Palabras de la Presidenta ante empresarios del turismo de la patagonia

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN LA CENA DE LA CÁMARA DE VIAJES Y TURISMO DE LA PATAGONIA, REALIZADA EN COMODORO RIVADAVIA, PROVINCIA DEL CHUBUT

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Muy buenas noches a todos y a todas.

Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires que me acompaña; señor gobernador de la provincia de Santa Cruz; señor intendente de Puerto Madryn; amigos, amigas; empresarios, empresarias de la región, me gustó el término que utilizó el titular de la Cámara que agrupa a los prestadores de servicios turísticos. Y una pequeña digresión vinculada con el turismo y que tiene que ver con una política muy activa que hemos tenido en esta materia, que no solamente es la creación por primera vez en la República Argentina del Ministerio de Turismo, que significa darle además a este sector el lugar preponderante que hoy tiene en la conformación de nuestro PBI porque el 6,50 de nuestro PBI es del sector servicios turísticos, y si vamos al sector servicios específicamente, estamos casi en el orden del 36 por ciento de todo lo que produce el sector de servicios en marco turístico.

Por eso, tomamos la decisión también de adoptar una política que tuviera que ver de modificar, no creando nada nuevo, sino copiando lo que se había hecho ya en otros países con respecto a feriados puentes y demás, y hemos tenido exitosísimos fines de semana largos con Carnavales reinstalados una vez más en la República Argentina luego que habían sido abolidos allá por 1976, y que demuestran contra todos los agoreros, que nuestra sociedad tiene cosas que festejar y celebrar. El 72 por ciento también de crecimiento del turismo receptivo donde en la Patagonia ocupamos un lugar preponderante del turismo que recibimos, y donde la inversión desde el 2003 a la fecha, ha crecido en materia de alojamiento arriba del 1.000 por ciento, ha sido una de las actividades que más ha crecido en inversión.

Pero qué decirles. Me decían recién que en el mismo lugar que estoy sentada yo, se había sentado él, el 19 de noviembre de 2009 cuando vino aquí. El país y el mundo, pero fundamentalmente el país, estaban sufriendo el impacto de lo que fue y de lo que todavía sigue siendo, la crisis más importante que se recuerde en la economía mundial desde el año 1930.

Yo estoy segura que les debe haber dicho y que ustedes lo deben haber mirado, algunos escépticos, que el año 2010 iba a ser un muy buen año, que íbamos a crecer, les debe haber dicho, al 7,5 por ciento, porque siempre él decía un poco menos para que después pareciera más exitoso, era una pequeña -digamos- estrategia que tenía. Pero realmente si uno repasa este año 2010 que hemos pasado, creo que fue la prueba de ácido del modelo instaurado el 25 de mayo del 2003, en el que siempre nos dijeron que había viento de cola y que las cosas nos iban bien porque al mundo le iban bien. Bueno, se descubrió que al mundo no le iban bien, la Argentina, pese a todo creció muy poquitito, 0,9 en el año 2009, pero con todas las medidas contracíclicas, políticas activas y, fundamentalmente, con la solidez del mercado interno que pudimos desarrollar a partir del año 2003, pudimos sortear el año 2009 y tener un crecimiento de 9,1 durante todo el año 2010 y volver a medir en el último cuatrimestre de este año que nos pasó, nuevamente una fuerte reducción del desempleo del 7,3 el promedio nacional, aquí menos todavía 3,9 si mal no recuerdo.

Pero las cifras que puedo mencionar, por ejemplo de Chubut, son las cifras que puedo mencionar en cualquier otra provincia a la que voy, puede ser Catamarca, puede ser Chubut, puede ser Santa Cruz, puede ser Río Negro, dan el crecimiento exponencial que han tenido los recursos del Estado en la distribución y en la vida de las provincias. Para que todos ustedes tengan una idea: en el año 2002, Chubut recibía en materia de coparticipación nacional 205 millones de pesos; en el año 2010, solamente con el Fondo Solidario de la Soja, primera vez en 200 años de historia que la Nación coparticipa a provincias y municipios, un derecho a la exportación, recibió 114 millones y si le sumamos los 1.221 de coparticipación, más 400 y algo de asignación directa, tenemos que de aquellos 205 millones, el año pasado Chubut recibió solamente en materia de coparticipación y de recursos monetarios 1.792 millones de pesos.

Si además, hacemos una comparación de lo que recibía en recursos -ustedes saben que en el Presupuesto Nacional, tenemos recursos que están destinados a infraestructura, a Fuerzas Armadas, a PAMI, a Asignaciones Familiares, a Pensiones-, en el año 2003, Chubut tenía asignado en el Presupuesto Nacional 466 millones; en el año que pasó, pese a que no nos van a aprobar el Presupuesto para este año pero no importa, igual van a estar los fondos, 3.535 millones de pesos, es en obras y ustedes lo saben, acueductos, autovías, viviendas, escuelas, aumento de las pensiones, el PAMI, ahí me apuntan el Gasoducto del Oeste, el Interconectado, la Argentina se conectaba únicamente hasta Choele Choel en la electricidad, casi prácticamente a la provincia de Buenos Aires, si bien Choele Choel está en Río Negro, está pegado ahí a la colita o a la patita de la provincia de Buenos Aires; lo trajimos de Choele Choel primero, hasta Puerto Madryn, luego de Puerto Madryn a Pico Truncado y hoy lo estamos llevando de Pico Truncado hasta La Esperanza para en 3 líneas llegar a Calafate, Río Turbio, Río Gallegos, y por lo tanto integrar a todo el continente en materia energética en un crecimiento de la generación de energía de 7.500 megavatios desde el año 2003 a la fecha.

Por eso, también se pudo hacer la importante inversión en ALUAR que significó una incorporación en exención impositiva de casi 700 millones de pesos, porque está lo que está en el Presupuesto y lo que no está, que es lo que el Estado deja de percibir en materia de instrumentos fiscales para favorecer las industrias y que solamente en estos años, en instrumentos fiscales no en recursos, esta provincia recibió 1.189 millones de pesos.

