Muy buenos días a todos y a todas. Señor gobernador de la provincia de Santa Cruz; señor Intendente; señores intendentes; vecinos, vecinas, amigos, amigas, los jóvenes a mi espalda, cuidándome la espalda, muy bien, aunque siempre van al frente, quedaron ahí ubicados porque llegaron por ese lado; también quiero saludar a quien hoy nos acompaña, un querido artista nacional y popular como es León Gieco: ayer a la noche no fui al festival de música pero desde mi cuarto se escucha muy claro, te escuché toda la noche León, no lo digo como reproche, al contrario, me encanta; después miré también los fuegos artificiales, pero no fue un festejo como otros, para mí fue y es un momento muy especial porque es la primera vez que estoy aquí junto a ustedes y él no está, aunque creo que debe estar por ahí entre todos ustedes caminando, debe habernos acompañado hoy a ese natatorio con el que tanto soñó y del que tanto hablaba.
Recién hablaba Daniel o el Intendente, también el padre Lito habló de la identidad de una comunidad, y yo me acuerdo cuando Néstor asumió como gobernador el 10 de diciembre de 1991, que obviamente no nos fuimos de vacaciones por diferentes circunstancias, fundamentalmente porque había muchos problemas y vinimos aquí a El Calafate, 15 días en enero, y allí fue como siempre digo mi amor a segunda vista, porque yo había conocido El Calafate pero en esos 15 días que estuve en enero de 1991 me enamoré definitivamente de este lugar y lo hice también enamorar a él, porque muchas veces ni los propios santacruceños, como muchísimos argentinos, conocían el tesoro que esconde este lugar en materia de bellezas naturales, de recursos naturales. Lo habían descubierto, como siempre tal vez, algunos extranjeros, era más intenso el turismo extranjero que el turismo nacional. Y hoy inauguramos ese natatorio tan moderno, inauguramos también la avenida Salvador Lara; para los que son muy jóvenes o para los que vinieron después, Salvador Lara fue un mítico intendente de El Calafate, perteneciente a una de las familias más viejas. (Aplausos) Quiero brindarle a la familia Lara el homenaje a Salvador de todos los pioneros. Un personaje Salvador, era el dueño de La Tablita, de la única parrilla que había en el pueblo y era realmente un personaje, entrañable, muy querido, así que muy bien Javier por haberle puesto a esa avenida el nombre de Salvador Lara. Y eso que nos peleábamos un montón, porque al principio estábamos en listas opuestas en la interna, pero nos peleábamos de frente, como siempre discutimos y debemos discutir las cosas, de frente sin dobleces y cada uno defendiendo las posiciones en las que realmente cree, con honestidad intelectual.
Que es lo que debemos tener todos los argentinos, no hace falta que pensemos idéntico, (aplausos) simplemente honestidad intelectual a la hora de discutir y por sobre todas las cosas defender siempre los intereses de la nación y el pueblo porque es la verdadera soberanía nacional y popular. Nada puede haber sobre eso y es lo que nos tiene que unir a todos los argentinos. (Aplausos)
Daniel también hablaba de las transformaciones, de cómo era la villa cuando llegamos en 1991. Siempre digo que cualquier persona que hubiera estado en aquel momento y viniera hoy no reconocería el lugar por la transformación que hemos hecho entre todos los santacruceños y para todos los argentinos también, porque hoy El Calafate es un lugar de destino en un recurso como es el turismo, que representa el 6,2 por ciento del PBI nacional, y El Calafate tiene una fuerte participación en el desarrollo de ese turismo. Es cierto que muchos vienen y entran por Buenos Aires, pero vienen también a Buenos Aires a conocer estos recursos naturales que debemos querer, defender y preservar.
