Muy buenas tardes a todos y a todas: realmente recuerdo muy bien aquel acto que hicimos en el viejo Salón Sur, con el entonces presidente Kirchner, cuando firmamos el primer instrumento con las provincias para precisamente poder llegar a la licencia única para conducir. A esto que hoy tenemos hoy aquí y que - como bien decía el papá de Lucas - no es un cartoncito o un plastiquito sino es una tarea que ha demandado la participación obviamente del Estado como principal responsable en asegurar, valga la redundancia, la seguridad vial, pero también obviamente la otra pata inescindible, imprescindible que es la sociedad, expresada en sus organizaciones no gubernamentales, en sus movimientos sociales y fundamentalmente tambièn en sus víctimas, porque en definitiva también es esto.
Estamos hablando de una de las causas de muerte más importantes en la República Argentina, que son los accidentes de tránsito, que en realidad muchas veces la palabra, la frase: accidente de tránsito esconde un eufemismo, en realidad es un eufemismo porque accidente es- como recién lo veíamos - lo que no se puede evitar. No sé si voy manejando correctamente y se rompen los frenos de mi auto; si me desmayo; si me agarra un paro cardíaco. En fin, todas cosas que no puedo manejar yo; ahora cuando conduzco a altísima velocidad, o en estado alcohólico, o hablo por teléfono, o no respeto las normas de tránsito, o cruzo como peatón por un lugar que no debo o con un semáforo que no me corresponde. En fin, todas las imágenes que vimos y que reflejan en sí lo que significa también el tema de la responsabilidad social o la ausencia de esa responsabilidad social.
Esto además, este plastiquito que exhibo con mucho orgullo, tanto como con el Documento Nacional de Identidad está hecho por el Estado, con software diseñados por el Estado, con una planificación que se realiza toda a nivel estatal, que lo hemos podido hacer a partir de la sanción de la ley que creó este instrumento que tambièn - al igual que el papá de Lucas - considero vital para abordar una política en serio, permanente y como política de Estado, que ha sido exitosa y que es la creación de la Agencia Vial Nacional.
Y este acuerdo que estamos llegando hoy con ocho provincias, Florencio, pero que en muy poco tiempo va a ser con veinte provincias, con lo cual en poco tiempo- y estamos hablando no de dos días ni tres, como decía recién el papá de Lucas, sino en poco tiempo comparado con lo que hemos iniciado esto recién que fue casi a fines del 2007, vamos a poder lograr el Registro Único en todo el país, que es vital porque no gano nada sacándole la Licencia de Conducir en el pueblo mío o acá en Buenos Aires, si cruzo la General Paz y lo saco en cualquiera de los municipios de la provincia de Buenos Aires, o en cualquier provincia y entonces es inevitable que la única manera - y por eso firmamos en aquella oportunidad el convenio con las provincias - es tener una Licencia Única como esta, una consulta con el Registro Nacional de Infractores y un scoring con penalidades transitorias o definitivas.
Todo esto no le va a devolver la vida ni a Lucas, ni tampoco a Kevin, el nene de la foto que estoy viendo de acá, estoy viendo un montón de fotos de madres con sus bebes, todos lo que vemos a diario, la tragedia que deshace y destruye familias para siempre, porque es irreparable la perdida. Por eso creo que estamos hoy aquí haciendo tareas de reparación, son diferentes formas de reparar, uno repara todo el tiempo, desde un Gobierno; construye pero fundamentalmente repara porque creo que el Estado debe ser el gran responsable de poder organizar a la sociedad y concientizarla para esta tarea que estamos llevando adelante.
La tarea de los gobernadores también va a ser muy, pero muy importante porque los registros - como ustedes saben- son de carácter municipal, no hay registros de conducir provinciales, pero obviamente la presencia de los gobiernos provinciales es imprescindible para poder ordenar de mayor a menor y que todos, absolutamente todos los municipios de la República Argentina estén dentro de este sistema con Licencia Única de Conducir.
Yo espero que antes que termine mi gobierno podamos llegar a ese final, vamos a hacer todo el esfuerzo, estamos también digitalizando todo lo que es Documento Nacional de Identidad. Ya pronto vamos a tener todo el país digitalizado, y en cualquier lugar van a poder sacar ese documento y queremos que en cualquier municipio puedan sacar esta licencia, que sea confrontada, antes de ser otorgada, con los antecedentes y que se tomen los exámenes, tal cual está en los Manuales, y todos los procedimientos que tenemos allí que también es muy importante.