Es bueno saber esto porque cuando uno conoce estos números puede entender por qué aquel Chubut que tenía en el año 2002, 42,5 por ciento de sus habitantes bajo la línea de pobreza y 19,2 bajo la línea de indigencia, hoy solamente tiene bajo la línea de pobreza 4,4 y bajo la línea de indigencia 1,9. Es el resultado de un modelo que además pudo hacer todo esto porque estableció como idea o como ideas fuerza de ese modelo, la necesidad de abordar 4 puntos claves: uno, un desendeudamiento que significaba, de no haberse logrado, una de las más severas restricciones al crecimiento de la economía. Creo que no había argentino, cualquiera fuera su ubicación ideológica, con mayor o menor énfasis, que no supiera que tener un endeudamiento como teníamos al 2003 del 160 por ciento de nuestro PBI en materia de deuda, constituía una de las más severas restricciones para la economía por una cuestión muy simple: no podíamos destinar recursos a la economía porque estábamos endeudados, además en default y sin acceso a los mercados de capitales.

Él, durante su gestión en el año 2005, hizo la primera parte de la reestructuración de esa deuda, bajo críticas internas e interesadas, diría yo, feroces de que era una locura lo que planteaba. ¿Qué planteaba? Planteaba la necesidad de pagar, obviamente, pero de hacerlo en la medida de las posibilidades que no ahogaran el crecimiento, porque solamente el crecimiento de la economía, era lo que nos iba a permitir pagar la deuda. Me acuerdo la frase que dijo en su primera intervención como presidente en Naciones Unidas: "Los muertos no pagan las deudas". Reclamarle las deudas a un muerto es algo improbable, imposible. Por eso pedía que nos dejaran crecer y por lo tanto destinar recursos a incrementar, a fomentar, a promover, a incentivar la actividad económica.

Pero además también, por una cuestión que tenía que ver en lo que había pasado en ese endeudamiento, no había sido un endeudamiento producto como fue el de otros países, en inversiones de capital; había sido un endeudamiento estrictamente financiero, un endeudamiento que tenía que ver con la famosa convertibilidad de lo que significaba venir con capitales a depositarlos en la Argentina, cobrar tasas monumentales y llevarse los dólares hacia afuera. Esto fue la historia del endeudamiento argentino y entonces la teoría y más que teoría la realidad, era que quienes habían jugado en un país donde en el mundo se paga una tasa del 2,5 por ciento en términos anuales, acá se llegó a pagar el 14 ó 15 en dólares. Cuando en todo el mundo pagan el 2,5 y hay alguien que te paga el 14 por ciento, ¿qué sosteníamos nosotros? Que vos tenías que asumir el riesgo en una versión absolutamente capitalista de que sabías que podían no devolverte. Esto lo explicamos en todos los foros y llegamos a esa primera renegociación del 76 por ciento y el año pasado, en el año 2010, completamos la segunda parte de la reestructuración de la deuda que nos llevó a reestructurar el 93 por ciento de la deuda defaulteada en el año 20001. Y nos permitió abordar otra cuestión básica también, eso no estaba, yo no recuerdo la fecha, fue el diciembre Amado el tema del FONDEA ¿no es cierto? Cuando él vino lo teníamos in mente pero todavía no lo habíamos llevado a cabo. Veníamos estudiando la necesidad de que en un mundo en crisis, que todavía sigue, cómo hacíamos, si salíamos a endeudarnos en el mercado de capitales las tasas eran para la Argentina todavía altísimas, y necesitábamos inyectar recursos para poder volver a crecer a las tasas que lo habíamos venido haciendo desde el año 2003 a la fecha. Y paralelamente habíamos logrado una acumulación de reservas récord en la historia de la República Argentina, pero eran reservas en serio, no truchas, porque eran reservas producto de los dólares comerciales y no de lo dólares financieros. Esto es producto de nuestra diferencia en la balanza de pago, dólares genuinos entre lo que vendemos y lo que compramos.

Y me acuerdo lo que fue la batalla de las reservas como yo la defino, en aquel verano glamoroso del 2009-2010, sí fue muy glamoroso porque el ocupa del Banco Central era muy glamoroso. Y teníamos razón, dio algunas muestras de glamour últimamente.

Recuerdo que fue una discusión infernal y nos decían que teníamos que endeudarnos, que ir al mercado de capitales. Volvimos a tomar y a tener récord de reservas luego de haber pagado con esas reservas por las cuales nos pagaban el 0,5 por año, y logramos crecer al 9,1 y logramos tener la reestructuración de la deuda y logramos el desendeudamiento y logramos revertir la ecuación terrible de Argentina del año 2003 que, como yo lo explicaba hoy por la tarde, destinaba el 2 por ciento de su PBI a la educación y casi el 6 por ciento al pago de la deuda, y hoy estamos destinando el 6,47 a la educación y el 2 por ciento del PBI a la deuda.

Esto se debió también a que esos recursos que venimos inyectando, lo que nosotros veníamos sosteniendo desde que éramos gobierno en Santa Cruz, porque si hay un lugar en el cual podemos decir y hablar de lo que era nuestro modelo, nosotros queríamos hacer en el país lo que habíamos hecho en Santa Cruz. Ustedes se acuerdan que cuando en todo el país los índices de desocupación eran terribles, en Santa Cruz los teníamos bajos. ¿Por qué? Porque habíamos logrado poner el acento en la infraestructura que nos permitía, además de dotar de capital a la provincia con caminos, con el puerto de Caleta Olivia que se hizo con fondos provinciales, las obras más importantes de la provincia de Santa Cruz se hicieron en aquella época con recursos provinciales, el puerto de Caleta Olivia que yo recuerdo que cuando llegué en el ´76 era casi una letanía hablar del puerto de Caleta Olivia, el aeropuerto de El Calafate, en fin. Y aquel modelo que nosotros teníamos de fuerte inversión en el sector, pero obviamente manejábamos esa variable únicamente en la provincia y cuando pudimos llegar a la Nación y manejar las otras variables, un tipo de cambio competitivo que permitiera volver a invertir a todos los empresarios, infraestructura en todo el país que además permitiera hacer otras inversiones. ALUAR pudo ampliar la inversión porque también hicimos una ampliación de la generación de energía, y además porque extendimos toda la infraestructura que mejora también la calidad de vida de los trabajadores.

