISITA A LA PROVINCIA DE CÓRDOBA, EN LA PLAZA INDEPENDENCIA, PROVINCIA  DE CÓRDOBA

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Gracias, muchas gracias; señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señor Intendente de la Ciudad de Córdoba; señora rectora nacional de la Universidad de Córdoba: la verdad que cuando recién elevaban esos afiches con la fotografía de él dando orden de bajar ese retrato, que no merecía estar colgado en las paredes del Colegio Militar de la Nación la verdad que sin lugar a dudas constituyó un punto de inflexión de la Argentina que veníamos viviendo y que el Intendente de esta ciudad recordaba desde el año 1983, fue el punto de inflexión de una sociedad cuando decide vivir con la verdad, con la memoria y con la justicia, que es lo que nos hace diferentes; no a los argentinos, sino a los seres humanos, en lo que hace a la condición humana. (APLAUSOS).

 

Yo recién miraba y escuchaba las palabras del Intendente de Villa María, cuando inaugurábamos esa obra del Anfiteatro, las obras de saneamiento, las cloacas, cuando me invitaba para que dentro de un mes, venga a inaugurar el aeropuerto de Villa María, que voy a ir a Villa María para inaugurar ese aeropuerto. (APLAUSOS). Escuchaba las palabras de la señora Intendente de Laboulave y me acordaba de una noche calurosa cuando Nèstor - yo lo acompañaba, él era Presidente - anunció la iniciación de esas obras, de ese acueducto, que como ella bien señalaba, lleva más de 90 años, 93 años de demanda, desde 1913 ciudadanos de Córdoba y ciudadanas de Córdoba pedían no para tener agua, sino para tener agua sana, sin arsénico con que vivir dignamente y con salud. Se tardó 93 años en hacer frente a una obligación indelegable del Estado, pero aquí estamos.

 

Y lo escuchaba luego a los empresarios y al Intendente en Río Cuarto, a la empresa Albanesi, donde hoy estamos inyectándole a Córdoba y a la industria más megavatios y más energía para producir más trabajo y poníamos en marcha la televisión digital con una nueva Ley de Medios de la democracia, construida desde las organizaciones sociales, construida desde el pueblo y le entregábamos a pequeños y medianos empresarios de Córdoba certificados para acceder a créditos del Bicentenario y también de pequeñas y medianas empresas. El crédito más grande del Bicentenario creo se entregó, aquí en Córdoba, a FIAT, una empresa líder de esta provincia. (APLAUSOS).

 

Y luego veía a los chicos y a sus directivos de los colegios recibir libros como un símbolo de la educación que tuvimos nosotros, durante el siglo XX, y que debe persistir y la netbook que es el nuevo instrumento de la inclusión y de la igualdad educativa.

 

Y yo quiero decirles que este escenario de hoy, estás obras uno las puede ver a lo largo y a lo ancho del país, en todas y cada una de las provincias argentinas, a partir del año 2003 donde se instaló un modelo que permitió que todos crecieran, que todos pudieran construir porque parece, a veces, que las cosas brotaran de la tierra; porque parece, a veces, que las cosas hubieran caído mágicamente desde el cielo. Y yo no empecé en la política en el año 2003, yo recorría este país como diputada y como senadora, cuando me tocó hablarles a los argentinos de los Hielos Continentales y en cada uno de los lugares que iba - he venido también, aquí a la Universidad de Córdoba - uno se encontraba con más desocupación, más miserias, menos trabajo, menos educación, menos educación, menos presupuesto para nuestras universidades. Hoy, estamos firmando también con la señora rectora, la primera rectora de la Universidad Nacional de Córdoba - que orgullo las mujeres - el convenio para refaccionar también el colegio "Manuel Belgrano" y para poder instalar también un radar meteorológico. (APLAUSOS).

