Su Majestad; señores jefas y jefes de Estado; jefes de delegaciones: creo que esta XX Cumbre Iberoamericana que, como recién recordaba el Canciller argentino, fuera anunciada su celebración aquí en la ciudad de Mar del Plata durante la presidencia de Néstor Kirchner, vincula a la educación con la inclusión social. Pero creo que la incorporación de la cláusula democrática, va al núcleo duro de la posibilidad de la educación que tiene un pueblo. Porque la democracia, el ejercicio constitucional de las instituciones, es el único ámbito que genera la libertad para cualquier proceso educativo.
Episodios que han sacudido la región, episodios que nos ha tocado vivir con mucha intensidad, recuerdo todavía ese 30 de septiembre en donde el Secretario General de la UNASUR, el resto de los mandatarios de la América del Sur nos reunimos en Buenos Aires ante el intento golpista contra el presidente Rafael Correa, de Ecuador, reafirma más que nunca la necesidad de que la cláusula democrática esté incorporada sine qua non en cualquier acuerdo o instrumento que formalicemos. Pero por sobre todas las cosas, estemos todos dispuestos a llevarla adelante con mucha fortaleza y firmeza cortando todo tipo de vinculación con aquellos países que intenten o que logren -esperemos que nunca sea así- destituir a la democracia.
Es imposible que en gobiernos que no han sido votados por el pueblo, pueda desarrollarse un proceso educativo con inclusión social, ni siquiera hablemos de inclusión social, hablemos del ámbito de libertad que presupone todo proceso de conocimiento y de educación.
Por eso yo quiero saludar esta cláusula que Enrique Iglesias ha calificado como una de las cosas más importantes en estas veinte reuniones, veinte Cumbres de Iberoamérica y felicitar a todos los señores jefes y jefas de Estado y, por supuesto, a todos los señores y señoras Cancilleres que han trabajado en este documento.
Le concedo la palabra a la representante de Naciones Unidas que va a leer un mensaje del señor Secretario General Ban Ki-Mon.