Ustedes no saben la inmensa emoción que es para mí inaugurar esta obra de la Autovía de la Ruta 168, más allá de la inversión importante de casi 250 millones de pesos; más allá de que sé que es una obra estratégica para Entre Ríos y para Santa Fe, de comunicación, de seguridad vial.
Es un recuerdo, por sobre todas las cosas, muy especial. Siendo constituyente en 1994, atravesé esta ruta durante 3 meses casi todos los días. Es que las comisiones de la Convención Nacional Constituyente de Santa Fe, la mitad funcionaban en la ciudad de Santa Fe y la otra mitad en Paraná. Así que, íbamos y veníamos los más de 300 y pico de constituyentes; también me acompañaba el entonces gobernador de Santa Cruz, que también era constituyente, yo era diputada provincial y él era gobernador y, además, éramos ambos constituyentes y cruzábamos y soñábamos con un país diferente y la verdad que jamás pensé que años más tarde, iba a venir a inaugurar la ampliación de esta ruta que él inició, que él soñó también como presidente junto a los santafesinos y a los entrerrianos y que yo tengo el honor de poder terminar para que la disfruten todos ustedes, sus hijos.
La verdad que siento mucha felicidad de estar hoy aquí junto a ustedes, porque siento que, como gobernante, puedo pararme frente a ustedes en lo que constituyen, tal vez, las obras de infraestructura más importantes que se han hecho en la historia de ambas provincias.
Hace pocos días, inaugurábamos en Córdoba, la Autovía que une Rosario-Córdoba. Hoy estamos inaugurando esta Autovía que une Paraná y la querida ciudad de Santa Fe. Aquí en Santa Fe, entre obras de infraestructura y obras de energía, más de 15.000 millones de pesos en estos años, más de 30.000 soluciones habitacionales; en Santa Fe más de 5.400 millones en obras de infraestructura, casi 200 millones en obras de energía, subsidios por más de 1.000 millones de pesos anuales para las tarifas de los usuarios, de ustedes, de los comerciantes, de los empresarios, para que la economía siga creciendo y podamos seguir teniendo las exportaciones que tenemos, la recaudación que mañana vamos a anunciar, récord histórico, de más de 40.000 millones de pesos que se derraman en más coparticipación, en derechos de exportación, que también compartimos en lo que se llama el Fondo Federal Solidario de la Soja por primera vez establecido por un gobierno, compartiéndolo en un verdadero federalismo junto a las provincias. Necesitamos además que todos los gobernadores coparticipen a todos los intendentes rápidamente de ese Fondo Federal Solidario de la Soja como lo hacemos nosotros de la Nación con todas las provincias porque es justicia y hay que hacer federalismo.
Pero la verdad que me siento muy contenta de estar participando, no ya como Presidenta de la República, sino como ciudadana y también como una ciudadana que ha militado desde muy joven en la política, de poder participar y protagonizar el período de crecimiento económico, con inclusión social, más importante de nuestros 200 años de historia.
Siento, sinceramente, que vale la pena tanto sacrificio y que vale la pena el sacrificio de mucha gente que soñó como nosotros, una patria más justa, más equitativa, más solidaria, más igualitaria.
Por eso, y si me permiten, cuando uno ve algunas escenas, algunas fotos, algunas realidades como las que me han tocado ver hoy junto a millones de argentinos, trabajo esclavo, trabajo esclavo en aquellas empresas que están ganando el dinero que nunca han ganado en toda su historia.
Yo les pido un ejercicio de responsabilidad en serio a todos los sectores de la vida nacional, por favor, y es el compromiso de ese Estado en terminar definitivamente con situaciones vergonzantes para la condición humana y para la dignidad de una nación.
También quiero decirles que especialmente ustedes se preguntarán por qué me acompaña el Ministerio de Trabajo, porque el ministro de Trabajo, en realidad, no tiene que ver con infraestructura. Pero antes de venir a Santa Fe, recibimos formalmente por parte de la provincia, la solicitud para poder intervenir en el conflicto del Puerto de Rosario y dar una propuesta y una solución.
Lo vamos a hacer y por eso vine por aquí con el ministro de Trabajo, porque nos hacemos cargo de todos los problemas, esa es la tarea de quienes gobiernan, así me enseñó Kirchner en los 20 años que estuvo al frente del Ejecutivo tanto municipal, provincia y nacional. Siempre al frente, siempre haciéndose cargo y nos venimos a hacer cargo.
También quiero en este sentido, hacer una convocatoria a mis compañeros del movimiento obrero. Porque no se pueden tener los mismos comportamientos y las mismas prácticas con que se enfrentaron las políticas neoliberales de los años '90 que cuando tenemos un gobierno nacional y popular que defiende los intereses de los trabajadores como nadie los ha defendido.
Yo les pido a mis compañeros que sigan luchando por los derechos de sus representados, pero este es un gobierno que ha llevado el salario mínimo, vital y móvil al salario más alto de Latinoamérica; este es un gobierno que ha firmado más de 2.000 convenciones colectivas de trabajo cuando habían desaparecido del país las convenciones colectivas de trabajo.
Yo les pido, entonces, que actuemos con mucha responsabilidad, porque a los que más les conviene defender este modelo, los que más necesitan un sistema que funcione con solidaridad pero también con eficacia, son los trabajadores y muchas veces -déjenme decirlo, porque siento que no sería sincera- siento que algunos sectores, que fueron muy complacientes durante los años ‘90, se han vuelto, de repente, sumamente combativos.
