La verdad que cuando aquella tarde en la Casa Rosada fui a entregarles el Decreto que había firmado él, porque él no fue, se acuerdan que fui yo a una reunión que tuvimos, yo entonces era senadora y Primera Ciudadana, como me gustaba decir, y fui a entregarles este Decreto que le sacó algunas canas de las que tenía en la cabeza, no por lo actores y las actrices, sino porque cuando uno escucha las cifras que recaudaron el año pasado de las empresas que los contratan, 18 millones de pesos, entiende algunas presioncillas y algunas cosillas que sabemos que existen en el mundo de los intereses.
Pero la verdad que lo veo en todas partes, lo veo en todas partes donde hay derechos, cosas que se han reconocido. Porque, como recién decía Pepe, se sancionó la Ley porque esto, se basa SAGAI, al igual que SADAIC y al igual que el reconocimiento a todos los derechos intelectuales -y la actuación vaya si lo es- data de la sanción de la Ley 11.723, la famosa Ley de Propiedad de Derechos Intelectuales que figura en cada diario, en cada libro, que muchos, inclusive, la sabían de memoria, la recitaban pero no la cumplían. Y lo importante en un país, no es que haya leyes justas, sino que además se cumplan.
Me parece que esos 73 años que se tardó en constituir el derecho de los actores, de las actrices, de los intérpretes y que un 19 de febrero del 2009, también me acuerdo que ahí sí firmé yo el decreto como Presidenta e incorporamos a los directores de cine, también como creación intelectual, y la verdad que yo me encuentro muy contenta de estar en esta bellísima casa ubicada en un lugar muy importante de la Ciudad, muy central de nuestra querida Ciudad de Buenos Aires, y además remodelada y además con una modernización en el 4º piso donde está ese inmenso cerebro informático donde se cargan todas y cada una de las actuaciones de ustedes, que les va a permitir luego, obviamente cobrar lo que les corresponde y, al mismo tiempo, se constituye en un formidable archivo de todo lo que es la actuación de nuestros hombres y mujeres que, como digo yo, son los que nos deben reír y llorar y no ningunos otros, por eso siempre es bueno que sean ustedes los que hagan reír y llorar, una cosa que siempre la repito para no olvidármela nunca.
Y la verdad que me encuentro muy feliz de estar aquí compartiendo con todos ustedes, hombres y mujeres que forman parte de la cultura de nuestro pueblo, que interpretan nuestras obras, que interpretan a los grandes autores, que permiten...
Bueno, ustedes saben que yo soy cinéfila más que teatrera, a mí me gusta más el cine que el teatro. Me van a matar algunos porque yo sé que acá el verdadero actor se reconoce en el teatro, ya sé, no me lo digan, me lo han repetido infinidad de veces, pero a mí me encanta el cine, la magia del cine porque es una magia impresionante.
También sé que para ustedes, la magia del contacto con el público, debe ser algo parecido también a lo que nos pasa a nosotros cuando nos subimos a una tribuna y hablamos con la gente. A ustedes les debe pasar lo que nos pasa a nosotros también. Hay públicos con el que por ahí encontrás el feed-back y hay veces que vos sentís que no está eso y cuando falta eso, actuás, hablás, decís. Pero cuando se produce esa comunicación entre el que te escucha y el que está hablando, yo sé que es algo mágico, es ahí cuando uno comprende la magia de la comunicación. Porque, en definitiva, eso es el teatro también.
Y la pasión que tienen todos ustedes y el talento, la actitud, el compromiso de muchos. Ustedes saben que yo no creo en el arte descomprometido de los intereses del pueblo; yo creo que siempre el arte refleja a una sociedad, debe interpretarla, debe representarla. Que esto no significa partidizarse ni identificarse con tal o cual sector, porque el sector del que estamos hablando no es un sector, es el pueblo, es la sociedad, cuando uno representa sus cosas, sus vivencias, sus historias, sus tradiciones.
Por eso también estoy tan lanzada que esa historia de los argentinos sea interpretada también por nuestros actores a través del teatro o de la industria cinematográfica. Porque es así como también nos han metido culturas de otros lados a través de lo que ha sido el cine, la industria cinematográfica. Y yo veo que nosotros tenemos una historia tan maravillosa, inclusive algunas cosas de no creerse, que merecían ser de Hollywood en el imaginario popular.
Creo que es muy importante, precisamente, la constitución de esta entidad, SAGAI, para defender los derechos de ustedes, trabajadores de la cultura.
Yo me siento muy orgullosa y yo que él se sentiría muy feliz porque estaba, les diría casi más que empeñado, emperrado, porque él se emperraba con las cosas cuando las consideraba justas, cuando las consideraba que debían corresponder, que eran derechos y pese a todo, firmó aquel Decreto y también ustedes lucharon, nadie les regaló nada.
Tampoco hay que colocarse en que las cosas vienen porque sí, las cosas vienen siempre...Hay momentos en la historia de las sociedades en que confluyen el crecimiento de las sociedades, la gente que se hace cargo también de luchar por sus derechos y encuentra eco en dirigentes que tienen responsabilidades institucionales.
No es tampoco, digamos, la omnipontencia del que está circunstancialmente en el sillón de presidente o presidenta, es también la lucha de todos ustedes perseverando, presionando también, en el buen sentido. Porque ustedes no presionan para quedarse con cosas de los demás; ustedes presionan para que les reconozcan las cosas propias, que son dos cosas totalmente diferentes. Es la diferencia entre ser apropiadores y entre ser propietarios. Ustedes son propietarios, otros... Bueno, dejémoslo ahí.
Ustedes son propietarios de sus talentos, son propietarios de sus estudios, son propietarios de su trabajo, son propietarios de las horas y horas que le dedican a esto, como todos en lo que hacemos, que lo hacen con pasión, con amor y con mucha vocación.
Así que, no quiero hablar mucho porque voy a ser más larga que vos, Pepe, pero quiero además felicitarlos por el buen gusto, no puedo con mi condición de estética. Ustedes saben que estamos también transformando la Casa Rosada, la casa de todos los argentinos que la visitan miles y miles de personas todos los fines de semana, más de 700 mil personas ya visitaron los fines de semana esta casa que es de todos los argentinos, restaurándola y poniendo las cosas que son de todos los argentinos ahí adentro.
Así que, me encanta Pepe, aparte de ser un excelente actor, podés ganarte la vida después también como decorador, porque la verdad que está espléndida. Además, esa combinación de antiguo y moderno, está bueno porque ese toque de modernidad mezclado con lo antiguo, a mí me encanta. Es una cosa que me...
Así que, te felicito como actor, te felicito como dirigente también de los actores y a todos...Y me gusta que hayan acompañado las chicas porque se tuvieron que venir solas, estaban todos hombres acá, la única fémina era yo, así que bien por las chicas, vamos todavía...
Agradecerles el reconocimiento para él y saber que en la Casa Rosada siempre van a encontrar, por lo menos mientras esté esta argentina, una persona que se va a hacer eco de la cultura y de los derechos de los trabajadores en general cualquiera sea su actividad.
Muchas gracias y felicitaciones, es muy bonita. (APLAUSOS)