Creo que también es bueno saber que necesitamos integrar el país y por eso la Patagonia, no solamente Santa Cruz, Daniel es gobernador de Santa Cruz y él lo hace desde aquí, pero el interconectado llegaba a la provincia de Río Negro, el sistema eléctrico nacional solamente llegaba hasta Choele- Choel, casi pegadito a la puntita de la provincia de Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz no existían. Primero llegamos a Puerto Madryn, de ahí a Pico Truncado y ahora estamos llegando de Pico Truncado a La Esperanza para llegar a El Calafate, para llegar a Río Gallegos y para definitivamente integrar a la patria. (Aplausos)
Además para seguir dándole cosas al país. Daniel hablaba del carbón, del petróleo, del gas, y ahora vamos a poder hablar de la energía hidroeléctrica, porque con Barrancosa-Cóndor Cliff, que va a ser la represa hidroeléctrica sobre el río Santa Cruz tan soñada, casi un mito en la historia del lugar, vamos a poder dar más de 1.700 megavatios al sistema eléctrico. ¿Cuánto gastamos en Santa Cruz, Daniel? Cien megavatios. Entre la usina de Río Turbio y Barrancosa-Cóndor Cliff vamos a poder aportarle al país, al crecimiento, a la sustentabilidad de la actividad económica, industrial, fabril y de servicios más de 2.000 megavatios que va a producir Santa Cruz, no va a utilizar y que los va a conectar a través de ese interconectado de que hablábamos. (Aplausos)
Así se construye un país, como se construye una familia también, donde cada uno pone lo mejor que tiene y lo mejor que sabe hacer. Si aquí en Santa Cruz podemos dar energía eléctrica, petróleo, gas, recursos turísticos, que luego aprovecha el resto del país, es necesario entonces que ese modelo de distribución geográfica y social de los recursos económicos se siga profundizando en el país. Porque aún esta distribución sigue siendo muy injusta e inequitativa, por eso tenemos que seguir trabajando argentinos. (Aplausos)
Esta siempre fue una discusión que lleva 200 años, ayer te escuchaba, León, hablar de los 500 años de historia en tu música, y yo decía 500 años de historia de los pueblos originarios a la fecha y 200 años de nuestra historia como país. Y lo decía el otro día, es necesario dar por superados determinados debates y discusiones para ingresar en otros temas, en otros debates, en otras discusiones, porque no se puede seguir discutiendo lo mismo que hace 200 años y que nos dividiera, sobre todo después de haber transcurrido ya este 25 de mayo próximo 8 años en los que creo que hemos demostrado claramente que es posible otro modelo de país, otro modelo de desarrollo económico, otro modelo de inclusión social, otro modelo de soberanía nacional y de incorporarse al mundo pero desde nuestro propio proyecto y fundamentalmente con la dignidad y la soberanía que debe tener cada país cuando toma las decisiones. ¿Saben qué es tal vez más importante de estos 8 años de gestión que hemos tenido desde que Néstor empezó la Presidencia de la República hasta ahora? Que las decisiones que toma el Presidente las toma él en la Casa Rosada y no se las impone nadie desde otro lugar. (Aplausos)
Creo que de esto no hay ninguna duda y tal vez esto no signifique que uno siempre acierte o no tenga errores, pero creo que le hemos dado una vuelta a la historia de un país en el que ningún argentino creía realmente que las decisiones que tomaba un gobierno nacional las tomaba porque realmente pensaba en el bienestar de su pueblo, siempre había la sensación clara, evidente, de que eran sistemas impuestos desde afuera. A mí me tocó como legisladora nacional escuchar discursos y ver cómo se votaban cosas que no tenían nada que ver con los intereses nacionales, porque si no se derrumbaba el mundo, si no se hacía tal cosa, si no se hacía lo que decía el Fondo Monetario o si no se hacía lo que decía tal o cual.
Y hemos demostrado que podíamos tener y adoptar decisiones propias, que era posible desarrollar un mercado interno generando millones de puestos de trabajo, que era posible reinstalar las convenciones colectivas de trabajo para discutir entre los trabajadores y los empresarios; que era posible al mismo tiempo aumentar las exportaciones como nunca, de los 25.000 millones que Argentina exportaba en el año 2003 este año que terminó hemos pasado casi a 70.000 millones de dólares de exportación. ¿Qué otra manera mejor de integrarse al mundo que precisamente conquistar nuevos mercados y colocar el trabajo producido aquí en la Argentina, y vender valor agregado para que más argentinos tengan bienestar, salud, vivienda y educación? Ese es el modelo. (Aplausos)
Estoy segura que hombres como Francisco Pascasio Moreno, estoy segura que hombres como Manuel Belgrano, como Mariano Moreno, como Castelli, como San Martín, como Rosas, como tantísimos otros hombres, son los que realmente creían que era posible, por eso lucharon, lucharon por construir un país que pudiera independizarse, pero no hay independencia si no se tiene una sólida economía que permita entonces tomar decisiones, como lo hemos hecho en estos 8 años. Y mi idea, mi desafío, lo que realmente me gustaría es que esta política no dependiera de quien estuviera en el gobierno, creo que el logro de un país, el verdadero desarrollo de un país es fijar políticas de Estado para que desde allí todo un pueblo sienta la certeza de que el camino que ha iniciado no podrá ser desviado, porque sería muy feo, sería muy triste tener que volver marcha atrás como nos pasó en otros momentos.
