Palabras de la Presidenta Dìa de la Industria, San Martín

 PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ EN EL ALMUERZO EN CELEBRACION DEL DIA DE LA INDUSTRIA EN EL PARTIDO DE SAN MARTIN.

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Muchas gracias, muy buenas días a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente del distrito de San Martín; señor titular de CAME, amigos y amigas que hoy estamos aquí. En realidad no he podido asistir señor Intendente a la apertura porque, no se enojen, vengo de las jornadas organizadas por el Banco Central de la República Argentina que son jornadas monetarias internacionales, acabo de abrirlas, allí intervienen los titulares de los bancos centrales de todo el MERCOSUR, ha venido gente de Europa, de Estados Unidos, de todas las regiones. Y hemos estado discutiendo precisamente, por lo menos he estado dando mi posición, acerca de lo que significa este momento histórico a nivel global, de cambio de transformaciones económicas, de arquitecturas financieras, y fundamentalmente de un modelo de desarrollo y crecimiento económico.

Y decía que tal vez sea una casualidad, o no, que precisamente estuviera en esas jornadas monetarias internacionales antes de venir aquí, al predio del INTI junto con CAME, a festejar el Día de la Industria nacional. Créame que así lloviera y cayeran rayos y centellas nadie iba a hacerme desistir de estar aquí presente porque precisamente  -dicen que van a elegir unas reinas y unas  princesas de la industria, me gustaría ser aunque sea reina honoraria de la industria porque ya no tengo edad para competir con las chicas- me siento parte de un proyecto político que ha hecho del desarrollo industrial, de la reindustrialización del país, de la generación de puestos de trabajo, de empresarios nacionales, de trabajo nacional, uno de los ejes principales. Realmente me siento muy orgullosa y quería venir a compartir precisamente con ustedes, pequeñas y medianas empresas, este día tan especial. (APLAUSOS)

Una digresión, lo cuento siempre porque me impactó mucho, ustedes saben que cuando estuve en Santiago del Estero inaugurando un complejo cultural formidable, hay toda una parte dedicada el primer acto de la industria en la República Argentina, que tuvo que ver con la exportación además, y que se desarrolló en el 1500, no me acuerdo si era 1537 o 1587. Ese 2 de septiembre, por eso se festeja el Día de la Industria, se exportaron desde Santiago del Estero tejidos, hilados, ponchos, objetos de talabartería. Fíjense ustedes que en el año 1500 los exportó a Brasil nada menos que un obispo, que yo calculo que era el jefe de las misiones jesuíticas donde se había producido este valor agregado a los recursos naturales que se producían allí en Santiago del Estero. Por eso se festeja el 2 de septiembre el Día de la Industria.

La industria está ligada a esta tierra antes de que existiéramos como país, es parte de nuestra idiosincrasia, pese a que durante mucho tiempo se intentó y por tramos históricos importantes se logró precisamente afectar a este sector clave de la economía nacional, el gran generador de trabajo y el gran generador también del producto bruto interno.

Antes de entrar en los números, que los voy a leer porque son increíbles y quiero compartirlos con ustedes, quiero hacer mención a dos cosas: a la que habló primero el Intendente, de esta sensación que se quiere crear de empresarios disconformes y problemáticos, y que él a diario en este San Martín, capital de la industria nacional, convive con los industriales que trabajan y que les están yendo bien las cosas porque nos están yendo bien las cosas a los argentinos después de un año muy difícil, y no nos están yendo bien por viento de cola, por suerte, o por magia, sino porque hicimos desde el Estado una articulación con el sector privado en las cosas que teníamos que hacer precisamente para sortear un momento muy difícil que nos vino de afuera, lo que hoy nos permite haber acumulado en los últimos 12 meses un crecimiento del 9 por ciento.

Por eso el Banco Central de la República Argentina debió reformular un programa monetario que había sido pensado para un crecimiento durante el año 2010 de apenas de 2,5, pero el sector industrial que ha sido el más dinámico en todo el proceso histórico empezado en el año 2003, porque el promedio de crecimiento de la industria del año 2003 a la fecha está por sobre el crecimiento de la actividad económica en general, lo que marca claramente que se han producido cambios estructurales en la industria en nuestro país y también en la exportación, porque hemos finalmente quebrado esa suerte de tabú histórico o de enfrentamiento entre mercado interno y exportación. Este es un modelo, el del año 2003 a la fecha, que ha privilegiado el mercado interno y un fuerte sesgo exportador, por una razón muy sencilla, porque es clave para uno de los pilares del modelo, que es el balance comercial, tener una fuerte política exportadora y porque además es la necesidad de agregar valor para nuestro mercado interno pero fundamentalmente también para conquistar nuevos mercados.

En cuanto a lo que mencionaba Osvaldo Cornide de los intereses, siempre los hay, pero también muchas veces hay hipocresía, y yo quiero hablar un poquito de eso, de la hipocresía. Porque cuando fuimos a China recuerdo que un industrial textil muy importante, de una de las industrias más importantes de nuestro país, creo que es el gerente general de la firma, no Débora? No voy a dar el nombre porque es feo dar nombres, después te dicen que sos buchona además, así que queda feo; nos corría, ustedes saben el conflicto entre la República Popular China y nuestro país en materia de administración de comercio exterior por algunas diferencias, pero en definitiva también aclarar que todas las medidas aplicadas por la República Argentina son medidas que se aplican en el marco riguroso de las disposiciones de la Organización Mundial del Comercio, no hemos aplicado nada por afuera. Había rumores de que íbamos a acordar no sé qué cosa a favor del sector agroindustrial oleaginoso en detrimento de no sé qué otros sectores, metalúrgicos textiles, etc., siempre esas cosas conspirativas y siempre mala onda; y recuerdo que corría atrás de Débora pidiéndole que por favor -textual- y lo voy a decir porque yo creo que en la Argentina hay que empezar a hablar con mucha sinceridad: "por favor Débora no nos entregue". ¿Me equivoco Débora? Es la verdad, y después veo a esta misma persona en una foto en un diario, junto a otros importantes empresarios de nuestro país, que también sus industrias reciben, como lo señaló el señor Cornide, no protección sino administración del comercio para defender trabajo nacional y empresa nacional, con fuertes críticas al gobierno por la seguridad jurídica y no sé qué otra cosa. No es un problema solamente intereses, creo que también hay mucha hipocresía en algunos sectores, que debe terminarse porque creo que tenemos que entender finalmente que este proceso virtuoso, económico y social que comenzó en el año 2003 ha permitido un crecimiento armónico del país, donde han crecido las empresas pero ha crecido el mercado interno a través del poder adquisitivo.

Y hemos seguido sosteniendo esa demanda agregada fundamentalmente a partir del año 2009 con una recuperación en la administración de los recursos de los trabajadores, que antes estaban privatizados, y ya sabemos cómo se utilizaban en ese mercado de capitales de amigos esos recursos, lo sabemos, y donde también hemos instalado la Asignación Universal por Hijo, la movilidad jubilatoria, de modo tal que los sectores que más están vinculados al consumo y que no tienen como otros sectores de alto poder adquisitivo tal vez el poder de ir a otro lado o retraer su consumo, ayudan a mantener la rueda de economía. Es al mismo tiempo una medida de equidad social y de inteligencia económica, algo que no tiene por qué estar disociado en la historia argentina. Siempre pareció que la equidad social era contraria a la eficiencia económica, yo sostengo la tesis contraria, no puede haber eficiencia económica en una sociedad que no está cohesionada socialmente y en esto tiene que ver la generación de trabajo decente, la generación de buenos salarios, un mercado interno sólido, una muy fuerte política en materia de tecnología, por eso también estamos aquí en el INTI, tenemos que hacer un big bang tecnológico y lo estamos haciendo porque estamos fomentando fuertemente a través de la ley de promociones de inversiones, del software, de la nanotecnología, la incorporación de valor agregado de alta calificación para que podamos tener cada vez mejor producción y cada vez podamos salir a competir en los mercados.

Pero quiero leerles algunos de los números de estos cambios estructurales que hemos tenido en la industria, porque seguramente me voy a olvidar de alguno. En los seis años consecutivos de crecimiento económico, el más importante que se recuerden hace 200 años de historia, la industria tuvo un crecimiento del 9,3% frente al 8,5% de la actividad general. Quiere decir que la industria creció por sobre la actividad económica general, fue el sector que además explicó el 20% del crecimiento del Producto Bruto Interno. Aumentó la rentabilidad que se triplicó en estos 6 años del 4,7% al 13,5%, calculado con la fórmula de AFIP bajo activos, o sea se supone que todo lo declaran es todo lo que se vende y se gana, con lo cual estamos analizando rentabilidad de acuerdo con datos fijos de AFIP. Además, más de un millón de empleos generados y en este sector ha tenido la pequeña y mediana industria un rol muy, pero muy importante. Los cambios estructurales en la exportación; el crecimiento promedio anual del consumo interno fue del 8,3%, pero el crecimiento promedio de la exportación fue del 18% anual.

Si uno compara las exportaciones, cómo participaban en el Producto Bruto Interno durante la década de los 90 y cómo han participado en estos últimos años, del año 2003 a la fecha, la participación de las exportaciones, durante la década de los 90, era del 7,5% del PBI; ahora es del 22%, casi un cuarto del PBI, a partir de las exportaciones.

Por eso la importancia de haber roto esa suerte de dicotomía entre mercado interno y exportación y al contrario, juntos potenciar para adentro y para afuera, que de eso se trata administrar un país; no pensarse únicamente mirándose para adentro porque eso sería imposible en un mundo global, sino también pensarse para afuera.

La mayor participación de los productos industriales, en el total exportado, más del 30% ha sido producto industrial y en el PBI triplica la participación de los años 90. Y un dato que a ustedes les interesa: las Pymes. Ellas exportan el 15% de los productos industriales. ¿Saben cuál es el promedio de las Pymes en América latina, en materia exportación? El 5%; las Pymes argentinas exportan tres veces lo que exporta el promedio de Pymes y quiero homenajearlas en este encuentro por el esfuerzo. (APLAUSOS).

Tenemos también un mayor grado de internacionalización, hay un cambio muy fuerte en el sector exportador en ese sentido: de 672 empresas exportadoras, grandes empresas, pasamos a 1.192; 520 nuevas empresas. Debo decirles además que materia de crecimiento de Pymes, en general, se han generado más de 24.000 nuevas Pymes netas, desde el año 2003 a la fecha. (APLAUSOS).

La mayor diversificación en el año 98 exportábamos a 37 países; hoy exportamos a 60 países, por más de 100 millones de dólares. Hay además un mayor contenido tecnológico, el promedio de inversión, que también es muy importante, habla de que hemos tenido en el año 2008 del 23,1%, lo cual ha significado un crecimiento. Duplicaron las Pymes su inversión, respecto de los años 90 a la fecha. El crecimiento promedio anual ha sido de 22,7% habiendo sido la más alta el 23,1% en 1980. Volvimos a tener, en el año 2008, la misma tasa de inversión que se había tenido en el año 1980 y el crecimiento en materia de equipos durables (el total invertido) tuvo un crecimiento promedio anual- en capital- del 30% en materia de equipamiento. Podría seguir dándoles cifras, millones de puestos de trabajo que se ha generado (más de 5 millones de puestos de trabajos); el superávit comercial más importante que hemos tenido en toda nuestra historia, más de 92 mil millones dólares. Decía Osvaldo o el Intendente, que en el primer semestre ya llevábamos un superávit comercial de 7 mil millones, ¿no? Bueno creo que ahora va por 8.700 ¿Es así Débora, no? En siete meses 8.700 millones de dólares; el año pasado tuvimos un superávit comercial récord, nos faltaron 20 millones para llegar a los  17 mil millones de dólares.

Este año obviamente vamos a tener menos balanza comercial por una razón muy sencilla, tenemos importaciones porque se está produciendo, hay importación de bienes de capital porque está comenzando de nuevo la rueda de la producción y por eso en los últimos 12 meses hemos crecido al 9%.

Este es el país real, el de todos los días, que no solamente se ve en una estadística que le alcanzan a la presidenta de la República, sino que se ve en la calle, que se ve en el nivel de consumo, que se ve en los crecimientos de producción que nos dicen los mismos industriales.

El otro día, por ejemplo, me emocionaba porque me comentaba el Gobernador de Misiones, que los empresarios le habían comentado cómo había aumentado el consumo de azúcar, a partir de que instalamos la Asignación Universal por Hijo. ¿Saben qué significa eso? Que había gente que no le podía poner azúcar en el mate cocido o en la leche a sus hijos y que ahora le puede poner eso o mermelada. Y esto significa también cohesionar a una sociedad. La distribución de neetbooks, que estamos haciendo a todos nuestros estudiantes secundarios en las escuelas públicas; la instalación nuevamente durante el anterior gobierno de las Escuelas Técnicas que habían sido cerradas, era casi una clausura al destino industrial y del valor agregado de la República Argentina.

A ver, si no hay Escuelas Técnicas donde preparar matriceros, torneros, carpinteros etc., ¿de qué país estamos hablando y qué país queremos ser? Y al mismo tiempo de este crecimiento formidable de la industria también tenemos un crecimiento importante en el sector de servicios, dedicado a todo lo que sea tecnología, que también es vital para nosotros. Si uno ve la industria del software -si es que se la puede llamar así- fue la que más creció exponencialmente y que da también lugar a mucho emprendimiento de carácter individual porque obviamente es un emprendimiento que no requiere por allí gran cantidad de trabajadores, pero que luego se terminan transformando en empresas - como Global - que tienen inclusive empleados no solamente la Argentina, sino en otras partes del mundo.

Estamos logrando también ser vistos, y de hecho se han instalado numerosas empresas globales, en todo lo que hace a la operatoria de sus centros informáticos en nuestro país por la calidad de nuestros recursos humanos. Estamos ante una oportunidad histórica porque hemos sido bendecidos por Dios de tener un territorio con la riqueza y la diversidad que nos hacen propicio para la agricultura, para la ganadería, para el turismo. Porque, además, tenemos recursos humanos altamente calificados gracias a una escuela pública gratuita y también una universidad pública nacional gratuita - de la cual yo soy hija y me siento orgullosa de ser hija de esa universidad nacional pública. Porque también al mismo tiempo, y pese a todas las dificultades, nuestro pueblo siempre fue un gran consumidor de proteínas, que no es casual el desarrollo también que tienen nuestros recursos humanos, la actitud de nuestros recursos humanos por el tipo de alimentación que hemos tenido durante décadas.

Entonces creo que todas estas cosas, esta magnífica oportunidad del Bicentenario que nos obliga a mirar qué cosas hicimos mal, no para machacarnos los dedos, sino para no volver a hacerlas y ver lo que nos faltó. Si hubo una etapa en la cual le dimos demasiada importancia al mercado interno y únicamente a la sustitución de importaciones, sin poner eje en la exportación, esto hemos cambiado, lo hemos revertido. Estamos sustituyendo importaciones para llegar más y mejor al mercado interno. Este es el país con el que siempre soñamos y nos faltan muchas cosas más, porque siempre va a faltar. Ello hace a las expectativas de una sociedad, cuando uno sube un escalón naturalmente intenta subir al siguiente, lo que es importante que nadie se equivoque e intente hacernos retroceder en la escalera porque no estamos dispuestos a bajar ninguna escalera. (APLAUSOS).

