Palabras de la Presidenta en el III Congreso Mundial de Agencias de Noticias

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL IIIº CONGRESO MUNDIAL DE AGENCIAS DE NOTICIAS REALIZADO EN EL SHERATON HOTEL DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES    

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Buenas noches a todos y a todas.

En primer término, señor presidente, señores integrantes y representantes de las distintas agencias, en nombre de todos los argentinos, darles la bienvenida a nuestro país en esta apertura del IIIº Congreso Mundial de Agencias de Noticias.

También darle la bienvenida al señor Frank La Rue, relator para Libertad de la Expresión de la Organización de Naciones Unidas, muy bienvenido una vez más a nuestro país, un amigo de la Argentina pero, por sobre todas las cosas, un amigo de la libertad de expresión en serio.

El señor vicepresidente de Télam hacía mención a la reciente sanción de la Ley de Servicios de Medios Audiovisuales en la Argentina, que es un instrumento que contribuye a una democratización de la información audiovisual y Frank La Rue estuvo presente aquí con nosotros discutiendo en el Parlamento, participando del debate que realmente ha sido muy rico.

Yo creo que este va a ser un Congreso muy importante. Primero, me siento un poco intimidada, le decía a los organizadores, porque sé que el primer Congreso lo inauguró el actual Primer Ministro ruso, entonces presidente, Vladimir Putin; el segundo, Su Majestad, el Rey Juan Carlos de España, un querido amigo nuestro y de la Argentina. Así que, inaugurar este tercer Congreso, realmente es una gran responsabilidad.

Yo quisiera recoger algunas de las cosas que he escuchado porque me parece que va a ser el tema, a mí me encanta debatir y discutir, y quiero aportarlo como tema de debate.

Primero, el tema de la red que, seguramente, es un tema que desvela a las agencias de noticias porque, de ser los intermediarios de la noticia hasta hace muy poco tiempo, en realidad, todo lo que es agencias de noticias y podríamos también incluir a los medios audiovisuales, han pasado ahora a competir con la red y hasta con la propia sociedad que se convierte ella misma en noticia y produce la noticia.

Sí me gusta el tema de la responsabilidad que abordó el señor presidente del Comité Organizador, porque es cierto que si una agencia de noticias difunde una noticia falsa, hay una acción legal para iniciar contra un sujeto que ha cometido un ilícito que ha causado un perjuicio.

Lo cierto es que cualquier persona que actúa en la red, no tiene este tipo de responsabilidad, con lo cual sí se impone, y no ya solamente como materia de un congreso de agencias de noticias, la necesidad de regulaciones globales en materia de red, en materia de intervención porque hace también a la buena información y a la buena comunicación.

También se introdujo otro tema que es la verosimilitud, que es la credibilidad, que es también difundir la noticia tal cual es.

Y la gran pregunta y el gran interrogante es si existe la posibilidad cierta de difundir una noticia en forma absolutamente aséptica y objetiva. Porque, en realidad, aún el hecho de la noticia, siempre es mirado desde un lugar, desde una ubicación y desde una cosmovisión.

Ejemplo: hace muy poco tiempo ocurrió un episodio muy feo aquí en América del Sur, un intento de golpe de Estado en la República de Ecuador; sin embargo, algunos difundían la noticia como una simple sublevación policial en la cual, inclusive, se sugería que el Presidente podía estar utilizando, deformando esto cuando, en realidad, era simplemente un reclamo salarial de policías sublevados.

Bueno, al cabo de las horas -y debo reconocerlo-, a través de imágenes inéditas de la televisión española que vi cuando estaba justamente en Alemania, se confirmó lo que el presidente Rafael Correa me había transmitido en las primeras horas cuando pude hablar por teléfono con él y lo que luego todos los mandatarios de la UNASUR, reunidos aquí en Buenos Aires, confirmamos: se trató de un intento de golpe de Estado y un magnicidio, pero no todos informaron de la misma manera. Lo mismo sucedió con un golpe anterior en la República de Honduras.

Por lo cual, creo que si la Internet ha venido a revolucionar esta última parte de las noticias y de los medios de comunicación audiovisuales y de quienes son los dueños de las noticias finalmente, creo que también la segunda mitad del siglo XX y, fundamentalmente, los últimos 25 años, con la incorporación de grandes intereses económicos también, comienza a jugarse el rol de las agencias o de las noticias. Porque, en realidad, las agencias de noticias, junto con los medios de comunicación, son los que producen la información que a diario millones de ciudadanos globales leen y algunos otros, muy poquitos, sufrimos cuando estamos en función de gobierno.

Yo digo siempre y como decía recién, aquí hay agencias oficiales, hay también agencias privadas que, por lo tanto, están más alejadas de los gobiernos, pero yo creo que en todos lados siempre hay intereses, se trate de noticias o de lo que fuere. Y pretender presentar un mundo aséptico y sin intereses, creo que además de irreal es contraproducente porque nos priva de la diversidad, de la pluralidad en tanto y en cuanto esta diversidad y pluralidad estén garantizadas, que esta es, creo, la gran discusión.

¿Podemos exigir que alguien sea aséptico y que presente la noticia tal cual? No, es imposible; lo que sí podemos exigir como ciudadanos, es que exista tal pluralidad y diversidad que permita tener distintas lecturas acerca de una misma noticia.

Yo creo que hoy, en el mundo de las comunicaciones, con grandes concentraciones también económicas como se producen en todos los sectores de la vida global, estas cosas también están en discusión y deben ponerse sobre el tapete a la hora de la credibilidad. Porque creo que también el auge de la red tiene que ver con una desconfianza creciente por parte de la ciudadanía, de cualquier país, hacia los canales normales o institucionales de la información.

