Señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señor Intendente de la ciudad de Córdoba; trabajadores; amigos; compañeros de las organizaciones de derechos humanos, de la Universidad; Córdoba toda: quiero agradecer esta presencia multitudinaria de los distintos sectores que componen, precisamente, la sociedad cordobeza y los compañeros que están afuera también. Un abrazo muy grande para todos ellos.
Recién le comentaba al señor presidente de Renault Argentina que cuando el señor Gobernador hacía mención al Cordobazo, yo le decía que desde esta fábrica, desde Santa Isabel, salieron las mayores columnas de trabajadores al centro de la ciudad de Córdoba para luchar contra la dictadura.
Fíjense qué curioso: no eran reivindicaciones salariales, en ese momento los trabajadores de la industria automotriz argentina, como también son hoy y actualmente, los mejores pagos de Latinoamérica. Los trabajadores salieron también junto a los estudiantes y al pueblo en busca también de otros valores, de la libertad, de la democracia, de la igualdad, que son también valores inmanentes a todos los argentinos y también a esta Provincia.
Hoy estamos presentando este nuevo modelo, un orgullo y, en tal sentido, quiero felicitar a los ingenieros, a los técnicos, a los trabajadores, a todos los que participaron para que este auto saliera y al que realmente le auguro mucho éxito. Y no me equivoco, le di suerte a muchos autos en la Argentina. En realidad, se vende tanto que...
Hoy me estaban alcanzando las cifras y puedo decir que hemos batido en este mes de octubre el récord de patentamientos con 51.199 unidades, un 28 por ciento más que el mes de octubre del año pasado y llevamos ya un acumulado de 567.000 autos al 31 de octubre. Calculo que podemos estar superando este año el piso de los 630.000 autos batiendo el récord de toda la historia argentina de producción.
Quiero mencionar que, además de políticas macroeconómicas, en el año 2003 se instaló, por sobre todas las cosas, un proyecto de país, un proyecto de Nación diferente, absolutamente diferente. Lo hizo un hombre que creía profundamente en su pueblo, que creía en los argentinos, que creía que era posible tener un desarrollo propio desde aquí, de razonable autonomía en un mundo globalizado y que era posible encarar lo que hasta ahora había sido simplemente una utopía o una imposibilidad permanente.
Cada una de las cosas que propuso parecían imposibles: parecía imposible volver a industrializar el país, que había sido desvastado, como bien lo señaló el señor Gobernador desde el 24 de marzo de 1976. Pero también tenemos que señalar que la democracia no pudo dar batalla a las políticas neoliberales que desde afuera vinieron y se impusieron también en la sociedad.
Debemos, los hombres y mujeres de la política, hacernos cargo porque es necesario entender que era posible desde la política, subordinar a la economía. Es mentira que la economía esté por sobre la política, es también una economía una profunda ciencia social.
Por lo que hay que decidirse siempre es saber a qué intereses queremos y tenemos que representar. Y en el 2003, decidimos que íbamos a representar los intereses de la gran mayoría de los argentinos que quería trabajo, que quería equidad, que quería igualdad, que quería memoria, verdad y justicia, que quería vivir en una sociedad profundamente democrática.
Puedo contarles, de la misma manera que hoy el sector automotriz constituye el segundo bloque exportador, después del granario, que estas computadoras que hoy estamos distribuyendo en todos nuestros establecimientos secundarios públicos, ya las estamos también fabricando en Tierra del Fuego y el año que viene, medio millón de esas computadoras, van a ser también fabricadas en Tierra del Fuego en otra industria de punta como es la industria de la tecnología informativa.
Creemos en el valor agregado, sabemos que, además, es necesario desarrollar un sólido mercado interno. Esto fue, precisamente, lo que el año pasado constituyó la prueba de ácido del modelo del año 2003, que debemos decirlo, fue muchas veces cuestionado, criticado desde los sectores ortodoxos de la economía y también, por qué no decirlo, de la política que nos decían que el modelo era el que estaba afuera, el que estaba en el Norte, el modelo que nos querían marcar desde Wall Street. Pero cuando ese modelo se derrumbó estrepitosamente estuvo el Estado argentino para hacerle frente a todo el año 2009 y ayudar a todos los sectores de la industria a seguir sosteniendo el empleo y la actividad económica.
El año pasado, pudimos, merced a haber recuperado la administración de los recursos de los trabajadores que estaban en manos de las AFJP, destinar casi 500 millones de pesos al sector automotriz para que no despidieran gente, para que mantuvieran sus líneas de producción.
Nada es gratuito ni nada es mágico y hoy podemos estar aquí presentando a la sociedad este auto que es un símbolo, como también lo serán otras cosas que presentaremos en el curso de la semana. No las voy a decir porque por ahí son de la competencia y va a quedar mal, pero son todos compañeros igual que ustedes, son todos trabajadores, técnicos, ingenieros, obreros que han vuelto a tener al gran ordenador social que es el trabajo. Pero además, un trabajo más que calificado, no es cualquier trabajo. Cuando se destruye un trabajo de los de ustedes, no se sustituye fácilmente porque son trabajadores de alto nivel, de alto grado de capacitación.
Por eso, estamos muy contentos con este desarrollo, con esta inversión, con lo que nos anunciaba el señor presidente de Renault Argentina; estamos orgullosos de que este auto tenga el 40 por ciento de componentes nacionales porque es también la industria autopartista argentina y además, alcanzar en el año 2012 que lleve el 45 por ciento.
Para eso estamos lanzando y aplicando muchas líneas de crédito desde el sector autopartista, de la Ley de Promoción, de la Ley de Promoción de Inversiones, de los proyectos del Bicentenario, que son también préstamos que ya tienen autopartistas.
Todos, absolutamente todos los recursos intelectuales y económicos del Estado puestos a profundizar un modelo industrial de mercado interno y fuerte sesgo exportador. Porque además, amigos y compañeros, hemos superado también viejas antinomias, tontas antinomias, diría, si mercado interno, si exportación, las dos cosas imprescindibles.
Pero todos tienen que saber que para que esto sea sustentable social, política e institucionalmente, tenemos que tener un fuerte mercado interno, con trabajadores con buenos salarios, con trabajadores que también participen de la generación de la riqueza. Y esto no es un invento, esto es, simplemente, mirar los modelos de otros países.
Por eso, una de las primeras decisiones del Gobierno fue reinstalar la negociación colectiva, los convenios colectivos de trabajo que les devolvieron a los trabajadores la posibilidad de negociar libremente sus salarios y sus condiciones laborales.
Esto, juntamente con políticas sociales promocionales, porque está claro que cuando se han pasado décadas y décadas, donde se caía la gente y se quedaban sin trabajo, sin jubilación y sin sustento, no se puede solucionar todo a todos en poco tiempo. Es necesario ir avanzando y no parar en ese avance y, en el mientras tanto, ir sosteniendo con políticas promocionales a aquellos que todavía no hemos podido llegar. Por eso, la Asignación Universal por Hijo, por eso también haber extendido el beneficio jubilatorio a más de 2 millones y medio de jubilados.
En síntesis: un modelo en el que los argentinos hemos recuperado toda nuestra confianza en nosotros mismos, el orgullo de ser argentinos.
Yo tengo un gran orgullo de formar parte de este proyecto político, un gran orgullo de haber creído siempre en las mismas cosas y no haberme equivocado porque, digo, cuando uno llega a determinado momento de la vida, cuando uno ha comenzado desde muy joven, como tantos de los que están aquí, a militar, a abrazar una idea política, que hermoso que es darse vuelta, recordar a muchos que ya no están y darse cuenta además que estábamos en el camino adecuado, que era necesario un proyecto nacional y popular, un proyecto que contemplara a los trabajadores, a los empresarios, a los comerciantes, a los estudiantes, a los docentes, que también hiciera de la educación y de la capacitación de nuestros recursos humanos uno de los ejes centrales.
Por eso, hoy estoy un poco menos triste porque estoy segura que por allí debe andar caminando entre ustedes, sé que está caminando entre ustedes, lo siento acá, él trabajó por esta Argentina como nadie, y yo quiero en nombre de él agradecerles a todos ustedes: gracias Córdoba, gracias trabajadores, gracias por esta Argentina que él ayudó a construir y por la que consumió su vida porque, además, ustedes se lo merecían.
Muchas gracias, gracias Argentina. (APLAUSOS)