 

Y también podemos hablar de lo que hemos crecido en estos años en el país, pero miren no más - me decía el Intendente que me gusta hablar de números - pero los números en economía tienen un profundo significado, no son números vacíos: la provincia de Córdoba recibía del orden nacional, por todo concepto, estoy hablando de coparticipación, estoy hablando de obras, estoy hablando de jubilaciones, estoy hablando de asignaciones familiares, estoy hablando de presupuesto educativo, de obras públicas, de energía, de todo; recibía, en el año 2003, 3.951 millones. En este año que pasó, 2010, la provincia de Córdoba recibió 28.534 millones de pesos, que sumados a todo lo que la Nación remite en obras, en coparticipación - desde el año 2003 a la fecha- superan más de 105.000 millones de pesos. (APLAUSOS). Es lo que yo hablo también de los números de la inclusión social, esto es número presupuestario, no estamos hablando de modelo macroeconómico, estamos hablando de las condiciones del modelo estructurales, como tipo de cambio competitivo, como superávit comercial por primera vez en años, en décadas; como superávit fiscal en décadas también; como récords de reservas. Eso nos ha servido a todos los otros sectores de la economía que reciben indirectamente de las políticas del Estado las posibilidades de desarrollarse y crecer.

 

Por eso este año vamos a tener más de 100 millones de toneladas de granos, en la República Argentina, porque hay condiciones para producir, porque es rentable producir, porque es rentable exportar. (APLAUSOS). Hablo de los números de la inclusión social, del PAMI, que apenas depositaba en esta provincia, 69 millones de pesos frente a los 1.618 millones de pesos que depositó, apenas, el año pasado, en el 2010 en mejores medicamentos, mayores coberturas para nuestros viejos, para nuestros jubilados, para nuestros pensionados. (APLAUSOS). Números de la inclusión social, de jubilaciones que se cobraban en total, aquí en Córdoba, por todo concepto, allá en el año 2003, de 1.230 millones, frente a los 7.600 millones que el año pasado no más ingresaron. Esto conforma los tejidos de inclusión social que se dieron a través de la incorporación social de hombres y mujeres que habían quedado a la vera del camino, o por las privatizaciones, o porque habían sido despedidos y no se había vuelto a abrir ninguna industria y no tenían trabajo para hacerlo en otro lado.

 

Los números de las asignaciones familiares, no de la Asignación Universal, de esa que creamos hace muy poco, luego que pudimos recuperar la administración de los recursos de los trabajadores. (APLAUSOS). Porque sino no se hubiera podido hacer, no había recursos para la Asignación Universal por Hijo, pero las asignaciones familiares de los trabajadores registrados, en Córdoba, se pagaban 263 millones, en el año 2003, frente a los 1.619 millones, más los 508 millones de Asignación Universal por Hijo. Eso hace más de 2.200 millones para nuestros chicos, 1.000 por ciento más en todos los rubros y uno puede seguir hablando también de lo que es el desarrollo económico. (APLAUSOS).

 

Estás obras de infraestructura - recién la Intendenta, repito dijo 93 años. Claro como no va a ser 93 años, que estaban demandando Laboulave; Etruria y otras localidades ese acueducto. ¿Saben cuánto se invertía, en la provincia de Córdoba en obras públicas, en subsidios a la energía, en infraestructura por todo concepto, en el año 2003? 89 millones de pesos, menos de lo que nos costó ese mismo acueducto, de 121 millones de pesos, que hoy estamos inaugurando, en Laboulave. (APLAUSOS).

 

Subsidios a la energía, esos de los que tantos hablan y que permite llegar a los hogares, a los comercios y hacer más competitiva a la industria: 21 millones en el año 2003; 1.718 millones, en el año pasado en subsidios al gas y a la luz, aquí solamente en la provincia de Córdoba.

 

El federalismo real, el de la coparticipación, el que le corresponde en la distribución de los impuestos a cada una de las provincias: en el año 2003, Córdoba recibía 1.665 por todo concepto de coparticipación y asignaciones automáticas. Ni qué hablar del Fondo Federal del Soja, nunca ningún gobierno había coparticipado derechos de exportación. (APLAUSOS). El pasado año, el 2010, 9.400, casi 10.000 millones de pesos únicamente en coparticipación y fondos de asignación automática.

