Gracias, muchas gracias; muy buenas tardes o muy buenas noches casi ya a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Mar Chiquita: cuando recién bajábamos del helicóptero le dije a mis acompañantes, uno cuando llega a un lugar siempre no necesita escuchar, basta mirar para descubrir gestos, miradas, palabras y le dije a quienes venían conmigo, en el helicóptero: "estos aquí me van a hacer llorar". Y la verdad que me hicieron llorar por el cariño y el afecto. Allá afuera hay un cartel precioso con la foto de él, es un cartel hermoso con la bandera argentina y han logrado una expresión que era la de él. Y todo lo que dijo usted Intendente, cuando usted lo llamó por última vez, no estaba en Olivos, estábamos en Calafate, en nuestro Calafate, era el lunes 25 de octubre y créanme que si algo quería hacer era venir hoy acá a Santa Clara del Mar. (APLAUSOS).
Yo tenía y tengo una agenda infernal de actos, de gestión, de encuentros y la verdad que esta visita era central, parecía el pájaro carpintero y repetía: "tenemos que ir el 15 a Mar Chiquita, no te olvides, el 15 a Mar Chiquita", quería venir y tienes razón está en las obras, está en las ideas, está en este modelo de país que hoy acá se ve muy claramente inaugurando una obra, en la que Asumpta, veneciana, que me entregó las flores, cuando cortó el sobre recién me decía: "yo nunca pensé que lo iban a hacer en tan corto tiempo".
Claro porque veníamos, en general, de un país en el que nada creía en nada ni en nadie. Y yo creo que el legado más importante que él nos puede haber dejado es que aprendimos a creer en nosotros mismos, en nuestras posibilidades.
Y cuando estamos inaugurando esta obra de autovía, que conecta a Mar del Plata con Santa Clara del Mar, cuántas veces habré venido aquí, a Santa Clara del Mar, cuando veníamos aquí a Mar del Plata. A mí me encanta esa cercanía con el mar como ya no pasa por ahí en las grandes ciudades que siempre adquieren un volumen diferente. Cuando estamos inaugurando también esta central térmica, que incorpora 77 megavatios, con una inversión de más de 400 millones de pesos; el acceso Sur a una ciudad turística de las características de Villa Gesell; cuando como hoy nos enteramos que la actividad industrial ha crecido, en los primeros once meses del año, el 9.7 por ciento y que comparado este noviembre con el noviembre, del año pasado, hemos crecido un 12,8 en actividad industrial; cuando vemos las cosas que estamos haciendo los argentinos yo creo que el está en cada uno de esos lugares, en cada una de esas obras. Él soñó un país en el cual volviéramos a recuperar la dignidad, la fuerza, la fe, las ilusiones, los sueños de que podíamos vivir mejor, de que podíamos construir - todos juntos - mejores cosas. Y hoy aquí lo estamos haciendo. (APLAUSOS). Yo quiero decirles de mi compromiso... cangrejos y pingüinos, buena mezcla. Y yo creo en todos ustedes absolutamente. Pero yo quiero decirles que mi compromiso inquebrantable es venir y seguir profundizando en este modelo de inclusión social, de una Argentina más igualitaria.
Me hizo acordar, recién el Intendente, la sanción del matrimonio igualitario, ese 14, en donde él tuvo un papel, un rol tan preponderante para dar más derecho, porque de eso se trata de no quitarles los derechos a nadie, sino de darle más derechos a los que todavía les falta porque no lo habían podido lograr, porque era imposible por allí entender los derechos de cada uno a elegir la vida que cada uno quiere y las elecciones que cada uno quiere. Gracias... felicidades. (APLAUSOS).
Cuando venía también, hoy, leía una noticia que decía que en Corrientes aumentó la matrícula de estudiantes secundarios el 30 por ciento, y eso es la Asignación Universal por Hijo, que ha permitido incorporar a millones de chiquitos, de niños, de adolescentes al derecho a la educación, al derecho a la salud, millones de hombres y mujeres que pudieron acceder a un beneficio jubilatorio del que carecían y que no es solamente el ingreso monetario, sino que también es la obra social del PAMI, que los cubre, porque la calidad de vida nos se mide únicamente por el ingreso monetario, sino por todos los servicios que el Estado le presta en salud, en educación, en estas obras públicas, que vas a poder transitar de Mar del Plata a Santa Clara del Mar y también de Santa Clara a Mar Chiquita cuando terminemos la segunda etapa de la obra. (APLAUSOS). Claro que sí, que además potencia al turismo que se ha convertido también en un ingreso más que importante; en el año 2011 vamos a superar las marcas del 2008, del 2009 y también del 2010 en materia turística. Y la costa tiene una oferta muy importante que ofrecer.
Esta energía eléctrica; este acceso Sur, en Villa Gesell; esta autovía a Santa Clara del Mar y Mar del Plata es parte de esta Argentina también del turismo. Por eso también hemos creado un ministerio del Turismo y por eso también hemos sancionado el tema de programar los feriados durante tres años para que la industria turística tenga previsión. Además está la movilidad jubilatoria con los aumentos en dos oportunidades; los planes de vivienda, que ya superan el medio millón; las más de 1.000 escuelas que hemos construido en todo el país; los cientos de obras que estamos haciendo; nuestras universidades; rutas; estos megavatios que hablaba recién De Vido, que hemos construido 5.500 megavatios que hemos incorporado, que han sostenido el crecimiento industrial. Porque obviamente las industrias necesitan energía; los productores necesitan energía, combustible para poder seguir produciendo; la cosecha que estamos seguros que va a superar los 100 millones de toneladas; los nuevos destinos en materia de exportación. Este es el país que algunos quieren ocultar pero que es inocultable porque está aquí y lo podemos tocar, ver, palpar todos los días. (APLAUSOS). Esta Argentina que hemos venido a cambiarla.
