Señor Gobernador de la provincia de Misiones; señor Gobernador de la provincia de Tucumán; señor Presidente Provisional del Senado; señores académicos; flamante titular del Instituto Nacional de Medicina Tropical; distinguidos invitados que nos acompañan; Mirta Roses, de la Organización Panamericana de la Salud; señor Ministro de Salud de la hermana República Oriental del Uruguay; a todos los titulares de los institutos de Medicina Tropical Latinoamericanos que también nos acompañan en este evento: muy bien venidos a todos y a todas, muchas gracias.
Es la segunda oportunidad en que estoy en calidad de Presidenta y también de no Presidenta porque, la verdad es que la primera vez que vine fue cuando presentamos el Instituto Nacional del Cáncer.
Ahora venimos a presentar un instituto también vinculado con la salud pero que tiene una eminente contextualización social; no estamos hablando del cáncer, un flagelo terrible, sino que estamos hablando de enfermedades que tienen un fuerte contenido social además de tener una ubicación geográfica. Pero también está claro que hay una fuerte vinculación con la calidad de vida, que hay una fuerte vinculación con la falta, por allí, de infraestructura en materia sanitaria para, precisamente, el tratamiento o, digamos, el no contagio de estas enfermedades.
Con lo cual, para este Instituto Nacional de Medicina Tropical que hoy ponemos en marcha -y literalmente lo ponemos en marcha porque ya está en Puerto Iguazú, en la Triple Frontera- hemos destinado, hasta tanto se construya el edificio, un centro integrador comunitario de más de 1.000 metros cuadrados para que ya esté funcionando esta institución que va a cumplir 3 tareas fundamentales, como lo han manifestado quienes me antecedieron en el uso de la palabra: formación y capacitación de recursos humanos en el tratamiento de enfermedades tales como el mal de Chagas, leishmaniasis, lepra, dengue y tantísimas otras enfermedades ubicadas, precisamente, en regiones tropicales; también la de investigación, al mismo tiempo, tan importante y a la cual le dedicamos tanta pasión en nuestra gestión a la investigación en materia de ciencia y tecnología porque sabemos que es la clave para combatir este y otros flagelos y, también, obviamente, la de asistencia.
Tengo que decir que realmente el Ministerio de Salud está desarrollando en nuestra frontera más caliente, caliente en varios sentidos, pero también en este tipo de enfermedades como es el dengue, la lepra, la leishmaniasis, ha hecho una tarea muy importante de contención porque sabemos que en los hermanos países vecinos se ha dado epidemias con mucha más virulencia de la que se ha dado aquí donde hemos logrado establecer un importante cordón y, en este sentido, quiero felicitar al señor Ministro que es un ministro que no está sentado en su sillón aquí en Buenos Aires, sino que recorre permanentemente las zonas más vulnerables y más afectadas de nuestro país.
También, porque ha sabido, desde su gestión, incorporar a la totalidad de la comunidad científica conjuntamente con la gestión de Gobierno. Y yo creo que ese es un logro importante. Porque lo académico, lo científico no puede estar desligado de la gestión sanitaria de un país y creo que también, una de las virtudes, ha sido, precisamente, integrar a todos los académicos desde la emergencia que vivimos con la gripe A, lo recuerdo recorriendo hospitales, hasta esto en donde estamos hoy incorporando a un académico de la valía del doctor Salomón, que luego de escuchar su discurso, debo decirle, doctor, que había leído sus méritos académicos pero le he descubierto otros también en el discurso que son tan importantes como los académicos, que es la sensibilidad social y la comprensión social frente a los problemas del sanitarismo, que no son solamente una cuestión de cifras o una cuestión de números, sino también de comprensión de por qué se producen esos problemas. Y es, precisamente, en las enfermedades y en estos flagelos de fuerte contenido social, donde se requiere, además de nivel académico, de conocimiento, de ciencia, grado de sensibilidad para poder abordar el problema en toda su totalidad. Por eso, creo que ha sido una muy buena elección la que ha realizado el señor Ministro de Salud y quiero también felicitarlo por ello.
Finalmente, en esta tarea permanente del Gobierno por mejorar nuestra calidad de vida, quiero completar también un anuncio que tiene que ver con la otra medida que tomamos aquí que fue la creación del Instituto Nacional del Cáncer y que tiene que ver también con la protección de género.
He decidido incluir -y se lo he comunicado en el día de la fecha al señor Ministro de Salud- en el Programa de Vacunación Oficial de la Nación, la vacuna contra el Virus Papiloma Humano, HVP.
