6-9-10 Palabras de la Presidenta en Catriel, prov de Río Negro.

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÒN CRISTINA FERNÀNDEZ EN EL ACTO REALIZADO POR SU VISITA A LA CIUDAD DE CATRIEL, DONDE INAUGURÒ UNA CLINICA MATERNA Y UN CLUB SOCIAL, EN LA PROVINCIA DE RÌO NEGRO.

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Muchas gracias; muy buenas tardes a todos y a todas; gracias Catriel por este recibimiento, muchas gracias; señor Gobernador de la provincia de Río Negro; de La Pampa; de la provincia de Neuquén; señor Intendente; Señor Secretario General de la CGT; señor secretario general de los Trabajadores del Petróleo y Gas Privados: ¿quién son los de allá, los de Neuquén? Déjenme decirles que en el día de hoy... si hacemos tanto lío cuando estamos contentos, cómo será cuando nos enojemos - digo yo, mi madre - bueno pero no tenemos que enojarnos, al contrario cada vez tenemos que trabajar más y más para seguir construyendo este modelo de país que permite cosas como las de hoy.

 

El de la grúa que se corra, hay que estar en todo, las mujeres tenemos que estar en todo, es increíble, pero esto que estamos protagonizando acá, una gran concentración de hombres y mujeres y también de trabajadores del gas, del petróleo, camioneros, de la construcción, esta obra que inauguramos hace apenas unos instantes: una modernísima clínica que, con esa solidaridad que caracteriza a los trabajadores, no va a ser solamente para los afiliados al sindicato, sino que va a estar a disposición de todo los habitantes de Catriel. (Aplausos). Es que, es que los trabajadores, sindicalmente organizados de la República Argentina, han pasado por la dura experiencia, como el resto de los argentinos, de vivir modelos de exclusión.

 

Este acto de trabajadores, esta inauguración en esta tarde de esta magnífica clínica, que se suma a la que ya hicieron un tiempo antes, sería imposible en un país donde la producción, el trabajo, la defensa de los más vulnerables, de los que más necesitan no se hubiera puesto en marcha. No es fácil, no fue fácil en el 2003, donde apenas con un puñado de votos que no superaban el 22%, el compañero Kirchner comenzó la tarea de reconstruir un país desde sus propias cenizas. Con ese 22% le tocó hacer muchas cosas: le tocó generar millones de puestos de trabajo; le tocó volver a recrear un clima institucional que permitiera finalmente que quienes habían sido responsables de las cosas horribles, que vivimos los argentinos, tuvieran su castigo; le tocó también enfrentar a ese Fondo Monetario Internacional al que como Cuco nos agitaban - yo lo recuerdo muy bien cuando era legisladora, en nombre de sus exigencias en nombre de sus demandas en este país le hicieron votar a ese Parlamento anterior al 2003 cualquier cosa contra los trabajadores; lo recuerdo muy bien (Aplausos), no solamente contra los intereses de los trabajadores, contra los intereses del país una y mil veces.

 

Porque en definitiva cuando se caen los trabajadores, cuando se caen las empresas, cuando cierra, cuando nuestros jóvenes se van a afuera por falta de oportunidades, cuando los chicos van al colegio a comer y no a estudiar, en definitiva es un modelo económico que termina arrasando con las esperanzas no ya de un futuro, sino apenas del presente.

 

Por eso cuando escuchamos algunas voces, cuando miramos algunas caras que fueron los responsables y los protagonistas de esas políticas, que habían venido a cambiar, pero que no solamente no cambiaron, sino que profundizaron y agravaron, siento una inmensa pena desde la política, porque la política no puede ser eso, no puede ser arrastrarse atrás de los intereses concentrados de la economía; responder a patrones que están en otro lado, que no sean los partidos políticos o el propio parlamento.

 

Yo creo que nosotros necesitamos profundizar un modelo que ha permitido esto que hoy estamos viviendo, pero que también ha permitido que millones de trabajadores, que habían quedado a la intemperie por las privatizaciones, por patrones inescrupulosos que no le habían hecho los depósitos o porque simplemente cuando quedaron sin trabajo estaban en una edad en que nadie los tomaba porque eran considerado poco más que trastos viejos, vinimos con una política de cobertura provisional única en toda Latinoamérica, donde más del 90% de los adultos mayores hoy tienen ingresos y obra social (Aplausos). Llegamos con la Asignación Universal por Hijo a los que todavía no han podido conseguir un trabajo o un salario mínimo vital y móvil, con su trabajo en blanco. Y esto lo pudimos hacer porque tomamos decisiones trascendentales, como fue la de recuperar la administración de los recursos de los trabajadores que estaban en manos de las administradoras privadas de pensión, que ya se sabe lo que hacían con los fondos de los trabajadores. Sin embargo, durante ese período a nadie de la oposición se le había ocurrido exigir nada a esos sectores; es más, en soledad y con muy poca compañía de algunos otros sectores políticos, pudimos aprobar esa ley que le devuelve al Estado, en definitiva a los trabajadores, la administración de los recursos.