Cuando uno pone subsidios en el transporte, cuando uno pone subsidios en los consumos, también está contribuyendo con los empresarios en forma indirecta, porque cuánto sería la demanda si realmente no hubiera subsidios a determinados sectores que permiten darle mayor competitividad a la economía. Esto es clave, esta ha sido una de las claves también del crecimiento y fundamentalmente el desarrollo de un mercado interno que pudo hacerse a partir de comenzar nuevamente un proceso de industrialización que era imposible hacerlo en términos de convertibilidad y que además era necesario revertir ese proceso que había comenzado hacía muchísimo tiempo. Yo nunca me canso de repetir el ejemplo de una propaganda que había allá por los años ´76, ´77 de que alguien se sentaba en una silla extranjera y era bárbara y se sentaba en una silla hecha en Argentina y la silla se rompía. O sea, el mensaje de que lo hecho en Argentina era malo y de baja calidad. Y algunas cosas que se escucharon inclusive en el año 2008 de que para qué queríamos construir autos si total los autos alemanes eran mejores. Claro, la industria automotriz ha sido precisamente también una de las claves en el crecimiento, en la incorporación y generación de mano de obra. Y así podríamos ir por todas las actividades, industria automotriz, el mercado interno también con la industria alimenticia, en fin, lo que ha sido el crecimiento de la industria que superó el crecimiento de la economía, la venta de automotores, la venta de motos, en fin, la cosecha. Finalmente, afortunadamente no tuvimos que importar ni leche, ni carne, ni trigo, al contrario, vamos a llegar a los 100 millones, 14 millones de trigo, doblamos la producción del año pasado pero también la producción del 2008, la del 2009 había sido mala por sequía, la sequía terrible que vino después del conflicto del 2008, pero vamos a superar los 100 millones y realmente estamos muy contentos de haber podido exportar el año pasado 1.200 millones de dólares en carne. O sea, afortunadamente no tuvimos que importar nada, pero sí tuvimos que importar, y este yo creo que es uno de los desafíos del tiempo que viene, porque tantos años de desindustrialización en el país, hoy nos hace que tengamos ante el crecimiento de la economía, ante el crecimiento del consumo, que aumentar también e incrementar las importaciones, porque todavía tenemos eslabones en las cadenas de producción las cuales no producimos en el país y necesitamos importar.

¿Cuál es el gran desafío y por qué hemos lanzado el Plan Industrial 20-20? 20,20 se lo puso el empresario que habló, la verdad que fue bastante más marketinero que nosotros y le tocó hablar a él, al arquitecto Lucci, de Tucumán, uno de los principales productores de limones del país. Me tocó también inaugurar una Planta de él de crushing de soja en Santiago del Estero el mismo día que inaugurábamos un frigorífico y otras empresas. Impensable en el NOA argentino inaugurar este tipo de emprendimientos industriales pero que tienen que ver precisamente con el desarrollo de infraestructura porque pudimos llegar con electricidad, pudimos llegar con las rutas, pudimos llegar con el gas y todo eso que es imposible que lo haga el inversor privado, es, digamos, el contexto, el entramado económico que necesita el sector privado para seguir invirtiendo. Inclusive el año pasado tuvimos también récord de inversión en relación al PBI con un promedio de inversión del 20,8 durante todo el período 2003-2009, el año pasado alcanzamos un promedio de inversión del 22,7 sobre el PBI que realmente fue muy bueno pero necesitamos más.

Igualmente no estamos tampoco ante un problema de capacidad instalada, porque hoy la capacidad instalada de los 10 bloques que medimos industrialmente está en 2 puntos arriba de lo que estaba a diciembre o al último cuatrimestre del año 2009 donde realmente había descendido mucho producto de la crisis mundial. Con lo cual la clave está entonces en saber que vamos a tener que hacer un gran esfuerzo de inversión en el sector público y privado también, precisamente para comenzar a completar esos eslabones en la cadena de producción y, fundamentalmente, también aportar y apostar con mucha energía a todo lo que es ciencia y tecnología.

Yo creo que nuestro inmenso potencial como país, créanme que tenemos los recursos humanos yo diría -sería un ejercicio de soberbia como Presidenta decir- los más capacitados de América latina, pero me lo dicen empresarios extranjeros, que en sus staff, que entre sus grupos, en sus bureaus de ejecutivos tienen siempre recursos humanos argentinos. El altísimo grado de capacitación, producto también de un acceso a la educación gratuito como se da en pocas partes del mundo y en muy pocas partes, casi ninguna de Latinoamérica, sumado también al hecho también de una clase media que viene construyéndose también desde hace muchísimo tiempo, producto también de ese acceso a la educación y de etapas igualitarias en la economía nacional, han contribuido a calificar altamente a nuestro recurso humano.

Si además, le sumamos la inmensa capacidad en materia de producción de alimentos, pero también en otras áreas donde la ciencia y la tecnología es el elemento distintivo.