Y ya que estamos, voy a tomar otro ejemplo que no nos es atinente a aquí, a la América del Sur, pero que sucedió en España con el 11M, donde desde los medios de comunicación -oficiales y privados- se daba una información acerca de cuál había sido el origen del atentado en Atocha y, en realidad, en la red circulaba otra información que fue la finalmente confirmada como cierta.

Por eso digo que este es el gran desafío. Pretender que la red únicamente es una innovación tecnológica en donde la gente se siente protagonista, creo que sería reducir la problemática y no entender la complejidad de un ciudadano que duda -y está muy bien dudar, me parece que es sensacional dudar- y la otra también la necesidad de cada ciudadano de ser él mismo parte de esa noticia y ser protagonista también de la noticia. Es como que ya no quiere solamente mirar, sino ser mirado y me parece que esta es la innovación más fuerte que trae la red.

Esto se los dice alguien que es una novata, una inexperta, una analfabeta digital, les diría. Me he enganchado mucho con esto del twiter y luego de decir cosas que posteriormente salen absolutamente tergiversadas, he decidido que ya nadie me tergiverse y entonces escribo en "Registre mi cuenta" y entonces lo que escribo tengan la fe, salvo que me "hackeen", es lo que yo realmente pienso o digo. Y esto, si para un ciudadano común es importante, para un jefe de Estado adquiere ya otra importancia. Se imaginan lo que puede significar una frase que no fue dicha o una frase que fue mal interpretada o una frase que fue editada, porque también las ediciones no solamente se producen en una isla de editado y con imágenes, sino también cuando uno habla.

Por eso creo que todas estas cuestiones, esta interacción además, entre quienes solemos ser objeto de las noticias, porque normalmente, quién está hablando como Jefa de Estado al igual que cualquier otro jefe de Estado o funcionario público, es un objeto de noticia como puede ser una artista, como puede ser un hecho puntual, una tragedia, en fin.

También, en este último caso, creo que sí hay por parte de las agencias, por lo menos en lo que a mí me ha tocado ver en el abordaje de tragedias humanas, una seriedad y una responsabilidad que se ha podido evidenciar y que es importante porque hace a la dignidad de las personas, hace al respeto de la condición humana y muchas veces, en otro medios que no son agencias, vemos una suerte más de truculencia o de amarillismo en la difusión de las noticias que, debo decirlo, no es la característica de las agencias de noticias que por sus propias mecánicas -cables, cosas cortas-, no se pueden ni siquiera permitir el lujo de la truculencia sino que tratan de presentar la imagen lo más desprovista posible de truculencias y cosas amarillentas, lo cual me parece realmente muy bueno.

Así que, yo creo que hay un gran desafío que, por supuesto, no se va a agotar en este IIIº Congreso, porque además la historia viene cambiando y cada vez más rápido. Los que pensaron que en el año '89 se había acabado la historia y lo anunciaron pomposamente, se deben de haber dado cuenta que era una teoría equivocada, que la historia no se acaba. Porque además me parece que pretender acabar con la historia, era una suerte de soberbia intelectual bastante mediocre, si se me permite, porque, en definitiva, miles de años de historia de distintas civilizaciones, nos aseguran que la historia no se termina y que van cambiando los protagonistas y van cambiando también esa misma historia.

Me parece que esto es lo lindo además y lo que es noticia; la noticia más grande que puede existir es que la historia sigue, que vamos a seguir asistiendo a cambios impensables y cada vez con más vertiginosidad y que esa vertiginosidad nos va a exigir también a cada uno de los actores -y por supuesto a las agencias de noticias también- repensar nuestras metodologías, repensar nuestros modos de comunicación, nuestra vinculación con el resto de la sociedad a través de las redes sociales.

Hace poco, me tocó inaugurar, para terminar, la Feria de Frankfurt. Se imaginan, si las agencias de noticias tienen un poquito de tirria con la red, lo que puede pasar con los libreros y los editores que ven realmente a la red casi como la sepultura y más ahora con los IPads, donde pueden dejar los libros, de su industria. Y realmente me gustó mucho la actitud del presidente de la Cámara de Libreros alemana cuando decía que en realidad estamos ante nuevas tecnologías, de la misma manera que cuando Gutenberg puso la imprenta estaba ante nuevas tecnología y que el gran desafío es saber utilizar esas nuevas tecnologías.

La palabra no se va a acabar, las noticias tampoco se van a acabar; al contrario, se van a ir multiplicando cada vez más. Lo importante no es cerrarse y negarse ante la nueva realidad tecnológica, sino, a través de regulaciones globales y utilizaciones inteligentes de esos nuevos modos de comunicación, dar más y mejores noticias que ayuden a democratizar el acceso a la información.

Democratizar el acceso a la información, a toda la información, la que nos gusta y la que no nos gusta también, la que conviene a los intereses de la empresa y la que no conviene también, es el gran desafío para seguir siendo creíbles y para seguir estando ubicados en el centro de la escena.

Como todos ustedes son gente muy inteligente, estoy absolutamente convencida de que lo van a lograr, no sé si en este Congreso, pero seguramente en el próximo -me decía el señor presidente del Comité Organizador que todavía no han decido dónde se va a hacer- lo harán porque creo que son dilemas y desafíos muy interesantes.

Además, a mí me gustan los dilemas y los desafíos porque ayudan a agudizar el pensamiento, a tener nuevas ideas y a tener una actitud propositiva frente a los cambios que se han producido en tan corto tiempo y que vaticinan más cambios.

Por eso, a prepararse con todas las neuronas para el futuro porque el futuro ya llegó.

Muchas gracias, muy buenas noches a todos, muy buen Congreso y mejores conclusiones.

Gracias. (APLAUSOS)