Yo recuerdo aquel 25 de mayo del año 2003, cuando sentada en mi banca de Senadora, lo vi jurar como presidente de los argentinos. También, años antes, en 1991, sentada en mi banca de Diputada, lo había visto jurar como gobernador de la provincia que lo vio nacer. Y por esas cosas de la vida, la situación de ambas cosas: la de la provincia de Santa Cruz en aquella oportunidad - ¿te acordás che Pino? - se caía a pedazos, me acuerdo que cuando llegó a la provincia se debían meses de sueldo, aguinaldos, estaban suspendidas las obras sociales, los chicos habían pasado de grado por decreto porque habíamos tenido más de cien días de huelga docente; la provincia estaba fundida y llegó y comenzó a trabajar, comenzamos a trabajar y transformamos también allí. Y de la misma manera y con la misma emoción lo vi jurar como Presidente y yo se que muchos que... hasta los que lo votaron pensaron que no iba a poder hacer las cosas que luego hicimos, pero era tanta la voluntad, era tanta la fuerza. (APLAUSOS). Era tanta la voluntad que tenía que cuando tuvo las dos intervenciones últimas y yo le decía: "tenés que parar un poco, tenés que descansar más", él me convencía, porque era increíble, era capaz de convencerte que era invulnerable, era tanta la fuerza que tenía que hasta me convencía que estaba bien y que no le pasaba nada. Por eso, yo sabía, cuando bajé - como les decía - que me iban a hacer llorar porque me iba a hacer acordar de él. (APLAUSOS).
Y la verdad Intendente que no paramos un minuto, desde que nos conocimos muy jóvenes, en la Ciudad de La Plata, en la militancia, en el trabajo, siempre con objetivos, siempre luchando, siempre costándonos las cosas mucho, porque siempre éramos insubordinados e indisciplinados por naturaleza. Pero claro que lo que cuesta vale, pero a veces cuesta demasiado y entonces uno se pregunta porqué algunos quieren que a los argentinos nos vaya mal. ¿Por qué? No, no son solamente los que piensan diferente, son aquellos que tal vez nunca entendieron otra manera de llegar que tumbando al que estaba o poniéndoles piedras en el camino. Y nosotros nunca creímos en eso, siempre creímos que para llegar había que hacer las cosas mejor que los otros, trabajar más y romperse más el alma, como nos enseñaron nuestros abuelos. Esa fue realmente la convicción que tuvimos cuando hacíamos política, nunca poniéndole una zancadilla al otro, al contrario tratando de proponer cosas mejores y de hacer cosas mejores.
Por eso hoy tengo una sensación rara de alegría y de tristeza, porque a él le hubiera encantado estar aquí y ver esta autovía. Está acá, sí está. Pero quiero decirles porque si no bueno, hoy quiero también participar de la fiesta de todos ustedes con una Presidenta que es la primera vez que viene un presidente en 125 años y quiero no arruinarles tampoco el festejo y decirles que los quiero mucho, que voy a venir seguramente a inaugurar... qué cosa querían. ¿Es cierto que vos te tiraste a una pileta cuando inauguraste una pileta, me contó Florencio Randazzo? Vamos a reírnos un poco ahora, vamos a reírnos un poco. Me decía Florencio: "vos no sabés lo que es el intendente este, esperen, déjenme contarles. Me contaba que un día había venido a inaugurar una pileta "que me había corrido, que me había hinchado con esa pileta, que dale con la pileta. Bueno, al final hicimos la pileta y cuando venimos a inaugurar esa pileta, ¿no lo vas a creer? Se tiró con vestido con zapatos y todo a la pileta". ¿Es cierto que hiciste eso? Me encanta. (APLAUSOS). Y que no te quieran decir loco, porque sabés qué, son los locos los que cambian la historia, los cuerdos y los prudentes no. (APLAUSOS). A él también algunos le decían "El Loco", pero no creo que sean los prudentes y los timoratos los que cambien la historia de los pueblos y de las ciudades, sino los hombres que tienen pasión por las cosas que hacen, que las disfrutan y las viven con intensidad, que disfrutan de las cosas que pueden lograr para su comunidad.
Por eso quiero agradecerles esta tarde de cariño, de afecto, de recuerdo hacía él y decirles de mi compromiso inquebrantable con seguir profundizando este modelo de inclusión social, de igualdad de oportunidades, de dignidad y orgullo nacional y de compromiso con los intereses de la Patria por sobre todas las cosas. (APLAUSOS).
Gracias Santa Clara, gracias Mar Chiquita, gracias en nombre de él, de mis hijos por todo el cariño, el afecto y el recuerdo. Créanme que no me voy a olvidar de un día como hoy. Muchas pero muchas gracias. (APLAUSOS).