Si yo les cuento a ustedes que el sector que más ha crecido en términos proporcionales, por supuesto, en exportación es el desarrollo del software, por ejemplo, y que importantísimas empresas a nivel internacional han venido a desarrollar sus operaciones a la Argentina, esto también incentivado por la Ley de Promoción que hemos lanzado, el hecho que hayamos logrado también una ley que nos permite promover una zona similar al equivalente de Manaos, en Brasil, en el MERCOSUR, en Tierra del Fuego, que fue muy discutida también pero que permite que, por ejemplo, gran parte de las netbooks que estamos entregando a los colegios sean construidas también en nuestro país y, por lo tanto, generen mano de obra altamente calificada; el hecho de que el siglo XXI se va a caracterizar -yo siempre digo- por dos cuestiones, alimentos y energía y nosotros tenemos mucho para dar de ambas cosas; el programa de energías alternativas, importante inversión que se va a realizar aquí también en la provincia del Chubut, gracias a esta Ley de Promoción en materia de energías alternativas, un importante empresa española que no la voy a nombrar asociada con otra, pero que va a invertir este año y el que viene más de 600 millones de dólares en parque eólico; las importantes inversiones también que hay en todas las provincias, también aquí en Chubut, también en Santa Cruz, porque obviamente ahora es competitivo también exportar y además porque se va a necesitar la energía para sostener el crecimiento del país en los términos que lo estamos haciendo; el haber inaugurado hace poco Yacyretá, una obra emblemática que era todo un símbolo para los argentinos como también lo será Atucha, y no se asusten por lo que pasó en Japón. Hoy ya escuché -qué cosa-, había algunos preocupados ya porque teníamos alguna central nuclear por lo que había pasado en Japón. ¡Por favor! Yo quiero que se queden tranquilos porque la energía nuclear, además, acuérdense lo que les digo, va a ser una de las claves en el siglo XXI. No tengan ni duda. Es obvio que los hidrocarburos y los fósiles van a seguir 30, 40 o 50 años más siendo los más importantes, pero la energía atómica y la hidroeléctrica también, van a pasar a desarrollar un papel preponderante.

Por eso también queremos hacer la inversión aquí en la región y con un criterio regional de nuevas represas para también seguir sosteniendo el crecimiento económico.

Ayer fue que Julio me llamó, el ministro De Vido, de Planificación Federal, pudimos darnos el lujito chiquito, pero el lujito, de que en un día de 32 grados de calor, pudimos prestarles 400 megas a los hermanos chilenos que nos habían pedido que les sostuviéramos en el Norte la energía porque tenían miedo a que pudiera venir un tsunami y habían dejado de funcionar con una planta para no tener problemas y les pasamos 400 megavatios.

¡Qué increíble, de una Argentina que estaba como estaba a terminar y poder hacer estas cosas!

¿Cuál es el gran desafío que hoy tenemos? Yo creo que el gran desafío es más cultural que económico. Estamos convencidos con el ministro de Economía, que asiente desde esa mesa, que cuando uno mira todas las variables macroeconómicas de la Argentina, nunca estuvieron como están ahora.

Los que nos querían enseñar a administrar la economía, siempre gobernaron con déficit fiscal, con balanza deficitaria, con bajo nivel de reservas, recibimos el país con apenas 9.000 millones de dólares de reservas y hoy estamos en 52.350, 52.370 luego de haber pagado toda la deuda exigible el año pasado, que digamos de los 160, pasamos hoy entre deuda pública y privada al 38 por ciento. Si dividimos la pública y la privada, hoy la pública será del 19, 20 por ciento y 16, 17 por ciento la privada.

Fíjense, 360 que debíamos y que era la severísima restricción en qué situación estamos hoy.

Pero yo les decía: si uno repasa las variables macroeconómicas que siempre preocuparon a todos y que yo siempre escuché como una letanía: el endeudamiento, bueno, hoy no es un problema; el nivel del déficit fiscal, no tenemos déficit fiscal; el superávit comercial, que no teníamos y que hoy tenemos. El año pasado tuvimos más de 12.000 millones de dólares de superávit comercial pese a haber tenido un incremento también exponencial, producto de la actividad económica y de la actividad industrial en materia de importaciones. Y entonces nos dicen "ah, pero tuvieron menos que en el año 2009". Por supuesto, el año 2009 fue un récord pero fue un récord contracíclico.

¿Por qué? Porque como habíamos bajado tanto el nivel de actividad, no importábamos nada y estuvimos solamente a 20 millones de dólares de llegar a los 20.000 millones de dólares. Es cierto, fue el superávit comercial más importante, pero también fue un superávit comercial contracíclico, porque era producto, precisamente, de la reducción y de cómo se habían caído las importaciones. También se habían caído las exportaciones pero no en la proporción que lo había hecho el otro rubro.

Por eso, hoy también tenemos superávit comercial; un nivel de reservas que nos permite mantener y no tener golpes de mercado en lo que ha sido también una de las claves que es el tipo de cambio, la flotación administrada del tipo de cambio.

Porque como yo digo: petróleo, hubo siempre; trigo, hubo siempre; o sea, todo lo que hay, hubo siempre. Ahora, ¿por qué no se exportaba? Porque no era rentable exportar en un régimen de convertibilidad del uno a uno con los costos internos en términos de dólar.

Era así, era simple y por eso no es ninguna ciencia ni hay que ser economista para descubrirlo, simplemente con un poco de sentido común.

Entonces, digo, si tenemos todas las variables macroeconómicas, lo otro la capacidad instalada. Podría haber problemas de estrangulamiento si tuviéramos alguna capacidad instalada muy al borde en algunos sectores, pero esto no sucede.

Por ejemplo, el sector que más aumento experimentó en los precios, que fue alimentos y bebidas, está con la misma o con menor uso de capacidad instalada que la que tenían en el 2009 cuando el consumo era mucho menor. Quiere decir que ha habido una gran inversión. Quiere decir que los aumentos que se han registrado, han sido más o por especulación o por impacto de los precios de los commodities también internacionales en los precios internos. Esto impactó en el orden del 40 por ciento en los precios, es decir, el crecimiento de los precios internacionales de commodities impactó en la estructura de precios en la Argentina en un 40 por ciento.

