Vamos a hablar un poco, porque estaba demasiado ordenado, demasiado alemán, así que nosotros traemos la impronta de los argentinos, esta suerte de que por ahí improvisamos y demás. Voy a ser muy breve porque ya ha llegado el señor ministro de Asuntos Exteriores de Alemania con quien voy a mantener una reunión.
Quiero agradecer a la Escuela de Frankfurt, a nuestros funcionarios, al señor Horacio González de la Biblioteca Nacional, a nuestro Secretario de Cultura, a Carmen Nebreda, a todos los que han participado en la firma de esta Carta, de este convenio que yo coincido en que no debe ser solamente una cuestión de intenciones y objetivos, sino también de políticas concretas.
Para finalizar, impresiona y casi intimida un poco el nombre de quienes constituyeron o fueron fundadores de la Escuela de Frankfurt, pero creo que el gran desafío es que en un mundo en el que se han derrumbado estrepitosamente las ideas que parecían que habían llegado al fin de la historia, creo que hacer honor a esta Escuela de Frankfurt, hacer honor al pensamiento crítico, sería precisamente a partir de nuestras propias experiencias y de nosotros mismos comenzar a formular nuevos marcos teóricos.
El mundo actual necesita imperiosamente de nuevos marcos teóricos. No es casual que la Escuela de Frankfurt haya sido posterior a la finalización de la segunda guerra mundial, a la existencia de un mundo bipolar, a un escenario internacional que luego desembocó en todo lo que pasó durante la última mitad del siglo XX en todos los países del mundo en materia de gran pensamiento crítico, grandes transformaciones.
Creo que el desafío precisamente de esta etapa es similar al que tuvieron esos hombres que fundaron la Escuela de Frankfurt, donde dieron un marco teórico a ese mundo, a esa fotografía de ese nuevo mundo que era totalmente diferente al de la preguerra.
Hoy, luego de la caída del muro de Berlín, luego de la caída de las Torres Gemelas, luego de la caída del muro de Wall Street, estamos también ante un mundo sustancialmente diferente, que además lo ha hecho con una velocidad nunca vista en la historia, nunca se produjeron cambios tan profundos en tan poco tiempo, lo cual nos lleva a todos a un gran desafío -reitero- que es darle marco teórico político, y cuando hablo de marco teórico político esto significa en el campo de la economía, en el campo de la literatura, o sea de la política, para que nadie crea que esto es una cuestión partidaria, por favor, nada más alejado de eso.
Por eso creo que es una gran responsabilidad, creo que es un aporte muy importante y pensamos hacer desde la Argentina también un aporte a ese pensamiento crítico a partir de la experiencia que nos ha tocado vivir durante los últimos 50 ó 60 años de historia, que no es poca cosa.
Muchas gracias a todos, me gustaría seguir hablando porque estas cosas ya saben que me fascinan, puedo estar acá 30 horas hablando pero lo tengo al Ministro de Relaciones Exteriores y realmente me parecería una falta de respeto y más argentinidad. Ya es demasiado con lo que hemos hecho ahora, así que déjenme ser un poquito alemana e ir puntualmente a la reunión.
Muchas gracias y los felicito. (Aplausos)