Recuerdo la Argentina que a mediados del siglo pasado producía los primeros aviones en América latina, locomotoras, autos, una industria pujante, un pueblo pujante, una nación que crecía, llegamos a ser el producto bruto más importante de toda Latinoamérica. Se produjo la inclusión social más importante cuando millones de trabajadores fueron reconocidos en sus derechos y se produjo una movilidad que permitió que hijos de trabajadores, como quien les habla, hayan podido llegar a la universidad y hasta aspirar a ser presidentes de la República. (Aplausos)
Luego desandamos ese camino, por intereses que no son los nacionales pero debemos decirlo también, con todas las letras, con la ayuda desde adentro, porque sería injusto además de fácil querer colocar la responsabilidad de nuestras desventuras solamente en intereses externos, para que los intereses externos triunfen siempre tienen que encontrar voceros y actores internos. Así ha sido en los 200 años de historia.
Y lo que yo quiero, en este día que recordamos a Francisco Pascasio Moreno, es pedirles a todos los argentinos, cualquiera sea su historia, su ubicación, su posición económica, que piensen en argentino, que piensen en su país, porque este es el país donde ellos están y donde van a estar sus hijos y sus nietos. La defensa nacional no puede tener color ni bandería política, la defensa de los intereses nacionales, el desarrollo de nuestra industria, de que haya más puestos de trabajo, de que se genere y se siga profundizando un plan de infraestructura en materia eléctrica, en materia social, en materia económica, rutas, autovías, puertos, aeropuertos, no es una cuestión de banderías políticas, es una decisión estratégica nacional para profundizar y preservar la soberanía, profundizar la educación. (Aplausos)
Le decía hoy a Daniel: tenemos que utilizar ese natatorio que inauguramos, esa cancha de césped artificial que vamos a trabajar al lado, junto con el gimnasio, que quiero contarles, en el año 91 no había gimnasios en El Calafate, había un solo gimnasio municipal que estaba a medio hacer y nunca había podido ser utilizado, me acuerdo que nos pusimos el desafío con Néstor de que ese gimnasio pudiera ser terminado, y me acuerdo que fue una verdadera fiesta popular el día que vinimos a El Calafate a inaugurar el primer gimnasio municipal, que había estado paralizado durante años. Y le decía a Daniel hoy que junto con los gimnasios de los colegios, junto con ese natatorio, tenemos que hacer contraturnos en el sector educativo para que todo el sector de deportes pase dos horas o tres horas a la tarde, a la semana, para que todos nuestros chicos practiquen deporte en forma obligatoria a la tarde en contraturno. Esto es muy importante. (Aplausos)
Estamos trabajando en ese sentido también en el orden nacional, para llegar a los sectores más vulnerables con ese contraturno. Cuando nos pusimos a estudiar este tema descubrimos que además en los sectores más vulnerables, por ejemplo en el Gran Buenos Aires, no teníamos clubes sociales o no teníamos gimnasios, entonces vamos también a iniciar un trabajo de construir gimnasios en forma rápida, porque sabemos que el deporte es un instrumento muy importante para toda nuestra juventud. Queremos trabajar fuertemente en eso y aquí, en El Calafate, podemos empezar.
Pero junto a todas estas cosas de la defensa nacional, de una estrategia y de una convicción fundamentalmente de construir un país, tiene que estar también como base la unidad nacional, la unidad de un país. No hay posibilidades de desarrollo si no tenemos todos ese objetivo común de tirar para el mismo lado y saltar nuestras diferencias como buenos demócratas en los procesos democráticos, y luego que pasan las elecciones todos empujar para el mismo lado y en la misma dirección. Eso hablaría bien de nosotros y hablaría fundamentalmente del respeto a la voluntad popular.
Por eso quiero en este 134 aniversario del Lago Argentino, de un modo muy particular, rendir homenaje; yo no creo que se rinda homenaje a la gente nombrándola únicamente, creo que se rinde homenaje imitando los ejemplos de vida de los hombres y mujeres que construyeron el país. Por eso convoco a todos a que imitemos esos ejemplos, los de gente que dio mucho o poco pero entregó su vida por lo que pensaba. Es muy difícil encontrar en los tiempos que corren gente que deje de lado lo personal y se aboque con todo a la construcción de un país, muchas veces en eso se te va la vida, y yo creo que a muchísimos argentinos se les fue la vida imaginando un país diferente. (Aplausos)
En nombre de esos argentinos y de esas argentinas a los que se les fue la vida en la construcción de un país es que convoco a todos los argentinos a que sigamos trabajando por ésta nuestra patria, nuestra casa, la casa de nuestros hijos. Muchas gracias y feliz aniversario Lago Argentino; muchas gracias Calafate como siempre, gracias a todos. (Aplausos)