 

Las obras que recién mirábamos en Río Negro, diez veces se aumentaron el nivel de obra pública en esta provincia y así es a lo largo y a lo ancho del país: agua potable, cloacas, rutas, viviendas, escuelas en todas y cada una de las provincias porque ésta no es una provincia que gobierna mi partido, sin embargo jamás miramos de qué color era el Gobernador para hacer una obra, porque creemos en serio en un país federal, igualitario y equitativo. Somos, lo que creemos que la equidad, somos los que creemos que la equidad, que la igualdad no es solamente un concepto social en la Argentina, porque la igualdad no solamente tiene que ver con los sectores sociales, tiene también que ver con el desarrollo absolutamente asimétrico, desigual que ha tenido nuestro país a lo largo y a lo ancho de la historia.

 

Esto es lo que hemos venido a reparar, tanta injusticia, tanta inequidad, tanto olvido de los sectores más postergados de la Patria, de esta Patria que vimos renacer como nunca en este Bicentenario, cuando nos querían convencer a los argentinos que éramos feos, sucios y malos y que todo nos iba mal, allí salió el pueblo a la calle para festejar ese 25 de Mayo que era festejar su identidad, su historia y su recuperación como pueblo. (Aplausos)

 

Yo me siento tan honrada de haber sido la Presidenta de este Bicentenario, no me va a alcanzar la vida para agradecerle a Dios el haber podido estar junto a ustedes, el luchar todos los días sin descanso, desde la noche hasta la mañana, con todos los múltiples intereses que todos los días ponen palos en la rueda para que fracase el gobierno, sin darse cuenta, o sí dándose cuenta, que fracasando el gobierno fracasa la sociedad y fracasa un modelo que ha redistribuido el ingreso como nunca en las últimas décadas en la historia de la República Argentina. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese, somos el gobierno que más ha hecho por la equidad. (Aplausos) Claro que falta, pero tiene que saber todo el pueblo y toda la sociedad que los pasos..., sí, sé que están los pibes, los jóvenes, yo apuesto tanto a estos jóvenes, pero no solamente a los que militan, a los que estudian y militan y trabajan y cada uno en un sector, como estos jóvenes a los cuales les damos la netbook y les estamos dando las verdaderas armas que necesitan los jóvenes para encarar un futuro y un presente, de capacitación, de conocimiento. (Aplausos)

 

Y siento también que es necesario que todos sepamos que el avanzar en la profundización del modelo, que es lograr mayor crecimiento económico, mayor valor agregado, más fuentes de trabajo, más ciencia y tecnología, más distribución del ingreso, no es fácil, que debemos comprometernos todos en esa lucha, porque en definitiva quien está aquí es sólo un instrumento de la historia y de la política. Nunca he tenido vocación de heroína, simplemente siento sobre mis espaldas la inmensa responsabilidad de dar respuesta a las múltiples demandas, y siento que me faltan los días y las horas pero créanme que voy a poner todo lo que tengo y lo que no tengo también para seguir adelante (aplausos) en esta tarea de reconstruir nuestro país, la confianza en nosotros mismos, en los trabajadores, en los profesionales, en los estudiantes, en los docentes, en los comerciantes, en los empresarios.

 

Yo lo escuchaba recién a Hugo Moyano hablar de la verdad y decir cómo se tergiversa desde ciertos centros monopólicos la verdad, ¿pero sabés Hugo? Eso no se puede hacer todo el tiempo y con toda la gente, porque finalmente la verdad siempre aflora, tal vez un poco más tarde que temprano pero finalmente las máscaras se van cayendo, las caras aparecen con nitidez y las responsabilidades aparecen claramente. (Aplausos) La verdad no se puede ocultar todo el tiempo, sobre todo cuando la mentira ha sido sobre cosas tan terribles y tan graves como las que hemos vivido los argentinos en nuestra historia.

 

Por eso yo tengo mucha confianza en Dios, en la verdad, en el pueblo, en la historia y en la fuerza de todos los argentinos, porque necesitamos la unidad de todos los argentinos. De la misma manera que aquí hoy los dirigentes sindicales decían que lo que están construyendo era posible por la unidad y por el modelo económico, yo digo que también necesitamos la unidad de todos los argentinos para poder seguir trabajando en esta Argentina que ha resurgido de las cenizas y que es mérito de todos los argentinos. A ellos, a los que hoy están aquí y a los que no están también, es a los que convoco definitivamente en este año del Bicentenario para empezar los 100 años que todavía nos faltan para llegar al tercer centenario y que tengamos una historia mejor y más feliz que la de los últimos 200 años; nos lo merecemos por los que están aquí y por los que ya nunca estarán pero que hicieron mucho para que podamos empezar esta tarea de reconstruir la patria.

 

Gracias Catriel, gracias Río Negro, gracias La Pampa, gracias a todos a los trabajadores, a los docentes, a los alumnos, a los empresarios, a los comerciantes, a las amas de casa, a nuestros jubilados, a nuestras mujeres, a todos, gracias, los abrazo con todo mi corazón, muchas gracias. (Aplausos).