Y la otra es la apelación a la sociedad; desde el Estado estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer, falta y vamos a seguir en el camino. Pero estas son las cosas o las actividades en las cuales es imprescindible la participación responsable de la sociedad. Podemos tener Licencia Única en los 3 mil y pico de municipios del país; podemos tener scoring; podemos tomar todos los exámenes, pero si cruzo el semáforo en rojo; si atiendo el celular; si voy sin casco en la moto; si voy sin cinturón de seguridad; si voy a una velocidad superior a la permitida; si hago maniobras que no puedo evidentemente todo el esfuerzo será en vano. Y una sola vida que se frustre por irresponsabilidad, no por accidente, por eso me niego a hablar de accidentes de tránsito.
Es hora que también comencemos a cambiar la terminología, porque si no, se tiende a la confusión. Accidente de tránsito, reitero, es cuando vos estabas con todas tus facultades, tomaste todos los recaudos y algo mecánico falló: me desmayé o me pasó algo. Todo lo demás es responsabilidad o del que conducía o, tal vez, del transeúnte que no tomó también porque todos tenemos la responsabilidad. Estar arriba del auto, obviamente, es mayor responsabilidad porque es el arma. En definitiva, es el vehículo para lograr ese horrible resultado que es la pérdida de una vida o tal vez, sin que se llegue a perder la vida, dejar muy mal a una persona con discapacidad para toda su vida.
La Justicia, es el otro gran tema en la República Argentina. La Justicia que es el gran poder porque yo digo: uno puede reparar con cosas como esta en lo que hace a la responsabilidad estatal; la Justicia es la reparación última, es cuando alguien ya violó la norma, cuando alguien quitó la vida, cuando alguien violó las disposiciones legales, la única que puede reparar es la Justicia. No hay posibilidades de que un presidente o un legislador meta preso a alguien. Esto es así sin lugar a dudas.
No solamente en esto, en todo, el gran rol reparador y equilibrador de la sociedad es, sin lugar a dudas, el Poder Judicial.
Comprometernos esencialmente a impulsar campañas de concientización y a saber que a una sociedad la construimos entre todos, con la responsabilidad de los tres poderes del Estado, con la responsabilidad de la sociedad pero, esencialmente, con la actividad que tenemos que tener todos cuando algunos de esos sectores o alguno de esos actores falla. Tampoco podemos garantizar que el sistema no tenga fallas. El sistema tiene fallas. Es así.
Soy Presidenta de la República y puedo decir que nuestro sistema institucional en la República Argentina y en todas partes del mundo, tiene fallas.
El problema es que podamos detectarlas y que podamos resolverlas cada uno en la medida de sus competencias. En eso estoy absolutamente convencida también y yo soy firme defensora de la división de poderes.
Yo sé que muchas veces cuando te pasa algo, es muy difícil pedirle a un papá, a una mamá, a un hermano, a un esposo paciencia para la justicia; pero yo creo que vale la pena, más allá del dolor que nos causa, de la sensación de ahogo que sé que muchas veces debes tener, pedir paciencia o pedir por justicia. Pero nunca dejen de pedir por la Justicia.
En otros sectores estuvieron mucho más tiempo pidiendo justicia y nunca tomaron la Justicia en sus manos. Esto es lo peor que nos podría pasar a todos como sociedad, sería como matar dos veces a nuestras víctimas. Porque la única posibilidad que tienen ellos de ser reparados, es que finalmente vivan en una sociedad en que las cosas funcionen porque, en definitiva, fueron víctimas porque había algo que no funcionaba: una Justicia o el Estado o, en fin, las cosas que hemos pasado y que seguimos viviendo a diario.
También está la vida; tampoco podemos colocarnos en un lugar en el cual todo sea una cosa muy fuerte y muy tensa; también está la vida que a veces te alcanza y no te alcanza bien también. Este es el tema.
Yo creo que debemos seguir trabajando en esto, sigo afirmando que los instrumentos están en manos de la Justicia, como lo dije en el Congreso de Justicia que me tocó asistir hace muy tiempo, soy abogada y sé de lo que estoy hablando. Porque cuando alguien comete un delito de tal magnitud como los que vemos a diario, creo que los jueces tienen en sus manos los instrumentos para poder llevar adelante eso que están demandando todos y que es justicia, que es reparación. Y hay que seguir reclamándolo una y otra vez a todos y cada uno de los jueces de nuestro país, a todas y cada una de la Cámaras de nuestro país y también, en definitiva, muchas veces para que se siente jurisprudencia al más alto nivel del país, ya que se sienta jurisprudencia para tantas cosas, para tantos intereses económicos.
¡Qué bueno que se sentara jurisprudencia a nivel nacional también para este tipo de crímenes sin lugar a dudas! (APLAUSOS)
Felicitar a todos aquellos que han participado en esto, porque esto también fue impulsado por los padres, por las víctimas y agradecerles que, pese al dolor, tengan la fuerza suficiente como para seguir trabajando e impulsando esto que hoy tenemos entre las manos y que no es un logro de un gobierno, sino es el logro de todos ustedes.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS)