Muy buenos días a todos y a todas.
Señor Presidente de los Estados Unidos de México, querido amigo Felipe Calderón; amigos y amigas: hoy es un día muy especial para la Argentina, para México y también para mí, que me fijé como objetivo recuperar este magnífico ejercicio plástico del gran artista mexicano David Alfaro Siqueiros, pero no hacerlo descontextualizado, porque este es un lugar que va a ser, Felipe, cuando se termine la obra, el Museo del Bicentenario. Aquí, los argentinos vamos a conmemorar y a recordar 200 años de historia que, por esas cosas del destino y de la historia de nuestros pueblos, también son 200 años de historia mexicana.
Este Museo del Bicentenario va a empezar con un gran mural también de otro muralista argentino sobre la fundación de Buenos Aires, y de allí va a transitar precisamente hasta los 200 años de historia. Y en medio de esos 200 años de historia está Siqueiros, la época en que él vino a la Argentina, el contexto histórico en el cual vino y lo que él también significaba en ese momento, representante integrante del partido Comunista Mexicano, representante de la revolución. Ustedes lo habrán escuchado en su voz, primero la revolución mexicana y luego la revolución rusa fue los que los movilizó a todos estos hombres y mujeres, también los que los enfrentó y los hacía enfrascar en discusiones que nunca terminaron y que no terminarían tampoco, eran parte de la propia gimnasia.
Por eso quise que esta recuperación del patrimonio latinoamericano, no ya mexicano ni argentino porque en definitiva es la síntesis de un hombre que sale de su patria exiliado, viene aquí a la Argentina en un momento muy especial también, porque inmediatamente luego es deportado; artistas como Victoria Ocampo y Oliverio Girondo fueron los que lo trajeron aquí, los que lo impulsaban en las conferencias y la película muestra magníficamente como en medio de una conferencia por ejemplo, aparece gente que podíamos denominar, de derecha, para volantear, insultar, agraviar, para no dejarlo hablar, parte de lo que es la historia de los pueblos y en particular la historia de la Argentina.
Por eso, digo yo, son tres historias las que recorren este lugar, esta vieja Aduana Taylor, que estaba abandonada, inundada y que decidimos rescatarla, porque es parte de la historia de los argentinos, este mural, este ejercicio plástico que se hace también en una etapa histórica que, Felipe, se denominó, "la década infame", esto tiene lugar durante ese tiempo. El gobierno del general Justo denuncia sobre latrocionios. De aquí diviso a la viuda del muralista argentino, mi querido Carpani (Aplausos). (Aplausos) Tenemos un quintúplico, no sé cómo decirlo, un mural fantástico que tal vez puedas ver arriba en el Salón Martín Fierro precisamente de Carpani, ella nos donó el mural de la Fundación de Buenos Aires, un díptico fantástico que vamos a colocar a la entrada del Museo porque va a empezar obviamente con la Fundación de Buenos Aires, va a ser un poquito más de 200 años, de 1536 saltamos a 1810 pero es un poco la historia de los argentinos.
A mí me fanatiza la historia de los argentinos vinculada con el arte, porque también el arte es una expresión de los momentos políticos y culturales que vive un pueblo, y sobre todo cuidar ese patrimonio histórico y cultural es un obligación de los gobernantes, es una obligación de los argentinos, porque es conocer nuestra propia historia.
Por eso va a estar enraizada la historia de los 200 años del Bicentenario, el momento histórico en que vivió Siqueiros en el mundo y aquí, y estos muros que son la historia viva de la Argentina.
Ha sufrido un derrotero muy grande este mural, estuvo casi 18 años encerrado en container, en un momento casi se lo llevan del país y hay un hito histórico en la recuperación, que es el decreto que firma en el 2003 el doctor Néstor Carlos Kirchner cuando lo declara, como decía bien el video, "bien nacional artístico e histórico", y con esto impide definitivamente que el mural pueda ser sacado del país. Luego vino la expropiación, la declaración de patrimonio cultural, también hubo un momento en que el Parlamento lo había declarado patrimonio histórico y esa ley fue vetada, con lo cual hubo que sacar ese decreto de Kirchner en el 2003. Una historia que es la historia de las vueltas, de los corsi e recorsi, digo yo, de la Argentina y de todos nosotros que los tenemos realmente.
Cuando fui a México a acompañando a él como presidente, hablamos con Felipe y también se acercó un grupo de artistas mexicanos, a pedirme que me ocupara del mural de Siqueiros. Quiero decirles quien me ocupé (Aplausos) en nombre de todo los argentinos. (Aplausos) Esto es de todos los argentinos, en definitiva la Presidenta es el instrumento para poder llevarlo a cabo. Además tenía un sueño que también se me cumplió, que fuera mi amigo Felipe Calderón el que estuviera presente en la inauguración de esta maravilla, que además tiene hasta la puerta original de lo que era el sótano del dueño del diario Crítica, de Natalio Botana, de las ventanas con sus rejas originales, donde los hombres se juntaban a jugar a las cartas.
Es cierto lo que decía el Presidente, es el único mural de Siqueiros que no tiene un fuerte contenido político sino que es un acto de amor por quien era su compañera de entonces, la artista uruguaya Blanca Brum. Y la verdad que también plantea técnicas que luego discute con Diego Rivero, como corresponde a todos los artistas, la discusión y el debate, acerca de estas cosas. Pero la verdad que hoy sentimos un gran orgullo.
Y yo que recién escuchaba la crónica de cuando él llegó al país, un 25 de mayo también de 1933, que tú sabes Felipe, el 25 de Mayo se conmemora nuestra fecha patria por excelencia. Yo digo que es la fecha patria por excelencia, está el 9 de julio, la Vuelta de Obligado, el Día la Bandera, pero es el día en que los criollos deciden que tenemos que dejar de ser lo que éramos hasta ese momento. Y lo disfrazan con argumentos y con cosas para que no pareciera tan... Pero en realidad en la historia y en el inconsciente colectivo de nuestro pueblo, es el 25 de Mayo el que nos marca como país, como nacimiento, como identidad.
Quiero agradecerte el esfuerzo de estar aquí, también agradecer a todo el pueblo mexicano lo que significó para nosotros en momentos muy difíciles, el asilo mexicano para miles y miles de argentinos, (Aplausos) que tuvieron que abandonar su país por las condiciones políticas, por las condiciones de la dictadura para hacerlo más claro y concreto, y como fueron recibidos en México donde hay una categoría, los argenmex; la Canciller mexicana está casada con un argenmex, mi querida amiga Patricia. Y realmente agradecer en nombre de todos los argentinos ese concepto amplio de México, que lo tuvo no solamente para con los argentinos, México es en realidad el fundador de la doctrina de asilo político amplio en contraposición a lo que es la doctrina de asilo restringido europea. México en ese sentido, ha sido un puntal en la historia de la protección del ejercicio de los derechos políticos para todos aquellos que no les eran permitidos ser ejercidos en su país.
También éste es un homenaje a ese México, no solamente al México de la cultura sino al México de la libertad, de la democracia y de la defensa al derecho a poder tener cada uno y poder expresar sus ideas políticas.
Gracias Presidente, gracias a los artistas que colaboraron en esto, gracias a las empresas que hicieron también su aporte para que esto fuera posible, gracias a todos que nos regalamos esto, a los argentinos, a los mexicanos y a todo el mundo en general.
Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas. (Aplausos)