Como acá son todos entendidos, vamos a explicar para los que no lo son, que ese es realmente un flagelo que ataca a la mujeres y que provoca 2.000 muertes por año; es la segunda causa de muerte por cáncer el cáncer en cuello uterino y es para vacunar a las niñas de 11 años que va a permitir, mediante esa vacunación, que con el tiempo se elimine, por lo menos, la muerte por cáncer uterino, que en el 98 o 99 por ciento de los casos está causada, precisamente, por este Virus Papiloma Humano que se descubrió recién no hace tanto tiempo.
Yo le hacía hoy una pregunta al Ministro sobre...Bueno, todos sabemos que Eva Perón murió de cáncer de útero también y yo le preguntaba si se sabía en aquella época que esto podía ser producto del Papiloma y me decía que no estaba determinado en aquella época. Es más, muchos decían que el cáncer era contagioso en aquella época y creo que, además, la aparición todos los años de como 3.000 nuevos casos, convierte realmente a esto en una necesidad muy importante y, sobre todo, como explicaba el Ministro, en toda la zona del Norte argentino donde se da con mayor énfasis este tipo de patología.
Por supuesto, hoy esto está a la venta en muchísimos lugares pero, lógicamente, hay que tener un determinado poder adquisitivo y un determinado nivel de información inclusive para vacunar a las niñas. Ahora va a formar parte del Programa de Vacunación Oficial del Estado y, por lo tanto, va a ser gratuito y, por lo tanto, vamos con el tiempo a lograr que miles de mujeres pierdan la vida por esto.
Por eso, creo que es muy importante, es el tercer tipo de tumor que se produce y, por lo tanto, creo que estamos haciendo desde el Estado, como corresponde, además como es obligación, un aporte muy importante para seguir con este Instituto Nacional del Cáncer trabajando fuertemente en políticas activas para que la salud no sea un privilegio de los que tienen plata, que la salud pueda llegar a todos y vamos a ir por más medidas, cada vez más.
Lo único que les pido a los que tienen plata y que ya se vacunaban, que no utilicen las vacunas oficiales, que las dejen también para los que, sí...Nada más que eso porque, bueno, los que tienen la suerte de tener dinero y poder comprarse la vacuna, que la sigan comprando en la farmacia y dejemos que el Plan de Vacunación sea extensivo para quienes realmente lo necesiten. Es un gesto de solidaridad también importante que tenemos que tener todos.
Agradecerles a todos, además también el hecho de signar como titular del Instituto a un académico que, además, tiene años y años, no quiero decir que sea viejo, ¡por Dios!, a ver si todavía me dicen que lo trate de viejo, no, de trayectoria, creo que es muy importante porque es un aliento, es un apoyo a toda la gente que ha dedicado su vida al nivel académico, a estudiar.
Yo creo en las sociedades que reconocen a sus hombres y mujeres de ciencia y no en vano instalé en nuestra Casa Rosada, porque es la Casa Rosada de todos los argentinos, un salón dedicado a los científicos.
El otro día, cuando la Presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, recibió en ese lugar a las Madres y a la Abuelas de Plaza de Mayo, ella ya sabía que nosotros teníamos...porque entró diciéndome que tenía 3 Premios Nobel en ciencias duras, ya venía con los deberes hechos y, bueno, le mostré y decía que era muy bueno estas cosas y que iba a tomar nota de las cosas que habíamos hecho recordando a mujeres, a científicos, a escritores, a pensadores, a patriotas porque eso también hace la autoestima de un pueblo. Y saber que tenemos científicos, médicos, que son sacrificados, que les gusta el estudio, que han dedicado toda su vida a estudiar enfermedades, patologías, que debe ser premiado y reconocido por la sociedad, nos hace sentir que vivimos en un país mejor y en una sociedad mejor, porque reconocemos a los nuestros, a los mejores, a los que se esfuerzan, a los que estudian y, además, que lo hacen para ayudar a los que todavía no han podido llegar al nivel de vida que todos los argentinos merecen tener.
Por ellos también, estamos hoy creando este Instituto Nacional de Medicina Tropical que, como corresponde, va a funcionar en el trópico. Porque una cosa que charlábamos hoy aquí con el Gobernador de Misiones -que yo no lo sabía, Mauricio, me lo contaste vos- es que en Europa los institutos estaban cerca de las coronas porque, claro, las enfermedades se producían en las colonias que estaban en el trópico, pero los institutos de investigación y asistencia, estaban al lado de los reyes o de las reinas.
Bueno, en este caso, vamos a hacer un instituto de medicina tropical en el trópico, en la parte más tropical que es Iguazú, en la Triple Frontera.
Por eso, muchas gracias a todos y este es un logro de todos los argentinos, disfrútenlo también ustedes.
Muchas gracias. (APLAUSOS)