Por eso creo que nosotros, y cuando hablo de nosotros hablo del sector público, hablo del sector privado, hablo del sector sindical, de acá diviso en mi mesa algún dirigente sindical, yo creo que estamos en un punto de inflexión más que interesante en la República Argentina, en esta Argentina del Bicentenario. Yo creo que tenemos que romper esa lógica que durante mucho tiempo fue ganar o aumentar la rentabilidad vía precios, sino que aumentar la rentabilidad vía inversión y vía ampliación de mercados y ampliación de los consumidores y por el lado de los sindicatos, también saber que es necesario aumentar productividad para poder también tener mayor competitividad en la economía porque si se cae la competitividad de la economía, los termina afectando más tarde o más temprano.

Por eso yo apuesto mucho a la sensatez de empresarios y de dirigentes a la hora de decidir determinadas cuestiones.

Porque si no, puede pasar lo que decía el otro día de que si tiran de la cuerda de un lado y del otro, normalmente lo que pasa es que la cuerda se termina rompiendo, se terminan cayendo los unos de un lado y los otros del otro y también quiero recordar que siempre los sectores más vulnerables, obviamente son los sectores del trabajo.

Por eso yo apuesto mucho a que podamos superar determinadas cuestiones y determinados pisos de debate en la República Argentina y saber los empresarios que es necesario sostener un mercado interno fuerte, que necesitamos seguir generando puestos de trabajo; que necesitamos seguir generando además buenas remuneraciones; que necesitamos además tener mejores comportamientos fiscales y de los trabajadores también, saber que el resurgimiento, yo siempre les hablo a mis compañeros de los sindicatos. El resurgimiento de los sindicatos se debió fundamentalmente, al hecho de que resurgió el trabajo.

Los dirigentes sindicales siempre estuvieron, lo que había desaparecido era el trabajo. Cuando aparece el trabajo, obviamente, vuelven a aparecer las tensiones y las demandas necesarias que se hacen siempre en cualquier sociedad y que no hay que hacerse los rulos, ni con eso ni con ninguna otra cosa.

Tenemos que ser sensatos y saber que en estos 8 años que vamos a cumplir el 25 de mayo y cuando digo que vamos a cumplir, lo siento como un cumpleaños de los argentinos. No lo siento como un cumpleaños ni de un partido ni de tal o cual dirigente. Porque es el período de crecimiento económico con inclusión social más importante que se recuerda en toda la historia argentina.

¿Cuál es el compromiso del Estado para que los empresarios inviertan con tranquilidad? Por un lado, seguir manteniendo las reglas de juego: el superávit comercial, el superávit fiscal, el tipo de cambio competitivo, pero al mismo tiempo, algo que es clave: el Estado se ha encargado de sostener la demanda agregada. ¿Por qué? Porque hemos inyectado recursos en la sociedad y, fundamentalmente también, en los sectores que no tienen una gran capacidad de ahorro y, por lo tanto, consumen todo lo que reciben, Asignación Universal por Hijo, incremento de los salarios mínimos de pensionados, de jubilados, seguir sosteniendo con recursos del Estado, por eso también decidimos emplear recursos de la deuda para que los otros recursos pudieran ser afectados, inyectados en el mercado y sostenerles la demanda agregada. Porque una de las claves a entender y que nunca dicen Menor inversión, obviamente no hay inversión cuando el empresario no sabe si va a vender, pero cuando está asegurada la demanda, tiene que estar también asegurada la inversión. Y el compromiso del Estado ha sido, es y seguirá siendo, precisamente, sostener esa demanda agregada.

El sector turístico, por ejemplo, otro sector que ha sido sumamente beneficiado en lo que ha sido el tipo cambio. La Argentina fue tan linda como siempre, pero por qué incrementamos a los turistas a que vinieran en un 72 por ciento más: por la diferencia, el tipo de cambio. Esto pasa, inclusive, con la afluencia de muchísimos brasileros que también, Brasil, producto de un crecimiento en su mercado interno, de la inclusión social que ha hecho el gobierno del presidente Lula, muchos que antes no accedían a estas cosas acceden y también recibimos parte de ese crecimiento económico y por eso, aquellos que decían que el MERCOSUR estaba muerto, yo les digo que no saben de qué se trata o que veían al Brasil como un competidor. Brasil nunca puede ser un competidor nuestro, tiene que ser el complemento y tiene que ser, además, por volumen, una de las locomotoras también del crecimiento argentino y por eso hemos charlado con la Presidenta Rousseff de la necesidad de complementarnos y de integrar, de hacer integración productiva entre ambos países.

Y por eso también tenemos una política muy activa en materia de defensa del trabajo y de la producción nacional, cosa rara que es criticada inclusive por algunos medios.

Es una cosa muy curiosa, porque cuando uno recorre el mundo, en todos los países le andan tirando a los gobiernos que no protegen contra esto, que dejan entrar.

Acá es al revés, acá es como que critican que protejamos a la producción nacional, que es en definitiva, proteger también el trabajo nacional. Bueno, y creen que protección es únicamente una cuestión aduanera, que es como discutimos muchas veces con la Unión Europea donde las promociones fiscales, por ejemplo, donde las exenciones impositivas, donde los subsidios agrícola-ganaderos son verdaderas también maniobras absolutamente protectivas o proteccionistas, si se me permite el término, de los mercados. Ni qué hablar de otros con el dumping social que, afortunadamente, nosotros no hacemos porque este es un modelo con inclusión social y apostando fundamentalmente a la educación y a la ciencia y a la tecnología, que es la otra gran clave que yo sigo sosteniendo. Nosotros necesitamos agregar mucha ciencia y tecnología a nuestra producción.