Y yo quiero decirles a todos que nosotros vamos a seguir defendiendo los intereses de los trabajadores como siempre lo hemos hecho. Tenemos credenciales suficientes. Pero también déjenme decirles, cómo creo que se ejercitan con mayor eficacia la defensa de los trabajadores: fundamentalmente, preservando las fuentes de trabajo, cuidando de no tener trabajadores despedidos ni suspendidos y, por sobre todas las cosas, permitir que el modelo económico que generó más de 5 millones de puestos de trabajo, que el modelo económico que generó salarios como los que no se registraban durante décadas, que el modelo económico que tiene la cobertura social y previsional más importante de la que se tenga memoria para jubilados, pensionados e hijos de desocupados, siga funcionando. Esa es la verdadera defensa del modelo.
Por eso, así como vamos a castigar duramente a quienes tienen esa forma de esclavitud humana que nos avergüenza, les pedimos a nuestros compañeros, los trabajadores y sus dirigentes, que la defensa del modelo debe ser a rajatabla porque ellos son los primeros beneficiados y van a ser los primeros perjudicados si nos llegan a ir las cosas mal.
Hay que aprender de una buena vez por todas, hay que darse cuenta que muchas veces se utiliza ese tensar la cuerda o escenas para desprestigiar al movimiento obrero y, a veces, me duele, les juro que me duele, que muchos compañeros no se den cuenta y contribuyan a ese discurso, como nos pasó en la década de los ‘90 con la privatización.
Permítanme recordar un poco: ¿por qué entró el discurso privatizador en amplios segmentos de la sociedad argentina? Porque las cosas no funcionaban y entonces, pivoteando sobre esa ineficiencia de burocracias estatales, convencieron a los argentinos de que el Estado no servía para nada y que había que desaparecer.
No seamos tontos, no dejen que convenzan que los obreros o los sindicatos solo sirven para entorpecer la actividad económica, no seamos tontos, no podemos ser más tontos, tenemos que darnos cuenta.
En eso si me permite, pertenezco a un movimiento político que ha tenido una tradición histórica dentro del movimiento obrero argentino y, fundamentalmente, con la concepción siempre de negociación para lograr cosas para los trabajadores, pero nunca de conflictos a rajatabla y que no tengan la apariencia de ninguna resolución. Porque eso no le sirve a nadie o, mejor dicho, le sirve a las minorías.
Ya lo vimos en otros conflictos, ya vimos como algunos se disfrazaron defendiendo a los pequeños y hoy los pequeños se dieron cuenta cómo fueron utilizados, ya lo vimos. No fue en ese caso en conflictos sindicales, pero todos y amplios segmentos de la sociedad argentina, en una vieja historia que se ha repetido, no solamente en este período que me tocó presidir la Argentina. Si uno observa, si uno lee detenidamente nuestra historia, vemos como siempre manipulando a la opinión pública, utilizando patrones culturales y educativos de subordinación, se llevó a amplios sectores de la población a comportamientos y actitudes que, finalmente, fueron absolutamente contradictorios con sus intereses.
¿Cuándo, díganme cuándo, fue el momento en que si los trabajadores finalmente estaban mal, no terminaba también indefectiblemente toda o la mayoría de los sectores sociales atrás de esa caída? Primero, eran los trabajadores y, después, venía la clase media. Siempre fue así.
Por eso, yo convoco a todos los argentinos, sin distinciones, a que sepamos interpretar este momento de la historia y saber que estamos ante una oportunidad magnífica, la de seguir con este crecimiento, con esta inclusión social que, por supuesto tendrá tensiones y conflictos, solamente en el cementerio no hay conflictos, en todos los demás lugares siempre hay conflictos. Pero lo importante no es hacer del conflicto un objetivo; lo importante es saber no solamente cómo se encara un conflicto, sino resolverlo, porque no se es dirigente porque se arma un conflicto, se es dirigente cuando se resuelven los conflictos. Esos son dirigentes.
Algunos creen que cuanto más duro se es, más se está comprometido con el cambio o la transformación. Con el cambio o la transformación se está verdaderamente comprometido, no con discursos o actitudes duras, sino con resultados positivos para todos y cada uno de los que le ha tocado representar como político, como diputado, como gobernador, como dirigente sindical o como cualquiera sea la representación. Esa es la verdadera medida del éxito y esa es la verdadera medida de los auténticos dirigentes.
Por eso, perdónenme si me fui un poco del tema, porque vine por un puente y miren de qué terminamos hablando.
Yo creo que todo tiene que ver con todo y vamos a trabajar fuertemente para seguir encontrando soluciones a los problemas, para seguir haciendo obras, para seguir encontrando nuevos mercados para nuestros productos y por eso una gira por nuevos mercados no tradicionales como la que me tocó emprender hace pocos días; por eso, en síntesis, y para concluir, el compromiso permanente con el trabajo, con el esfuerzo y, por sobre todas las cosas, con el ejercicio de la responsabilidad.
Eso es lo que aprendí de él y eso es lo que voy a hacer siempre.
Muchas gracias Santa Fe, muchas gracias Entre Ríos, gracias Paraná, gracias Santa Fe de la Vera Cruz, los quiero mucho, sigan trabajando, sigan militando, a los jóvenes, a ustedes, a los que amo y a los que en la cara de cada uno de ustedes lo veo a él.
Gracias, muchas gracias. (APLAUSOS)