Queremos seguir apostando el crecimiento, queremos seguir apostando también a la asociación estratégica con nuestros socios del MERCOSUR, hemos comprendido - finalmente-, pese a que durante años nos habían metido en la cabeza que Brasil era nuestro competidor y no nos podíamos llevar bien, afortunadamente - durante la gestión del Presidente Lula y del Presidente Kirchner se inició  uno de los períodos más importantes, tal vez el más importante en la profundización de las relaciones políticas, comerciales y económicas entre la República Federativa del Brasil y la República Argentina y esto es bueno, créame que es bueno porque tenemos que salir en forma conjunta, asociándonos, para fortalecer lo que son debilidades del otro y para que se fortalezcan las que pueden ser debilidades nuestras para salir a competir en un mundo, en el cual nuestra región está llamada a cumplir un rol muy importante. Miren, yo tengo toda la fuerza que es necesaria para seguir trabajando, pese a los palos, a las ruedas, a los no por el no, a todo lo que sabemos y vemos a diario, porque si con todo en contra, si con la política que pasaba en el mundo en contra, si con los opositores de adentro en contra de todo diciendo no a todo, pudimos pasar el año pasado y estamos creciendo a estos niveles en este año, imagínense lo que lograríamos si alguna vez nos dijeran sí en algo, en alguna cosita nada más o reconocieran alguna otra que se equivocaron.

Yo recién estaba en las Jornadas Monetarias, en el Banco Central, y hablaba del tiempo que perdimos, durante cuatro meses en el verano, discutiendo el tema de las reservas, donde finalmente todo pudimos ver que era una estrategia correcta, que era la estrategia adecuada, que pudimos saldar nuestras deudas y reasignar esos recursos que hubiéramos tenido que pagar la deuda al mercado interno, a REPROS, a ayudas a empresas para que no despidan gente y sigan teniendo actividad económica, a sostener la demanda agregada, a no enfriar la economía, que ya bastante frío venía de afuera, casi ondas polares que venían de afuera y pretendían además enfriar desde adentro. (APLAUSOS).

Entonces si hemos podido hacer estas cosas con tanto en contra, ¿cómo no vamos a poder con un poco de comprensión y de inteligencia por parte de todos los sectores económicos de seguir profundizando este modelo y esta dirección? Porque esta política industrial, porque esta política de mantener la demanda agregada, esta política de proteger el trabajo nacional, esta política de promoción de la Ley de Inversiones, de los préstamos del Fondo del Bicentenario - que en estos días van a otorgarse los primeros préstamos de los Fondos del Bicentenario -, de estas leyes promocionales, de la ley que pudimos lograr en Tierra del Fuego para también tratar de instalar allí una suerte de equivalente a Manaos; bueno recuerden ustedes las cosas que dijeron: que nadie iba a comprar celulares, que se iban a acabar las neetbooks. En fin, todas y cada uno de los vaticinios han sido negativos y permanentemente negativos. Pero no importa, yo les puedo asegurar que tengo toda la paciencia del mundo y que cuando se me acaba empiezo a contar de vuelta y complemento lo que falta. ¿Porque saben qué? Esa es mi obligación, tenerles paciencia, hasta con los que no tienen razón también debo tenerles paciencia.

Y no voy a cejar en este modelo, porque es una política de Estado, va más allá de un gobierno o de un partido, es el modelo que tenemos que sostener y defender porque es el modelo que nos ha dado trabajo, que ha permitido a los empresarios abrir las fábricas de vuelta, que ha permitido que los chicos vayan al colegio a aprender y no a comer. Estas son las cosas que tenemos que defender porque está en juego esencialmente las posibilidades de que este tercer centenario, que empezamos el año que viene, sea definitivamente el despegue de estos 200 años de desencuentros, de frustraciones, de fracasos de idas y de vueltas, de stop and go, como les gusta llamar a los economistas, para definitivamente elegir el camino de la producción, del trabajo y del conocimiento como el camino de la Patria.

 

Muchas gracias y feliz Día de la Industria a todos los señores empresarios y empresarias que hoy nos acompañan y a los que no nos acompañan también, muchas felicitaciones a todos. Gracias. (APLAUSOS)