En el año 2050, la humanidad va a requerir la misma cantidad de alimentos que ha producido en toda su historia desde que existe como humanidad. Está claro que ni aún utilizando toda la superficie cultivable del mundo, vamos a llegar a lograr cubrir esas necesidades. Por lo tanto, la ciencia y la tecnología, a través de clonación y de todo lo que ya sabemos, se va a convertir en el instrumento y en el brazo necesario para dar cobertura a esa demanda con una ventaja para la Argentina, que es uno de los países con mayor superficie cultivable, con mayor desarrollo tecnológico.

Tenemos empresas de biotécnica y de biología aplicada a la ciencia: un 2,3 por ciento frente al 1 por ciento que tiene el resto de los países latinoamericanos porque hemos invertido mucho y porque se ha desarrollado mucho el sector de la biotecnología.

Esto, el software, todo lo que estamos haciendo en materia de sustitución de importaciones, otra de las claves también para seguir sosteniendo el crecimiento, es precisamente lo que nos ha permitido en este año 2010, que algunos decían que iba a ser malo, ser uno de los mejores años y eso se dio en la calle, yo les doy números, yo les puedo decir todo, pero eso lo ven acá en Comodoro. Comodoro bulle, yo me acuerdo lo que era Comodoro en el año 2002, nadie me lo puede contar.

Yo venía cada tanto, nadie me puede contar, Daniel, lo que era Mar del Plata en el año 2002, récord de desocupación a nivel de toda la Argentina; nadie me puede contar lo que era ir a una provincia como Santiago del Estero, a cualquiera de nuestras provincias del NEA y del NOA donde estamos desarrollando obras de infraestructura nunca vistas.

Todos lo sabemos, lo sabemos cuando vamos a Buenos Aires, de aquel Buenos Aires de los comercios vacíos y casi desiertos por la noche a un Buenos Aires donde hacen colas en restaurantes y donde faltan muchas cosas es cierto en la República Argentina, porque cuando digo estas cosas entonces sacan al otro día una foto de alguien que está sin casa.

Y, por supuesto, que todavía faltan cosas que hacer. Pero si uno observa lo que ha hecho y cómo estábamos y cómo estamos, quiere decir que el modelo funciona y el gran desafío es que siga funcionando para terminar con lo que ha sido casi una seria Argentina de "stop and go", o sea, se llegaba a un pedido de crecimiento y vuelta todo para atrás porque había que cambiar todo de vuelta.

Yo creo que lo que hemos podido construir después de la crisis del 2008, ha sido certidumbre, certezas. Hasta el 2008, nos planteaban que nuestro modelo era un modelo que iba bien por un viento de cola, que teníamos que imitar más a Irlanda, por ejemplo, me acuerdo.

Yo tenía un senador de la oposición que se me sentaba dos bancas más atrás que me taladraba con Irlanda cada vez que hablaba. Por supuesto, estaba Capitanich que era entonces senador y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda y el Coqui hablaba durante horas del modelo, de los números y este otro salía atrás con Irlanda y dale con Irlanda, que Irlanda era el modelo, que Irlanda era el modelo, que Irlanda era el modelo.

Ni qué hablar de los que me decían y le decían que teníamos que enfriar la economía antes de la crisis del 2008. Dios mío si la hubiéramos enfriado, hoy estaríamos en la "Era del hielo IV" y seríamos dibujitos animados también.

Yo digo que lo más curioso de todo es que siguen insistiendo con algunas cosas como si no hubiera pasado nada. Pero no importa yo ya me acostumbré, no me enojo más y aprendí también. Todos aprendemos; no todos aprenden parece que unos siguen lo mismo. Pero unos aprendemos de los errores y no nos enojamos más.

Y lo podemos ver: la economía bulle, lo que se vivió en estos feriados de Carnaval en el cual el pueblo se expresó con alegría y ustedes dirán que tiene que ver la alegría con la economía. Miren, tiene que ver y mucho tiene que ver: cuando hay mala onda, querido, la gente no consume, cuando hay mala onda, en fin, ustedes lo saben porque hemos vivido los períodos de mala onda y la verdad que mal que nos hacían a todos.

Y esto no significa que tengamos que ser voluntaristas y tener un optimismo porque sí. No, optimismo porque las cosas las estamos haciendo bien, porque hoy podemos estar distribuyendo a todas nuestras escuelas públicas secundarias una netbook.

Yo estoy absolutamente convencida que todos esos chicos que van a tener una netbook, que van a poder utilizar ese instrumento, lo vamos a ver dentro de unos años el impacto de una medida de esa naturaleza. Como también se mide dentro de unos años el impacto de que todos los chicos, a través de la Asignación Universal por Hijo, tengan el control de salud y que vayan al colegio a estudiar y no a comer, que además también ha servido para que en algunos sectores, en algunas actividades se mida y termine la explotación.

No voy a contar quién, pero una vez una persona, un gobernador, que no es de mi partido y que ni es de la región, para que se queden todos tranquilos ya que estamos hablando de la región, me dijo que la Asignación Universal por Hijo por ahí quitaba mano de obra. "Mire -le digo- si una de las cosas que nos llevó a adoptar la Asignación Universal por Hijo fue que no es incompatible con el trabajo". ¿Por qué? Porque el que no está registrado, cuando pasa a estar registrado la sigue cobrando, con lo cual no colisiona, no es que "te doy el plan si no trabajas", al contrario. Es para lo que no tienen trabajo o los que no tienen trabajo registrado por abajo del salario mínimo, vital y móvil.

Claro, si uno pretende que una persona trabaje 8 o 9 horas por 400 o 500 pesos y, obviamente, si puede lograr que el Estado con la Asignación Universal por Hijo le permita que tenga un ingreso digno por sus hijos, elige por la dignidad. La gente siempre elige por la dignidad y está muy bien que elijan por la dignidad.

Por eso digo que también tenemos que terminar con otro flagelo que es el del trabajo no registrado que, afortunadamente, en la región también es uno de los índices más bajos de todo el país el trabajo no registrado. Ayudan el tipo de actividades y también, obviamente, como somos pocos nos podemos controlar y vigilar más.

