Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Pilar; señoras y señores empresarios; jóvenes; trabajadores; amigos, amigas: la verdad que hoy es un día muy especial porque diría que es un día muy emblemático de este modelo que hemos inaugurado el 25 de mayo de 2003.
Estamos aquí reabriendo una fábrica que había sido líder allá cuando yo era muy chica, así que imagínense, en materia de venta de pollos como había sido San Sebastián. Una fábrica que estaba cerrada desde el año 2000 y que hoy, una empresa muy importante de nuestro país, de la familia De Grazia, Granja Tres Arroyos, reabre para seguir produciendo cada vez más en la industria avícola que ha experimentado desde el año 2003 a la fecha, un crecimiento y una transformación como nunca había tenido en toda su historia.
Y digo esto porque, no solamente hemos tenido un desarrollo industrial producto de una muy fuerte política activa del Estado, que ha permitido no solamente producir pollo, sino también comenzar a producir la logística desde los galpones, las líneas de frío, hoy me contaba la gente que la mayoría de la línea de producción está construida aquí en el país, lo cual significa una importante sustitución de importaciones, más empleo para otras actividades y, al mismo tiempo, mayor grado de competitividad porque no tienen que importar a costos de dólares lo que insumen para producir toda la línea que, además, tiene cada vez mayor valor agregado y una empresa que, además, tiende a su integración vertical con la producción de los alimentos, con la producción ya en las granjas y también en la parte de ciencia y tecnología.
Hoy estamos también firmando un acuerdo muy importante con la Municipalidad y con el Ministerio de Ciencia y Tecnología para generar las incubadoras aquí, no de pollitos, sino de empresas de biotecnología en la cual nuestro país también, afortunadamente, es líder en toda América latina.
Estamos abriendo con el decano de Ciencias Económicas una sucursal o filial de la Facultad de Ciencias Económicas que hace poquito inauguramos su nuevo edificio. El primero lo había inaugurado Perón, el segundo lo inauguramos nosotros. Un gran orgullo.
También una fábrica de 70 años, Lumilagro, muy emblemática en materia de termos y que también tuvo experiencias parecidas a lo que fue la industria avícola porque sufrió la agresión de falta de políticas industriales, la importación al país en condiciones absolutamente imposibles de competir para nuestra industria y cuando nuestros industriales, cuando nuestros empresarios reciben políticas activas por parte del Estado, comienza nuevamente a resurgir la industrialización, el agregado de valor y la generación de nuevos puestos de trabajo.
Pero esto hubiera sido imposible si también paralelamente, no hubiéramos desarrollado un fuerte mercado interno. Lo decía De Grazia recién: un tercio lo exportamos, pero dos tercios lo consumimos acá y para consumir acá, hay que tener gente que tanga plata en el bolsillo para poder ir a comprar pollo y poder aumentar el consumo que de 20 kilos en el año 2003, hoy, me decía De Grazia, está en 38 kilos.
Yo venía con la cifra de 35, que me habían anotado mis colaboradores en los papeles, pero él me dice que no, que hoy, en realidad, ya estamos en 38 kilos, casi el doble del año 2003.
Yo quiero decirles a todos y a todas en estos momentos, en los cuales estamos aquí con nuevos trabajadores que se han incorporado, la mayoría de ellos viven también en la zona, con una planta como esta que comienza con un 45 por ciento de su capacidad instalada en uso pero que piensa llegar en el año 2013 a ocuparla en su totalidad, lo que significará 800 trabajadores. Para eso están trabajando en nuevas granjas, en nuevas plantas de incubación, en ampliar la planta de alimentos, todos eslabones de una cadena de valor que se van uniendo y van generando lo que yo denomino "la economía virtuosa y el modelo virtuoso", también con inversión e infraestructura.
Esto hubiera sido imposible si no se hubiera desarrollado un plan de infraestructura a nivel nacional en materia de generación eléctrica y a nivel municipal, por ejemplo. Aquí nomás, en Pilar, la Nación ha puesto 332 millones de pesos en obras de todo tipo, viviendas, pavimento y la Nación está ejecutando obras por 173 millones de pesos, esto es parte de lo que estamos inaugurando hoy, con el Instituto Carlos Pellegrini, más de 500 millones de pesos únicamente puestos en obras aquí en el Municipio de Pilar.
Por eso digo que toda la infraestructura económica, social, energética que va desarrollando un país, un municipio, una provincia, es lo que nos ha permitido a los argentinos poder sobrellevar esta crisis internacional y tener hoy...
Yo quiero decirles a todos los jóvenes que los quiero mucho, tanto como a mi hijo, para retribuirte el piropo.
Quiero decirles a todos realmente que este es un esfuerzo muy grande que venimos haciendo todos los argentinos, con mucha fe, con mucha esperanza, también muchas veces con algunos remando en contra. Pero bueno, no importa, lo importante es cómo podemos hacer los que creemos que la Argentina merece esta oportunidad que se está dando de generar trabajo, de generar inclusión, de generar educación.