 

Políticas industriales: y aquí si quiero dirigirme a las cosas que no están en el Presupuesto, pero que salen a través de exenciones fiscales, de los 45.000 millones de pesos que desde el año 2003 a la fecha, industria viene asignando a través de distintos instrumentos: Ley de Inversiones; Pymes, proyecto del Bicentenario, Córdoba tiene el 10 por ciento del total del país, casi 5.000 millones de pesos y el año pasado el porcentaje más alto de todo el país al obtener una de sus plantas automotrices el préstamo más importante del Bicentenario.

 

Por eso, por estás condiciones macroeconómicas de este modelo es que la industria automotriz cordobesa, líder y modelo por capacitación, por historia, por tradición pasó de producir - entre tres fábricas - 17.041 vehículos, en el año 2003, a 191.734 vehículos, el año pasado. (APLAUSOS). No es magia, 1.025 por ciento de aumento en la producción, que obviamente ha tenido su equivalente en la generación de puestos de trabajo, que como todos sabemos en la industria automotriz son altamente calificados y bien remunerados.

 

Pero esto, como les decía, hace unos instantes, no es magia, no es viento de cola. Hubo un hombre, que desde el año 2003, con apenas el 22 por ciento de los votos se atrevió a lo que los otros decían que no se podía. Porque yo era legisladora, como les contaba, pero además de los Hielos Continentales me tocó ver también aprobar leyes y cosas que mejor olvidarlas, pero que es bueno tenerlas en algún rinconcito de la memoria y del corazón porque se nos decía que nada se podía hacer, que no se podía tener una política diferente a la que te dictaban desde afuera, que no se podía industrializar el país porque no éramos competitivos. Teníamos un país donde se remataban los campos y las mujeres tenían que ponerse en las tranqueras para impedir que fueran rematados esos campos. Yo lo recuerdo muy bien, la recuerdo a Lucy de Cornelis y mujeres agropecuarias en lucha. Recuerdo una Argentina endeudada hasta los tuétanos: 160 por ciento de nuestro Producto Bruto, que por ciento era la mitad o menos del que tenemos hoy lo que nos sometía a una severa restricción.

 

Recuerdo, como si fuera hoy, no había partido político, no había sector que no dijera que la deuda externa, que el déficits fiscal tornaba inviable a la Argentina. Y aquí vinimos nosotros, y cuando digo nosotros no hablo en términos personales, nadie más alejada que yo para concebir a la historia y a la política como algo personal e individual. Eso es para los mediocres, para los que se creen tan buenos que creen que ellos solo pueden, yo no soy así, nunca lo fui. (APLAUSOS). Siempre supe que para construir un país diferente, que para construir una Nación hacía falta algo más que la voluntad o el esfuerzo de un sector o de una provincia; lo sabía porque habíamos estado tambièn gobernando a una provincia, allá lejos en el Sur, y pudimos sortear muchos inconvenientes, porque en fin... pero la verdad que el resto de las hermanas provincias estaban muy mal, por eso sabíamos - ambos - que para construir el sueño, ese sueño que a Giacomino le pasó en el 83, como a millones de jóvenes que creyeron en esa democracia joven, que venía de la peor noche que se recuerde y se incorporaron a la política.

 

Nosotros tambièn veníamos de otras historias y de otras incorporaciones, en las que habíamos aprendido el valor de lo colectivo, pero que también después de lo que nos pasó supimos comprender el valor de la democracia y además también la necesidad de articular un firme vínculo entre los distintos sectores de la sociedad argentina, muchas veces divididos desde el aparato cultural tontamente sin mayores argumentaciones, con prejuicios, sobre todo nosotros. Y cuando hablo de nosotros ahí sí me permito hablar en términos personales, típica clase media universitaria. Cuánto prejuicio, cuánta cosa metida en la cabeza, cuánta cosa de hacerles creer que pueden ir solos sin los trabajadores, sin los empresarios nacionales, sin la industria nacional, sin la exportación. ¿Cuánta tontería? (APLAUSOS). Cuánta tontería bien aprovechada por los mismos vivos de siempre que están en todas partes, en todos lados y con todos los gobiernos aprovechándose precisamente de esas divisiones de los argentinos.