Pero lo cierto es que también tenemos que seguir luchando muy fuerte contra ese flagelo del trabajo no registrado. Hemos avanzado mucho: 50 por ciento de los argentinos en el año 2003, cuando Kirchner llegó al gobierno, estaban en negro. De cada 10 puestos de trabajo que se generaban durante la década de los '90, 8 eran trabajo ilegal; de cada 10 trabajos que se han generado del año 2003 a la fecha, solamente 1 es en negro o ilegal.

Hemos dado avances y saltos cualitativos muy importantes, pero hace falta todavía seguir trabajando y seguir poniéndole empeño.

El gran desafío creo que es profundizar la articulación que hemos logrado en numerosos ámbitos entre el sector público, el sector privado y el sector del trabajo, que son los tres pilares sobre los que se asienta el crecimiento de un país.

Y yo tengo grandes esperanzas de que vamos a hacer una muy buena performance. Para eso el Estado está también trabajando muy fuertemente en la generación de los proyectos del Bicentenario, créditos que se están otorgando a distintas actividades, la promoción de tasas del Banco Nación, la extensión de los beneficios para los famosos Bonos K, de todo el sector de bienes de capital. En fin, todo lo que son también promociones e incentivos fiscales para poder seguir produciendo y generando inversión, que han sido las claves de este año.

Yo creo, sinceramente, que cuando uno ve el comportamiento que ha tenido nuestra economía, el comportamiento que ha tenido la Argentina en un mundo que se desintegra, porque cuando uno va a otros países advierte y ve escenas que no había visto en el mundo desarrollado, cuando ve que podemos aún seguir generando expectativas, trabajo, inversiones, inversiones extranjeras que se vienen a radicar en nuestro país muy fuertemente, esta provincia es una de las provincias donde más inversión extranjera directa se ha radicado. Esto revela la confianza y, sobre todo, en determinados sectores que son de capital intensivo, que requieren gran inversión de capital y que, por lo tanto, si asumen el riesgo es porque están absolutamente convencidos de que van a recuperar lo que ponen y un poquito más también.

Así que, yo lo que creo, sinceramente, es que el esfuerzo debe estar orientado en la misma dirección: en la de seguir profundizando el modelo, en la de ahora comenzar con la tarea finita.

Él siempre me decía a mí que cuando le tocó asumir a él como presidente -y con esto quiero terminar- claro era, 22 por ciento de los votos había obtenido, era tal la desesperación, era tal lo que vivíamos en la Argentina que nadie quería hacer olas y todos querían que las cosas fueran bien y que a mí me había tocado otra etapa, a mí me había tocado la etapa del crecimiento. Cuando viene la puja o la distribución por el ingreso para ver quién se queda con más parte de la torta, cosas normales en toda sociedad, que no son ni para dramatizar ni para escandalizarse pero que obviamente tornan necesario nuevos instrumentos, nuevas habilidades, precisamente para poder articular esos intereses y que no se choquen de manera tal que permitan luego que finalmente no se llegue a ningún lado.

Y yo creo que estamos trabajando muy fuertemente en eso, en un plan agroalimentario nacional que va a ser presentado durante el mes de abril, en un plan industrial, en el plan de inversiones, en seguir con el desendeudamiento abordando también cuestiones que nos quedaban pendientes también del 2010.

Para ser más precisos, algo distintivo: ayer, para que ustedes se den cuenta de las cosas que nos habían pasado y hasta dónde habíamos caído, Aerolíneas Argentinas se reincorporó a IATA, a lo mejor muchos de ustedes no, pero el sector turístico sí lo sabe.

¿Qué es IATA? IATA es la organización global que agrupa a todas las aerolíneas del mundo y en lo que permite hacer el clearing de pasajes, de modo tal que yo compro un boleto de una línea y si quiero cambiarlo lo puedo cambiar por otro. Desde el año 2001, no cuando estaba en el Estado, cuando estaba en el sector privado, Aerolíneas Argentinas había quedado afuera de IATA, o sea, el que compraba un pasaje de Aerolíneas Argentinas y después no podía viajar, no lo podía cambiar por ninguna otra cosa y tenía que esperar con su boleto de Aerolíneas Argentinas o perder la plata, ir y sacar un boleto.

Ayer, luego de pagar una deuda, porque no es que nos dejaron entrar por mi cara, no se vayan a pensar, no. Hubo que...en fin, pagar lo que se debía y así reingresamos a IATA. Y en virtud de esto, el día lunes, Aerolíneas Argentinas podrá presentarse en el juzgado, me decía Marinito Recalde, y pedir el levantamiento del concurso de acreedores que estaba ya producto de lo que había sido la administración. Hoy tenemos mayor cantidad de aeronaves, mayores frecuencias, no se lo voy a contar a ustedes los del Sur que lo saben perfectamente, ni tampoco voy a repetir lo que dije sobre el tema en cuanto al mejoramiento que tenemos que hacer del servicio y cómo tienen que comprender los sectores que hace dos años estaban a punto de perder el trabajo porque se cerraba la empresa y hoy es uno de los sectores mejor remunerados en todo lo que es la actividad privada, porque debemos tomarlo como una actividad privada, es una sociedad del Estado, por lo tanto tiene un régimen diferente al del sector público.

Pero fíjense ustedes, habíamos quedado hasta fuera del mundo con Aerolíneas Argentinas y ahora nos podemos reintegrar y esto es también un símbolo de una Argentina que se integra al mundo como nunca.

Porque antes nos recibían o los recibían con aplausos en algunos foros, pero la Argentina exportaba apenas 25.000 millones de dólares contra los 68.000 millones de dólares que exportó el año pasado. Y el nivel de integración de un país se mide también por lo que es la suma de importaciones y exportaciones.