Nadie pensaba en el año 2003 que podíamos estar hoy entregando a cada uno de los chicos las netbooks de las escuelas públicas secundarias, la Asignación Universal por Hijo, que ha permitido que millones de chicos vayan al colegio, tengan cobertura sanitaria, todo lo que ha sido y es este modelo de inclusión que necesita seguir profundizándose y que necesita del compromiso también de sus empresarios. Esta apertura que estamos haciendo aquí es también financiamiento del Estado, este dinero que se ha puesto aquí en esta empresa para que produzca más y mejor es producto de los proyectos de Financiamiento del Bicentenario, en el cual una parte pone el empresario y la parte más importante del financiamiento la pone el Estado.
Quiero contarles que el sector avícola es en el proyecto de Financiamiento del Bicentenario, el segundo sector en cuanto a destino de inversiones, después de las automotrices y las autopartes también que han sido una de las locomotoras del crecimiento argentino.
Me decía De Grazia la cantidad de autos, la cantidad de motos, claro, que por ahí los jóvenes con una cuota de 500 o 600 pesos pueden adquirir su primer auto, con menos aún una moto, con lo cual uno puede ver en las playas de estacionamiento también de la fábrica motos y autos de fábricas que antes estaban cerradas. Porque ya no solamente vemos trabajadores en esta fábrica y en otras, sino que vemos en las playas de estacionamiento autos y motos de esos trabajadores porque hemos generado buen trabajo, trabajo decente también que es muy importante recalcarlo, trabajo decente que nos coloca también a la vanguardia en políticas salariales, en ingresos a los argentinos en el concierto de la América del Sur.
Y esto es bueno porque permite sostener un mercado interno sólido que cada vez capacita más a sus recursos humanos pero que al mismo tiempo constituye un reaseguro contra lo que pueden ser los vaivenes de la política internacional, como nos pasó en el año 2009 donde lo sostuvimos a puro pulmón los argentinos. Afortunadamente, no habíamos enfriado la economía como nos decían en las recetas en el año 2007, como le decían a él, tantas cosas que le dijeron. Afortunadamente, era muy terco en sus objetivos y muy claro en sus convicciones y muy leal en sus ideas, más allá de que no siempre haya recibido la misma lealtad que siempre les dio a todos. Pero bueno, son cosas que pasan en la vida y en la política, más que en la vida, en la política.
Pero no importa, lo importante es seguir trabajando fuerte, tirando todos para el mismo lado, generando cada vez mejores condiciones para invertir, para trabajar, para estudiar, para agregar ciencia y tecnología a nuestra industria, a nuestros productos que van a ser la clave, sobre todo, aquí, en la industria alimenticia.
Yo no me canso de contarlo: en el año 2050, argentinos, toda la humanidad va a necesitar producir la misma cantidad de comida que en toda nuestra historia. No lo vamos a poder hacer con las formas tradicionales, vamos a necesitar valernos de la ciencia y la tecnología.
Por eso estamos apostando tanto a la biotecnología y por eso Argentina es el país que más empresas de biotecnología tiene en toda Latinoamérica, porque estamos apostando fuerte en inversión, en becas, en sueldos a nuestros científicos, que recorran el país para que este país que alguna vez los expulsó, los reciba hoy con los brazos abiertos para seguir generando riqueza a través del conocimiento, que va a ser, no tengan dudas, la gran clave del siglo XXI.
Yo quiero agradecer a todos, a los hombres, a las mujeres, a los jóvenes que me brindan su aliento, que me transmiten su fuerza, su compromiso, que se han incorporado a la política y quiero decirles que los quiero mucho, mucho y que cada uno de nosotros...
Quiero decirles una cosa: lo que más me gusta de ustedes los jóvenes, es esa vitalidad y ese desinterés absoluto en la fuerza que ponen en la militancia, en el compromiso, que es lo que realmente me convence definitivamente de que estamos en el camino adecuado.
Sería imposible haber generado esa corriente de confianza, esa corriente de afecto, esa corriente de identidad, con un sector que no tiene la viejas mañas, con un sector que tiene todo el futuro por delante y que muchos de ellos no necesitan que nadie les de nada, sino que simplemente han retornado a la política el valor de la solidaridad porque quieren darle a los demás cosas, su trabajo, su esfuerzo, su compromiso. Y eso es lo que realmente me lleva cada vez más a seguir apostando tan fuerte a la transformación y a la profundización del modelo.
Gracias Pilar, muchas gracias a todos y a todas por el esfuerzo, por el cariño, por el afecto, por la fuerza que ponen; vamos a seguir adelante, poniéndole el hombro a la Argentina, poniéndole el hombro a la provincia de Buenos Aires, poniéndole el hombro a Pilar, a todos y a todas para seguir creciendo.
Muchas gracias. (APLAUSOS)