Encuentro de trabajo con Abdullah Gül

PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ AL TERMINO DEL ENCUENTRO DE TRABAJO CON EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE TURQUIA, ABDULLAH GÜL

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Muchas gracias señor Presidente, muy buenos días a todos los miembros de la prensa de Turquía, también a los medios internacionales presentes, y a los periodistas argentinos y argentinas que también se encuentran hoy acompañándonos.

Realmente tal cual lo ha señalado Su Excelencia el señor Presidente, hemos mantenido una excelente relación bilateral. La presencia de esta Presidenta aquí en Ankara, capital de Turquía, significa además de la firma de los acuerdos que hemos hecho también una nueva etapa en nuestras relaciones.

El señor Presidente mencionaba temas muy importantes, tales como el hecho de que somos ambos países caracterizados como economías emergentes, que por cierto son las que han definido el crecimiento de la actividad económica durante la última década y que también están sosteniendo el crecimiento de la actividad económica luego que se produjera la crisis global, en el último trimestre del año 2008, más importante que se recuerde desde el año 1930.

El ser además ambos miembros del G-20, también este foro de discusión ampliado a lo que antes de la crisis eran solamente 7 u 8 países, anuncia un tiempo y un mundo de cambios. Yo sé que en muchos países se denomina a estas etapas épocas de crisis, yo prefiero identificarlas como tiempos de cambios y por lo tanto tiempos de oportunidades para todos aquellos países que en el mundo que se derrumbó en el año 2008 no teníamos la posibilidad de ser protagonistas en el mundo global.

El señor Presidente mencionaba al momento de iniciar su alocución, y celebraba también el hecho de que el año pasado 2010, que además fue el Bicentenario de la República Argentina, los 200 años de historia como país, celebrábamos los 100 años de historia de relaciones entre lo que era el Imperio Otomano, el antecedente más cercano de Turquía, y nosotros.

Mencionábamos en nuestra charla privada hasta dónde llegaba el dominio de ese Imperio Otomano en la antigüedad. Esto nos habla de algo que debemos comprender todos los hombres y mujeres que tenemos responsabilidades en la política nacional y global, las profundas modificaciones que se han producido en el siglo pasado y también las profundas modificaciones que se producen en este siglo, y además algo que debemos entender en política y en economía, que nada es para siempre, que todo depende de una construcción que debemos hacer, sobre todo, fundamentalmente, en los tiempos que corren en que las modificaciones ya no son solamente de carácter geográfico. Las guerras dejaron modificaciones de carácter geográfico, nuevos Estados que aparecieron, otros que desaparecieron, otros que se conformaron. Pero hubo también durante todo el Siglo XX y fundamentalmente esto se va a notar aún más en el Siglo XXI transformaciones que tienen que ver con las comunicaciones, transformaciones que tienen que ver con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que van a imponer cambios que no solamente serán geográficos, seguramente no serán geográficos, al contrario, van a ser tal vez de carácter político, cultural, comercial, y lo que es fundamental: de lógicas de funcionamiento global. Uno de los temas que hemos abordado, además obviamente de los temas bilaterales que nos impone el hecho de que me haya acompañado una nutrida delegación de empresarios muy importantes. Para que ustedes tengan una idea nos acompaña el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, el vicepresidente de la Cámara de Comercio Argentina y empresarios de los más importantes rubros y actividades de mi país.

Pero además de estos temas bilaterales, de la reunión que mañana tendremos en Estambul, en donde vamos a profundizar un comercio bilateral que ha sido muy fuerte, y que sufrió también el año pasado obviamente el impacto de la crisis global, hemos abordado temas que hacen a nuestra cuestión de ciudadanos con responsabilidad institucional global, como miembros del G-20, como miembros de países importes y de economías importantes, y que hacen a cuestiones tales como una reorganización de Naciones Unidas, una reformulación de su Consejo de Seguridad, políticas todas que debemos entender que deben ser reformuladas. Hablábamos de la necesidad de adecuar un derecho internacional y la Organización de las Naciones Unidas a este mundo actual que tenemos hoy con las demandas actuales y con las transformaciones que se están produciendo y que se van a seguir produciendo.

Hace 100 años, cuando estaba el Imperio Otomano, mi país era por ejemplo la quinta economía mundial, también miren qué cambios se produjeron, de la quinta economía mundial en 1910 al default del año 2001, donde se defaulteó la deuda soberana más importante, pero también, no podemos obviarlo, desde el año 2003 a la fecha hemos revertido sustancialmente, hemos dado un giro de 180 grados a esa situación, que Turquía también lo comentaba tuvo en el sistema financiero antes que nosotros en el año 2000.

Sin embargo, en esta última crisis global la Argentina tuvo un sistema financiero absolutamente solvente y al igual que Turquía no tuvo que depositar un solo dólar, un solo centavo en cualquiera de sus bancos porque tenía un sistema absolutamente saneado y por lo tanto pudimos dedicar los ingentes recursos estatales a sostener la demanda agregada para de este modo poder sortear la crisis global.

Por eso digo que son épocas de transformaciones profundas, de apertura también de criterios y categorías de análisis que ya no pueden ser encapsulados con la lógica anterior a la crisis del año 2008 y que exigen por parte de quienes tienen responsabilidades institucionales un esfuerzo en cambiar esa lógica. Y quienes más responsabilidades tienen en cambiar esa lógica son quiénes más poder tienen. Esto pasa en un país, el que mayor responsabilidades tiene en un país es su presidente, es su primer ministro, quienes mayores responsabilidades tienen en el mundo global son aquellos que conducen los países que hasta ahora han sido hegemónicos y que bueno, no lo deben haber conducido tan bien a partir de lo que pasó en el año 2008. Nosotros en política y en economía debemos guiarnos por resultados, por afuera de preconceptos ideológicos o religiosos, simplemente por resultados porque lo que la gente, nuestras sociedades exigen a sus gobernantes son resultados. La gente no come únicamente a partir de un discurso, no tiene mejor calidad de vida porque vaya a un templo a rezar, a cualquier Dios, al que le plazca, lo cierto es que tenemos que dar respuestas concretas en mejorar la calidad de vida de nuestras sociedades y esta es la obligación de los gobernantes.

Mi presencia hoy aquí en Turquía obedece, entre otras cosas, a esa responsabilidad que yo siento como Jefa de Estado, de lograr que mi país tenga un mayor nivel de integración con todos los países del mundo, y también con Turquía, 17° economía del mundo y además vinculada a lazos culturales muy importantes con la Argentina.

Para finalizar, como decía el señor Presidente, en mi país se identifica a todos los ciudadanos de origen árabe con el nombre de turcos, aún cuando la mayor inmigración árabe en la Argentina sea de origen sirio libanés a nadie le dicen "ahí va el sirio, ahí va el libanés", le dicen "turco". Como una cuestión además muy amigable y como me pueden decir a mí "gallega" porque mis abuelos son españoles. En fin, esa es la Argentina, un país con una diversificación cultural, con una matriz muy cosmopolita donde afortunadamente además de tener hoy una muy buena economía y una mejor democracia tenemos el orgullo de decir que es un país en el cual no hay diferencias de carácter étnico ni religioso que nos dividan o nos separen. La única discusión que tenemos es para las elecciones con la política y todos los domingos con el fútbol y esperamos que estos sigan siendo los dos principales temas de diferencias y divisiones entre los argentinos y ningún otro.

Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas. (Aplausos)

 

 

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