Esto de estar integrado al mundo y no venderle nada a nadie e importar todo, podrá ser una integración de carácter turística para los que presiden los países que los reciban en todas partes. Pero no es esa la integración que a mí me interesa. Quiero una integración al mundo basada fundamentalmente en la conquista de mercados y por eso todas nuestras misiones son de carácter comercial encabezadas por la Presidenta y acompañada por empresarios de distintas áreas y distintos sectores para vender la Argentina, pero para vender bien la Argentina, no como se hizo en otras oportunidades.

Yo daba una cifra el otro día con motivo de la inauguración de las sesiones ordinarias. Si uno suma todos los ingresos que tuvimos producto de las privatizaciones, son aproximadamente 27.000 millones de dólares lo que se obtuvo por la venta de las eléctricas, de las telefónicas, del gas, del petróleo, del correo, de las radios, de los canales de televisión, en fin, y de todo lo que por ahí me olvido, 27.000 millones de dólares de ingresos netos. Es exactamente la cifra que se produjo por la diferencia del precio internacional de la soja entre el año 2003 y el año 2010. O sea, vendimos todo por la diferencia del precio internacional de la soja entre el año 2003 y 2010.

No es para reprochar nada a nadie, simplemente para analizar, para pensar y para saber las cosas que no deben volver a suceder en la Argentina.

También es cierto, el discurso había entrado porque había una muy mala prestación de los servicios. Esto también hay que reconocerlo, porque sacar un teléfono, te llevaba un Plan Megatel de dos años, tenías que inscribirte y con suerte a los dos años te daban un teléfono. Y ahora los teléfonos, casi te los regalan y los celulares te los tiran por la cabeza y además con una innovación...

Fíjense qué sector y por eso yo decía la innovación y la tecnología como el gran diferencial en materia de rentabilidad. El otro día hablaban de la rentabilidad de las telefónicas en el país, pero fíjense ustedes lo que costaba un celular en el año 1995 y hoy en términos relativos cuesta muchos menos de lo que costaba en 1995 y te dan muchos más servicios y cada vez te incorporan mayores servicios, producto del desarrollo de la ciencia y la tecnología. O sea, generan la demanda porque la gente quiere tener cada vez que sale una cosa nueva, una BlackBerry o cualquier otra cosa, falta que alguien salga de la computadora y te haga cosquillas nada más, creo que es el único servicio que le falta dar, y cómo a partir de la ciencia y la tecnología generan la demanda y de allí generan la rentabilidad. Y esta es la gran clave que se va a dar en todas las actividades y se va a dar inclusive en aquellas en las cuales también tenemos que trabajar mucho en materia de diseño que podemos y estamos teniendo mucho éxito y mucho nivel.

Creo que lo fundamental es apostar a eso, creatividad, conocimiento, innovación tecnológica e inversión y, además, sostenimiento y crecimiento del mercado interno porque diversificando además la matriz productiva de cada sector, que es lo que yo le digo a los que producen algo y por allí se quejan porque no participan de toda la rentabilidad que se da en la cadena. Cuánto mayor grado de participación tengan los productores también en toda la cadena, mayor rentabilidad van a tener. Porque el tema del que produce materia prima gana menos que el que finalmente la coloca en punta de góndola, no es solamente en la República Argentina, es en todas partes del mundo. Por lo tanto, la asociación debe ser estratégica y debe ser comprensible a este nivel: valor agregado es la clave, innovación y tecnología.

Yo no quiero seguir demorando la cena porque me van a odiar, todos deben tener hambre y yo también tengo hambre, dicho sea de paso, pero quería venir a compartir estar reflexiones, estas ideas y estas experiencias. Porque fundamentalmente son experiencias.

Miren, para terminar y ahora sí, en serio, para terminar, cuando se nos vino la crisis del año 2008, la verdad es que lo que era importante era sostener el consumo. Yo me acuerdo que comenzábamos con Débora, con Amado, con tantos otros a generar expectativas de que la gente no cayera en el consumo porque si no era como la autoprofecía cumplida, o sea, no consumía por temor a que si perdía el trabajo y finalmente terminabas perdiendo el trabajo porque como vos no consumías y no le comprabas a ese, ese no le compraba al otro, ese no le compraba al que te daba el trabajo a vos y finalmente terminabas en la calle. Y también tuvimos que sortear otra rémora cuando vinieron los compañeros de la CGT y me dijeron "bueno, saquemos la doble indemnización, la triple, la cuádruple, prohibamos los despidos". Digo "no, si nosotros sacamos eso o si solamente llega a haber un rumor de eso, al otro día tenemos miles de personas en la calle".

Porque la economía es también expectativa fundamentalmente y es credibilidad y es certezas y confianza en una sociedad en sí misma.

Y yo quiero comprometerme, como Presidenta de todos los argentinos, a seguir con todo el esfuerzo y con todo lo que hemos venido haciendo hasta ahora y multiplicar mis esfuerzos y multiplicar inclusive mi capacidad de diálogo para que todos realmente podamos aprovechar un momento que yo creo que es de gran oportunidad para la Argentina sinceramente. Lo veo muy claramente y yo creo que también todos ustedes ven que tenemos una oportunidad histórica muy importante que no podemos desaprovechar.

Estoy convencida de que este es el camino y que hay que seguir en él, corrigiendo lo que está mal, enderezando lo que se desvió o se distorsionó pero, en definitiva, seguir apostando a un sistema de decisiones y a una economía que crece y que nadie va a venir a darnos lo que nosotros no seamos capaces de construir, de producir, de crear o de innovar.

Quiero felicitar además a todos los empresarios de aquí de la región por seguir creyendo y apostando a quienes hoy nos recibieron en este hermoso hotel que conocí con él y con quien lo hizo, el señor Torraca. Hoy les decía a los hijos cuando me recibieron, "bueno, nos faltan algunas personas que siempre nos acompañaban, pero lo importante es lo que han dejado, cuidémoslo y además hagámoslo más grande si es posible".

Muchas gracias y muy buenas noches a todos y a todas. (APLAUSOS)