 

Por eso, el otro día, cuando acompañaba al Gobernador de la provincia de Buenos Aires decía, y ahora vuelvo a repetir: yo no vine para dividir, yo vine para unir a los argentinos detrás de un proyecto nacional para profundizarlo, para institucionalizarlo. (APLAUSOS). Porque saben qué me pasa, cuando uno mira la historia de estos 200 años y ve los avances libertario de hombres como Belgrano, como Moreno, como Castelli, cuando uno ve luego, en el siglo XX, lo que significó el gobierno del Presidente Perón y de Eva Perón, allá en los 50, que nos llevó a tener el mayor PBI de Latinoamérica y la incorporación de los trabajadores y de la mujer a la política, pero luego el retroceso; cuando uno ve como al 24 de marzo de 1976 los trabajadores estaban casi en un 49 por ciento de participación en el PBI, cuando uno ve todos esos avances y posteriores retrocesos siente la necesidad de institucionalizar estás transformaciones, estos cambios para que ya no dependan de una persona, sino que empoderen a la sociedad en sus conquistas, en sus avances, en sus logros, en sus derechos, en sus deberes y en sus garantías. Esto es - en definitiva - lo que todos aspiramos: a una Argentina consolidada, una Argentina que tiene la inmensa oportunidad - como tal vez no la ha tenido en otros escenarios internacionales - de poder crecer con inclusión social y hacerlo, además, con esta identidad de pertenencia a la América del Sur, orgullos de ser americanos del Sur es también parte de esos sueños y de esas esperanzas del 83, del 73. Es necesario, entonces, que cada uno de los argentinos sepamos que es preciso un proyecto colectivo, que yo tengo muchas fuerzas, que son las que me dan ustedes, pero también necesito de hombres y mujeres que acompañen estás ideas, este proyecto; de hombres y mujeres que crean que estamos realmente ante un modelo que debe ser profundizado e institucionalizado.

 

Por eso quiero decirles muchas gracias, me hubiera gustado que él hoy pudiera estar viendo tantos jóvenes, tantos trabajadores, tantos chicos con las netbooks, pero yo estoy segura que si él tuviera o pudiera haber elegido algo es esto: es haber quedado definitivamente en el corazón de todos ustedes siempre. Él siempre me decía: "es para la historia", tenía esa cosa de nuestra generación, esa vocación de trascendencia, de no vivir al cohete, de no pasar la vida solo respirando. Me acuerdo ese día que bajó el cuadro, cuando por la tarde fuimos a la ESMA, lo recuerdo peleando y discutiendo que teníamos que reestructurar la deuda de la forma en que lo estábamos proponiendo, aún ante la incredulidad de sus propios colaboradores, que decían que no se podía, que no los iban a aceptar. Lo recuerdo en aquel discurso a todo el país cuando impulsó el juicio político a la Corte; lo recuerdo cuando se logró la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final; lo recuerdo aumentando, año tras año, los salarios de los jubilados que dejaron de estar congelados durante décadas, cuando él llegó; lo recuerdo en las paritarias dándole nuevamente a los trabajadores el derecho a discutir sus salarios y sus condiciones con los empresarios y entonces eso es lo único que me sostiene y me da fuerzas para seguir adelante, que pudo hacer lo que soñaba, lo que él quería, lo que él sentía y que lo hizo desde el corazón para todos los argentinos. (APLAUSOS).

 

 

Gracias Córdoba, muchas gracias por él y por todos nosotros los argentinos. Muchas gracias. (APLAUSOS).         

  

     

   

 

    

 

           

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